junio 2024, Volumen 38, Número 3
Agroecología, arte y cultura: explorando procesos creativos

El arte de criar abejas nativas sin aguijón para expresar, compartir y decolonizar los cuerpos-territorios

YORLIS GABRIELA LUNA DELGADO, SILKE PÉREZ, WEN HSU CHEN, ELDA MIRIAM ALDASORO, HELDA MORALES, PETER ROSSET, ERIC VIDES | Página 20
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Resumen

La crisis de los polinizadores nativos es una preocupación alarmante en la actualidad. La agroecología se presenta como una alternativa capaz de revertir la profunda crisis ambiental, económica, cultural y social. A través de principios científicos, la agroecología busca integrar a más personas y territorios en la producción, procesamiento, comercialización y consumo de alimentos sanos, locales y justos. Sin embargo, lograr esta masificación agroecológica es un desafío complejo en un sistema global colonizador que promueve el consumismo y desvaloriza lo local. En este contexto, centrándonos en el trabajo con abejas nativas, analizamos cómo el arte agroecológico contribuye al aprendizaje y la revalorización de territorios y sus saberes, tanto indígenas como mestizos. Este enfoque promueve un proceso agroecológico endógeno, arraigado en el legado biocultural de las abejas nativas en Mesoamérica.

Introducción

Los sistemas alimentarios tradicionales son el resultado de la acumulación de saberes y del trabajo humano en nichos ecológicos. Sin embargo, la colonización europea de los últimos 600 años fragmentó este ciclo de acumulación y dio, paso a una agricultura industrial extractiva. Este modelo agroindustrial refuerza ciclos de intercambio desigual y dependencia, exacerbando la transferencia de trabajo desde la naturaleza a los seres humanos, del campo a la ciudad y de las mujeres a los hombres (Belloni & Peinado, 2013).

Esto se ha logrado a partir de la colonización de la subjetividad, generando enajenación, desvalorización y menosprecio por lo local, que se expresa en una desconexión espiritual con uno mismo, con el entorno natural y social (Migliaro y otros, 2020).

La desaparición de polinizadores, especialmente los nativos, es una de las aristas de esta crisis socioecológica y biocultural. Las abejas son esenciales para la diversidad y equilibrio de los ecosistemas, pero su crianza ancestral, especialmente de aquellas sin aguijón, está en riesgo de desaparecer por la pérdida de abejas y de los saberes sobre su manejo. Para conservar las poblaciones de abejas nativas, es necesario rediseñar los sistemas productivos locales para crear matrices agrícolas a nivel de paisaje que garanticen su hábitat: sitios de anidación, suelos sin agroquímicos, árboles nativos, agua saludable y floración todo el año. La agroecología representa una opción viable para lograr esta transformación, tal como lo sugieren estudios previos (Perfecto & Vandermeer, 2012).

Los principios agroecológicos, consolidados en el tiempo, promueven la mayor diversidad de plantas nativas, la reducción y eliminación del uso de agroquímicos, el fortalecimiento de la economía local y el rescate de saberes ancestrales (Torres & Rosset, 2016). No obstante, este proceso de transformación requiere un trabajo pedagógico para decolonizar el pensamiento y reconocer las heridas coloniales a nivel individual y colectivo.

Durante el encuentro regional del año 2022, se destacaron el dibujo, la pintura, los poemas y los sociodramas. Los dibujos
expresaban la relación y emociones que las personas sentían al cuidar de las abejas nativas. Los sociodramas abordaron la
crisis de los polinizadores, la pérdida de conexión con las abejas y la mortalidad de las abejas debido a los agroquímicos.
Yorlis Luna

La complejidad del aprendizaje agroecológico demanda otras formas decoloniales de imaginar el aprendizaje, que fomenten la experimentación, la recuperación, la co-creación y el cambio, destacando así la importancia del arte en estos procesos. En este trabajo, analizamos el arte como potenciador del aprendizaje agroecológico, específicamente con la elaboración de murales, cuentos, poesía y diseño gráfico para revalorizar la crianza de abejas nativas sin aguijón. La metodología utilizada fue una investigación acción participativa, llevada a cabo en Nicaragua desde el año 2020 hasta el 2024.

Además, nos apoyamos en la observación participante, talleres, principios de la educación popular y la pedagogía constructivista de Vygotsky para el diseño de todas las actividades. Este enfoque prioriza el trabajo en grupo y la socialización; toma en cuenta la unidad entre pensamiento y emociones, pensamiento y lenguaje, interiorización y exteriorización, y considera a los sujetos como seres activos en la construcción de su propio aprendizaje. Estas son las cualidades del aprendizaje social y territorial (McCune & Sánchez, 2018) que la actividad artística permite construir de forma coherente junto a la espiritualidad y cultura local.

El arte es creador de símbolos y significados, e influye en nuestra manera de percibir el mundo. Existe para evitar la rutina, la inconsciencia, la automatización y para reconocer la sensación de vida. Como dijo Shklovski (1978), “la finalidad del arte es dar sensación del objeto como visión y no como reconocimiento, alargar o afinar la percepción” (p. 10). La actividad artística permite transitar rápidamente de la página en blanco al poder de la imagen, de las limitaciones individuales al potencial creador de transformación del trabajo colectivo y de otras estéticas basadas en otros sonidos, palabras e imágenes (Boal, 2009). Por lo tanto, cuando se finaliza un trabajo artístico, el sujeto puede ser más consciente de la transformación social, estableciendo un vínculo pedagógico entre la teoría y la práctica desde lo cotidiano de la vida.

Durante este proceso, se crearon, de forma participativa, dos cuentos: “Abuelas abejas” y “La piedra mágica”, así como un libro de poesía, en base a las anécdotas, saberes y vivencias de los talleres y encuentros campesinos. Se compartió la información generada en la investigación a través de un mural comunitario pintado por niños de primaria, docentes, padres y madres de familia y un colectivo de muralistas de la ciudad de Jinotepe. El mural sirvió como síntesis para expresar las relaciones entre las abejas, las prácticas agroecológicas y los paisajes bioculturales de Nicaragua, utilizando imágenes que conectaban con la memoria y la espiritualidad local.

El uso de las nuevas tecnologías de comunicación fue clave para la coordinación, planificación y ejecución sistemática de las actividades artísticas. Contamos con la participación de artistas locales, músicos, y dos diseñadoras gráficas, una de Nicaragua y otra de Costa Rica. La experiencia muestra que el uso intencionado del arte en actividades agroecológicas potencia el aprendizaje, afianza la identidad y las relaciones entre las personas y su entorno.

 

Resultados

Se llevaron a cabo seis encuentros regionales destinados al intercambio de saberes abejeros y agroecológicos, tanto a nivel nacional como local, y fueron auspiciados por las mismas personas y grupos abejeros. Durante estos encuentros, los participantes trajeron productos de su propia producción para garantizar la comida, así como semillas y frutas para compartir. Además, se organizó un encuentro adicional para pintar un mural con la escuela comunitaria.

Poemas y actividades. Encuentro regional, Matagalpa 2022. Yorlis Luna

   

Ilustradora Wen Hzu-elaborado con colectivo de muralistas Jinotepeth de Jinotepe, Carazo. Yorlis Luna

La realización continua de estos encuentros de saberes a diversas escalas se consolidó con la creación de la Red Nicaragüense de Meliponicultura. La incorporación de actividades artísticas fue constante, tanto antes, durante y después de los espacios y momentos de aprendizaje. Las respuestas creativas incluyeron sociodramas, poemas, cantos e invitaciones. Se buscó establecer un equilibrio entre las actividades planificadas por los organizadores y aquellas propuestas por los participantes, como cantar junto al río, fogatas improvisadas, jornadas de reflexión con teatro y pintura, así como intercambios de semillas.

“Conocimos las abejas de nuestros ancestros, de nuestros abuelos. Las conocimos en los remedios caseros, en las tisanas; venían de la galera de la casa. Hicimos un dibujo de una casita con las abejas en el interior… hicimos también las cajitas, porque algunas personas del grupo las conocimos colgadas en troncos, otros en los árboles… para ser meliponicultor no se trata del término económico; lo que te va a motivar es la conservación del ecosistema mismo. Ellas son el punto central de un ecosistema. ¿Por qué soy meliponicultor? Porque aparte de que ellas nos proveen con la cosecha, la comida y favorecen que produzca la tierra, les quitamos la miel… son una creación de Dios, por eso las cuidamos” (grupo 1, encuentro local Masatepe 2021)

El encuentro nacional del año 2023, se inauguró con la presentación de un mural, y luego se dio paso a otras expresiones artísticas. Durante el evento, se compusieron canciones alusivas a las abejas, incluyendo la interpretación de una invitada internacional de la canción “Polinizadores”, así como la interpretación de “El vuelo del moscardón”, en colaboración con campesinos locales con guitarra, tambores y maracas, mientras los participantes danzaban imitando el vuelo de las abejas.

Todo ello creó un ambiente propicio para el disfrute, la confianza y el diálogo, lo que las personas describieron como “alegría” y “verdadero compartir”. De esta manera, el espacio de investigaciónacción se transformó en un lugar de convivencia y relaciones afectivas sólidas, además de ser escenario para la generación de iniciativas que promueven la consolidación de redes de colaboración, la solidaridad, la reflexión y el apoyo mutuo en las transiciones agroecológicas.

Cuentos -Ilustradora Silke Pérez. Silke Pérez Altamirano

“Venimos aquí a compartir, disfrutar y reflexionar sobre cómo nos relacionamos con otros seres vivos, especialmente con las abejas, nuestras abejas indígenas” (Ernesto Vanegas, 3 marzo 2023).

El arte planificado de manera flexible, permite generar confianza y otras formas de comunicación, y favorece la emergencia de la curiosidad, la admiración, la ilusión, la alegría del descubrimiento, la expresión abierta de emociones y el compromiso. Esto a su vez, reconfigura las relaciones entre las personas criadoras de abejas nativas.

“No tener elementos rígidos ayuda mucho a relajarse, no nos reunimos por cumplir una programación, nos reunimos para compartir y crear cosas juntos…¡tenemos que bailar más!” (Comunicación personal, Edgar Castillo, 3 marzo 2024).

A partir de esta experiencia, entendemos que la agroecología, más allá de ser ciencia, práctica y movimiento (Wezel y otros, 2009), es cultura. Es decir, se trata de una forma de vivir y percibir la vida, así como de actuar en consecuencia. La agroecología implica no solo comprender la realidad, sino también trabajar para cambiarla, mediante una revolución cultural que desafíe el sistema cultural agroalimentario establecido e interiorizado en cada uno de nosotres. En este sentido, el arte vinculado a la agroecología emerge como una poderosa dimensión de esta revolución cultural, descolonizando el pensamiento, el modo de vida y nuestras relaciones con el entorno.

 

Conclusiones

La agroecología en Nicaragua necesita fortalecer la creatividad, la identidad y la autoestima, así como generar motivación para promover un cambio agroecológico sostenible, aprovechando la gran riqueza de recursos y saberes locales. En nuestro estudio, mostramos que la agroecología no es solo práctica, ciencia y movimiento, sino también cultura arraigada en emociones y sentimientos hacia la tierra. Requiere un esfuerzo considerable, ya que implica una combinación de condiciones personales, sociales, materiales y espirituales para recuperar la cultura productiva de los territorios. Es un trabajo perseverante que involucra a muchas personas y lugares a lo largo del tiempo. Por tanto, demanda un conjunto de condiciones materiales y espirituales, y en este contexto, el trabajo artístico se convierte en un pilar para co-crear otros saberes y construir la espiritualidad necesaria para masificar la agroecología.

El trabajo artístico en la agroecología fortalece la cohesión social, el intercambio de conocimientos, la creatividad, el disfrute, la experiencia situada, y la motivación agroecológica. Todo esto influye activamente en la comunicación afectiva, la fuerza de voluntad, la autoestima de los participantes, la participación activa y el compromiso con la recuperación y la práctica activa de la meliponicultura. A través del trabajo artístico, se destacan y fortalecen diversas formas de aprender y socializar el aprendizaje: pintando murales, escribiendo poesía, creando cuentos, usando el cuerpo, disfrutando del bosque, cantando, observando el fuego y co-creando caminos con las nuevas tecnologías de la comunicación. Esta diversidad de voces, sentires, pensares y actuares se juntan y dialogan como micelios de vida para cuidar las raíces y co-crear nuevas realidades.

Yorlis Gabriela Luna Delgado
Investigadora del Instituto Nicaragüense de Tecnología
Agropecuaria y educadora popular. Estudia los vínculos entre
la crianza de abejas nativas, las prácticas agroecológicas y los
paisajes bioculturales en Mesoamérica. Co-facilitadora de la Red
Nicaragüense de Meliponicultura
Yorlisln@gmail.com

 

Referencias

  • Boal, A. (2009). A estética do oprimido. Rio de Janeiro: Garamond.
  • Belloni, P. y Peinado, G. (2013). Inserción externa, capitales transnacionales e intercambio ecológicamente desigual en la América del Sur posneoliberal. Sociedad y Economía, (25), pp. 15-38.
  • McCune, N. y Sánchez, M. (2018). Teaching the territory: agroecological pedagogy and popular movements. Agriculture and human values 36(3), pp. 595-610
  • Migliaro, A., Mazariegos, D., Rodríguez, L. y Díaz, J. (2020). Interseccionalidades en el cuerpo-territorio. Cruz Hernández DT y Bayón Jiménez, M. Cuerpos, Territorios y Feminismos. Compilación latinoaméricana de teorías, metodologías y prácticas políticas, pp. 63-83. Ediciones AbyaYalaPerfecto, I. y Vandermeer, J. (2012). Separación o integración para la conservación de la biodiversidad: la ideología detrás del debate “land sharing” frente a “land sparing”. Ecosistema, 21(1-2). pp.180-191
  • Shklovski, V. (1978). El arte como artificio. Teoría de la literatura de los formalistas rusos, 3ra ed., pp. 55-70.
  • Torres, M. E., y Rosset, P. (2016). Diálogo de saberes en la vía campesina: soberanía alimentaria y agroecología. Revista mEspacio Regional, 1(13), pp.23-36.
  • Wezel, A., Bellon, S., Doré, T., Francis, C., Vallod, D., y David, C. (2009). Agroecology as a science, a movement and a practice. A review. Agronomy for sustainable development, 29, pp.503-515.

 

Agradecimientos

Este trabajo fue posible gracias a la beca del Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias y Tecnología de México y al trabajo de los miembros de la Red Nicaragüense de Meliponicultura: la Cooperativa Lalaiko, el Centro de Entendimiento con la Naturaleza, los grupos de Meliponicultores de Rio San Juan, Carazo y Rivas. Gracias particularmente a Marcos Calero, Vilma Pérez, Juana Patricia Olivas, Edgar Castillo Rivas, Miguel Hecheverria, Martí Rosales, Sixto Zelaya, a la comunidad educativa de la escuela pública Rafaela Herrera en San Marcos, al muralista Ernesto Vanegas y al Instituto Nicaragüense de Tecnología Agropecuaria.

 

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