abril 2011, Volumen 27, Número 1
Una nueva generación de agricultores: la juventud campesina

Abriendo nuevas perspectivas para la juventud campesina de los Andes a través de la valorización de los productos de la agrobiodiversidad

SARAH-LAN MATHEZ-STIEFEL, CECILIA GIANELLA MALCA, STEPHAN RIST | Página 34-38
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En los Andes del Perú, el alto nivel de agrobiodiversidad es el resultado de una larga historia de coevolución de las poblaciones y su ambiente, lo que representa un gran potencial para el desarrollo sostenible, tanto localmente como a nivel regional y nacional.

Sin embargo, y en agudo contraste con esta riqueza biológica, una gran proporción de los pueblos nativos andinos vive en condiciones socioeconómicas y políticas precarias que han llevado, en las décadas pasadas, a procesos masivos de migración de los jóvenes hacia centros urbanos y tierras bajas de la amazonía.


Tejedoras de Pitumarca, Cusco / Fotos: Sarah-Lan Mathez-Stiefel

Para contrarrestar esta situación, y con el objetivo de crear nuevas opciones de subsistencia para los pequeños agricultores andinos, se han desarrollado numerosas iniciativas económicas y productivas. Sin embargo, estos proyectos generalmente han caído en la trampa de un enfoque unilateral que, mientras tienen como objetivo el resolver problemas específicos, como por ejemplo generar ingresos monetarios, crean una serie de nuevos problemas y contradicciones dentro de las estrategias de vida de los agricultores andinos.

Consciente de estas contradicciones, el programa regional BioAndes optó por desarrollar iniciativas con un ‘enfoque biocultural’. Se supone que si el cambio sociocultural es el principal causante de la degradación de la biodiversidad, es posible que sea también una fuente fundamental para su conservación. En este sentido, el programa BioAndes reconoce la interdependencia entre la diversidad cultural y biológica y la necesidad de entrelazar el fomento de la biodiversidad con procesos de vigorización cultural. Al entrelazar los conocimientos científicos y nativos, los principales instrumentos utilizados por BioAndes para desarrollar tales iniciativas son: el diálogo intercultural, el aprendizaje social y el desarrollo de capacidades mediante la investigación-acción transdisciplinaria. En base a esto, las comunidades nativas, las municipalidades locales, los profesionales del desarrollo y los investigadores están esforzándose por crear formas innovadoras de valorización económica, cultural y política de la agrobiodiversidad andina.

Programa BioAndes en el Perú
En el Perú, el Programa BioAndes está siendo implementado en la provincia de San Marcos en la sierra norte (Cajamarca) y en el distrito de Pitumarca en la sierra sur (Cusco).

La provincia de San Marcos abarca varios pisos altitudinales que van de los 2.250 a los 4.000, lo que permite el cultivo de una gran variedad de plantas, desde frutales y maíz en las tierras más bajas, hasta cereales y tubérculos andinos en las más altas. Su población es mestiza y tiene un fuerte sentido de identidad local.


Familia en cosecha de Papa en San Marcos / Foto: Archivo Centro IDEAS – BioAndes

El distrito de Pitumarca está situado entre los 3.600 a 6.400 m.s.n.m. Sus pobladores son mayoritariamente de origen quechua, idioma que predomina en el lugar, y se dedican a la agricultura para consumo propio y a la cría de alpacas; también tienen una importante tradición textil de calidad.

Las actividades del proyecto son diversas y van desde el cultivo, transformación y comercialización de frutas andinas orgánicas en San Marcos, a la recuperación de técnicas naturales de teñido de lana de alpaca y tejido tradicional en Pitumarca, y el fomento del ecoturismo responsable en ambas regiones. La novedad de esas iniciativas es que todas van acompañadas de actividades que revalorizan los conocimientos nativos del ambiente, a través de: inventarios de la agrobiodiversidad local, investigaciones sobre el manejo local de recursos naturales y el conocimiento ambiental nativo. Otra característica de estas iniciativas es que apuntan a lograr incidencia política y promover –desde abajo– la creación de políticas que conecten a los actores locales (comunidades, asociaciones de productores) con las autoridades de mayor nivel (municipalidades, gobierno provincial).

Pautas para políticas
Los tres años de implementación de los proyectos de BioAndes, nos han dejado logros y lecciones importantes que constituyen un aporte para la formulación de políticas de desarrollo social y conservación de la biodiversidad en los Andes.

Valorizando económicamente y culturalmente la agrobiodiversidad
Un primer logro es la valorización económica, culturalmente contextualizada, de la agrobiodiversidad. Aunque existen riesgos asociados a la incorporación de poblaciones nativas a la economía de mercado, fue interesante observar que en el caso de Pitumarca la comercialización de textiles en la ciudad de Cusco representa una herramienta efectiva para la revitalización cultural. Motivados por una gran demanda relacionada al turismo vivencial y viéndose en la necesidad de reforzar su propia identidad, los agricultores, y en particular los jóvenes, comenzaron a revalorizar las numerosas técnicas tradicionales de tejido, tales como el hilado de lana de alpaca y oveja, el teñido con productos naturales (plantas y minerales) y la recuperación de la iconografía nativa, todas las cuales son específicas del valle de Pitumarca.

Algunas de estas técnicas habían sido abandonadas por la población durante el siglo pasado. Desde 1910 hasta 1920, teñían la lana casi exclusivamente con tintes sintéticos, y desde la década de 1980 se utilizó lana sintética también casi exclusivamente. Sin embargo, al haber mantenido los comuneros de Pitumarca su gran habilidad para el tejido y gracias a que guardaron algunas telas antiguas que servían como guía, se han logrado revitalizar las técnicas y diseños. En la actualidad, el valor económico asignado por los turistas y el mercado foráneo a sus tejidos tradicionales ha llevado a la revalorización de su patrimonio cultural y a un parcial restablecimiento del tejido y la vestimenta tradicional. Además, las mujeres que participan en la elaboración y comercialización de textiles locales tienen ahora ingresos y han aprendido a organizarse en asociaciones, lo que les ha dado mayor independencia y poder, así como un mayor reconocimiento al interior de sus familias y de sus comunidades. Por lo tanto, esto abre la perspectiva a las jóvenes mujeres andinas de aumentar su estatus social en la comunidad.

Vinculando los productos locales a sus paisajes naturales y culturales
Una importante lección aprendida es que las iniciativas bioculturales tienen más oportunidad de éxito cuando están contenidas dentro de actividades que van más allá de centrarse en los productos locales y buscan la valorización dentro del paisaje natural y cultural más amplio, por ejemplo, a través de la promoción del agroturismo y la gastronomía regionales, un manejo más sostenible de los recursos locales, incluyendo la restauración de los ecosistemas, y la realización de inventarios que muestran la importancia de la agrobiodiversidad y de los conocimientos locales asociados a ella.

En San Marcos, todas las actividades relacionadas a la valorización de los productos de la agrobiodiversidad fueron incorporadas a un proyecto más amplio de agroturismo que valora tanto los componentes naturales como socioculturales del territorio. Gracias a un trabajo conjunto con una extensa red de asociaciones locales de agricultores, operadores de turismo, el sector educativo y las autoridades locales, se está creando consciencia entre los turistas nacionales, los pequeños productores y los escolares, sobre los principios de la agroecología. Se visitan lugares donde se producen cultivos orgánicos nativos (por ejemplo, frutas, cereales, papas y otras variedades de tubérculos, además de plantas medicinales), observan cómo son transformados, observan las prácticas de conservación de suelos asociadas, conversan con los agricultores y obtienen una muestra de su formidable conocimiento agrícola; además, los visitantes participan en las labores agrícolas y las festividades del calendario ritual agrícola y disfrutan de la gastronomía basada en los productos locales. Esta experiencia permite a turistas generalmente urbanos apreciar los beneficios de la agrobiodiversidad para la población local y la compatibilidad de los principios agroecológicos con los sistemas y conocimientos andinos. Los principales socios de este proyecto son la Asociación Provincial de Productores Ecológicos de San Marcos (APPESAM) y la Municipalidad de San Marcos, quien reconoce la necesidad del desarrollo de múltiples actividades económicas para lograr la competitividad del territorio de manera sostenible.

Globalizando las ideas locales de desarrollo
Una tercera lección inferida de las experiencias del proyecto es que la sostenibilidad de estas iniciativas, con frecuencia inducidas desde fuera, está condicionada por la capacidad de los pequeños productores para apropiarse de las acciones y obtener los conocimientos adicionales requeridos para llevarlas a cabo de acuerdo a su concepción de lo que es el desarrollo. Por lo tanto, el desarrollo de capacidades personales e institucionales para manejar y controlar de mejor manera toda la cadena productiva, desde la producción hasta la comercialización, es muy apreciada por los actores locales, en particular por la joven generación, aunque esto no necesariamente signifique un aumento de los ingresos en el corto plazo.


Productos de la agrobiodiversidad de San Marcos, procesados / Foto: Sarah-Lan Mathez-Stiefel

Además, este proceso de apropiación solo puede tener éxito si está ligado a la creación o fortalecimiento de redes sociales (por ejemplo, movimientos sociales, asociaciones, cooperativas, etc.) que contribuyan a articular estas iniciativas locales dentro del contexto global. Esta tendencia a ‘globalizar’ las ideas locales de desarrollo arraigadas en las culturas nativas fue expresada en San Marcos a través del apoyo brindado a APPESAM, una organización local que busca producir y conservar cultivos nativos a partir de prácticas agroecológicas, y establecer relaciones comerciales justas a través de asociaciones estratégicas con el sector privado e instituciones públicas. APPESAM, integra la Asociación Nacional de Productores Ecológicos del Perú (ANPE-PERÚ), lo que le ha permitido obtener apoyo político además de organizacional y encontrar mejores oportunidades para comercializar sus productos a nivel regional y nacional. Además, su vínculo con ANPE-PERÚ le ayudó a asociarse al movimiento internacional Slow Food, dentro del cual participa a través de la producción, transformación y comercialización de tres frutales nativos de la zona: el pushgay (Vaccinium floribundium), el poroporo o tumbo (Passiflora mollissima), y el tomatillo o aguaymanto (Physalis peruviana).

En Pitumarca, las asociaciones de tejedoras locales y de criadores de alpacas fueron fortalecidas al tener ayuda para vincularse con la municipalidad –específicamente a través de su participación en ejercicios de presupuesto participativo y en la plataforma de negociaciones para el desarrollo del distrito. Esta participación les permitió defender sus intereses de mejor manera y lograr que algunas de sus actividades fueran financiadas por la municipalidad.

Enfrentando las contradicciones entre diferentes racionalidades económicas
Una lección clave del programa BioAndes se refiere a la necesidad de encontrar estrategias para que los agricultores andinos puedan enfrentar las dificultades generadas por su confrontación con la economía de mercado, situación en la cual se encuentran por lo general en una posición vulnerable y en desventaja.

Las mujeres tejedoras de Pitumarca, por ejemplo, se volvieron dependientes de algunos intermediarios de artesanías textiles, que tienen la habilidad de dominar las dos racionalidades económicas que coexisten en las comunidades: la externa basada en la economía de mercado, y la local basada en la reciprocidad y solidaridad. Estos intermediarios logran la lealtad de las tejedoras hacia ellos y mantienen así una relación de dependencia tanto en lo técnico (al controlar el abastecimiento de insumos para el teñido natural y la ejecución de los pasos finales de la elaboración del producto), como en lo comercial (mediante la organización del transporte y de la venta de los tejidos en la cercana ciudad de Cusco).

En el caso de los productores orgánicos de San Marcos la contradicción entre racionalidades económicas se expresa en las numerosas dificultades que enfrentan cuando intentan incorporarse al mercado. Una barrera principal es que el mercado da mayores opciones si los productores se especializan (en el sentido de la economía de escala), lo que entra en conflicto con la economía familiar, que consiste en producir pequeñas cantidades de muchos productos diferentes para combinar así la producción para el mercado con las necesidades relacionadas con mantener su propia seguridad alimentaria.

En ambos casos, la población local tuvo que modificar su sistema de producción tradicional basado en la familia hacia una producción más comunitaria, con la consecuente construcción de nuevos vínculos de confianza y reciprocidad (por ejemplo, a través de la creación de asociaciones), como una estrategia que busca mitigar los efectos negativos de la economía de mercado.

Conclusiones
La experiencia de BioAndes sugiere que la valorización económica y la comercialización de productos locales y consecuente generación de ingresos pueden ser herramientas decisivas no solamente para el empoderamiento de los pequeños agricultores y de las mujeres, sino también para el fortalecimiento de la identidad cultural de los jóvenes y la valorización del estilo de vida campesina.

Se ha demostrado que la valorización de la diversidad biocultural debe ser parte de una propuesta regional integrada. Las estrategias mancomunales y regionales en expansión están mucho más en línea con las características históricas y actuales de los medios de subsistencia andinos, que apuntan a mantener el acceso a una gran diversidad biocultural sobre la base de los conocimientos y habilidades nativos. También dan por resultado una significativa distribución social de los recursos y logran que las comunidades sean menos vulnerables a riesgos socio-económicos y medioambientales, tales como cambios bruscos en los precios, cambio climático y plagas en plantas y animales.

Tomando en cuenta este contexto, se vuelve crucial el que las autoridades regionales y nacionales aprendan a formular nuevos modelos de desarrollo económico que puedan explotar el potencial de los sistemas económicos locales o nativos y las estrategias de vida que se asocian a ellos. Esto significa crear un espacio para economías alternativas basadas en identidades andinas fortalecidas, para de esta manera mejorar el modelo actual que encasilla a los Andes peruanos en un rol de ‘exportador’, el que por sí mismo es ciertamente incapaz de valorizar de manera adecuada la diversidad biocultural andina.

La valorización de la agrobiodiversidad local a través de una estrategia biocultural demuestra gran potencial en la apertura de nuevas perspectivas para la juventud campesina de los Andes (y posiblemente también en las tierras bajas de América del Sur). Sin embargo, como esto tiene que ser el resultado de una construcción colectiva de todos los actores involucrados, es importante que los jóvenes campesinos no solo participen en el proceso, sino que también tengan la posibilidad de definir las condiciones bajo las cuales esto se produce. El camino hacia adelante pasa por comprender y superar de manera conjunta las dificultades que encuentran las jóvenes generaciones en su búsqueda por innovar sus estrategias de vida, en interacción con otros actores a nivel regional, nacional y, eventualmente, global.

Agradecimientos
BioAndes es un programa regional financiado por la Agencia Suiza para el Desarrollo y la Cooperación (COSUDE). Es ejecutado por un consorcio de tres instituciones –AGRUCO en Bolivia, ETC Andes en Perú, y EcoCiencia en Ecuador– con apoyo conceptual y metodológico del Centro para el Desarrollo y el Medio Ambiente de la Universidad de Berna, Suiza. Este documento está basado parcialmente en trabajos apoyados por el NCCR North-South (Centro Nacional de Competencia en la Investigación Norte-Sur).

Sarah-Lan Mathez-Stiefel y Stephan Rist
Centre for Development and Environment
University of Bern, Berna, Suiza
Correos-e:
sarah-lan.stiefel@cde.unibe.ch
stephan.rist@cde.unibe.ch

Cecilia Gianella Malca
Asociación ETC Andes
Lima, Perú
Correo-e: cgianella@etcandes.com.pe

Referencia
Las publicaciones del programa BioAndes son accesibles en la página web: www.bioandes.org

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