enero 2000, Volumen 15, Número 1-2
Encontrando bases comunes (número doble)

La sostenibilidad de la producción intensiva de arroz se ve amenazada

HUMAYUN KABIR | Página
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La sostenibilidad de la producción intensiva del arroz se ve amenazada y el problema está atrayendo cada vez mayor atención. Se llevó a cabo un estudio exploratorio para el Programa de Investigación de ILEIA, para establecer una visión global del impacto ecológico y económico de las tendencias de desarrollo en la producción de arroz (Kabir, 1999). El estudio se basó en una encuesta bibliográfica, que después fue revisada por especialistas en arroz de PhilRice, PCARRD y UPLB. Este artículo resume los principales hallazgos.

La intensificación de la producción de arroz en las tierras bajas húmedas ha significado que sistemas relativamente extensos, de un cultivo anual, con agua de lluvia o con riego, y de cultivos resistentes a la sequía o la vegetación de barbecho se hayan convertido en tierras de monocultivo intensivo de arroz, de dos o tres cosechas por año. Esto ha traído varios cambios importantes en el sistema de producción.

• Producción todo el año con un número limitado de variedades de arroz.
• Campos de arroz inundados durante la mayor parte del año, sin períodos adecuados de secado.
• Alta dependencia en fertilizantes inorgánicos y plaguicidas.
• Mayor uniformidad de las variedades cultivadas.

Estos cambios del sistema de producción han llevado a una alteración biofísica a largo plazo de la base de recursos naturales. Esto amenaza la sostenibilidad ecológica de los cultivos de arroz (Pingali et al., 1997). En las estaciones de investigación y al nivel de fincas, estas tendencias se reflejan en una declinación de la productividad y en la disminución de la rentabilidad y eficiencia de insumos. Todo esto tiene serias implicancias en la sostenibilidad económica.

La declinación de los rendimientos ha sido registrada durante períodos largos, por medio de experimentos en estaciones de varios países y en la estación de investigación de IRRI. Sin embargo, la declinación de los rendimientos en las fincas aún tiene que ser confirmada por una evaluación científica. Las tasas de producción de arroz y del crecimiento están declinando y, en los principales países productores de arroz, están por debajo del crecimiento de la población. Los procesos y las tendencias que se discuten a continuación, amenazan la sostenibilidad ecológica y la sostenibilidad económica de la producción intensiva de arroz en tierras bajas.

Manejo del suelo
El uso de agro-químicos, una continua irrigación y una mecanización intensiva producen degradación del suelo.

Los fertilizantes químicos usados en la producción de arroz tienen una baja y cada vez menor eficiencia. Se pierden nutrientes a través de la volatilización y por desnitrificación, filtración o escurrimiento. Entre el 40 y el 70% del nitrógeno químico aplicado al suelo se pierde en el medio ambiente, lo que produce contaminación del aire, del suelo y del agua de superficie. Al mismo tiempo, un incremento en emisiones de metano contribuye al cambio climático por el efecto invernadero.

Se ha observado con frecuencia la disminución de nitrógeno de fertilizantes, factor responsable, en parte, de la productividad. Trabajos recientes llevados a cabo en IRRI, sugieren que las tierras húmedas continuamente irrigadas tienen una capacidad reducida para suministrar nitrógeno. El suelo inundado mineraliza la materia orgánica con demasiada lentitud. Con el retiro y la quema de paja de arroz se pierden enormes cantidades de nutrientes. Cuando se retira la paja de arroz de una parcela de una hectárea, por ejemplo, de una variedad de alto rendimiento, también se pierden 66 kg de N, 6 kg de P y 160 kg de K. Esta pérdida, junto con desequilibrios en el uso de fertilizantes, ha incrementado la incidencia de deficiencias de fósforo, potasio y micro nutrientes en muchas tierras donde se cultiva arroz.

Los ciclos estacionales de labranza mecanizada y de fango por períodos largos resultan en la formación de placas duras y acumulación de agua en el suelo de los arrozales. Aunque favorables para la producción de arroz, estas placas duras crean problemas en cultivos posteriores que no sean arroz, limitando la diversificación en los sistemas intensivos de arroz.

Manejo de agua
Desde 1979, la expansión de tierras irrigadas no ha estado al ritmo del crecimiento de la población. Esto se debe principalmente a los cada vez mayores costos de irrigación, a inadecuadas políticas gubernamentales de inversión y al favoritismo por la privatización. Por el mal drenaje y la baja calidad del agua, el 25% del arroz irrigado sufre algún grado de salinidad. Una severa erosión tierras arriba causa sedimentación; lo que, a su vez, afecta la capacidad de almacenamiento de los reservorios y reduce la cantidad de agua de riego disponible. Debido a un exceso de bombeo y a un incremento del escurrimiento, las reservas de agua en el suelo han disminuido masiva y constantemente. Al mismo tiempo, el rápido ritmo de industrialización y urbanización ha dado como resultado una competencia cada vez mayor por la escasa tierra y los pocos recursos hídricos.

La cantidad de tierra irrigada está disminuyendo rápidamente debido al aumento de la población, urbanización e industrialización. En China, por ejemplo, donde hay poca tierra disponible, se han perdido casi 4 millones de hectáreas de tierra cultivable, la mayor parte en áreas irrigadas. Además, largas extensiones de tierras irrigadas ya no están en producción por mal mantenimiento de la infraestructura de riego existente.

Manejo de plagas
El continuo cultivo de arroz, la uniformidad en las variedades cultivadas y el imprudente uso de plaguicidas ha conducido al incremento de plagas en los sistemas de arroz por irrigación y al incremento de la aplicación de plaguicidas. Muchas plagas se hacen resistentes a plaguicidas, fungicidas y herbicidas. Se usan plaguicidas porque se cree que no es posible producir arroz sin un alto nivel de sustancias químicas para controlar las plagas. Un estudio reciente de IRRI ha demostrado que el 80% del plaguicida aplicado por los agricultores de arroz era innecesario. Los plaguicidas causan problemas ecológicos y de salud para humanos y animales. También contaminan el agua de superficie y son una de las principales razones por la que los depredadores naturales de las plagas y enfermedades, así como peces, ranas, caracoles, cangrejos y camarones comestibles, hayan desaparecido del entorno natural y de las fincas.

El Manejo Integrado de Plagas (MIP) ha probado ser efectivo para revertir esas tendencias. En los países donde se ha promovido, ha habido una disminución significativa de la cantidad de insecticidas usados. Sin embargo, todavía se usan cantidades alarmantes de herbicidas para contrarrestar costos cada vez mayores de mano de obra y para facilitar una siembra directa.

Mejoramiento de cultivos
El nuevo super arroz tiene un alto potencial de rendimiento pero todavía no se conocen cuáles son los riesgos para los pequeños agricultores.

El monocultivo intensivo de arroz está dominado por variedades modernas, con una base genética poco diversificada. Las variedades tradicionales de arroz son cada vez más raras y son usadas por pocos agricultores. Desde la década de 1960, ha habido poco incremento en el potencial de rendimiento de las variedades modernas. Solamente las variedades híbridas tienen un alto potencial, pero éstas son caras y necesitan condiciones de irrigación bien controladas, que generalmente los agricultores pobres y marginales no pueden costear. En las regiones donde las condiciones de producción son favorables, los niveles de rendimiento de muchos agricultores pueden estar cerca al potencial de rendimiento asumido para las variedades modernas.

Usando ingeniería genética, ahora los investigadores están tratando de obtener un super arroz nuevo, con un potencial de rendimiento de 13-15 toneladas / ha. Aunque es demasiado pronto para evaluar el impacto económico, social y ecológico de este super arroz, es difícil que pueda mejorar la situación económica de los pequeños agricultores. Tampoco se conocen todos los riesgos implicados en usar ingeniería genética en un alimento básico tan importante.

Debido a que surgen dudas sobre la habilidad de los fitomejoradores para incrementar el rendimiento potencial del arroz, el aumento necesario de la producción de alimentos debe provenir de un incremento del rendimiento promedio. Esto va a ser difícil en lugares donde la producción de cultivos ya ha sido muy intensiva. Cuando los niveles de rendimiento se acerquen al 75% de su potencial máximo, el número de plagas se intensificará y será difícil mantener el suelo en buenas condiciones. Esto significa que cada vez será más importante mejorar el rendimiento del arroz en condiciones menos favorables.

Nuevas luces sobre la ecología del arroz indican que el potencial de rendimiento de las variedades de arroz disponibles, es mucho mayor de lo que se había pensado (ver el artículo de Sistema de Intensificación de Arroz en Madagascar, Boletín de ILEIA, Volumen 15, Nos. 3 y 4, diciembre 1999). Es posible lograr considerables incrementos en los rendimientos sin el uso de ingeniería genética, lo que podría también estar dentro del alcance de los agricultores más pobres que trabajan en condiciones marginales.

Los agricultores abandonan las tierras
Mejores salarios en áreas urbanas y la pobreza rural hacen que los trabajadores agrícolas migren del campo a la ciudad. Esto crea una crisis de mano de obra en los campos, en particular durante las épocas donde hay mas trabajo agrícola. Cuando falta mano de obra y ésta se hace más costosa, los agricultores se ven forzados a usar tecnologías que ahorran mano de obra, incluyendo herbicidas y mecanización. A la larga, esto puede conducir a un incremento en el tamaño de las fincas de arroz.

La cada vez menor efectividad de los fertilizantes químicos, de los plaguicidas y del agua de riego, debido a los problemas ecológicos ya mencionados, junto con los mayores costos de mano de obra e insumos en proporción al precio de los campos inundados, han contribuido a hacer que el cultivo de arroz sea menos rentable. La liberalización y la globalización del mercado de arroz son causa de una presión adicional para los precios de arroz. La declinación general en términos de intercambio entre los productos agrícolas e industriales también ha ayudado a marginar económicamente el cultivo de arroz, y los agricultores se ven obligados a buscar otras fuentes de ingresos. Los jóvenes están forzados a buscar empleo fuera de la agricultura; y, a largo plazo, esto puede significar que el número de agricultores disminuya.

Cultivo de arroz con miras a una sostenibilidad
Esos desarrollos afectarán el futuro del cultivo de arroz, y la elección de tecnologías y políticas influirá mucho en la sostenibilidad de la economía del arroz. Las opciones tecnológicas disponibles desarrolladas por los científicos y por agricultores innovadores, tradicionales y ecológicos, deberían ser analizadas cuidadosamente, describiendo sus impactos económicos, sociales y ecológicos. Los resultados pueden servir para apoyar las decisiones de agricultores, investigadores y políticos, en su esfuerzo por asegurar una producción sostenible de arroz.

Humayun Kabir
Instituto Internacional de Reconstrucción Rural, Silang Cavite, Filipinas.
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Humayun Kabir es un especialista en arroz en el Instituto Internacional de Reconstrucción Rural, en Filipinas. Este artículo es un resumen de Kabir, H, Sustainability issues in lowland rice production. Informe para el Programa de Investigación de ILEIA.

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