En 1985, Tarun Bharath Sangh (TBS), una ONG con orientación conservacionista, comenzó una iniciativa en el distrito de Alwar para combatir la pobreza rural.
El distrito de Alwar está situado en las montañas Aravali, 400 km al sudoeste de Nueva Delhi, en el desértico estado indio de Rajasthan. Los densos bosques que cubrían esta cuenca habían sido una parte integral de la economía rural local hasta la década de 1930, cuando el gobierno colonial abolió los derechos comunales sobre las tierras boscosas y permitió que las compañías madereras explotaran sus recursos. Los cerros fueron privados de la madera que protegía el delgado suelo de la terrible erosión causada por los monzones anuales. A medida que el agua escurría libremente, los ríos se secaron, bajó el nivel de agua subterránea y el potencial agrícola de la región se vio seriamente afectado. Cuando TBS entró en contacto por primera vez con la población local, los aldeanos vivían en condiciones de pobreza. Su principal forma de subsistencia era pastoreo y cultivos a pequeña escala. La mayoría de los hombres en edad laboral había emigrado a las ciudades en busca de trabajo y las mujeres pasaban muchas horas caminando para recolectar agua. La vida en la comunidad se había empobrecido considerablemente.
Los Gram Sabhas toman control
El ‘Johad’ es una estructura que tiene tres de sus lados rodeados por las laderas naturales del cerro. El cuarto lado, una pared de barro, casi siempre de forma semicircular, retiene la escorrentía del monzón.
TBS identificó la falta de agua como la principal causa de pobreza (ver Recuadro 1). En conversaciones con los aldeanos, se exploraron diversas maneras de enfrentar las sequías y la erosión. Se establecieron reuniones periódicas, o ‘Gram Sabhas’, en la aldea y cada familia mandaba un representante. En esas reuniones, los ancianos describieron las prácticas usadas antiguamente para cosechar agua. Entre éstas estaba el ‘Johad’ (ver foto 1), un estanque artificial construido en el cerro, en ubicaciones estratégicas.
TBS promovió el restablecimiento de esas técnicas tradicionales, pero también esperó a tener la total participación y apoyo de la población local, antes de ofrecer ayuda financiera o material. Eran los aldeanos los que tenían que decidir si querían construir y mantener los ‘Johads’ y las compuertas de seguridad y sólo lo harían si estaban convencidos de sus beneficios.
TBS trabajó para desarrollar un alto nivel de comprensión, compromiso y participación.
Se necesita cooperación y planificación para construir una estructura para cosechar agua, como por ejemplo, un ‘Johad’. Había que seleccionar la mejor ubicación para capturar la máxima cantidad de agua de escorrentía, se tenían que estudiar las características de suelo y se debía calcular exactamente la relación entre la cantidad de agua esperada y el tamaño del ‘Johad’.
Una vez que la aldea decidía que iba a construir una estructura para cosechar agua con la ayuda de TBS, tenía que pagar el 25% de los costos de construcción, ya sea en efectivo o en ‘Shramadan’ (trabajo voluntario). Luego, los miembros del ‘Gram Sabha’ hacían un listado de las familias que se beneficiarían más del ‘Johad’. Se esperaba que contribuyeran con ‘Shramadan’ y, si fuese necesario, con el terreno sobre el cual se construiría el ‘Johad’. Solamente entonces, TBS aceptaba la responsabilidad de proporcionar insumos externos, tales como tractores para transportar tierra, diesel, cemento y el dinero para pagar a los obreros. Todos los demás insumos serían obtenidos localmente.
Una vez que se hubo construido el ‘Johad’, los miembros del ‘Gram Sabha’ discutían aspectos de administración y mantenimiento. Los ‘Johads’ tienen varias salidas de agua que permiten que los aldeanos regulen el flujo del agua hacia los campos e, inicialmente, los campos más cercanos a la aldea son los que reciben más agua.
Recuadro 1. Tarun Bharath Sangh
El Dr. Rajendra Singh es el jefe de Tarun Bharat Sangh. Como médico practicante de la antigua tradición de ‘Ayurveda’, está familiarizado con el tratamiento de los desbalances en el cuerpo humano. Como agricultor y conservacionista, vio que los desequilibrios que ocurren por la manera en que el hombre utiliza los recursos de la naturaleza, con frecuencia producen pobreza crónica. En el distrito de Arwali, frecuentemente azotado por sequías, se formuló, así mismo, la pregunta más elemental: “¿Dónde está el agua?”. La única agua disponible provenía de las lluvias.
Su interés en el desarrollo de cuencas acuíferas provino de la necesidad que tenía la gente por el agua. Si no hubiesen habido conocimientos tradicionales de cosecha de agua en el área, TBS no hubiese tenido éxito en cosechar agua de lluvia, ni en regenerar la cubierta de bosques. Los ancianos locales, sin embargo, recordaron los ‘Johads’ y con la ayuda de voluntarios y fondos de TBS usaron con éxito los conocimientos tradicionales que habían sido ignorados por el gobierno y por la ciencia occidental.
Un elemento importante del éxito de los esfuerzos de cosecha del agua de TBS fue la actitud de los aldeanos. Vieron a los ‘Johads’ como activos propios y pensaron que su futuro estaba ligado a ellos. Estuvieron dispuestos a luchar por restablecer sus maneras tradicionales de manejar los recursos y redactaron las normas necesarias para proteger su medio ambiente y sus bosques. TBS apoyó a los aldeanos con fondos que recibe de contribuciones foráneas, con asistencia y con labor de voluntarios.
‘Jal-Jameen-Jungal’
Mientras los ‘Johads’ mejoraban la disponibilidad de agua, el problema de la erosión por escorrentía erosiva continuaba y, gradualmente, los sedimentos atoraban el nuevo espacio de almacenamiento de agua. El problema fue analizado en los ‘Gram Sabhas’ y, trabajando junto con los conservacionistas del TBS, los aldeanos cada vez se volvieron más conscientes de la relación entre ‘Jal’, ‘Jameen’ y ‘Jungal’ (Agua, Tierra y Bosque). Esta conciencia fue reforzada aún más por medio de espectáculos ambulantes y ‘Padayatras’, o marchas, que organizó TBS todos los años para aquellos que no estaban familiarizados con la naturaleza del movimiento conservacionista.
Los ‘Gram Sabhas’ decidieron intentar obtener una cubierta verde y permitir que los bosques regeneraran. Junto con TBS, trataron de crear condiciones que permitieran que se restableciera el potencial de raíces latentes y la cubierta de árboles existentes, así como el crecimiento de los mismos. Se establecieron ciertas reglas. El primer paso fue evitar que los camellos y las cabras pastaran sobre los nuevos brotes. A nadie se le permitió cortar ramitas vivas y sólo se podían vender leña y hojas secas. No se podían cortar ramas vivas sin el permiso del ‘Gram Sabha’ y se impusieron multas estrictas. Los aldeanos también expresaron su compromiso comunal a través de la celebración de rituales, por ejemplo ‘Rakshabandhan’, donde se ata un nudo alrededor de los árboles y plantas como un símbolo de su compromiso para proteger las áreas verdes. Como resultado de sus esfuerzos, creció la proporción de la cubierta de bosques en las montañas de Aravali, hasta llegar al 40%, lo que representa un incremento del 34% en 15 años. La meta es cubrir el 66%.
Renacen los ríos
Uno de los resultados más espectaculares e inesperados de esta revitalización ha sido el gradual regreso del agua a los ríos de Arvari. Inicialmente, TBS no tenía como meta el lograr flujos perennes en los ríos secos como el Arvati. Cuando se construyeron ‘Johads’ y se detuvo el agua de escorrentía, poco a poco la filtración recargó los acuíferos subterráneos y, a medida que éstos se llenaban, el exceso de agua comenzó a fluir hacia los ríos. Las técnicas tradicionales de cosecha del agua han logrado beneficios globales y naturales de la percolación desde el lugar de captura. En un lugar de recolección de agua de 503 kilómetros cuadrados en el río Aravati, por ejemplo, los aldeanos construyeron unas 200 estructuras para la cosecha del agua en un período de 10 años. Como resultado de esto, el río comenzó a fluir durante períodos cada vez mayores, hasta que en 1995 tuvo agua todo el año, un fenómeno que tomó por sorpresa aún a los ancianos de la aldea.
Pero, con el agua llegó la burocracia. En 1996, se les informó a los aldeanos de Hamirpura que vivían a lo largo del río Arvari que un contratista había obtenido licencia del gobierno estatal para comenzar a pescar en el río.
Legalmente, el río es de propiedad del gobierno y ahora que había agua, el gobierno estaba pronto a tomar “control” de sus recursos. Pero los aldeanos solicitaron intervenir en su manejo. Trabajando con TBS, recientemente han establecido un Parlamento de Ríos, conocido localmente como el Arvari Sansad, una asociación de todas las aldeas que están situadas a lo largo del río. Han adoptado una constitución para el manejo de los ríos. Si tiene éxito, este “parlamento popular del río” será un ejemplo importante en el futuro (Mahapatra, 1999).
Recuadro 2. Trabajo de las mujeres
Con frecuencia, las mujeres son las más afectadas por la falta de agua y TBS encontró que respondían rápidamente a las ideas de cosechar agua. Gyarsi y Phoola, por ejemplo, eran las dos últimas mujeres en su aldea, en lo alto de los cerros Sariska. Juntas, se dispusieron a construir una estructura tradicional de cosecha del agua, ‘Johad’. Ellas mismas hicieron todo el trabajo físico y un voluntario de TBS las visitó cada diez días. La construcción les tomó cuatro meses, pero ahora pueden almacenar agua durante períodos cada vez más largos.
Renacen los medios de vida
Las mujeres han tomado importantes iniciativas en el trabajo de cosechar agua.
Las ideas desarrolladas por los aldeanos y TBS han tenido un considerable éxito. Ahora, después de 15 años, 650 aldeas en el distrito de Alwar tienen un ‘Gram Sabha’ y se han establecido 3.000 estructuras de cosecha del agua. Los ‘Johads’ han probado ser durables y efectivos. En las inundaciones de 1995/96, por ejemplo, los aldeanos vieron que muchos diques construidos por el gobierno eran arrasados, mientras que sus ‘Johads’, cuidadosamente construidos, permanecieron intactos. El revitalizar la tradición de ‘Johads’ y regenerar la cubierta de bosques ha traído muchos beneficios. En 36 aldeas la capa freática ha subido seis metros. Los pozos se han recargado y los niveles de humedad en los campos han mejorado. Hoy, los aldeanos no esperan apoyo financiero de TBS: toman la iniciativa y, lentamente, sus estándares de vida están mejorando y pueden costear las construcciones y el mantenimiento.
Con más agua disponible, se ha impulsado la crianza de búfalos de agua. El suministro de leche se ha incrementado y nuevamente se ofrecen a la venta productos lácteos regionales. La producción de granos está aumentando y el distrito, que alguna vez importó grano, ahora lo vende a sus vecinos.
Un aldeano expresó en la revista ‘Down to Earth’: “Se limpiaron los bosques para la gente urbana. Perdí mi unidad agrícola y tenía que trabajar como un esclavo para la misma gente que la había destruido. La libertad del país no significa nada para nosotros. Recién fui libre en 1995, cuando comencé a cultivar nuevamente mis tierras. Para los aldeanos, libertad significa libertad de la pobreza. Esto se obtiene siendo autosuficiente”.
Los hombres que estaban procurando trabajos menores en las ciudades han comenzado a regresar a sus tierras de origen. Las mujeres, sin invertir tanto tiempo en acarrear agua, tienen ahora más tiempo para dedicarlo a la vida comunal y en uno de los estados más pobres de india, donde la tasa promedio de alfabetización es del 20%, cada vez hay más niños asistiendo a la escuela. Junto con estas mejoras, se creó un remozado sentimiento de “auto respeto”.
Tarun Bharath Sangh (TBS), Bheekampura-Kishori,
Via Thanagazi – 301 022, Alwar District, Rajasthan, India.
Teléfono: 091 01 4665555-25043.
‘Shree’ Padre,
PO: Vaninagar Via: Perla – 671 552, Kerala, India.
Referencia
– Mahapatra, R., 1999. The Arvari, coming back to life. Down to Earth, marzo 15. Society for Science and Environment, New Dehli