marzo 2014, Volumen 30, Número 1
Biodiversidad y agricultura campesina

Ser tambero familiar y cuidador del pastizal en las cercanías de la ciudad

MARÍA C. VECCHIO, MARÍA ISABEL LISSARAGUE, BÁRBARA HEGUY, LORENA MENDICINO, ANAHÍ MUSSO | Página 32-33
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Vacas holandesas-argentinas de una productora familiar del Partido de San Vicente, Provincia de Buenos Aires Teófilo Islas

En los últimos años los servicios intangibles que brindan los pastizales de Sudamérica tomaron importancia, principalmente los rioplatenses de la Argentina, Uruguay, Paraguay y sur de Brasil. Los pastizales rioplatenses de la Argentina pertenecen en parte a la subregión conocida como Pampa Deprimida. Una porción importante de este paisaje ha sido fuertemente afectada por el proceso de agriculturización. Paradójicamente, en la región argentina existen áreas ubicadas en los alrededores de los grandes cascos urbanos que aún conservan superficies importantes de tierras cubiertas por pastizales naturales manejados por pequeños productores familiares.

 

Actualmente existen establecimientos de pequeñas producciones ganaderas de economías de reducida escala que abarcan a una cantidad importante de productores, muchos de ellos con tambos que cuentan con pocos animales, generalmente de 2 a 10, en etapa de ordeño, dedicados a la producción de masa, a partir de leche cuajada, que  comercializan con fábricas locales de mozzarella. Las familias tamberas también crían cerdos y gallinas. A estos productores se les considera como agricultores familiares pues no cuentan con trabajo asalariado y la familia o parte de ella conforma el equipo de trabajo con distintas funciones.

Estas unidades productivas mantienen las características de la actividad agropecuaria vinculada al patrimonio familiar, como son la preservación del bien –la tierra–, el acervo cultural y la inserción de la familia como “sujeto social”. Este grupo de productores pertenece históricamente a un segmento de la población con escasos recursos económicos y técnicos, y con pocas posibilidades para mejorar su producción actual. Sin embargo, su presencia y trabajo ayudan a la preservación del medio ambiente y a la conservación de la biodiversidad en zonas cercanas a las grandes urbes con serios problemas de contaminación ambiental (Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina).

Los pequeños productores suelen ser solidarios con sus vecinos, amigos o familiares productores. Algunos de ellos arriendan las tierras para pastar a cambio de trabajo o por muy poco dinero, lo que les permite ser laboralmente autónomos pero dependientes de sus pares. La mayoría de los productores habita en tierras que no son de su propiedad y comercializa directamente su producción, a diferencia de algunos pocos que dependen de las condiciones y precios definidos por los comercializadores. En los últimos cinco años recibieron subsidios del Estado para la compra de maquinarias, inseminación artificial y semillas de cultivos anuales que propician el reemplazo del pastizal natural (INTA, MAG y P, 2011).

¿Cómo llevar adelante un proyecto que asegure la producción y la preservación del pastizal?

Este proyecto de extensión se realiza con el objetivo de promover, acompañar y mejorar la productividad de los pequeños productores tamberos bajo principios de sostenibilidad ecológica. Los productores pertenecen a los partidos de San Vicente y Cañuelas, provincia de Buenos Aires. El proyecto propuso dar un tratamiento diferencial a los pequeños ganaderos, ya que conforman uno de los grupos más vulnerables de la población rural y suburbana. En este sentido diseñamos estrategias para suplir las dificultades que tiene esta comunidad de productores para incorporar tecnologías de procesos que contribuyan a conservar y mejorar la cantidad y calidad de alimento para los animales en producción.

Realizamos la labor en dos etapas: la primera consiste en el acercamiento hacia el productor para interiorizarnos en la información del establecimiento desde el punto de vista productivo-social y ambiental. Para ello realizamos una selección de productores a los cuales denominamos unidades demostrativas (UD). Luego de la interpretación y análisis de la información, definimos la problemática de cada productor involucrado.

Con esta información organizamos una reunión en cada UD para comunicar la propuesta de manejo de los recursos forrajeros, con principal atención al pastizal natural. En cada reunión de campo, abierta a toda la comunidad, se proponen mecanismos de inclusión mediante charlas directas con el productor y los otros productores que participan de la visita.

Esto permite acompañar a cada uno de los que pertenecen a la unidad demostrativa y a todos aquellos que asisten a la charla, pero principalmente fomenta la implementación de tecnologías para la integración y transformación agroecológica. La segunda etapa es la divulgación de las prácticas recomendadas a través de material escrito, usando volantes y folletos. Las prácticas recomendadas se sustentan en fomentar el arraigo al campo y a la actividad, así como concientizar al productor del cuidado para la preservación de su pastizal natural.

¿Qué logramos?

Al principio trabajamos bajo condiciones difíciles porque la participación de los productores era muy escasa en cada reunión a campo. Después de cuatro años aumentamos notablemente la participación de los productores en las reuniones y contamos con el apoyo de instituciones públicas como el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) del Ministerio de Agricultura Ganadería y Pesca (MAGP), la Universidad Nacional de la Plata y la municipalidad local. Se aplicaron conceptos ecológicos al diseño y manejo de los recursos naturales, como manejo del pastoreo y usos de los descansos que fueron gratamente adoptados por los productores. Rediseñamos herramientas de manejo para mejorar la salud del suelo y la condición del pastizal, para impedir el reemplazo del pastizal natural por especies cultivadas anuales (Holechek y otros, 1989). Es importante encontrar el equilibrio que permita balancear los aspectos productivos con servicios ambientales como la conservación de las especies nativas, la vida silvestre y la calidad del agua.

María C. Vecchio, María Isabel Lissarague, Lorena Mendicino, Bárbara Heguy, Anahí Musso
Proyecto de extensión Sustentabilidad de productores ganaderos familiares en sistemas pastoriles, financiado por la Universidad
Nacional de La Plata, Argentina
cristinave08@hotmail.com

Referencias

  • Holechek, J.; Pieper, R. y Herbel, C., 1989. Range Management: principles and practices. Englewood Cliffs, New Jersey: Prentice Hall.
  • INTA, Ministerio de Agricultura Ganadería y Pesca (MAGP), 2011. Tambos pequeños de las cuencas lecheras pampeanas. Caracterización y pequeñas líneas de acción. Buenos Aires: INTA.
  • León, R. J. C.; Burkart, S. y Movia, C., 1979. Relevamiento fitosociológico del pastizal del Norte de la Depresión del Salado. Serie Fitogeográfica 17. Buenos Aires: INTA
  • Perelman, S. B.; León, R. J. C. y Oesterheld, M., 2001. Cross-Scale vegetation patterns of Flooding Pampa grasslands. Journal of Ecology 89: 562-577.

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