El manejo de los terrenos húmedos en Malawi como punto central de una agricultura ecológicamente estable

Los agricultores de Malawi, como muchos otros del Africa, parecen enfrentarse a un futuro sombrío, en lo que se refiere a asegurar la viabilidad ecológica y económica de sus fincas. El aumento cada vez mayor de la población y los problemas de incremento de presión sobre la tierra, están llevando a los agricultores a abandonar las prácticas «tradicionales» de manejo de la tierra que ayudaban a mantener su base natural de recursos. En Malawi, aproximadamente el 80% de los 9.7 millones de pobladores estimados, son pequeños propietarios agrícolas y el 78% de este grupo posee propiedades de menos de una hectárea (NSO 1996). El tratar de mantener la provisión de alimentos en fincas tan pequeñas ha generado una rápida degradación del suelo y un agotamiento de los recursos naturales. Como consecuencia, desde 1992, el gobierno tuvo que complementar la producción de las fincas distribuyendo alimentos básicos como maíz entre las comunidades rurales más necesitadas. Sin embargo, estos alimentos gratuitos sólo pueden significar una solución a corto plazo. Es necesario implementar con urgencia una cantidad mayor de estrategias innovadoras a largo plazo, para ayudar a las comunidades agrícolas a tener asegurados sus alimentos.

En respuesta a estos problemas, algunos agricultores de Malawi, con la ayuda del gobierno y de agencias internacionales, ya han empezado a desarrollar nuevas formas de manejo de sus recursos de tierra para contrarrestar la de gradación ecológica. Se enfatizó la rehabilitación o el poner a producir terrenos húmedos marginales (dambos) que se forman en áreas de baja presión barométrica yen áreas adyacentes a los ríos. Indudablemente, los agricultores siempre intentaron desarrollar un huerto de hortalizas (dimba) en esas áreas para mantener la producción de alimentos durante la estación seca. Sin embargo, con la creciente presión sobre la tierra, las áreas dambo y dimba enfrentan los mismos problemas que las tierras de cultivo estacionales, es decir un uso excesivo que significa una amenaza contra los recursos del medio ambiente. De esta manera, se motivó a varias comunidades agrícolas para que consideraran desarrollar un enfoque más ecológico para manejar estas áreas de terrenos húmedos, lo que les permitiría renovar prometedoramente la base de recursos naturales y asegurar su sostenibilidad. Todo este proceso inicialmente se orientó hacia la acuicultura a pequeña escala y hacia la posibilidad de estanques que actúen como puntos centrales para mejorar el manejo de los recursos naturales.

Introduciendo estanques
Uno de los problemas ha sido que los estanques no son una práctica común en las fincas de Malawi. Por esta razón, las agencias extranjeras promovieron la discusión y la participación de los agricultores para evaluar la aplicabilidad de estas ideas a sus actividades agrícolas. En los lugares donde los agricultores decidieron cambiar el manejo de sus terrenos húmedos, ellos están diseñando sus propios sistemas de cultivo en estanques adaptados a las necesidades locales. Inicialmente, la crianza de peces, como actividad complementaria en el abastecimiento de proteínas e ingresos a las familias, primó en el sistema integrado. Sin embargo, algunos agricultores fueron más allá y produjeron sus propios sistemas estanque-dimba, que reflejan su idiosincrasia y son altamente efectivos, dando prioridad a la producción de hortalizas. Esto, generalmente implica un mejor uso de los recursos biológicos, del agua y de la tierra.

Al colocar un estanque en un área de terrenos húmedos se produce un efecto aún más importante, es posible controlar el suministro de agua y reducir el riesgo de inundación. De esta manera, los estanques han convertido zonas donde generalmente era imposible cultivar durante la época de lluvias en áreas apropiadas para la agricultura. Además, la presencia de estanques llenos de agua mantuvo, durante la estación seca, la humedad adecuada del suelo en las tierras circundantes, ampliando así la temporada de cultivo de hortalizas. Los agricultores se percataron que ambos efectos dan como resultado el incremento en la producción de los cultivos de los huertos dimba adyacentes a sus estanques. Por ejemplo, en 1988/89, una finca que pertenecía a la familia Salimu tenía sólo un terreno de cultivo estacional (munda) y un huerto permanente de hortalizas (dimba) en un terreno bajo, a cierta distancia de la casa. Por el año 1991/92, un área de terrenos húmedos sin cultivar (dambo) adyacente a la casa de la familia fue rehabilitada y se construyeron estanques para aprovechar el agua en la producción de arroz y en la crianza de peces. Sin embargo, como consecuencia de una sequía en 1994, la familia Salimu decidió desarrollar pequeños huertos dimba en los diques de los estanques. El abastecimiento de agua disminuía tan rápidamente que dejaron que alguno de sus estanques se secaran y almacenaron a los pecesen los otros dos estanques. En el fondo de los estanques secos sembraron maíz y calabaza y regaron manualmente utilizando el agua de los dos estanques llenos. La producción fue muy afta debido al lodo fértil del estanque. Además, los cultivos en los diques de los estanques se desarrollaron adecuadamente al ser abonados con el lodo del estanque. La figura 1 muestra los efectos económicos de esta evolución gradual del sistema de utilización de los diques de los estanques incorporando de manera cíclica peces y cultivos.

Resultados
Las dos áreas munda y dimba del resto de la finca prueban ser menos flexibles a la sequía en comparación con los sistemas de cultivo-estanque del área húmeda. La figura 2 muestra claramente cómo se ha mantenido la producción de los cultivos en los terrenos húmedos y cómo se ha ido incrementado gradualmente a través del tiempo, aún durante severas sequías entre 1992 y 1995. La producción de la munda y la dimba fue mucho más vulnerable a las fluctuaciones de las lluvias.

La figura 3 muestra el proceso de evolución que produjeron los resultados expuestos en las figuras 1 y 2. Entre 1988 y 1995 se llevó a cabo un rápido cambio, empezando de no manejar los terrenos húmedos hasta la adopción de medidas muy sofisticadas de integración del cultivo de arroz, hortalizas y crianza de peces, lo que elevó la producción de alimentos y los ingresos de la familia. Una de las características de este sistema integrado para terrenos húmedos es el reciclaje interno de recursos que contribuye a mantener los nutrientes del suelo y de los estanques así como la producción año tras año. Este sistema de arroz y hortalizas en estanques fue diseñado por la familia Salimu, rectificado y perfeccionado a lo largo de cinco años.

Sin embargo, los miembros de la familia Salimu no son los únicos agricultores que han rehabilitado las tierras dambo o que han unido algunos de sus huertos dimba con estanques. El cuadro 1 muestra el ingreso neto anual en dólares americanos proveniente de la munda, dimba, estanques y casas, de seis fincas de Malawi que rediseñaron su manejo de terrenos húmedos.

Diferentes sistemas
En todos los casos anteriores, los agricultores tienen por lo menos un huerto dimba vinculado a sus estanques y en cinco de los seis casos, la tierra dambo sin cultivar se ha transformado en un sistema integrado de hortalizas, peces y a menudo arroz. Cada situación es diferente y refleja la diversidad local de la tierra y de los recursos de las familias. No todos los agricultores han procedido de la misma manera exitosa, porque algunos tenían fincas particularmente sensibles a la sequía y tuvieron mayores fracasos en los cultivos de la munda. Sin embargo, hasta para agricultores como los Gunda, Duwa y Dimo, sus terrenos húmedos mantuvieron la producción durante la época de sequía.

Al mejorar el manejo de los terrenos húmedos, los sistemas integrados de huertos dimba y estanques, contribuyen respectivamente en más de 53% y 43% en promedio al ingreso total de la familia, en comparación al (24%) de la munda y al (14%) de la casa. Cuando se trata de calcular los dividendos de la inversión, entonces, por cada dólar invertido en una dimba se generan $ 7 dólares y en cada estanque $ 15 dólares en comparación con el $ 0.5 que se genera en una munda (Brummett y Noble, 1995). Esta es una reflexión acerca de la mejora en la eficiencia ecológica y el reciclaje de los recursos que contribuyen a mantener la fertilidad del suelo, sin necesidad de recurrir a costosos insumos externos tales como los fertilizantes químicos. El éxito del manejo de esta integración de los terrenos húmedos es la interconexión. Los agricultores han establecido nexos entre los nutrientes de la dimba y el estanque, los desechos vegetales van en una dirección y el agua y el iodo del estanque en la otra. De esta manera, este proceso ha contribuido a mantener el status de los nutrientes y la producción de los dos sistemas. Muy a menudo, el desarrollo de estos lazos entre recursos biológicos de los terrenos húmedos tiene un efecto sinérgico en las demás operaciones de la finca, de esta manera, el reciclaje influye favorablemente en toda la finca. Este efecto sinérgico se muestra representado en la figura 4.

Una muestra más grande de 10 agricultores, comparada con los seis anteriores, demostró un aumento similar en el reciclaje de recursos naturales en toda la finca, de una media de aproximadamente 5 antes que se iniciara el manejo de los terrenos húmedos hasta un promedio de 12 a 13 (escala de 7 a 17) vínculos entre nutrientes.

El resultado del experimento de estos agricultores en el manejo de terrenos húmedos es que los sistemas ecológicos y económicos estanque-dimba pueden afectar profundamente la sostenibilidad de las pequeñas fincas. El éxito se debe a que su diseño ha estado completamente en manos de los agricultores y se ha basado en principios ecológicos de reciclaje de recursos naturales. El último proceso ha permitido que las familias de los agricultores conviertan la tierra marginal improductiva en productiva y elevar la productividad de aquellos terrenos que se estaban degradando por el excesivo uso. Ninguno de estos procesos ocurre de la noche a la mañana, a los agricultores se les dio un estímulo inicial y luego surgieron ideas, las modificaron, crearon nuevos diseños y desarrollaron sistemas para terrenos húmedos que son hoy el motor central de la regeneración de sus fincas.

Reg Noble, PO Box 521, Zomba, Malawi.
E-mail: RNoble@unima.wn.apc.org

Los resultados presentados en este artículo se reunieron en el Proyecto de Investigación sobre Acuicultura ICLARMBMZ de Africa en Malawi y fue totalmente subvencionado por el Bundesministerium fur Wirtschaftliche Zusammenarbeit und Entwicklung (BMZ) a través del Deutsche Gesellschaft fur Technische Zusammenarbeit (GTZ) de Alemania.

Referencias

• Brummett, RE y RP Noble. Aquaculture for African smallholders. (Acuicultura para pequeños propietarios agrícolas africanos) Informe técnico ICLARM pp. 46, 69.
• NSO. 1996. Small-holder Household Composition Survey Report. (Informe sobre el estudio de la composición familiar de los pequeños propietarios) National Sample Survey of Agriculture 1992/93.(Estudio sobre una Muestra Nacional de Agricultura) Vol. 1 274 pp. National Statistical Office (NSO), Malawi.
• UN/Malawi Government. 1993. Situation analysis of poverty in Malawi. (Análisis de la situación de pobreza en Malawi). 209 pp. Montford Press, Malawi.