junio 2000, Volumen 15, Número 4 - 3
Semillas para la agrobiodiversidad (número doble)

Puntos de vista locales sobre la conservación de recursos genéticos

RAÚL BONCODIN Y BELITA VEGA | Página
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Los estudios sobre conservación comunal de cultivos de raíces de UPWARD, especialmente de camote, demuestran que hay jardineros, agricultores y comerciantes, que con su experiencia y habilidad, se han creado una reputación local de «expertos» en el cultivo, procesamiento y comercialización del camote (Ipomea batata).

Estos innovadores locales sirven como líderes para los agricultores indígenas asegurando prácticas agrícolas efectivas y en su calidad de suministradores de nuevos materiales para la siembra, constituyen nexos importantes en los sistemas de semillas de camote.

Cada vez es más reconocida la importancia de la participación local en la conservación de los recursos genéticos. Sin embargo, todavía hay que explorar varias preguntas básicas. El Grupo UPWARD de Recursos Genéticos y Contactos de Biodiversidad reunió a investigadores e innovadores locales para compartir ideas sobre la conservación de recursos genéticos de cultivos de raíces, durante un Taller de Conservacionistas Locales, realizado en VISCA, Leyte, Filipinas (1998). Allí también se examinaron los proyectos de recursos genéticos de UPWARD apoyados por IDRC (Centro Internacional de Investigación de Desarrollo).

Conservación de recursos genéticos

¿Cómo define la gente local la conservación de recursos genéticos? En la investigación de conservación de la agrobiodiversidad, éste es un concepto claramente definido, que tiene un propósito determinado: detener la erosión genética e incrementar la diversidad en las fincas. Sin embargo, los locales tienen perspectivas de conservación muy dinámicas. Un concepto que surgió del taller es que la gente local ve a la conservación de recursos genéticos en función de la importancia que el cultivo tiene para sus vidas, sin disociar conservación del uso del cultivo. La decisión de conservar una variedad depende en gran medida de su utilidad.

¿Qué cultivos se conservan?

La mayoría de los participantes estaban preocupados por la necesidad de conservar cultivares de raíces, pero reconocían que los cambios en las condiciones socioeconómicas y socioculturales de su entorno limitaban posibles iniciativas. En el pasado, por ejemplo, los agricultores comerciales de camote de Leyte mantenían diferentes variedades tradicionales para satisfacer la demanda local. Sin embargo, recientemente, fueron obligados a descartar estos cultivares en favor de las variedades ricas en contenido de almidón, necesarias para la fábrica de almidón de camote abierta recientemente. Aunque muchos agricultores guardaron algunas de las variedades para uso doméstico, ahora rechazadas, se perdió un número importante de cultivos tradicionales de camote.

Los Ivatanes de Batanes también tenían una amplia variedad de cultivares rudos de plantas de raíz. Bien adaptados al duro entorno de la isla, estos alimentos básicos tradicionales habían sido conservados durante generaciones. En 1970, se introdujo el arroz y rápidamente dominó el campo. Los cultivos de raíces fueron relegados a la categoría de alimentos complementarios, útiles durante los meses de tifones, cuando las reservas de arroz son bajas. Al cambiar las preferencias alimenticias y porque los Ivatanes no los consideraron útiles, se perdieron muchos cultivos de raíz.

Dichos ejemplos muestran que el cambio socioeconómico y agroecológico incrementa la vulnerabilidad de los sistemas locales de conservación y debería ser considerado en las iniciativas comunales de conservación. La conservación no puede estar limitada al mandato de una institución formal a favor de un cultivo, sino que debe tomarse en cuenta la amplia gama de cultivos que necesita la gente para sobrevivir.

¿Cómo se realiza la conservación?

Los agricultores locales conservan sus cultivos preferidos plantándolos continuamente en sus fincas, huertos y parcelas. En Baloi, Lanao del Norte, cuando la yuca se convirtió en el cultivo dominante, los agricultores eligieron algunos cultivares tradicionales de camote y los trasladaron a zonas altas fértiles. Cuando el cultivo de yuca (manihot esculenta) se hizo menos atractivo, los agricultores reintrodujeron el camote y las parcelas ubicadas en las tierras altas proporcionaron el material necesario para que este sea cultivado.

También se contribuye a la conservación de los recursos genéticos utilizando técnicas indígenas ancestrales de almacenamiento de materiales de siembra. Por ejemplo, durante las sequías prolongadas, una jardinera de Bukidnon conserva los tubérculos de camote poniéndolos en una canasta cubierta con hojas secas de camote que mantiene guardada debajo de su casa, en un ambiente frìo y seco.

La estrategia adoptada por la mayoría de los participantes en el taller era la conservación por medio del uso. La sostenibilidad de las iniciativas de conservación se incrementa cuando tiene usos y beneficios concretos. Los jardineros de las huertas caseras en Bagulo City se han aventurado a procesar el camote y producir bocadillos con diferentes variedades. Esto proporciona un medio de sustento para las mujeres jardineras y ayuda a conservar los cultivos tradicionales de camote.

¿Quiénes son los conservadores locales?

Desde que la conservación es una actividad especializada, son pocos los individuos en una comunidad que pueden ser considerados conservadores locales. Generalmente son miembros importantes de la comunidad agrícola, y tienen un considerable conocimiento de la conservación de los recursos genéticos y un enfoque más consciente y sistemático para la conservación de cultivos. Los hombres tienden a conservar en las fincas, mientras que el terreno de las mujeres es el huerto casero. En Bukidnon, jóvenes alumnos y profesores de escuela están ayudando a conservar las variedades locales tradicionales de camote al mantener un banco de genes de camote en la escuela. Esto desarrolla una cultura conservacionista entre los niños y proporciona a la comunidad una fuente de buen material para plantar. Durante las discusiones en el taller se hizo evidente que los comerciantes de camote también tienen un conocimiento único acerca de la conservación. Futuras iniciativas deberían tener esto en cuenta.

En el taller se identificaron dos áreas de conservación comunal que deberían ser estudiadas más por UPWARD:

•El desarrollo de un enfoque orientado al usuario para la conservación participativa de recursos genéticos, creando una demanda de mercado que fomente el uso de una amplia gama de variedades de cultivos de raíces. Esto puede ser logrado al: a) unir conservación de recursos genéticos con sistemas de semillas, para asegurar que haya material sano para sembrar camote, cuando se necesite; b) desarrollar empresas de bocadillos en los hogares, que usen los huertos domésticos y los de las escuelas como fuente de materia prima.

•Investigar los retos en la agroeconomía de transición. Ese estudio debería examinar cómo los cambios económicos, industriales, ambientales y sociales han afectado la conservación de los recursos genéticos locales y el papel que tienen los cultivos de raíces en cambiar los sistemas para obtener medios de sustento.

 

Raúl Boncodin y Belita Vega

Raúl M. Boncodin, International Potato Center, Users’ Perspectives with
Agricultural Research and Development (CIP-UPWARD), P.O. Box 933,
Manila, Filipinas. Teléfono: +(63-49) 536-0235, Fax: +(63-49) 536-1662
E-mail de la oficina: CIP-Manila@cgiar.org
E-mail personal: raul@laguna.net

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