junio 2013, Volumen 29, Número 2
Nuevos mercados, nuevos valores

Ferias Solidarias: una alternativa para pequeños productores locales en el norte de Ecuador

ROCÍO CACHIMUEL, ROSA MURILLO | Página 30-32
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Espacios de comercialización alternativa local que logran fortalecer la relación productor-consumidor.

Ferias Solidarias es un proyecto que apoya la comercialización alternativa de productos cultivados por familias campesinas e indígenas organizadas de las provincias de Cachi e Imbabura, en el norte de Ecuador. A través de ellas se construyen circuitos cortos de comercialización que fortalecen las relaciones entre productores y consumidores. Actualmente beneficia a 640 productores, quienes disponen de una hectárea de tierra por familia en promedio, y de solamente el 0,01% del agua de riego. Dentro de este proceso, el 97% de la población femenina participa en el proyecto dedicándose principalmente a la actividad comercial.

La experiencia se desarrolla en el marco del proyecto Mercados Campesinos, financiado por la Unión Europea, cuya ejecución está a cargo de la organización Agrónomos y Veterinarios Sin Fronteras (AVSF), en conjunto con la Federación de Pueblos Kichwas de la Sierra Norte del Ecuador, Chijallta-Fici, y el Concejo de Comunas Campesinas del Cantón Montufar (CCM). Gracias al compromiso de estas dos últimas organizaciones, este proyecto se desarrolla de manera sostenible en el mediano y largo plazo. Las ferias tienen más de tres años de creación y continúan con la participación directa de las familias organizadas.

Actualmente en las Ferias Solidarias se ofrecen 18 rubros distintos de productos frescos y procesados (cuadro 1). Al inicio del proyecto, el promedio de venta semanal de los productores era de 15 USD; ahora, en el tercer año, se ha incrementado a 60 USD semanales por familia. Estos ingresos económicos se reflejan en la mejora de la calidad de vida de las familias y en el fortalecimiento de su capacidad de comercialización.

El cuadro 1 sintetiza las ventas obtenidas en las principales Ferias Solidarias, promovidas por AVSF, Chijallta-Fici y CCM en los años 2011 y 2012. Estos datos han sido proporcionados directamente por los productores participantes.

A través de la gestión de estos nuevos espacios de comercialización, las organizaciones, sus comunidades y los pueblos originarios han fortalecido su autonomía, sus capacidades de venta directa del productor al consumidor, y han fomentado una agricultura más diversificada y respetuosa del ambiente a través de la agroecología.

Citamos a continuación algunos criterios básicos, resultado de las lecciones aprendidas de las experiencias de las primeras Ferias Solidarias, y que han sido tomados en cuenta para continuar su implementación en beneficio de productores y consumidores:

Partir desde los procesos organizativos existentes

Se recomienda que las Ferias Solidarias estén sustentadas en los procesos organizativos ya existentes en las comunidades. De esta manera, se debe evaluar el carácter campesino y agroecológico de los productos y el nivel de compromiso de cada uno de los productores participantes, quienes son los responsables de las relaciones con las autoridades y del apoyo a las veedurías. De otra parte, es necesario garantizar una estructura operativa mínima, por lo que es recomendable la conformación de comisiones con responsabilidades diferentes.

La diversificación: una clave de éxito; “importancia de las alianzas”

Para que una feria pueda funcionar fácilmente debe contar con toda la diversidad de productos que ofrece el territorio, de tal manera que el consumidor no tenga que buscar en otro lugar los productos que le falten. Por ello, en las Ferias Solidarias deben participar las organizaciones de productores de los diversos pisos ecológicos de la zona, cuyos integrantes ofrecen productos de la diversidad local, tanto frescos como procesados.

El transporte, clave para el funcionamiento a largo plazo de las ferias

Uno de los motivos que impiden el éxito de algunas experiencias feriales es que las instituciones pagan el trasponte de los productores y de sus productos para llegar a las ferias; por esta razón se recomienda que desde un inicio el costo del transporte sea asumido por los propios productores.

El acceso a espacios de venta seguros

Es indispensable que estas ferias alternativas se desarrollen en espacios seguros, garantizados por alianzas políticas entre los gobiernos locales, las juntas parroquiales, los municipios, las organizaciones barriales o entidades privadas. Un espacio de venta seguro contribuye a generar un vínculo de confianza entre productores y consumidores.

El fortalecimiento de relaciones productor-consumidor

Uno de los criterios importantes y primordiales es la construcción de relaciones justas y solidarias entre productores y consumidores, pues estos últimos pueden luego ejercer un papel primordial de defensa del modelo alternativo de comercialización y alimentación frente a las autoridades locales, regionales y en los barrios donde viven.

Para fortalecer estas relaciones es necesario desarrollar estrategias de comunicación que permitan difundir las ferias masivamente, a través de radios y periódicos, en los barrios, escuelas y otros lugares de reunión de posibles consumidores.

Estas estrategias pueden ser complementadas con visitas de intercambio entre productores y consumidores a las fincas, ferias de semillas y otros eventos vinculados a la agroecología y alimentos saludables. Para ello es importante contar con aliados estratégicos como el Ministerio de Salud y las cátedras de gastronomía de las universidades.

Mantener los precios justos y los pesos exactos

Los productores participantes de las Ferias Solidarias deben mantener precios justos para sus productos. Los precios deben ser determinados sobre la base de cálculos participativos de costos de producción promedio. Los pesos exactos podrán ser comprobados directamente por los consumidores mediante el uso de la balanza durante el acto de compra-venta.

Brindar productos saludables para el consumidor y el ambiente

Es importante que las Ferias Solidarias fomenten la oferta de productos agroecológicos manejados con una visión integral del sistema de producción. Esto permitirá fomentar una agricultura diversificada, menos dependiente de insumos externos y menos contaminante.

Las Ferias Solidarias han permitido desarrollar la oferta de productos sanos en el norte de Ecuador. Esta comercialización no solo ha fortalecido las relaciones solidarias entre los productores y consumidores, sino que también propicia la construcción de una identidad común entre los pobladores del campo y de la ciudad. Los espacios de las ferias se configuran como puentes para las redes locales de comercialización y espacios para la discusión social, donde se comparten principios fundamentales como la solidaridad de mercado y la soberanía alimentaria en los sistemas de producción.

Finalmente, anotamos que el involucramiento directo de las organizaciones, como Chijallta-Fici y la CCM, hace que este tipo de procesos sean sostenibles en el mediano y largo plazo. Durante más de tres años, las Ferias Solidarias son un proceso de participación directa de las familias y no de individuos.

Rocío Cachimuel
Presidenta de la Federacion de Pueblos Kichwas de la Sierra Norte del Ecuador, Chijallta-Fici
 
Rosa Murillo
Coordinadora del Proyecto Mercados Campesinos, Ecuador
Agrónomos y Veterinarios Sin Fronteras
r.murillo@avsf.org

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