junio 2015, Volumen 31, Número 2
Agricultores y consumidores comparten intereses

Allin Mikuy Ayllu. La experiencia limeña que sirvió de modelo a la Canasta Solidaria del Qosco

JOSÉ LUIS RICAPA | Página 32
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«La canasta de Lima Allin Mikuy Ayllu se inició en 2013 con cinco amigos, compañeros de otras iniciativas sociales, culturales y políticas, al ver que con respecto a lo ambiental había que pasar de la demanda y la crítica a las propuestas, a responsabilizarnos para efectuar el cambio que deseábamos que ocurra en la sociedad»

Habíamos oído hablar de los grupos y cooperativas de consumo, canastas familiares y solidarias, y dos compañeras venían de participar en experiencias así en Ecuador, Colombia e Italia. Empezamos difundiendo nuestra propuesta; sabíamos que había mucha gente buscando alternativas pero no aterrizábamos en el tema del consumo solidario. La propuesta de la canasta implicaba la accesibilidad a los productos y también algo muy importante para nosotros: el trato directo con los productores, algo que en las tiendas y ferias ecológicas no siempre se puede hacer.Comenzamos a establecer contacto con productores que ya participaban en ferias orgánicas; los visitamos, les contamos la iniciativa. Algunos de nosotros también teníamos experiencias de autoproducción –somos hijos de familias migrantes a la capital–. Contábamos con familiares que producían orgánico en sus lugares de origen. La gente que se iba incorporando a la canasta nos sugería nuevos productores, nuevos productos y, así, poco a poco, nuestra lista de productores se fue diversificando. Ahora la variedad de productos que se ofrecen en la canasta de Lima es muy atractiva, hemos llegado al punto de no poder recibir más productores, pues tenemos una limitación en la cantidad de consumidores con los que contamos: aproximadamente 80. Aunque los que participan mensualmente y de manera activa son unos 30 consumidores o familias.Debemos ser los consumidores quienes conectemos a los agricultores con redes de modo que, desde la realidad de los otros, puedan ver los beneficios. Hay que buscar estrategias de conocimiento en los que ellos puedan crear canales que los vinculen con las nuevas tendencias de consumo responsable en la ciudad y que perciban esta demanda. Pasa ahora con la Canasta Solidaria de Qosco: algunos de sus productores están abasteciendo también a la canasta de Lima, así que van sintiendo que su esfuerzo está siendo apreciado por gente de las ciudades, por consumidores que pagan precios más justos y equitativos por su esfuerzo.

A los jóvenes hay que decirles que sean comprometidos, solidarios con el entorno y consigo mismos, pues es por la salud. Es importante fortalecer esos nexos con los productores. Ahora mismo en el Perú existe más oferta de productos orgánicos que demanda, creo que algunos sectores del Estado y el trabajo de las ONG, han hecho bastante por aumentar la conciencia de los productores, fortaleciendo su forma natural de cultivar, y evitando que opten por la producción química. Así que le toca a la gente de la ciudad jugar ese rol de responsabilidad solidaria y de consumidores activos, salir a buscar lo que realmente queremos vivir, organizarnos en ese sentido. Un ejemplo de rol activo son los integrantes de grupos y cooperativas de consumo, algo que no es tan difícil de lograr.

José Luis Ricapa
Egresado de Ingeniería Industrial con estudios sobre cambio climático, economía solidaria y comunidades sostenibles. Ha sido parte de diversas iniciativas activistas vinculadas a temas sociales, de transporte sostenible y ecológicas. Actualmente forma parte del Movimiento Ciudadano frente al Cambio Climático y de Comunidad Amalai.
jlricapa@gmail.com

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