junio 2003, Volumen 19, Número 1
Aprendiendo con las ECAs

Evaluación en la ECA: ¿una cruz o una bendición?

KIM GROENEWEG Y JORGE CHAVEZ TAFUR | Página 67-69
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Entre los muchos programas de capacitación y extensión que corrientemente tienen lugar en las áreas rurales del Perú, no existe ninguno que no incluya la palabra «evaluación» como una de sus actividades. En el papel, todos los proyectos y programas evalúan muchas de sus actividades y recursos. En la práctica, sin embargo, la situación no es tan simple: las evaluaciones son percibidas como muy difíciles y complejas. Tanto así que, con frecuencia, éstas simplemente no se realizan.

Una breve investigación de campo llevada a cabo como parte del proceso de implementación de las Escuelas de Campo iniciado con el Proyecto Manejo Integrado de Plagas de la FAO (Proyecto MIP-ECA) en el Perú, mostró muchas de las limitaciones que generalmente se presentan en los procesos de monitoreo y evaluación. Las cinco limitaciones más significativas que se identificaron fueron:

• Falta de tiempo y recursos de los facilitadores de las ECAs.
• Falta de sentido de propiedad, por las pocas posibilidades que tienen los facilitadores para controlar e influenciar el proceso.
• Poca experiencia y capacidad para el monitoreo y evaluación, además que esta experiencia está limitada al uso de indicadores cuantitativos.
• Poca difusión o uso de lo encontrado: los resultados de la evaluación son rara vez publicados y no se distribuyen los informes.
• Percepción negativa de las evaluaciones por los trabajadores de campo, quienes con frecuencia las ven como «instrumentos de control» aplicadas por los encargados de las ECAs.

En pocas palabras, estos aspectos hacen que una evaluación, por más necesaria que sea en teoría, represente una carga pesada que en lugar de ser beneficiosa, más bien obstaculiza el normal desarrollo de las actividades de capacitación.

Probando el M&EP

En este contexto, el proyecto de la FAO trató de identificar cómo es que el monitoreo y evaluación podría llegar a ser beneficioso para los capacitadores de las ECAs y sus organizaciones. Esto se hizo probando diferentes procesos de Monitoreo y Evaluación Participativos (M&EP), con la esperanza de desterrar la imagen negativa que tiene la evaluación. El M&EP fue visto no como un conjunto estructurado de pasos y actividades, sino más bien como una caja multifuncional que contiene lineamientos, métodos y herramientas para facilitar las evaluaciones participativas, las interacciones y el entendimiento entre los actores involucrados. Luego de un año de trabajo, en resumen, el proceso implementado mostró que el M&EP es útil para fortalecer el compromiso institucional, aprender y mejorar el desempeño, vincular a los diferentes actores; y que no tiene porqué ser una carga pesada.

Fortalecimiento del compromiso institucional

El proyecto de la FAO ofreció la metodología de las ECAs para el cultivo de papa y algodón a varias instituciones, como una alternativa a sus actividades usuales de extensión y capacitación agrícola. Sin embargo, luego de un proceso completo de capacitación y de una fase inicial de implementación, muchos de los responsables de las decisiones dentro de estas instituciones no estaban aún convencidos de la efectividad de la metodología ECA. Muchos de los «jefes» tenían muy poca noción de la nueva actividad en la que estaban involucrados sus trabajadores de campo. Los logros de los facilitadores en sus ECAs eran raramente discutidos en las reuniones del personal, y tampoco eran incluidos en los informes o análisis internos de las instituciones. Consecuentemente, los facilitadores recibían muy poco apoyo de sus propias instituciones.

Con el fin de fortalecer el compromiso de toda la institución en las actividades ECA, se le pidió a la Dirección Mancomunada del Proyecto que evaluara la metodología ECA y que diera su opinión sobre los logros que el proyecto había alcanzado hasta ese momento. Se diseñó un plan de evaluación junto con todos los representantes, requiriendo su compromiso directo en el proceso. Los miembros de la Dirección identificaron sus propios indicadores basados en lo que ellos consideraban que un «buen» proyecto debería contener. Más tarde, en una visita al campo (como parte de un «día de campo»), los Directores implementaron su plan, «evaluando» de acuerdo a sus propios indicadores. De regreso del campo, analizaron juntos los resultados tratando de llegar a conclusiones colectivas, y sus puntos de vista, opiniones y conclusiones fueron presentados al día siguiente al grupo de los facilitadores ECA.

Monitoreo & Evaluación Participativa en el ciclo ECA

Selección de la comunidad y el participante
Estudio de línea de base (análisis de necesidades y problemas usando herramientas PRA)
• Introducción de la metodología ECA a la comunidad
• Selección e inscripción de participantes

Preparaciones
• Elaboración del currículo, acuerdo ECA oficial y horario
• Normas de capacitación, formación del grupo e identificación del papel del equipo anfitrión.

Poniendo en marcha
«Prueba de caja» de inicio
Evaluación del conocimiento de los participantes, para adaptar la capacitación y monitorear los avances
• Análisis y diseño de la ECA
• Análisis de la fertilidad del suelo y selección de semillas
• Preparación del campo
Introducción del uso de registros para todos los gastos
Herramienta para el análisis de los resultados de la producción del campo (análisis costo-beneficio)

Implementación de sesiones de capacitación ECA
• Apertura
• Revisión y evaluación de acuerdos
Análisis del Agro-Ecosistema (AAE)
Decisiones sobre el manejo de plagas realizadas sobre la base de evaluaciones de campo
• Tópico especial
• Dinámica de grupo y energizadores
• Acuerdos y compromisos
Evaluación de la sesión
Decisiones sobre el contenido y el proceso están basadas en evaluaciones con todos los participantes y capacitadores al final de cada sesión ECA

Cosecha y análisis de los resultados de campo
• Análisis de producción e ICM
Evaluación del proceso y actividades ECA
Los participantes desarrollan indicadores para el análisis de los resultados de campo, el proceso y las actividades, usando las herramientas PRA y datos del estudio de la línea de base
«Prueba de caja» final
Prueba final para evaluar los avances de los participantes, lo cual puede proporcionar una base para la planificación de las actividades siguientes
• Planificación de actividades futuras
• Ceremonia de cierre

Esto proporcionó una oportunidad para intercambiar percepciones y experiencias, para reflexionar en forma conjunta sobre las fortalezas y limitaciones de la metodología, y para desarrollar una comprensión común entre los que toman las decisiones y los facilitadores ECA.

Esta breve experiencia demostró que la evaluación puede ser una manera efectiva de provocar el interés y el compromiso, aún en aquellas situaciones donde el conocimiento y el interés son inicialmente modestos. Mostró que los actores valoran mucho el que su ayuda y opinión sean tomadas en cuenta, y más aún, esta experiencia proporcionó información valiosa sobre las percepciones, intereses y valores de las instituciones. Después de haber evaluado la metodología ECA, los miembros de la Dirección Mancomunada que participaron en la evaluación mostraron mucho más interés en la metodología y apreciación de la misma. Al mismo tiempo, los trabajadores del proyecto lograron una mejor idea del punto de vista de los Directores.

Mejorando el desempeño inmediato

Hay dos actividades de evaluación que son comunes a todos los procesos de capacitación ECA. La más significativa es el Análisis del Agro-Ecosistema (AAE), el cual se basa en una serie de observaciones de campo y de los cultivos realizadas durante toda la temporada de cultivo. Como parte del proceso de capacitación, los agricultores están entrenados en varias herramientas AAE, lo cual los capacita para tomar decisiones informadas sobre el manejo de su cultivo. Un segundo enfoque de evaluación integral es la llamada «prueba de caja», un ejercicio que comprende pruebas que miden la comprensión y las habilidades de los agricultores antes y después de la temporada de capacitación ECA. Esto se basa usualmente en el conocimiento de prácticas agroecológicas relevantes, tales como las estrategias para el desarrollo óptimo de cultivos, el control de malezas y de plagas, así como de los daños que ellas causan y la consecuente identificación de sus enemigos naturales.

Tanto en el ejercicio de AAE como en el de la «prueba de caja», se considera que la evaluación es un elemento esencial para el aprendizaje del agricultor y se acepta que las evaluaciones de campo mejoran las capacidades de los agricultores. En ese sentido ¿por qué no utilizar la evaluación para mejorar las capacidades de los facilitadores y otros actores involucrados en la ECA? Esto fue probado en el contexto del proyecto MIPECA, con el objetivo de asegurar la calidad a través de toda la implementación de la ECA; más que una actividad separada, la evaluación fue considerada parte de un proceso. Se propició que los mismos facilitadores evaluaran cada sesión ECA para reflexionar sobre su propio desempeño y para, con ello, preparar cuidadosamente cada nueva sesión. Adicionalmente, se elaboraron herramientas M&EP para fortalecer el análisis del MIP, la producción de cultivos y los resultados de la experimentación. Esto significó el centrarse en la evaluación, no sólo inmediatamente después de la cosecha, o en la sesión final del proceso de capacitación ECA, sino en cada estadio del proceso de capacitación, como una actividad continua incluida en cada sesión ECA.

En una sesión de capacitación corta sobre métodos participativos, todos los facilitadores diseñaron planes de M&EP para sus escuelas de campo. Cada plan identificó objetivos claros para la evaluación, incluyendo quiénes deberían participar y qué insumos eran requeridos. Se seleccionó un conjunto de indicadores a ser discutidos y analizados con los participantes, incluyendo, por ejemplo, rendimientos, costos, calidad del producto y la presencia de plagas. Se discutieron temas de importancia inmediata en cada reunión, tales como aquellos relacionados con el desempeño de los facilitadores, los tópicos discutidos, todo el proceso de aprendizaje y el interés mostrado por los participantes. También fueron utilizados métodos y herramientas prácticos que pudieran ser fácilmente aplicados en las comunidades de agricultores, tales como llevar las matrices de priorización, la representación escénica de roles («sociodramas») y la ejecución de canciones, poemas, cartas y dibujos.

Tanto los agricultores como los capacitadores expresaron su satisfacción de ser capaces de intercambiar opiniones y discutir asuntos de importancia de una manera relajada y entretenida. Los métodos mejoraron no sólo la interacción entre facilitadores y agricultores, sino que también reforzaron el diálogo entre los mismos agricultores. Los facilitadores resaltaron el hecho que el M&EP mejoró su relación con los agricultores, proporcionándoles una valiosa oportunidad para el afianzamiento de sus experiencias previas. Esto permitió que los facilitadores se sintieran mucho más seguros de su desempeño y los motivó para mejorar sus ECAs. Al mismo tiempo, los agricultores se sintieron apreciados y disfrutaron esta forma dinámica de evaluación.
Vinculando actores

Las herramientas y métodos del M&EP también fueron utilizados para crear plataformas para la discusión entre los diferentes actores, tanto para validar la metodología ECA como para estimular la interacción. Se organizaron varios tipos de talleres con la participación de representantes de las diferentes instituciones, facilitadores, agricultores y miembros del equipo central del Proyecto FAO.

En cada taller, los miembros de cada grupo fueron invitados para definir los aspectos más importantes a ser evaluados. Esto mostró claramente que cada actor o grupo de actores tenían diferentes antecedentes, intereses y expectativas, que no siempre coincidían con los principios ECA. Se necesitó un análisis más completo para obtener una comprensión de estos diferentes antecedentes y objetivos, y para determinar el tipo de beneficio que la metodología ECA podría proporcionar al actor específico. Se notó que con indicadores de su propia elección, cada actor encontró más fácil analizar tanto el proceso como los resultados logrados a través de la ECA. Los agricultores apreciaron la oportunidad para expresar sus opiniones, analizar los logros y limitaciones de la metodología e identificar los planes futuros. Estos talleres hicieron que tanto los proyectos como los actores fueran conscientes de las diferentes perspectivas de todos los comprometidos en este proceso, abriendo una vía para incrementar la cooperación y el trabajo en común.

Limitaciones

Pero también se identificaron varias restricciones y limitaciones en el uso del M&EP. Antes que nada, la metodología es relativamente desconocida y ésta generalmente requiere que los participantes cambien algunas de sus actitudes. Indudablemente, esto también significa cambios en las políticas institucionales y en los métodos y herramientas de monitoreo y evaluación corrientemente aplicados, algo que probablemente no sucederá de la noche a la mañana. Sin embargo, puede decirse que mientras más organizaciones de desarrollo y trabajadores de campo compartan una visión positiva sobre las metodologías participativas, y expresen la necesidad de ellas, existen muchas posibilidades para la aplicación de este enfoque.

Un problema recurrente es que pocos facilitadores tienen las destrezas necesarias. Por lo tanto, se recomienda una capacitación intensiva en métodos y herramientas prácticas para el M&EP. También se requiere asistencia para que el planeamiento estratégico permita desarrollar mecanismos de M&EP específicos al lugar –y al actor-. Considerando que los practicantes de la ECA carecen de tiempo y recursos, es necesario buscar el desarrollo de métodos de M&EP fáciles, rápidos, dinámicos y efectivos en tiempo y costos.

Conclusiones

Al invitar a los actores claves a evaluar las actividades realizadas, el M&EP incrementa su grado de compromiso con el proceso, generándose en ellos un mayor sentido de propiedad sobre el mismo. Las actividades de M&EP fortalecen la participación, elevan el involucramiento general de los actores en lo que está sucediendo y, con ello, su voluntad de continuar participando. Ellas alientan el diálogo y motivan a los actores a observar la situación acuciosamente, desarrollando una opinión propia. La interacción y el entendimiento entre los diferentes actores son estimulados a través de la creación de plataformas para el diálogo.

Como en otros tipos de evaluación, el tiempo y los recursos son limitados. Por lo tanto, aún existe la necesidad de métodos simples y rápidos, y se requieren programas de capacitación específicos. El M&EP requiere objetivos claros y bien definidos para evitar un trabajo innecesario e inefectivo que, sin ser excesivo, puede ser percibido como una pesada carga. Deben hacerse esfuerzos para incluir las evaluaciones como parte integral de la implementación de la ECA, más que como una actividad separada.

El M&EP alienta el aprendizaje, en la medida que genera retroalimentación y auto-reflexión. Esto motiva que los facilitadores ECA y los agricultores mejoren sus actividades y destrezas porque ellos mismos identifican lo que se logra, tornándose conscientes de sus propias fortalezas y debilidades y de los resultados de sus acciones. Por lo tanto, puede decirse que el M&EP eleva la autoestima, confianza y motivación de las personas para mejorar sus actividades. La experiencia ha sido breve, pero los resultados han mostrado claramente que, en contraste con las evaluaciones convencionales, el M&EP tiene así el poder de empoderar.

 

Kim Groeneweg y Jorge ChavezTafur

Kim Groeneweg, Proyecto FAO MIP-ECA, Lima, Perú.
Email: kgroeneweg@senasa.go.pe

Jorge ChavezTafur, ETC-Andes, Lima, Perú.
Email : jorge@etcandes.com.pe

Referencias:

– Guijt, I. 1998. Participatory Monitoring and Impact Assessment of Sustainable Agriculture Initiatives: An Introduction to the Key Elements. Sustainable Agriculture and Rural Livelihoods Programme. Programme Discussion Paper Number 1. Londres: IIED, 1998.

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