noviembre 2016, Volumen 32, Edicion especial
Agroecología y los Objetivos de Desarrollo Sostenible

La contribución de la agroecología a los Objetivos de Desarrollo Sostenible

MICHAEL FARRELLY | Página 78-83
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El análisis conjunto de 50 estudios de caso en 22 países africanos muestra la contribución de la agroecología al logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas. Las tendencias que revela este análisis evidencian el potencial de la agroecología para fortalecer, de manera sostenible, la soberanía alimentaria y, a la vez, conservar la biodiversidad y respetar el conocimiento y las innovaciones realizadas por los campesinos.

Es muy sencillo medir los beneficios de la agricultura industrial: basta con contabilizar el rendimiento de la cosecha por área cultivada. Este es el indicador básico de la tecnología agrícola convencional. Pero el mundo real es mucho más complejo. El argumento de la agricultura industrial es que ha aumentado los rendimientos, pero lo ha hecho a un costo enorme, con un extensivo daño a los suelos, una alta pérdida de biodiversidad e impactos negativos sobre la nutrición, la soberanía alimentaria y los recursos naturales. En contraste la agroecología ofrece mejoras sostenibles no solo en el rendimiento sino en muchos aspectos de la vida. Ahí donde la agricultura convencional busca simplificar, la agroecología se compromete con la complejidad. La primera busca eliminar biodiversidad, mientras que la segunda depende de la diversidad y construye a partir de ella. Mientras que la agricultura convencional contamina y degrada, la agroecología regenera y restaura a través de su trabajo con la naturaleza y no en su contra.

Más allá del rendimiento

La simple medición del rendimiento es insuficiente. Es necesario que establezcamos nuevas formas de medir el impacto de nuestros sistemas agrícolas. Muchos se encuentran empeñados en desarrollar herramientas más holísticas; especialmente la FAO, lo que es notable, e IPES Food (ver Herold, 2016). Recientemente se ha establecido un referente contra el cual podemos contrastar nuestros avances: los ODS (ver recuadro). Entre quienes plantean las ventajas de la agroecología está la Alianza por la Soberanía Alimentaria en África (AFSA por sus siglas en inglés), una plataforma panafricana compuesta por organizaciones y redes de agricultores líderes en el establecimiento de sistemas de producción familiar de pequeña escala, basados en sistemas autóctonos y agroecológicos que sostienen la soberanía alimentaria y las formas de vida de las comunidades. Desde 2013 AFSA y sus asociados han recopilado 50 estudios de casos en los que se practica la agroecología en 22 países africanos, con el objetivo de fortalecer la alternativa agroecológica como base para el futuro de la agricultura en África. Desde la adaptación de los sistemas de Intensificación Sostenible del Arroz (SRI) a alimentos básicos etíopes como el tef (Eragrostis tef ), el trigo y el mijo de dedo (Eleusine coracana), hasta el mejoramiento de sistemas tradicionales de manejo de la fertilidad del suelo o la puesta en marcha de una asociación nacional de agroecología en Togo, los 50 estudios de caso documentan las experiencias de una diversificada gama de enfoques agroecológicos que involucran colectivamente a varios millones de agricultores. La colección completa está disponible en línea: http://afsafrica.org/case-studies/

Para seguir fortaleciendo la alternativa agroecológica, el Movimiento de Agricultura Orgánica de Tanzania (TOAM) –organización integrante de AFSA– hace poco desarrolló una herramienta simple para determinar el modo en que estos casos contribuyen a los ODS. Tres técnicos analizaron los 50 estudios de caso aplicando la herramienta, para registrar impactos positivos y negativos en función de los ODS y sus objetivos específicos. Se desarrolló una lista de dos páginas con las metas y objetivos subsidiarios más relevantes de los ODS, y se cruzó con cada estudio para verificar y señalar todas las incidencias reportadas de impacto positivo o negativo. Por ejemplo, si un estudio de caso reportaba un bajo uso de fertilizantes químicos, se marcaba en la lista el ítem correspondiente al objetivo 12.4, “Reducir la liberación de químicos en el agua y el suelo, y sus impactos en la salud humana y en el entorno”.

Las tendencias

La agroecología aporta positivamente de varias maneras a 10 de los 17 ODS (cuadro 1).

En un lugar destacado, cada estudio de caso mostró impacto positivo en cuanto a la meta “Poner fin al hambre, alcanzar la seguridad alimentaria y la mejor nutrición y promover la agricultura sostenible”. Se vieron impactos positivos en cuanto a ampliar el acceso a alimentos seguros, nutritivos y suficientes; incrementar la productividad y los ingresos de los agricultores; alcanzar la sostenibilidad de los sistemas de producción de alimentos, y mantener la diversidad genética. Celestino Ndungu, un agricultor de Ndungu, Kenia, explica: “Nuestra finca era muy pobre. Solíamos reunir los residuos de la cosecha y quemarlos; ahora hacemos compost y lo usamos como fertilizante. Durante tres años hemos trabajado sin usar fertilizantes químicos o aerosoles. En segundo lugar, solíamos comprar hortalizas para la familia; ahora las vendemos, junto con frutas y otros cultivos, para aumentar nuestros ingresos”.

Dos tercios de los estudios de caso reportaron impactos positivos en relación con la meta “producción y consumo responsables”, a través del manejo sostenible y el uso eficiente de los recursos naturales, la reducción de pérdidas postcosecha y una reducida emisión de químicos al agua y al suelo. Algo que ilustra bien Jones Thomson, agricultor de Choma, Zambia: “Como agricultores orgánicos, en nuestra familia siempre hemos usado plantas locales para el control de plagas. Alentamos el crecimiento de muchas especies silvestres durante el barbecho y en los bordes
de los campos, que sirven como pesticidas. Muchas de esas plantas tienen, además, otros usos, como aumentar la fertilidad del suelo o permitir, mediante sus flores, que los polinizadores maximicen los rendimientos de nuestras cosechas”. Un número similar de estudios de caso también mostraron impacto positivo en relación con la meta “educación de calidad”. Muchos de los estudios reportaron que las familias invierten el incremento de sus ingresos en la escolarización de sus hijos, así como para la propia capacitación campesina en escuelas agroecológicas y, como comunidades, en la adquisición de conocimientos y habilidades para promover el desarrollo sostenible.

Lecciones aprendidas

El análisis conjunto de los casos puso de manifiesto algunas preocupaciones en relación con la duplicación y el cruzamiento entre algunas de los ODS. Por ejemplo, “construir resiliencia ante eventos climáticos extremos” es una meta específica del objetivo “Cero Pobreza”, y sin embargo el tema vuelve a aparecer como un objetivo en sí mismo: “Acción Climática”. Y aún más: la colección de estudios de caso muestra beneficios adicionales que no están claramente considerados en los ODS. Por ejemplo, los agricultores enfatizaron el bajo costo de las tecnologías que aplican, el uso y adaptación de recursos locales y el valor del conocimiento autóctono. Mientras la FAO desarrolla herramientas más elaboradas y precisas para comparar directamente el impacto de los sistemas agrícolas convencionales y el de los agroecológicos, el IPES Food cartografía la transición de uno al otro en busca de un sistema alimentario sostenible, este ejercicio fue capaz de evidenciar algunas tendencias que representan claros impactos a través de una amplia gama de experiencias en agroecología. Algunos pueden verlo como “rápido y fácil”, pero nosotros creemos que es un ejemplo perfecto de la idea de “imprecisión adecuada”.

Mover los objetivos

Estos estudios de caso son experiencias de la vida real y testimonios de agricultores, pastores y otros productores a pequeña escala en comunidades de toda África. El mapeo de los resultados de estos estudios a la luz de los ODS proporciona una útil síntesis del vasto cuerpo de información sobre agroecología, y a la vez muestra claras tendencias de una gran variedad de beneficios en las dimensiones social, ambiental y económica de la vida de los productores a pequeña escala. Enfatizar la contribución de la agroecología a un importante marco de políticas como son los ODS, fortalece la alternativa de plantear políticas transversales que apoyen la agroecología. Queda en manos de los diseñadores de políticas y de la comunidad científica relacionados con la agricultura, reconocer este potencial para enfrentar con éxito las necesidades y retos del mundo.

Michael Farrelly
Gerente de proyecto en el Movimiento de Agricultura Orgánica de Tanzania
mfarrelly@gmail.com

Referencia

  • Herold, Jens. Linking food choice with biodiversity. Farming Matters 20 de junio de 2016. https://www.ileia. org/2016/06/20/linking-food-choice-biodiversity/

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