marzo 1999, Volumen 14, Número 4
Cultivando ecológicamente y comercializando con equidad

Agricultura orgánica, lecciones desde el campo

DAVID CRUCIFIX | Página
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Los estudios han mostrado que la agricultura orgánica es económicamente viable, que los agricultores pueden tener más ingresos con precios con incentivos y que necesitan menos insumos para mantener las ganancias.

Los sistemas orgánicos se basan en un uso óptimo de recursos locales y de tecnologías, y dan a los agricultores más independencia y control sobre sus medios de producción. Sin embargo, se necesita más monitoreo integral para analizar su sostenibilidad e impacto. Muchos agricultores ingresan a la producción orgánica porque quieren cultivar en una forma más integrada. Otro estímulo importante para desarrollar agricultura orgánica incluye las preocupaciones ambientales y sociales, necesidad económica, falta de instamos químicos y demandas de mercado. Los pequeños agricultores también se sienten estimulados para entrar en la agricultura orgánica, y quedarse en ella, ante la perspectiva de poder producir más alimentos al nivel de subsistencia, tener más excedentes para venta local, o poder cultivar un producto con un valor significativo para la exportación. Los agricultores responden mejor a la agricultura orgánica cuando no han sido expuestos al \’mensaje químico\’, y cuando sus sistemas agrícolas involucran insumos tradicionales o ningún insumo. También se sienten más inclinados a convertirse a la agricultura orgánica cuando la producción se hace con una mano de obra relativamente intensa y cuando ellos mismos tienen la opción de desarrollar el concepto orgánico. Los agricultores son menos proclives a entrar en la agricultura orgánica curando la mano de obra es escasa y tiene altos costos, y también cuando han sido receptores de un mensaje «químico» intensivo. Tampoco tienden a convertirse aquellos agricultores con granjas relativamente mecanizadas y con un compromiso que involucra altos insumos y estrategias de producción alta. La inseguridad en la tenencia de tierras hace que los pequeños agricultores se sientan renuentes a plantar cultivos permanentes.Las ONG locales y extranjeras, los compradores locales y foráneos, las agencias gubernamentales y los grandes agricultores privados san generalmente los primeros iniciadores del desarrollo de agricultura orgánica, Con frecuencia, el desarrollo ocurre en un foco central y se expande hacia fuera, uniendo una gama cada vez más amplia de organizaciones. En Egipto, en la República Dominicana y en la India, el trabajo pionero hecho por individuos ha conducido al desarrollo de organizaciones locales capaces de representar al sector orgánico y a un programa gubernamental de reconocimiento, que da acceso a recompensas, si es que se siguen ciertas prácticas. Funciona como un efectivo método amplificador, con capacidad de apoyar a la sostenibilidad.
El reto de volverse orgánico
La agricultura orgánica se basa en predadores naturales y en entender el suelo y el entorno locales. Requiere conocimientos profundos y, desde el comienzo, más planeamiento y manejo. Cuando los agricultores solamente conocen de soluciones químicas, les significa un gran cambio el implementar un control de pestes y de enfermedades a través de medidas tales como rotación de cultivos, preparación de compost y momentos apropiados para la siembra. La agricultura orgánica requiere tiempo y trabajadores de extensión, bien capacitados. Se requiere un manejo orgánico activo por lo menos durante doce meses, antes que se confiera la categoría de orgánico. Los beneficios no serán inmediatos y los pequeños agricultores requerirán considerable apoyo durante el primer año. Los agricultores de altos insumos que se convierten a la agricultura orgánica necesitarán apoyo financiero, tal como garantías de capital o pagos anuales del área, para compensar los problemas financieros asociados al cambio. Los estudios muestran que en Europa Occidental, el entusiasmo de los agricultores por la agricultura orgánica se correlaciona estrechamente con el tamaño de las subvenciones para conversión disponibles. Probablemente no es por casualidad que el café, cacao y el té, sean tan importantes dentro de los productos orgánicos suministrados por los países en desarrollo. Esta conversión, con frecuencia, no involucra cambios radicales. Generalmente, afín en sistemas convencionales, estos cultivos son sembrados junto con árboles para sombra, afín en sistemas convencionales y por eso facilitan una diversidad de manera similar a lo recomendado en sistemas orgánicos. El cacao orgánico, por ejemplo, en contraste con plantaciones de productos cultivados convencionalmente tales como cítricos, favorece la biodiversidad, y como no se remueve ni se limpia la tierra para la siembra y las estructuras de las raíces de otros árboles permanecen intactas, también se preservan el suelo y la reserva de agua. Sin embargo, un sistema anual de cosechas en terrenas sin vegetación, semi-áridos, donde hay poca biodiversidad y donde pocos agricultores pueden costear la crianza de animales, requerirá mucho más tiempo antes de convertirse en un sistema orgánico viable. Estos factores representan un importante reto en la motivación de los pequeños agricultores para convertirse a la producción orgánica.

David Crucifix
International Programme, Soil Association
86 Colston Street, Bristol BS1 5BB, Reino Unido
Teléfono: +44117 929 0661; Fax: +44117 925 2504
email: soilassoc@gn.ape.org

Referencia

– Crucifix, D y Blowfield, M. Organic agriculture and sustainable rural livelihoods in developing countries. Soil Association, 1998. Un estudio por encargo del instituto de Recursos Naguales, Reino Unido.

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