julio 2000, Volumen 16, Número 1
Las comunidades luchan contra la desertificación

Cosecha comunal de agua: Una estrategia contra la sequía

ANIL AGARWAL Y SUNITA NARAIN | Página
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India está en una crisis de falta de agua, a pesar que, en promedio, goza de relativamente abundantes precipitaciones pluviales. Cosechar agua puede ser una solución. Si el 5 a 10% de la tierra fuese usada para recolección de agua, habría suficiente agua para riego y necesidades domésticas.

Iniciativas recientes, tanto en el ámbito comunal como gubernamental, han hecho uso de las tradiciones de cosecha agua, olvidadas por mucho tiempo. Los resultados muestran que al revivir los sistemas de cosecha de agua, se estimula el desarrollo rural y se restauran ecosistemas locales. Este artículo discute algunas de estas iniciativas y explora cómo puede facilitarse el manejo comunal de recursos naturales.

Crisis de agua

Actualmente, cuarenta por ciento de la población mundial está experimentando una seria falta de agua. India es uno de los 80 países que carga con pesados costos sociales, políticos, económicos y ambientales, producto de esta crisis. El problema de calidad de agua afecta a unas 44 millones de personas en el subcontinente y la contaminación está muy extendida. Flúor, arsénico y hierro han ingresado al agua subterránea y al agua de mar contaminando las capas acuíferas. En verano, cuando la situación es particularmente aguda, las mujeres y las niñas tienen que caminar grandes distancias para acarrear agua. Cada vez se cavan pozos más profundos y baja el nivel de la napa freática; los pozos se secan gradualmente. Hace cincuenta años, había dos veces más agua por persona que hoy.

El agua no sólo es vital para la supervivencia de los humanos, sino que también es esencial para una economía que se basa en una biomasa estable. Aunque India ha invertido sustancialmente en un esfuerzo por explotar los recursos de los ríos y del agua subterránea para brindar servicios de irrigación a gran escala y para el suministro urbano, estos sistemas rara vez han llegado a los pobres en las áreas rurales. Con frecuencia, los grandes proyectos de desarrollo hídrico han conducido a una deficiente e injusta distribución de los recursos de agua y a nuevos asentamientos forzados.
Declinación de la cosecha de agua

En la región de Konkan, durante la estación de lluvias, en una finca el agua fluye de una laguna a otra

Hay tradiciones de cosecha de agua en varias partes del mundo (en desarrollo). Las estructuras tradicionales de cosecha de agua en la India son piezas de creatividad. A lo largo de varios siglos, gente de diferentes tipos de ecosistemas en toda la India ha usado habilidades de ingeniería básica para desarrollar una amplia variedad de técnicas y satisfacer sus necesidades de agua. Hoy, cuando se necesita el arte y la ciencia de “recolectar el agua allí donde cae”, para ayudar a asegurar una distribución adecuada, sostenible y equitativa de agua dulce, ésta es una sabiduría que está desapareciendo. Se deben hacer grandes esfuerzos para combinar las tradiciones para la cosecha de agua con la información proveniente de la ciencia y tecnología modernas (Agarwal y Narain, 1997).

El gobierno británico durante décadas devastó la herencia de conocimiento del manejo del agua de la población. La consecuencia de la determinación británica por maximizar la explotación de las riquezas de la India dio como resultado comunidades rurales empobrecidas y la destrucción de sus sistemas de administración. Las estructuras para el manejo del agua también fueron seriamente dañadas.

Cambios tecnológicos, tales como la introducción de pozos tubulares ubicó a los agricultores más ricos en el comando del área del tanque. Aquellos que podían pagar por instalar esos pozos, ya no tenían interés en cooperar con el resto de la comunidad en el manejo de los tanques. Muchas ciudades en el sur y centro de India, como Hyderabad, Chennai (Madrás) y Bangalore, crecieron alrededor de sistemas tradicionales de cosecha de agua. En las áreas urbanas, estos sistemas han desaparecido debido a la presión de empresas urbanizadoras o están muy contaminados. Hoy, los sistemas tradicionales de cosecha de agua sólo son importantes en áreas remotas, tales como los estados del Himalaya, que están más allá del alcance inmediato de la burocracia que administra el agua.

Aprendiendo de la experiencia

Durante la década de 1980, tuvieron éxito varias iniciativas comunales de manejo de recursos, que surgieron en respuesta a la crisis de manejo del agua. Algunas de éstas se describen a continuación. Muestran qué políticas se necesitan para transformar la pobreza ecológica en una riqueza económica sostenible. Hoy, estas iniciativas son particularmente importantes porque ya han logrado un nivel de madurez. Se han alcanzado progresos ecológicos y el impacto económico es obvio.

La aldea de Sukhomajri

Sukhomajri, cerca de la ciudad de Chandigarth, es la primera aldea en India que obtiene recaudación tributaria sobre las utilidades provenientes de la regeneración ecológica de su degradada cuenca hidrográfica. En 1979, cuando la nación enfrentaba una severa sequía, los aldeanos construyeron pequeños tanques para captar agua de lluvia. Acordaron proteger sus cuencas para asegurar que los tanques no se colmataran. Un gran incentivo fue el que el Departamento Forestal garantizara el derecho de usar las tierras y los pastizales de los bosques. Los aldeanos habían argumentado que deberían beneficiarse de la biomasa producida a cambio de proteger el agua de la cuenca. El Departamento Forestal acordó otorgar estos derechos a los aldeanos si le pagaban una regalía equivalente al promedio de rentas que hubiese obtenido antes de que los aldeanos protegieran la cuenca hidrográfica.

La combinación de inversiones públicas, privadas y comunales y los esfuerzos participativos de los aldeanos han resultado en una tasa de devolución del 19%, según un análisis de costo beneficio. Los tanques tubulares han dado como resultado un incremento de tres veces la producción de cultivos. La cantidad de pastos y forraje de árboles disponibles para el ganado en los bosques protegidos se ha incrementado considerablemente, produciendo, como consecuencia, mayor cantidad de leche. La prosperidad ha cambiando la economía de Sukhomajri: “¿Quién podía imaginar que se podían obtener televisores, tractores y bicicletas simplemente de pasto y agua?”, pregunta uno de los aldeanos.

Uno de los resultados más importantes del proyecto es que el costo de retirar el lodo del lago Sukhna, que suministra agua, corriente abajo, a Chandigarth, ha descendido dramáticamente. El sedimento que ingresa se ha reducido en más del 90%, ahorrando al gobierno 7,65 millones de rupias (0,2 US$) cada año por el trabajo de dragas y por otros rubros (Chopra et al., 1990).

Aldea de Ralegan Siddhi

Alguna vez, los tanques (eris) proporcionaban agua a un tercio de la tierra bajo riego en Tamil Nadu.

Ralegan Siddhi es una aldea de Maharashtra en un área proclive a sequías. Las precipitaciones anuales alcanzan entre 450 y 650 mm. Los aldeanos nunca pudieron confiar en cosechas regulares. En 1975, la aldea sufrió el flagelo de la pobreza y había menos de media hectárea de tierra bajo riego por familia. Krishna Bhaurao Hazare, un chofer retirado del ejército indio, comenzó a construir estanques, reservorios y compuertas en los canales. Debido a la constante percolación del agua, la capa freática se elevó. Simultáneamente, se aprovecharon los programas sociales forestales del gobierno para plantar de 300.000 a 400.000 árboles en la aldea y alrededor de ella. Debido a la mayor disponibilidad de agua para riego, se cultivó en tierra de barbecho. El área total de producción se incrementó de 630 a 950 hectáreas y los rendimientos promedios de mijo, sorgo y cebolla aumentaron sustancialmente.

La aldea hizo todos los esfuerzos posibles para asegurar un acceso equitativo a los recursos generados. El agua se distribuye equitativamente y solamente se cultivan plantas que consumen poca cantidad de agua. Hoy, en la aldea nadie depende de programas de alivio contra la sequía. Las rentas se han incrementado sustancialmente y la distribución es más justa que en otras áreas rurales de Maharashtra.

Ralegan puso más énfasis en una democracia participativa que en una democracia representativa. La aldea creó un impresionante sistema para la toma de decisiones y unos 14 comités aseguraron que la gente participara en todas las decisiones. Se estableció una ‘Gram Sabha’, una institución democrática participativa, para las decisiones comunales y para garantizar que cada familia participara en el proceso de desarrollo. También podía ejercer presión social cuando fuese necesaria (Mahapatra, 1997).
Un río muerto vuelve a la vida

La cosecha de agua ha hecho renacer al río Arvari, en una región árida y susceptible a sequías de Rajastan (ver Shree Padre, p. __). El río fluye a través de una región que soporta sequías: los agricultores que viven en las márgenes son extremadamente pobres y encuentran sustento migrando a las ciudades en busca de trabajo. De acuerdo con los registros históricos de la región, el río Arvari solía recargar agua subterránea a los pozos del área. Pero nadie recordaba haberlo visto fluir, excepto durante el corto período de monzones. El río, en sus 45 kms de recorrido hasta confluir en la reserva de una represa en el río Sainthal, fluye a través de unas 70 aldeas. Nace en los degradados cerros cerca a la aldea de Bhaonta-Koylala.

En 1986, trabajando con una ONG local, ‘Tarun Bharat Sangh’ (TBS), los aldeanos de Bhaonta-Koylala contruyeron una estructura para la cosecha de agua, ‘Johad’, con el fin de captar agua de lluvia y usarla para recargar el agua subterránea. Desde entonces se han construido muchas otras estructuras para la cosecha de agua en la captación de Arvani. Esos pequeños diques han ayudado a recargar el río y, desde 1995, éste ha sido perenne.

Distrito de Jhabua

La transformación de ecosistemas rurales con la participación de la gente, como son los casos descritos, han seguido siendo hechos aislados y, por lo general, se han logrado gracias a destacados líderes de las ONGs. Los esfuerzos gubernamentales de reforestación y manejo de la cuenca rara vez han podido reproducir estos éxitos. El problema es, con frecuencia, que la devolución del poder a las comunidades locales ha sido hecha a medias y de una manera inadecuada. La participación de la gente ha seguido siendo, en gran medida, determinada por la forma: “tú participas en mi programa”.

En Madhya Pradesh, sin embargo, el programa gubernamental de manejo de cuencas hidrográficas (‘Rajiv Gandhi Watershed Development Mission’) se ha convertido en un modelo de intervención gubernamental, porque promueve una participación pública en el manejo del medio ambiente. El programa, aplicado en todo el Estado, fue iniciado por el ministro jefe Digvijay Singh, quien se inspiró en el trabajo de Krishna Bhaurao Hazare, en Ralegan Siddhi. El programa tiene un enfoque integral y participativo. Hoy, los árboles prosperan en un distrito que hace 15 años parecía un paisaje lunar y los pozos están literalmente repletos de agua en un lugar descrito como proclive a sequías crónicas (Agarwal y Mahapatra, 1999).

El programa creó varios tipos de instituciones: de coordinación de políticas en el ámbito estatal, de implementación y coordinación a nivel del distrito y de la macrocuenca, y de trabajo en la aldea para asegurar que todos los aldeanos participen en el esfuerzo. Se han formado, por ejemplo, unos 1748 grupos de mujeres en 374 aldeas en Jhabua, que suman 25.506 participantes. Es más importante, sin embargo, el serio esfuerzo que se ha hecho para dar poder a las comunidades locales en la toma de decisiones y en el control de los recursos. Los aldeanos tienen un papel activo en la administración de los fondos del programa para la cuenca hidrográfica. Cerca del 80% de los fondos del programa son colocados en una cuenta bancaria manejada por los Comités de Desarrollo de la Cuenca de Agua constituidos por personas de las aldeas. Los Comités de Desarrollo de la Cuenca de Agua reúnen a los grupos de interés más importantes de la aldea, de una manera similar como lo hace el ‘Gram Sabha’.
Es posible la restauración de la ecología

Estos estudios de casos muestran claramente que es posible una restauración ecológica, aún en tierras altamente degradadas y que esta restauración puede regenerar economías rurales locales y aliviar la pobreza de una manera rentable (Agarwal y Narain, 1999). En otras palabras, ayudar a que la gente participe en mejorar su base de recursos naturales locales constituye una estrategia viable y efectiva para aliviar la pobreza. La clave para la restauración de la ecología está en un buen manejo y uso del agua de lluvia local. Esto debe ser apoyado por los sistemas comunales de toma de decisión y por las instituciones. También deben haber estructuras legales y financieras para permitir y promover una acción comunal.

Ejemplos como los mencionados todavía son aislados, porque no existe el sistema de autoridad necesario para fomentar el control de la gente sobre los recursos naturales. Han surgido instancias conducidas localmente, a pesar del sistema y no debido a él. El hacer cambios a nivel local requiere enorme perseverancia y esfuerzo por parte de un iniciador individual, especialmente, si el sistema de autoridad no otorga poder a las comunidades locales para que mejoren y cuiden su base de recursos. Sin embargo, el gobierno de Madhya Pradesh ha demostrado que, con voluntad política y la debida presión sobre la burocracia técnica y administrativa, el Estado está en capacidad de reproducir los logros obtenidos con el esfuerzo de la comunidad. La transformación de Jhabua es un buen ejemplo de los resultados que se pueden esperar cuando un gobierno empieza a trabajar seriamente junto con la gente.

Recuadro 1. Pasos hacia un sistema comunal de manejo de recursos naturales

•Mantenimiento del agua como recurso comunal. El agua, como recurso de propiedad común, es el nexo crucial para mejorar la productividad de las tierras de cultivo privadas. Es vital mantener el uso del agua local como un recurso comunal y no permitir que la distribución del agua siga el camino de la desigualdad existente en la tenencia de tierras.

•Adopción de un enfoque integrado para el desarrollo de los recursos de la aldea. Los actuales esfuerzos de desarrollo rural están muy fragmentados y se centran principalmente en la agricultura. Con frecuencia, los esfuerzos son contradictorios y contraproducentes. Sin embargo, el “ecosistema aldea” generalmente consiste de varios componentes integrados: tierras de cultivo, tierras de pastoreo, bosques y árboles, cuerpos de agua locales, ganado y diversas fuentes de energía. Lo que pasa en un componente invariablemente tiene impacto en los otros y todo se mantiene en un delicado equilibrio ecológico. Por eso, el desarrollo debe centrarse en un enriquecimiento holístico del ecosistema y se debe intentar incrementar la productividad de todos los componentes, desde los pastizales y tierras forestales pasando por las tierras de cultivo, los sistemas de agua y los animales.

•Asegurar la participación de la gente en la recuperación de los activos de la aldea. Todas las nuevas plantaciones y pastizales deben ser protegidos, pero eso necesita el apoyo de la gente. Sin ese apoyo, el tiempo de vida de los activos de la aldea, tales como diques de compuerta y tanques, será corto.

•Fortalecimiento de las instituciones de la aldea para permitir la participación de la gente. El uso racional y el mantenimiento de los recursos de tierra y agua de la aldea requieren disciplina. Los aldeanos tienen que asegurar que los animales no pasten en las tierras comunales protegidas y que las captaciones de los cuerpos de agua locales sean conservadas y usadas adecuadamente. También deben asegurar que el producto común de esas tierras sea distribuido equitativamente dentro de la aldea. Los aldeanos sólo pueden lograr esto si hay una institución efectiva en el ámbito de la aldea que les dé ímpetu y los comprometa en el control y el manejo de su medio ambiente. Una profundización de la democracia a nivel de las organizaciones de bases es crítica en el proceso de regeneración ecológica y manejo local del agua. Para promover la cooperación y la disciplina de los miembros del grupo, la institución en el ámbito de la aldea debe trabajar con un alto grado de democracia y transparencia en las tomas de decisiones. En India, las instituciones en el ámbito de aldeas han trabajado mejor cuando se han creado según las pautas del concepto gandhiano de una ‘Gram Sabha’, una institución de la aldea que da poder a los adultos para que tomen decisiones.

•Promoción de foros de toma de decisiones. Los foros públicos abiertos son más transparentes y responsables. También generan más confianza en la toma de decisiones que los pequeños concejos de aldea, elegidos. Invariablemente, es más fácil resolver conflictos dentro de la aldea en foros abiertos, donde se pueden tomar decisiones más justas, que cuando las instituciones son cerradas y secretas.

•Desarrollo de un marco legal que apoye los derechos locales para manejar los recursos. El gobierno indio es propietario de una porción significativa de las tierras y de los recursos de agua. Por eso, las comunidades de la aldea casi siempre son ajenas a su manejo y protección. Esto puede llevar a una depredación masiva de los bosques, a la sobrexplotación de las tierras de pastoreo y a descuidar los sistemas locales de agua. Las leyes que tratan sobre los recursos naturales, tales como tierra, agua y bosques, tendrán que ser cambiadas para dar a la gente el derecho de mejorar y desarrollar la base de recursos de la aldea. El marco legal debería alentar a que la gente tome la iniciativa para desarrollar su base de recursos naturales sin esperar que el gobierno actúe primero.

•Canalización de fondos gubernamentales directamente a las instituciones de la aldea. En el actual sistema, diferentes funcionarios y agencias gubernamentales controlan el financiamiento del cual depende el desarrollo de la aldea. Finalmente, sólo una pequeña parte del dinero llega a la comunidad y, con frecuencia, se gasta en proyectos que no son de prioridad local y sobre los cuales la aldea tiene poco control.
Conclusiones

El potencial para la cosecha de agua es enorme. Los casos que se mencionan aquí muestran que las mejoras comienzan con el incremento de la calidad y productividad de las tierras de cultivos, a medida que se incrementa la cantidad de agua disponible. Esto conlleva a una mayor producción de pastos y a un lento incremento en la producción de forraje y madera de los árboles y tierras forestales.

Pero, si la cosecha de agua va a apoyar un desarrollo rural sostenible, debe haber un cambio en los sistemas de manejo del agua (Recuadro 1), siendo necesarios sistemas descentralizados. Estos, a su vez, exigen un sistema comunal de manejo de recursos naturales. La única manera en que se puede lograr este objetivo es profundizando los sistemas de democracia participativa y ampliando la participación de la gente en el ámbito de las aldeas. Todos los asentamientos deberán tener un área legalmente definida que deben proteger, cuidar y usar. También debe haber un foro abierto en el cual todos se puedan reunir y discutir problemas, y trabajar para encontrar soluciones en común. Al reforzar y enfatizar la importancia de foros abiertos, soluciones y recursos naturales comunes, el mundo en desarrollo apuesta a revivir el espíritu comunitario que está muriendo y a reconstruir su devastado medio ambiente.

Este artículo proviene de: Agarwal A. y S. Narain, 1999. Making water management everybody’s business: water harvesting and rural development in India. The Gatekeeper Series No. SA87. International Institute for Environment and Development, 3 Endsleigh Street, Londres WC1H 0DD, Gran Bretaña.

Anil Agarwal y Sunita Narain,
Centre for Science and Environment, 41 Tuglakabad Institutional Area, Nueva Dehli 110 061, India.
Fax: +91-11-6980870.
E-mail: sunita@cseindia.org

Referencias
– Agarwal, A. y S. Narain (editores). 1997. Dying wisdom: rise, fall and potential of India’s traditional water harvesting systems. State of India’s environment: a citizens’ report. Centro de Ciencias y Medio Ambiente, Nueva Delhi.
– Agarwal, A. y S. Narain. 1999. Community and household water management, the key to environmental regeneration and poverty alleviation. Mimeógrafo, Centro de Ciencias y Medio Ambiente, Nueva Dehli.
– Agarwal, A. y R. Mahapatra. 1999. Madya Pradesh: regaining paradise. En: Agarwal A., S. Narain y S. Sen (editores), 1999. State of India’s environment – 1999: Citizens’ fifth report. Centro de Ciencias y Medio Ambiente, Nueva Delhi.
– Chopra, K., G. Kadekodi y MN Murphy. 1990. Participatory development: people and common property resources. Sage Publications, Nueva Dehli.
– Mahapatra, R. 1997. Field report on Adarsh Gaon Yojana. Mimeógrafo, Centro de Ciencias y Medio Ambiente, Nueva Dehli.
– Mahapatra, R. 1999. The Arvari, coming back to life. En: Down to Earth, 15 de marzo, Sociedad para la Comunicación de Medio Ambiente, Nueva Delhi.

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