abril 2009, Volumen 25, Número 1
Diversidad de la agricultura

Árboles subutilizados son una esperanza para las comunidades tribales

ABHAY GANDHE Y ARUN DOLKE | Página 26-27
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Los dos cultivos principales de la India Central son el arroz y el algodón. Mientras que también se cultiva mijo, legumbres y semillas oleaginosas, muchas fincas han evolucionado hasta operar como monocultivos.

Aprender a cultivar y cosechar laca le ha dado a esta agricultora tribal una nueva oportunidad de ingresos, así como un sistema agrícola más diversificado / Foto: Abhay Gandhe

Los sistemas agrícolas se han vuelto menos diversificados, el suelo y el agua se han vuelto más pobres, y las poblaciones en crecimiento están aplicando más presión sobre recursos limitados. Si el cultivo principal falla, los agricultores sufren en tanto que tienen pocas opciones que los respalden. Conforme los sistemas se vuelven menos sostenibles, las comunidades explotan cada día más los recursos naturales de los bosques que las rodean. Esto puede resultar en la sobreexplotación y la pérdida de la biodiversidad. Los agricultores necesitan oportunidades adicionales dentro de sus sistemas agrícolas existentes. Esto es especialmente cierto en el caso de los agricultores tribales que viven en las zonas más remotas y marginales.

La Fundación de Investigación para el Desarrollo BAIF en Pune, India, ha establecido un Centro de Recursos para el Desarrollo Tribal (CRDT) para identificar y desarrollar nuevas intervenciones potenciales para las comunidades tribales. Los agricultores tribales son parte de comunidades nativas que por lo general viven en zonas remotas al borde de bosques y practican agricultura de subsistencia en pequeñas parcelas de tierra. La recolección y venta de una variedad de productos forestales no madereros (PFNM) constituye una importante fuente de sustento para los agricultores tribales. Sin embargo, la pobreza generalizada, la agricultura degradada y la incierta situación en cuanto a la tenencia de los árboles PFNM silvestres están causando su sobreexplotación. La diversificación de los cultivos ha sido identificada como una medida clave para contrarrestar las amenazas de los sistemas agrícolas degradados. Sin embargo, BAIF y CRDT saben que existen limitaciones para el desarrollo de la situación agrícola existente en los emplazamientos marginales de las zonas tribales. Por lo tanto, se ha propuesto una estrategia alternativa: la domesticación de productos forestales no madereros como un esfuerzo importante para diversificar los sistemas agrícolas. La innovación de este enfoque está en que se centra en árboles nativos silvestres subutilizados que tienen potencial económico.

Árboles prometedores pero subutilizados
Los árboles PFNM silvestres subutilizados son domesticados integrándolos a los sistemas agrícolas existentes. Todos los árboles PFNM tienen alta tolerancia al estrés. Son resistentes y se establecen bien, con cuidado mínimo, en las zonas abandonadas de las fincas. Con apoyo de asesoramiento técnico y un fuerte sentido de propiedad de los árboles plantados en la finca, se espera que los agricultores cosechen los árboles de manera sostenible garantizando así un refuerzo adicional a sus medios de sustento en el largo plazo. A la larga, debería haber un cambio gradual hacia la cosecha de PFNM de árboles que son de propiedad privada, con el resultado de una menor presión sobre los bosques.

Los equipos de campo de BAIF y los agricultores participantes identifican juntos los árboles que son promisorios para la domesticación. Se presta especial atención a los siguientes atributos:

• alta tolerancia a las sequías y a las altas temperaturas del verano;
• capacidad para sobrevivir en suelos marginales;
• apropiados para ser sembrados directamente de semilla o usando técnicas simples de vivero;
• resistencia al ramoneo por ganado descarriado y cabras;
• situación altamente amenazada en bosques naturales debida a la sobreexplotación;
• la población local conoce los árboles y su uso, de manera que la adopción es fácil.

Tres de los árboles seleccionados como prioritarios para la domesticación son los que describimos a continuación.

El árbol de goma karaya (Sterculia urens)
El karaya se encuentra en los bosques secos tropicales deciduos de la India. Prefiere hábitats inusuales propensos al estrés y ocupa las cumbres de los cerros, grietas rocosas o pendientes erosionadas. Necesita muy poca agua y crece en los suelos pedregosos más pobres. El árbol karaya produce una resina valiosa; extraer la resina de estos árboles era una importante manera de ganarse el sustento para las comunidades tribales de la India Central. En la actualidad es uno de los árboles PFNM más amenazados de la India debido a la sobreexplotación. Está casi extinto en muchas áreas donde solía ser abundante. Recientemente varios de los estados de la India han prohibido comercializar esta resina, en un intento por detener la rápida disminución de estos árboles. Sin embargo, en el proceso, están privando a los recolectores tradicionales de resina de una fuente de sustento.

La fuerte capacidad de resiliencia de este árbol puede ser utilizada en ventaja de los agricultores. Un árbol bien desarrollado puede generar alrededor de INR 500 (cerca de USD 10) anualmente gracias a la extracción de resina desde el décimo año en adelante. Con alrededor de 25 árboles karaya maduros por hectárea en su finca, un agricultor tiene acceso a un ingreso adicional de alrededor de INR 12,500 (cerca de USD 255) que casi no es influenciado por un clima adverso. BAIF comenzó a propagar el árbol a través de esquejes, pero pocos árboles maduros sobreviven localmente. Así que se cambió a la propagación por semillas. Las semillas frescas, cosechadas en abril, germinan bien y están listas para la siembra directa. La radícula de la semilla emergente se convierte rápidamente en un tubérculo y le brinda al plantón fresco una alta resistencia a las sequías. En la temporada de julio de 2008, se establecieron cerca de 75.000 plantones de karaya en las fincas de los agricultores tribales. Este número aumentará en 2009. Luego de alrededor de 10 años, los árboles de propiedad privada serán cosechados con métodos no destructivos para garantizar la sostenibilidad de la producción.

La llama del bosque (Butea monosperma)
Este es otro árbol excepcionalmente resistente que crece naturalmente en bosques secundarios o zonas abandonadas. Es extremadamente tolerante a las sequías y resistente al pastoreo de cualquier animal. Su tamaño compacto y su tolerancia a la poda frecuente y cuantiosa lo hacen un árbol agroforestal ideal. Se propaga mejor a través de la siembra directa de una sola vaina de semillas, las cuales son abundantes en abril. Si se plantan en una sola hilera densa a lo largo de los terraplenes de la finca, es eficaz como árbol huésped para el cultivo del insecto de la laca (Laccifer lacca). La laca es la secreción resinosa de este diminuto insecto que crece en una variedad de árboles conocidos como plantas huéspedes de la laca. La laca natural es un medio de sustento de las comunidades tradicionales, pero en la actualidad está sobreexplotada y amenazada. Para el cultivo de la laca se necesitan destrezas simples pero técnicas. El CRTD se está asegurando de que los nuevos agricultores de laca cuenten con estas destrezas a través de capacitaciones en las fincas. Cinco a seis años después de haber sido sembrado, el árbol está listo para ser inoculado con insectos de la laca, y necesitan muy poco mantenimiento hasta el periodo de gestación. Un árbol adulto puede rendir laca por un valor de INR 50 (aproximadamente un dólar) al año. BAIF sugiere plantar a una densidad de alrededor de 300 árboles por hectárea. Domesticar este árbol silvestre tiene el potencial de generar un ingreso anual adicional de alrededor de INR 15.000 o un poco más de USD 300.

Este árbol necesita poca mano de obra y es un verdadero árbol multipropósito ya que rinde leña, abono, laca comercial y resina. El programa de plantación de Butea comenzó a nivel de prueba en julio de 2007. Fue posible ampliarlo rápidamente en julio de 2008 para garantizar la siembra de alrededor de 120.000 plantones a lo largo y ancho de la India Central. Debido a su fácil establecimiento, se espera que el programa crezca y se extienda rápidamente en el futuro cercano.

El árbol bauhinia púrpura (Bauhinia purpuria)
Este árbol se encuentra ocasionalmente en las regiones urbanas del sur de Asia como árbol ornamental. En las regiones tribales remotas, sus hojas son una hortaliza verde popular. En los bosques se da de forma esparcida. Sin embargo, en comparación con la demanda de hortalizas, los árboles son pocos y han sido sobreexplotados. En abril el árbol retoña y sus hojas se arrancan como hortalizas. Remover demasiadas hojas debilita al árbol. Se está alentando a todas las familias tribales a sembrar dos o tres árboles bauhinia en sus propias huertas. Durante julio de 2008, alrededor de 5.000 plantones fueron criados en viveros y entregados a igual número de familias. Esta pequeña iniciativa será ampliada en 2009. Se espera que los árboles recién plantados, propiedad de las familias, estarán listos para utilizarse como hortaliza en alrededor de cinco años. Los árboles cumplen un rol especial en la nutrición humana ya que la hortaliza está disponible durante la estación seca de verano, cuando otras verduras cultivadas no se encuentran en el mercado.

Además de generar medios de sustento y de devolver la resiliencia a sistemas agrícolas degradados, esta iniciativa de BAIF también fomentará la conservación ex situ de muchas especies indias de árboles que están amenazadas.

Abhay Gandhe
MITTRA-BAIF Centro de Recursos para el Desarrollo Tribal, Nagpur, India
Correo electrónico: gandheam@gmail.com

Arun Dolke

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