enero 2000, Volumen 15, Número 1-2
Encontrando bases comunes (número doble)

Los interesados evalúan las alternativas LEISA

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Los estudios históricos y de tendencias muestran que en cada zona de investigación, el desarrollo agrícola se ha visto influenciado por presiones de una agricultura orientada al mercado y por las tecnologías modernas. La agricultura en cada zona mostró señales inconfundibles de una falta cada vez mayor de sostenibilidad ecológica, económica y social. Por eso, los agricultores se ven forzados a buscar maneras alternativas para satisfacer sus requerimientos de alimentos y de ingresos.

Degradación ecológica
Agricultores y científicos discutiendo sobre la producción de maní

Desde la década de 1970, los agricultores de arroz de Filipinas han adoptado las prácticas intensivas de la Revolución Verde. Sin embargo, han encontrado que el costo de los insumos sigue aumentando, la tierra se degrada cada vez más, los rendimientos se han estancado y los beneficios económicos han disminuido. El uso indiscriminado de plaguicidas y de herbicidas ha conducido a una reducción del número de organismos vivos y la salud de los humanos se ha deteriorado. Los recursos de agua necesarios para la irrigación se han vuelto menos confiables, a medida que las napas freáticas bajan por exceso de bombeo y aumento de la escorrentía en las tierras altas.

En los Andes peruanos, la efectividad de los insumos modernos también ha declinado y, actualmente, sólo se usan en agricultura bajo riego, donde las oportunidades de mercado son buenas. Su uso ocasiona problemas similares a aquellos que ocurren en Filipinas. La agricultura en tierra de secano confronta una severa erosión del suelo, sobrepastoreo, pérdida de agrodiversidad y, como consecuencia de esto, la incidencia de plagas y enfermedades es alta.

En Ghana ha fracasado cualquier intento de introducir agricultura moderna. En la agricultura de secano, la fertilidad del suelo y su capacidad de retención del agua han disminuido debido a la remoción de nutrientes. Al mismo tiempo, la vegetación y la cantidad de materia orgánica en el suelo se han visto seriamente afectadas debido a quemas y a la labranza mecanizada, que ha causado la compactación del suelo. Esto ha reducido la seguridad alimentaria y de ingresos monetarios. Es más, el crecimiento de la población ha inducido un incremento de cultivos en tierras marginales y la desaparición de los períodos de barbecho genera más deforestación, erosión del suelo y agotamiento de nutrientes.

En India, el costo de los insumos modernos aumenta contantemente. En la meseta de Decán, la erosión del suelo, la poca cantidad de abono orgánico, un desequilibrio de la forma en que se usan los fertilizantes químicos y el monocultivo de maní han producido mayor susceptibilidad al estrés por falta de agua, una deficiencia de micro nutrientes y una vulnerabilidad a plagas y enfermedades.

Marginación económica
La transformación económica y la liberalización de la economía de mercado son razones importantes para la marginación de los pequeños agricultores. En Filipinas, los agricultores se ven forzados a buscar otras alternativas económicas y, con frecuencia, éstas están fuera de la agricultura. En India, en los últimos 20 años, los pequeños agricultores se han vuelto muy dependientes del maní para obtener ingresos en efectivo. Como no hay otro cultivo rentable, los agricultores continúan produciendo maní a pesar de la degradación ecológica que amenaza sus ingresos. Con frecuencia, la única alternativa es dejar la agricultura y buscar trabajo en otros lugares. Muchos agricultores en el norte de Ghana han regresado a la producción a nivel de subsistencia o permanecen en ella. La difícil situación económica del país significa que hay limitadas oportunidades para la migración de mano de obra y esto fuerza a los agricultores a buscar estrategias ecológicamente sólidas para intensificar la agricultura usando cualquier recurso disponible localmente. Los problemas que confrontan los campesinos del Perú son muy similares; la falta de seguridad alimentaria hace necesario que busquen ingresos fuera de la agricultura y migren a trabajar a la Costa o a la región amazónica como asalariados.
Desintegración social
Muchos problemas sociales que se encuentran en los lugares de investigación están relacionados con la degradación ecológica de la base de recursos naturales y con la marginación económica del sustento de los agricultores. La desintegración social agravada por la migración (India, Perú, Ghana), conversión de tierras (Filipinas, India), deuda (Filipinas, India), riesgo en salud (Filipinas, Perú) y la pérdida del conocimiento indígena (Perú, Ghana), amenaza el futuro de muchas comunidades rurales.
Se necesitan tecnologías LEISA
Es evidente que las tecnologías convencionales de HEIA (siglas en inglés de High External Input Agriculture) crean muchos problemas ecológicos y han dejado de ser una opción rentable para muchos agricultores. En el norte de Ghana y en las tierras altas de los Andes, la agricultura de secano es necesariamente dependiente de los recursos localmente disponibles. Los insumos externos, ya sean orgánicos o químicos, son necesarios en una agricultura orientada al mercado. Las prácticas de LEISA, específicas para una condición en particular, que hacen un óptimo uso de los recursos locales y de los procesos ecológicos y, cuando es posible, los complementan para asegurar sostenibilidad ecológica, económica y social, son más viables que las prácticas convencionales de HEIA y de LEIA. Para una agricultura sostenible, son una necesidad absoluta.

La mayor parte de los agricultores y trabajadores de desarrollo del programa de investigación de ILEIA están convencidos de la necesidad de LEISA, tanto para una agricultura de subsistencia como para la agricultura orientada hacia el mercado y han mostrado gran interés en identificar las prácticas de LEISA más apropiadas para su situación en particular.

Tecnologías LEISA apropiadas
En gran manera, la producción de arroz es afectada por las sequás las inundaciones, la falta o exceso de riego

Al identificar cuáles tecnologías LEISA encajaban mejor en un contexto agrícola en particular, se documentaron prácticas LEISA y se inició la experimentación del DPT. Los experimentos de DPT tenían la intención de dar como resultado una innovación tecnológica que respondiera a las necesidades percibidas por los agricultores. Se puede encontrar más información detallada sobre los experimentos y resultados de DPT en Abon (p. 29), Millar (p. 43), Karbo et al. (p. 49), Aalongdong et al. (p. 47), Reyes (p. 67), Álvarez (p. 62), Canales y Canto (p. 65), y AME (p. 74). Aquí, solamente se mencionan algunos puntos sobresalientes:

En Filipinas, el uso de estiércol de pollo, variedades tradicionales (mejoradas) de arroz, manejo natural de plagas y diversificación (patos, hortalizas, árboles frutales) en la agricultura de arroz, probaron ser alternativas populares para los productores de arroz de las tierras bajas. En tierras con una historia de agricultura química, unos 126 agricultores de DPT demostraron que el estiércol de pollo podía ser tan productivo como el fertilizante químico. En tierras con una historia de agricultura orgánica, el estiércol de pollo dio resultados aún mejores. Los agricultores también demostraron que las variedades tradicionales mejoradas de arroz podían ser tan productivas como las variedades de alto rendimiento. El costo – beneficio de estos niveles de estiércol de pollo y de fertilizantes químicos fue idéntico. Sin embargo, los agricultores concluyeron que la agricultura orgánica era menos cara: después de varias temporadas agrícolas, se necesita menos estiércol del pollo, hay menos problemas con plagas y enfermedades, y el manejo natural de las plagas es más barato que con productos químicos. La mayor limitación sigue siendo la poca disponibilidad de estiércol de pollo y otras fuentes de fertilizantes orgánicos, la falta de semillas tradicionales mejoradas de buena calidad, un sistema de comercialización muy incipiente para el arroz alternativo y pocas fuentes de créditos para su producción. Sin embargo, las experiencias con agricultura integrada de arroz y el sistema ecológico de intensificación de arroz desarrollado en Madagascar (Ver Boletín de ILEIA, Vol. 15, Nos 3/4) sugieren que todavía hay un considerable potencial para mejorar los cultivos de arroz.

En el norte de Ghana, los estudios del Programa de Investigación de ILEIA revelaron que un número cada vez mayor de agricultores está dejando las prácticas de quema de tierras. En los dos sitios de investigación, comunidades enteras han decidido no quemar y proteger sus campos. Una de las mayores revelaciones del programa de investigación para los agricultores fue, sin lugar a dudas, una visita a Burkina Faso, donde los agricultores han adoptado muchas técnicas diferentes para la conservación del agua y de la tierra y para mejorar la fertilidad del suelo, incluyendo elaboración de compost. Estas técnicas también podían ser viables en el norte de Ghana donde las condiciones climáticas no son tan secas como en Burkina Faso. La preparación de compost y la incorporación de la biomasa residual en el suelo son prácticas particularmente exitosas. En dos temporadas agrícolas, 88 agricultores de Langbensi y 55 de Sandema han adoptado estas prácticas. Ahora, muchos agricultores están en proceso de adaptar y refinar la tecnología para que sirva a sus condiciones específicas.

La experimentación con cultivos de cobertura (Mucuna, Calopogonium y Stylosanthes) para barbecho mejorado, ha suscitado el interés de los agricultores y todavía se continúan realizando experimentos. También hay algunas experiencias aisladas, pero exitosas, con agroforestería y agricultura orgánica.

En Perú hay abundante evidencia de que los agricultores buscaban estrategias alternativas para el manejo de plagas. Durante la investigación de ILEIA, surgieron nuevas prácticas para el almacenamiento de papas y para combatir plagas. La ‘Shipita’ está siendo usada para combatir la distomatosis (alicuya), una enfermedad parasitaria que tiene serias consecuencias económicas para los criadores de ovejas. En corto tiempo, esta práctica fue adoptada en la comunidad y más allá de ella. En el manejo de los pastos, los agricultores han comenzado a cultivar forraje y lo conservan para la temporada seca. Se están probando sistemas de irrigación a pequeña escala. Estos son de bajo costo y lo suficientemente flexible como para servir a diferentes usuarios. Los agricultores también han comenzado a preparar compost con los residuos de cultivos y los combinan con estiércol de vaca para mejorar la fertilidad del suelo. Sin embargo, no todas las nuevas prácticas han sido totalmente aceptadas por las comunidades y, por eso, los experimentos continúan.

Cimientos para una buena cuantificación
En todos los sitios de investigación, se ha hecho un intento para cuantificar la viabilidad de las prácticas de LEISA dentro de contextos específicos. Esto ha sido particularmente exitoso en Filipinas e India, donde se hicieron análisis estadísticos de los datos. Pero, los resultados se han visto seriamente afectados por condiciones climáticas adversas. En Filipinas, sólo hay datos cuantitativos confiables de la primera temporada agrícola, porque durante la segunda y tercera temporadas hubo sequía y tifones. En India hay datos cuantitativos desde 1994. Menos datos cuantitativos existen en Perú y en Ghana, donde las condiciones de los campos experimentales fueron menos homogéneas, haciendo poco confiable la cuantificación.

Ya que los datos obtenidos de DPT sólo cubren dos o tres temporadas agrícolas, solamente se pueden sacar conclusiones preliminares acerca de la viabilidad de las prácticas LEISA bajo condiciones específicas. Los agricultores usaron criterios e indicadores que eran importantes para ellos y la positiva evaluación que hicieron de las tecnologías de LEISA indica que éstas satisfacen sus necesidades mejor que las prácticas actuales. Sin embargo, la adopción de esas prácticas a gran escala por los agricultores es la mejor prueba de viabilidad y la experimentación de DPT en Ghana, Perú e India ha llevado a una rápida expansión de nuevas tecnologías.

De la práctica LEISA a los sistemas LEISA
El programa de investigación también identificó varias estrategias viables de transición para un desarrollo posterior hacia sistemas LEISA. En Perú, fue la ‘shipita’; en Ghana, el compost y otras técnicas de manejo de la fertilidad del suelo; en Filipinas, el estiércol de pollo; y, en India, el estiércol de corral.

En Perú, los resultados positivos de los ensayos con ‘shipita’ dieron origen a nuevos experimentos sobre el manejo de cultivos y a estudios de vectores de enfermedades para mejorar el manejo natural de los pastos. El éxito del compost en Ghana condujo a nuevas prácticas con los corrales de los animales cerca del pozo de compost, para que el estiércol pudiera ser recolectado con mayor facilidad, y a inversiones en carretas haladas por asnos para transportar el compost. También se llevaron a cabo experimentos con leguminosas forrajeras para la producción de biomasa. Estos ejemplos indican que los agricultores y los investigadores han recibido nuevos ímpetus para buscar soluciones, con una nueva orientación.

Los socios de investigación ven muchos de los resultados de DPT como contribuciones valiosas que pueden ayudar a convencer a los agricultores, investigadores y políticos de la necesidad de LEISA y el potencial que tiene. Los experimentos y estudios también ayudaron a convencer a los socios de investigación del valor del conocimiento indígena (ver Kauffman, p. 9; Álvarez, p. 62 y Appiah, p. 44).

Evaluación participatoria como metodología
En el programa de investigación de ILEIA, la evaluación participatoria -evaluación de agricultores complementada por validación y estudios científicos- funcionó como un enfoque que guiaba y monitoreaba el desarrollo de agricultura sostenible en el ámbito regional. La evaluación participatoria es, en primer lugar, una parte integral del proceso de DPT, donde los agricultores formulan sus propios objetivos, valores, criterios e indicadores para el desarrollo de la agricultura (sostenible). La evolución de sus sistemas agrícolas o medios de vida y el impacto de sus experimentos son analizados basándose en estos criterios. En un proceso cíclico participatorio de experimentación, análisis y conocimientos cada vez mayores, estos valores, criterios e indicadores gradualmente se dirigen más hacia la sostenibilidad. Los científicos pueden representar un papel importante en una evaluación participatoria, contribuyendo con sus puntos de vista, información, destrezas y tiempo.

En relación con el potencial de este enfoque, el programa de investigación de ILEIA solamente pudo arañar la superficie. Se necesita más desarrollo a varios niveles, incluyendo un trabajo efectivo con criterios, valores e indicadores para monitorear y evaluar el desarrollo de una agricultura sostenible. Un tema importante en la evaluación participatoria es cómo mantener el balance entre la evaluación realizada por los agricultores y por los científicos. En India, una observación fortuita de un agricultor dejó pensando a AME:

«¿Estamos haciendo los experimentos para nosotros o para los investigadores? Nosotros nos convencemos de las tecnologías mucho antes de que podamos convencerlos a ellos».

Variando las agendas e incrementando LEISA
Al final de Programa de Investigación, los socios de investigación y el equipo de ILEIA concluyeron que el proceso y los resultados habían contribuido a una comprensión más profunda de la necesidad de LEISA y de su potencial. El programa demostró la utilidad de LEISA y de los enfoques de ACI/DPT para el desarrollo de la agricultura sostenible.

«A través de LEISA y del proceso de DPT, los agricultores ganaron mucha confianza en sí mismos e incrementaron su autoestima. Tuvieron más motivación para trabajar, para identificar sus propios problemas y soluciones, y para ponerlos en práctica. Creo que es una base sostenible para el desarrollo» (Moses Appiah Abaare, administrador de Proyectos, Estación Agrícola de Sandema).

Esto también contribuyó a cambios en la investigación, en el desarrollo y en las agendas políticas, algo que es muy necesario si se ha de incrementar el desarrollo de la agricultura sostenible. En Filipinas, por ejemplo, la investigación de ILEIA ha demostrado cómo la experiencia de los agricultores puede ser efectivamente integrada con los enfoques científicos en el momento en que los investigadores están tratando de entender por qué los enfoques de HEIA tienen debilidades tan significativas. Los resultados del programa de investigación de ILEIA y las experiencias de otras organizaciones fueron discutidos en un taller a escala nacional, en mayo de 1999, donde participaron agricultores, ONGs y científicos. Las actas de este taller serán publicadas a fines de 1999 en una publicación especial de IIRR/ILEIA.

En India, el Grupo de Trabajo de Maní ha tenido éxito en suscitar el interés de la investigación formal en los problemas identificados por agricultores, en las áreas de secano tan dejadas de lado, y ha ayudado a disminuir la desconfianza de los agricultores y de las ONGs por la investigación formal. Las agendas de desarrollo de las ONGs, institutos de investigación y universidades ahora son más sensibles a las prioridades de los agricultores.

En Perú, se abrieron nuevos caminos al usar el conocimiento local de los agricultores. Los institutos de investigación y las universidades hacen ahora estudios más serios sobre las soluciones locales, mientras que las ONGs están cambiando sus programas de desarrollo para incorporar las prioridades de los agricultores.

En Ghana, es evidente que la extensión y la investigación formal que se centran en soluciones de tipo HEIA tienen poco que ofrecer a los agricultores de la región. La dinámica del GTLNG, con énfasis en LEISA y en ACI/DPT, ha dado nuevas esperanzas a los agricultores y a los que trabajan en desarrollo y ha estimulado el interés de los políticos regionales. El GTLNG está siendo reconocido como plataforma de debates, intercambios de ideas y promoción en el norte de Ghana y una publicación especial dedicada a los resultados del programa de investigación en Ghana contribuirá, sin duda alguna, a este proceso.

ILEIA sabe que se tiene que hacer mucho más para comprender y desarrollar LEISA. Es esencial documentar y evaluar los casos evidentes de LEISA donde participan un mayor número de agricultores. En los próximos años, ILEIA tiene la intención de seguir documentando y analizando las experiencias de LEISA, con la ayuda de las redes regionales. Definitivamente, vale la pena continuar la dinámica creada en los Grupos de Trabajo. Ya se han llevado a cabo algunas iniciativas y otras están a la espera de fondos. El equipo de ILEIA espera que las iniciativas de seguimiento que se basan en DPT, ACI y LEISA encuentren apoyo para la acción y apoyo financiero de los interesados regionales y, también, de donantes nacionales e internacionales.

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