junio 2019, volumen 35, Número 1
Plataforma Nacional de Suelos en Bolivia: historia y experiencias

La red EcoTambo. Poco más de tres años tejiendo la transición a través de la transparencia y la confianza

KATYUSSA VEIGA | Página 14-18
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El EcoTambo es miembro de la Plataforma Nacional de Suelos, Regional Altiplano, desde 2017. El presente documento busca sistematizar la experiencia de las actividades realizadas para el monitoreo de calidad de los alimentos distribuidos a través de nuestro espacio ferial. Este ejercicio de sistematización servirá no solamente para compartir la experiencia desarrollada, sino que también permitirá reflexionar para sentar las bases para la consolidación del nuevo mecanismo de garantía participativa de calidad que está en proceso de diseño por las y los actores de la red.

Intercambio de experiencias durante una visita de monitoreo en 2018 al invernadero de la Iglesia Santa Clara, a cargo de Simón Laura.
Autora

EcoTambo es un proyecto agroecológico gestionado autónomamente, que tiene por objetivo plantear una propuesta para la reconfiguración del sistema agroalimentario local a través de la estructuración de redes conformadas por familias agroecológicas, emprendedoras, consumidoras y otros actores que participan de este sistema en el ámbito rural y urbano, colaborando para la producción, transformación y circulación de alimentos agroecológicos.

La segmentación de mercado para productos agroecológicos en Bolivia es uno de los grandes retos que la organización afronta desde 2015. A pesar de la existencia de un marco normativo que reconoce a la agricultura familiar ecológica, principalmente a través de la Ley Nº 3525 sobre la regulación y promoción de la producción ecológica y de la existencia de ONG, gran parte de ellas es integrante de la Plataforma Nacional de Suelos (PNS). Estas organizaciones fomentan la agricultura basada en principios agroecológicos en todo Bolivia y cumplen un importante rol en la extensión técnica agroecológica en todo el país; no obstante, se observa la existencia de una gran vacío entre la producción familiar agroecológica, indígena o campesina, y los centros de consumo comunales, intercomunales y urbanos. Ha habido intentos de ferias y proyectos de comercialización en los grandes centros urbanos, de forma esporádica y generalmente dependientes de grandes financiamientos, sin control de calidad o basados en una lógica institucional-paternalista.

Ante esta situación, los miembros fundadores del EcoTambo – Tejiendo Transiciones, se plantearon el reto de articular pequeños sistemas productivos de las zonas urbanas y periurbanas de la ciudad de El Alto y las familias consumidoras del barrio de Sopocachi, en La Paz, mediante una feria semanal organizada inicialmente en la Plaza Lira. Poco a poco la feria fue creciendo a partir de un estricto análisis de la demanda existente y de la distribución del mercado entre los actores del espacio. El crecimiento controlado permitió garantizar la calidad de la producción evitando la presencia de alimentos convencionales y de intermediarios que dificultarían la trazabilidad de los productos. Al final de la gestión 2018, participan del espacio ferial más de 12 familias agricultoras urbanas y periurbanas, alrededor de siete familias rurales y 14 emprendimientos transformadores (los números no son exactos debido al proceso de renovación de la afiliación en curso). Se estima que existen alrededor de 90 familias consumidoras que acuden de forma permanente a la feria. La mayoría de estas personas son mujeres (fig. 1), las cuales todavía no están organizadas aunque colaboran espontáneamente en la gestión del mismo.

Desde sus inicios, la tendencia del proyecto fue caminar hacia la autogestión basada en los conceptos de la economía de la reciprocidad y la colaboración. Los principios también fijados en este período son: no competencia, complementariedad, diversidad, revalorización del intercambio como práctica de relacionamiento social, respeto al productor y consumidor, confianza entre los actores de la cadena y producción agroecológica (principios establecidos al inicio de las actividades del EcoTambo, plasmados en un documento de conceptos, en diciembre de 2015, por Katyussa Veiga y Fabrizio Uscamayta, luego de siete meses de articulación y trabajo en el espacio ferial). De todos ellos se destaca la confianza entre las y los actores de la cadena como elemento fundamental para el inicio del trabajo de construcción de un tejido social sólido y duradero alrededor de la agroecología. El proyecto funciona a través de diferentes mecanismos, siendo uno de ellos el monitoreo de calidad, cuyo objetivo
era generar lazos de cercanía y confianza, no solo entre las personas que conviven en el espacio ferial, sino también entre las personas y familias que trabajan en la feria.

La realización de un control estricto de los alimentos que circulaban por la feria permitió establecer un sistema participativo de garantía informal y cambiante, creado desde las bases y adecuado al proceso de cultivo de la confianza entre todos los actores.

El Sistema Participativo de Garantía en Bolivia

Uno de los puntos de suma importancia respecto al fomento de canales o circuitos cortos de comercialización es la relación de confianza generada entre productores y consumidores. Para ello, una estrategia utilizada con frecuencia en diversas experiencias latinoamericanas es la construcción de Sistemas Participativos de Garantía (SPG). En Bolivia, el SPG está reconocido por la “Reglamentación del Sistema Nacional de Control de Producción Ecológica en Bolivia” (Ley N° 3525), para la comercialización de alimentos agroecológicos.

Sin embargo, la ley burocratizó el proceso ya que desde el Gobierno central, específicamente la Unidad de Coordinación del Consejo Nacional de Producción Ecológica (UCCNAPE), se realiza el proceso de implementación de los SPG reproduciendo la lógica de gestión de los sellos de tercera parte. Así, lo que se observa en los SPG de todo el país es que los sellos son otorgados por comités que, gran parte de las veces, dependen de fondos externos para el monitoreo (fondos municipales, de proyectos de ONG, etc.), y para los cuales las estructuras de gestión no corresponden a cadenas preexistentes de comercialización, sino que se conforman bajo el discurso de que el sello garantizará el mercado para los alimentos. Esto afecta, por un lado, a la permanencia del sello a lo largo del tiempo, y por otro, impide la gestión adecuada del mismo desde el punto de vista del fomento de lazos de confianza entre actores. Es muy común la presencia de una empresa, un técnico de ONG o hijas e hijos de agricultores que cumplen el rol de consumidores en los comités de gestión. Asimismo, también está muy extendida la aceptación de unidades productivas sin verificar sus prácticas agroecológicas y sin un plan de transición real para ser implementado a lo largo del tiempo. También son extremamente comunes los casos de agricultores que acceden al SPG durante un año y que nunca lo renuevan, ya sea por falta de interés o de recursos financieros o porque desconocen los requisitos exigidos por el Servicio Nacional de Sanidad Agropecuaria e Inocuidad Alimentaria (SENASAG).

Por tanto, son varios los vacíos y vicios que identificamos en las experiencias de los SPG a lo largo de los últimos años en Bolivia. Esto provocó que, como colectivo, optáramos por la no utilización de este sello. En contraposición, seguimos desarrollando un sistema propio que responda a las necesidades de una articulación real.

¿Qué es el monitoreo de calidad del EcoTambo – Tejiendo Transiciones?

En el EcoTambo – Tejiendo Transiciones entendemos que los sistemas participativos de garantía, más que un sello, son un principio o una filosofía cuya finalidad es generar confianza entre los actores implicados en los circuitos agroalimentarios cortos, así como posibilitar la promoción de un mejoramiento constante de las prácticas agroecológicas en los sistemas productivos. El objetivo, por tanto, del proceso de monitoreo no es la obtención del sello o la certificación en sí, sino el tejido y sentimientos que surgen a través de las actividades de monitoreo.

Hasta 2018 el sistema se basó en visitas de monitoreo de confianza, donde los principales actores eran los agricultores y los consumidores.

EcoTambo intenta trabajar en un ambiente de constante creatividad y adaptación de los mecanismos de gestión de acuerdo a las necesidades de la red. Como un primer esfuerzo de sistematización, se dividirá el desarrollo del mecanismo en diferentes fases, las cuales coinciden con el proceso de avance del involucramiento y participación de los actores en la red.

La experiencia del sistema de monitoreo de calidad en el EcoTambo – Tejiendo Transiciones

Fase I

La primera etapa del monitoreo de calidad se inició antes de la primera feria del EcoTambo, realizada el primer trimestre de 2015. En esa época participaban la empresa ecosocial Flor de Leche y las agricultoras agroecológicas urbanas y periurbanas de El Alto. Estas agricultoras contaban con excedentes de hortalizas para la comercialización y eran parte de la Asociación de Productoras Urbanas (APU). La feria se llevaba a cabo cada sábado en el jardín de La Casa de les Ningunes.

Al principio, se contaba solamente con tres asociaciones de agricultoras, de las cuales cuatro familias eran líderes en sus barrios y organizaban el acopio de hortalizas entre las bases de sus asociaciones. Así, con pocos actores productivos, era relativamente fácil el monitoreo realizado en los huertos y la trazabilidad de las hortalizas vendidas en el espacio ferial. A través de las redes sociales y durante la misma feria era posible garantizar a las personas visitantes la procedencia de lo que se ofrecía.

Es importante resaltar que en este momento se trabajó de forma triangulada con el Centro de Formación y Capacitación para la Participación Ciudadana (FOCAPACI), una ONG que históricamente fomenta la agricultura urbana y periurbana en la ciudad de El Alto y juega un rol muy importante en aquel territorio, sobre todo para la obtención de información técnica que posibilita una mejor comunicación con los consumidores, además de facilitar el proceso de corrección y mejoramiento de las prácticas en el manejo de los sistemas productivos. Un caso emblemático de este periodo fue el problema generado por el mal manejo de las gallinas ponedoras que resultó en la baja calidad de los huevos frescos ofertados y, consecuentemente, en la caída de la demanda de este producto. Tras la identificación del problema, se trabajó con el técnico de FOCAPACI para establecer protocolos y realizar una revisión de los espacios de crianza de las gallinas así como del manejo de los huevos.

En resumen, la trazabilidad, en esta fase, estuvo muy relacionada con el conocimiento de los espacios productivos por parte de los miembros fundadores de la feria. Eso, unido a la comunicación constante con los huertos, garantizaba la confianza del pequeño público que visitaba el espacio semanalmente. Los recursos utilizados para el mecanismo de monitoreo en esta fase fueron resultado del aporte voluntario de las personas que participaron en las visitas de campo.

Fase II

Esta fase comprende el periodo de febrero de 2016 a diciembre de 2017, en el cual la feria se traslada de La Casa de les Ningunes a la Plaza Lira, en el límite entre los barrios de Sopocachi y Cristo Rey de La Paz. Esta etapa se caracteriza por la actuación todavía protagónica de los miembros fundadores del proyecto en los huertos. Empezaron a ser sistemáticas las visitas a las parcelas que formaban parte de la red EcoTambo, en dos principales momentos de monitoreo: verano e invierno.

Fue durante esta etapa que se conformó la primera directiva para la gestión ferial, la cual fue incorporada en las visitas a los huertos con el objetivo de profundizar el conocimiento sobre el manejo agroecológico en la zona y de mejorar su entendimiento acerca del proceso. La trazabilidad en este momento empieza a tomar un rol central para la generación de confianza entre los actores de la cadena. A medida que se incrementa el número de actores que participan en el espacio ferial y la demanda de alimentos, aumenta también la exigencia en términos de control de la calidad y diversidad. Esto supuso la necesidad de fortalecer los mecanismos de monitoreo de calidad y el mejoramiento de las prácticas, sobre todo en términos de planificación de la diversificación productiva de acuerdo a la experiencia y especialidad de cada familia agricultora.

Con la conformación de una directiva y la incorporación de emprendedores dedicados a la transformación de productos, la feria se vuelve más compleja y al mismo tiempo la demanda de productos aumenta. Una decisión importante fue monitorear y georreferenciar los alimentos procedentes del sistema productivo.

Se verificó durante este año de monitoreo que algunos de los huertos de donde provenían hortalizas acopiadas, no pudieron ser monitoreados, pese a que se comunicó diversas veces que se necesitaba monitorear todos los sistemas productivos de donde provenían los alimentos frescos que circulaban por el EcoTambo.

Durante este período, es de destacar el incremento del flujo de alimentos ofertados así como el fortalecimiento de los lazos de confianza entre las y los actores de la cadena. En este periodo, en el espacio ferial, aparecieron emprendimientos conjuntos entre agricultoras de EcoTambo y consumidoras.

La conformación de la primera directiva significó el inicio de una etapa de descentralización del mecanismo de monitoreo, lo que se profundiza más todavía en la siguiente etapa. Los recursos utilizados para el mecanismo de monitoreo en esta fase II fueron el aporte voluntario de las personas que participaron en las visitas de campo y el apoyo para el transporte de los consumidores y de las familias de los agricultores.

Fase III

Comprende el periodo de diciembre de 2017 hasta la actualidad. Si bien la primera directiva realizó una gestión tímida y participó pasivamente en los monitoreos de calidad a los sistemas productivos en El Alto, el grupo que le siguió en la gestión fue mucho más activo en el control de este mecanismo. Aparte de la directiva, la Asociación de Productores en Agricultura Urbana Alteña (APAUA) también comienza a involucrarse en el proceso de monitoreo de calidad, dada la duda manifestada por ella respecto a la procedencia de algunos alimentos en el espacio ferial. En esta fase se conforma una comisión de monitoreo en la cual participa la directiva, miembros fundadores y APAUA, que se encarga de la coordinación y logística de casi todas las visitas en campo. Si en la fase anterior se realizaban visitas de verano y de invierno, en esta etapa se realizaron  monitoreos siempre y cuando se solicitaron. Un total de seis monitoreos fueron realizados durante 2017. La directiva ya no depende de la apreciación de los miembros fundadores sobre los huertos visitados, sino que a partir de criterios propios sacan conclusiones y recomendaciones a agricultores y emprendedores de la red.

Una lección importante de los SGP en las distintas fases es que al aumentar el número de actores en la red y el volumen de alimentos ofertados, el monitoreo de confianza controlado ya no es suficiente, por lo que es necesario afinar este mecanismo junto a técnicas indirectas cualitativas que corroboren la procedencia de los alimentos ofertados.

Como en años anteriores, en la gestión de 2018, muchos huertos de los cuales las asociaciones urbanas acopiaban siguieron inaccesibles para las visitas de monitoreo. Esa falta de transparencia y la permanente duda respecto a la trazabilidad de algunos productos llevó a tomar una serie de decisiones:

  • Eliminar el proceso de acopio para la comercialización en el EcoTambo, lo que produjo cambios en el tipo de asociación al EcoTambo. Si antes se asociaban organizaciones completas, ahora la asociación será por familias agroecológicas que responden por sí mismas a todos los requisitos que deben cumplir para participar del espacio.
  • Enfatizar la importancia del principio de que todo sistema productivo que participa de la red debe estar disponible para las visitas de monitoreo siempre que se solicite por la comisión de monitoreo o de consumidores.
  • La realización de un monitoreo “sorpresa” de todos los alimentos que ingresan al espacio ferial, por el grupo de consumidores de Slow Food conjuntamente con la directiva, de manera que la comisión de monitoreo pueda verificar si el volumen de estos alimentos es compatible con la capacidad de producción de los sistemas productivos monitoreados. Esta actividad se prevé que sea parte del nuevo mecanismo de monitoreo para la gestión en 2019.
  • Cambiar la forma de comunicación de los resultados de los monitoreos a los consumidores ya que, a medida que el proceso se complejiza, las y los consumidores están más capacitados y son más exigentes respecto a que la información que reciben sea de forma más eficiente.

Otro momento del intercambio de experiencias durante la visita de monitoreo al invernadero de la Iglesia Santa Clara. Autora

Análisis de la experiencia

Parámetro 1. Pertenencia a la red Confianza

Desde el punto de vista del sentido de pertenencia de las familias agricultoras a la red del EcoTambo se puede verificar que las que conviven en el ambiente ferial lo presentan de forma más contundente que las familias que participan indirectamente a través de los acopios, debido a que desde el comienzo de la gestión de la red se compartieron las responsabilidades de la gestión ferial, así como el riesgo de la apertura de mercado, entre las y los actores presentes. La utilización de recursos propios para las actividades, por ejemplo, es un factor que fue determinante para imprimir, desde su inicio, el carácter de la autogestión del espacio.

En los últimos años de articulación se pudo observar que mientras más recursos y energía invierten los actores en la red, más comprensión se tiene del proceso de cada actor, generándose más sentido de pertenencia y confianza en la red; nos referimos a la confianza entre agricultores, entre agricultores y emprendedores, y entre todos ellos y los consumidores.

El aspecto negativo es la situación de dependencia que todavía se establece entre las y los representantes feriales con los miembros fundadores del proyecto. Si, por un lado, desde el comienzo se rompió el paternalismo de las ONG y los actores asumieron el poder de decisión y las responsabilidades para la conformación del espacio ferial, el mecanismo de monitoreo está en proceso de perfeccionamiento y descentralización y en cierto grado depende todavía de los miembros fundadores.

Parametro 2. Diversificación de cultivos

La agricultura convencional se caracteriza por la homogeneización o reducción de la diversidad debido a su modelo de monocultivo. En este sentido, uno de los factores importantes para garantizar la trazabilidad y la no intermediación en sistemas agroecológicos es la diversificación de cultivos.

En el caso de EcoTambo, se inició el proceso de diversificación con productoras y productores quienes, en promedio, cultivaban 20 plantas alimenticias diferentes hasta llegar a una agrobiodiversidad de 80, entre especies y variedades. Este logro fue alcanzado gracias a la introducción de semillas orgánicas certificadas, antiguas y de polinización abierta de más de 100 especies y variedades de hortalizas y plantas aromáticas; no todas las semillas lograron adaptarse a las condiciones de producción que existen a 4000 m s.n.m. El abastecimiento de semillas que no se encuentran en el mercado convencional garantiza indirectamente la trazabilidad de los alimentos.

Por otro lado, la puesta en circulación de alimentos no convencionales, hace que las productoras y productores incorporarán estos alimentos en sus dietas, pues para comunicar a los consumidores, ellos mismos deben conocer sus beneficios y sus formas de preparación. Un caso interesante es la introducción de las diferentes variedades de la col rizada (Brassica oleracea), demandada por sus propiedades nutricionales y muy bien acogida en la dieta alimentaria de las familias productoras.

Conclusiones (lecciones aprendidas y recomendaciones)

EcoTambo es una experiencia que se puede observar para aprender de ella y aplicarla en contextos socioeconómicos y culturales en los cuales existe una tendencia extremadamente fuerte a que los mercados destinados a productores se conviertan en mercados de intermediarios, tanto por la entrada de estos últimos en el espacio, como también por la conversión de las agricultoras y agricultores en intermediarios comerciantes. El mecanismo de monitoreo de calidad basado principalmente en la trazabilidad de los alimentos y en planes de mejoramiento de prácticas de producción, diversificación, cosecha y poscosecha ha sido hasta el momento una práctica diferenciadora del trabajo que realiza la red en el departamento de La Paz, entre otros emprendimientos agroecológicos.

Para la apertura sostenible de canales de circulación de alimentos agroecológicos en Bolivia no basta solamente la realización de ferias, es necesario asegurar que el manejo de los sistemas productivos cumplan con los principios agroecológicos y a la vez garanticen la trazabilidad de los alimentos que circulan. Es necesario el involucramiento de la gente en el proceso y no solamente de los técnicos agrónomos. El resultado de las relaciones espontáneas entre agricultoras, vecinas y consumidoras en los últimos años nos ha demostrado que el grado de pertenencia y confianza generado a partir de las relaciones en el espacio ferial cumple satisfactoriamente el propósito al cual se vino trabajando desde el 2015: construir una conciencia de consumo ecológico basada en la transparencia de información y autonomía de la decisión de sus actores, además de establecer una red de distribución de alimentos agroecológicos con base en relaciones cálidas, de cercanía, donde la estabilidad de las relaciones generadas son más valoradas -tanto por consumidores como por productores- que el volumen de venta y el flujo de personas que circulan por el espacio ferial. Es un trabajo de constante diálogo, negociación, incidencia, aprendizaje y retroalimentación.

El sistema de monitoreo de calidad no funciona aislado de todos los otros mecanismos de gestión ferial, pero cumple un rol extremadamente importante para el desarrollo y fortalecimiento del proceso de reconfiguración del sistema agroalimentario local en el departamento de La Paz.

Katyussa Veiga
Licenciada en Relaciones Internacionales, trabaja en el área de desarrollo rural y agroecología y es miembro fundador del EcoTambo – Tejiendo Transiciones
katyussaveiga@gmail.com

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