septiembre 2011, Volumen 27, Número 3
Sistemas regionales de alimentos y agricultura

Agroecología, control y la ‘rueda de producción’ de una comunidad nativa: enfrentando la precariedad en los Andes ecuatorianos

TRISTAN PARTRIDGE | Página 34-35
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Introducción: empresa colectiva
Este artículo trata sobre una ‘Rueda de Producción’ diseñada e implementada por miembros de una comunidad nativa del centro de Ecuador, en la provincia andina de Cotopaxi, la cual, a través de la localización de la producción, distribución y consumo de alimentos,

reúne esfuerzos para contrarrestar la naturaleza precaria del empleo local y los precios fluctuantes de los alimentos. Esta acción colectiva fortalece la cohesión comunitaria e ilustra cómo ciertas formas de soberanía alimentaria pueden ocuparse de algunas de las claras desigualdades de nuestro sistema alimentario globalizado.

Lo global: paradoja y poder
La crisis alimentaria global –la paradoja del hambre en un mundo que tiene una agricultura capaz de alimentar a 12 billones de personas (FAO, 2002)– es presentada muchas veces como escasez de alimentos frente a una población en crecimiento. Entre otros autores, Lappé sostiene que esta es una explicación incompleta de los orígenes, perpetuación y profundización de la crisis; dice, además, que resolver esta paradoja pasa por distinguir entre una falta de alimentos y una falta de poder, entre los síntomas y las causas del hambre (Lappé, 2008). En el caso de los pequeños agricultores localizados en todo el mundo, incluyendo los Andes ecuatorianos, la necesidad de poder incluye el poder para optar por salir del sistema, por controlar o influenciar cualquier sistema de mercado que afecte su acceso a los alimentos, el poder de decidir qué cultivos y en qué cantidades producir ellos mismos, y el poder de definir y dirigir el destino de lo que producen.

La Constitución nacional y la agroecología
En la actualidad, las acciones a nivel subregional para avanzar en la dirección de un mayor control del productor sobre los sistemas alimentarios en Ecuador, se están realizando en un clima político en el que el gobierno nacional, a través de la nueva Constitución de setiembre de 2008, apoya nominalmente la idea de soberanía alimentaria. Estas actividades fortalecen el llamado, repetido por muchos grupos ecológicos y movimientos de agricultores, para que la producción de alimentos a nivel nacional sea agroecológica. A grandes rasgos, la agroecología combina la oposición a los enfoques industriales de la agricultura con métodos que siguen prácticas orgánicas o de bajos insumos externos, promueven la biodiversidad y la integración de conocimientos tradicionales y extienden esas inquietudes a la esfera social. Estas prácticas son promovidas en la comunidad a la que se refiere este artículo, donde un gran afiche en el salón comunal dice: “San Isidro, declarada una comunidad agroecológica”.

La comuna y la rueda de producción
En esta comuna nativa, con un sistema de semisubsistencia, se produce una variedad de cultivos tradicionales y de primera necesidad (maíz, papa, cebolla, beterraga, lechuga, zanahoria, frijol y diversas frutas, incluyendo el taxo o papaya y arbustos de moras) en pequeñas parcelas regadas por la lluvia y el sistema de riego propio de la comuna. Alrededor de 500 personas, miembros de 84 familias, viven aquí donde el paisaje empieza a subir de la planicie central de los Andes ecuatorianos hacia sus pendientes occidentales. Una iniciativa reciente ha dado inicio a intercambios semanales entre un colectivo de productores de alimentos en la plaza del pueblo. La idea fue descrita inicialmente en términos económicos: “en vez de que, digamos, diez familias vayan todas a Pujilí (el mercado más cercano) cada semana y que cada una gaste US$ 10… se quedan aquí y estas familias hacen un círculo o rueda de productos (una rueda de producción)…

De esa manera, quedándose acá, hay US$ 200 en San Isidro que no estarían acá de otra manera…” (encuentro, 19 de febrero de 2011, testimonios recogidos por el autor). Estos eventos reúnen a las familias (principalmente mujeres y niños, ya que la mayoría de hombres deja el pueblo por trabajo) y resultan rápidamente en tratos y en la discusión de planes sobre lo que podría estar disponible la siguiente semana, con algunas variaciones en la asistencia, ya que no todos los productos están listos para ser cosechados semanalmente. De esta manera, el acceso a alimentos es negociado directamente, lo que contrasta con las desigualdades globales en la distribución de alimentos, y el destino de los cultivos es acordado entre los mismos productores.

Empleo precario, protección colectiva
Mientras que gran parte del trabajo de la comuna se enfoca en retener o retomar el control sobre los territorios, la identidad –incluyendo prácticas de ‘justicia nativa’, en la actualidad disputadas a nivel nacional en la Corte Constitucional– y la producción de alimentos, el pueblo experimenta algunas marcadas realidades económicas que no se ajustan fácilmente a estos esfuerzos; la principal de ellas estriba en que la mayor parte de la población masculina viaja para encontrar trabajo por turnos en la industria petrolera.


Casi todos los contratos son temporales y recientemente hubo una retahíla de contratos no renovados, dejando a muchos de los residentes de San Isidro sin empleo y en busca de un trabajo alternativo. Esta incertidumbre en cuanto al trabajo refleja las tendencias globales en el aumento de empleos ‘precarios’, una ‘precariedad’ que se dice que existe en todas partes, pero que no es una ‘necesidad inherente’ ya que es posible desarrollar modos de protección colectiva (Dörre, 2006) para enfrentar los retos subsiguientes. La rueda de producción parece ofrecer una de estas formas de protección en el contexto de empleo pagado incierto, proporcionando tanto un mercado más confiable para la pequeña cantidad de productos que se cultivan, como una oportunidad para negociar directamente el precio de compra de los cultivos básicos.

Apropiación comunal, control comunitario
La rueda de producción también involucra a las mismas personas –diversos miembros de la comuna– quienes, con su trabajo colectivo, son conjuntamente responsables de mantener el sistema de riego y su fuente al final de una tubería de 20 kilómetros de largo en la altura del páramo. Esto consolida la inversión mutua y el control sobre la agricultura del pueblo entre los residentes de la comuna, y también hace eco del argumento, propuesto por Nigh, de que una estrategia esencial para la supervivencia (económica) de las poblaciones rurales similares es la “apropiación comunal de los procesos productivos y de la comercialización de sus productos” (Nigh, 1992), lo que a la vez protege el consumo de recursos naturales manejados cuidadosamente, como el agua, al evitar las exportaciones.

Conclusión
Maximizando el control de la comunidad –y del productor– sobre el precio de los alimentos y su destino, la rueda de producción proporciona un modelo para la soberanía alimentaria nacional al mismo tiempo que garantiza un ingreso capaz de compensar las prácticas locales de empleo precario. Complementa esfuerzos existentes para manejar colectivamente los recursos naturales esenciales para la producción de cultivos en la comunidad y promueve, además, los principios de la agricultura agroecológica. Al gobernar tanto los procesos productivos como los comerciales, los participantes de la comuna de San Isidro pueden salvaguardar su acceso a alimentos en el contexto de un sistema de agricultura global insostenible y precariamente desigual.

Tristan Partridge
Universidad de Edimburgo, Reino Unido Investigador Visitante, FLACSO Quito, Ecuador.
Correo electrónico: T.H.Partridge@sms.ed.ac.uk

Referencias
– Dörre, Klaus. 2006. Precarity – the Causes and Effects of Insecure Employment. Trad. Paul McCarthy. Friedrich Schiller University, Jena: Goethe- Institut, Online-Redaktion. Consultado el 7 de abril 2011. Disponible en http:// www.goethe.de/ges/soz/dos/arb/pre/ en1870532.htm
— Gasperini, Lavinia y Charles Maguire. 2002. Targeting the rural poor: the ole of education and training. Extension, Education and Communication Service: FAO Research, Extension and Training Division – Sustainable Development Department. Artículo presentado en el International Working Group on Education, en Lisboa, Portugal, en noviembre de 2001. Consultado el 7 de abril 2011. Disponible en http://www.fao.org/sd/2002/kn0301a_en.htm
— Harvey, Fiona. 2007. Food and Industrial Production: Virtual Use Casts Light on Inequality. Financial Times Reports: Water 2007. Consultado el 7 de abril 2011. Disponible en http://www.ft.com/reports/water2007
— Lappé, Frances Moore. 2008. NPR Misses Real Story, Plants Wrong Seeds. The Huffington Post, agosto de 2011.
— Nigh, Ronald. 1992. La agricultura orgánica y el nuevo movimiento campesino en México. Antropológica Nueva Época, Nº 3, pp. 39-50.

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