Cuenta la historia del perfeccionamiento de varias herramientas tradicionales, en particular de arados, tanto en el Cusco, en los Andes del sur del Perú. A través de la colaboración estrecha entre agricultores, ingenieros y unos pocos herreros, en el diseño y prueba de nuevas herramientas y equipos.
En el Perú, el Proyecto Herrandina muestra tanto el potencial de desarrollo de tecnologías participativas como los problemas relacionados con la producción masiva de resultados. Este proyecto, financiado por la cooperación bilateral del gobierno suizo para el desarrollo, tiene por objeto mejorar las herramientas, implementos y equipos utilizados por los agricultores andinos. En el período comprendido entre 1985 y 1995, el Proyecto extendió sus actividades desde el Cusco hasta abarcar la mayor parte del Perú.
El mejoramiento de las semillas, la conservación de suelos y la recuperación de variedades locales de cultivos han logrado alcanzar cierto progreso para incrementar la producción agrícola basada en métodos tradicionales. Sin embargo, se ha prestado muy poca atención a los aspectos mecánicos. Así, el personal de Herrandina formuló un proyecto destinado a mejorar las herramientas e implementos de uso tradicional.
Cuadro 1: Comparación entre el arado tradicional y el arado Herrandina
Detalles comparados
Arado de madera tradicional
Arado Herrandina mejorado
Tiempo de duración
Posibilidades de ajuste
Posibilidades de reparación
Uso
Efecto
Eficiencia
Costo 2-3 años
no es posible, a menos que el arado sea desmantelado
difícil
sólo para arar
arado sólo superficial
1 ha en 28 horas
US$15-20 10 años
se puede ajustar
fácilmente la altura de trabajo
y la profundidad de arado.
fácil reparación, soldadura y
reemplazo de las partes.
para arar, surcar, aporcar,
desherbar y cosechar papas.
puede arar a mayor profundidad
con ajustes fáciles.
1 ha en 18 horas
US$60-70 Desarrollo tecnológica conjunto
El Proyecto Herrandina trabajó de manera muy similar al Programa del FIT en Ghana. Se siguieron pasos para comprender el proceso agrícola y el uso diario de herramientas e implementos y jun to con los agricultores se discutió sobre las limitaciones para incrementar la productividad. Al parecer, se trataba principalmente de límites en el trabajo relativos a la calidad y preparación de lo; suelos así como al deshierbe y aporque de la planta durante el primer período de crecimiento. También se consideró importante la baja calidad de trillado de cereales, pues se obtenían granos partidos y sucios de poco valor para el mercado.
Para abordar estos problemas, se iniciaron actividades destinadas a la creación de herramienta; y equipos confiables que fueran práctica y culturalmente apropiados y no muy caros. Agricultores, ingenieros y sólo algunos pequeños empresarios trabajaron juntos para diseñar y probar las nuevas herramientas y equipos. De esta manera, en pocos años, lograron mejorar el diseño de ocho herramientas manuales y desarrollar un arado multiuso basado en el modelo tradicional y una trilladora de cereales dotada de equipos adicionales (una venteadora y una prensa empacadora). Las experiencias observadas, sobre todo con respecto al uso del arado, demuestran la relevancia de los resultados obtenidos gracias a dicho enfoque participativo.
El ‘arado de palo’ y el ‘arado Herrandina’
En la figura 1, se puede observar el tradicional arado de palo, de forma simétrica y fabricado en madera, que se ha utilizado desde la conquista española, mientras que en la figura 2 se puede observar el ‘arado Herrandina’. A primera vista, se diría que los dos arados son similares, pero si miramos más de cerca el diseño de Herrandina: está enteramente fabricado en acero. No de fierro dulce bajo en carbono, sino más bien de barras de fierro de construcción, usadas para reforzar el concreto. Dichas barras se pueden conseguir con facilidad y son relativamente baratas. Debido a su contenido de carbono ligeramente mayor, este tipo de acero tiene una mayor resistencia a la tracción y es más resistente al deterioro y a las rupturas que el fierro dulce. El diseño permite intercambiar algunas partes logrando un arado más versátil. Mientras que un arado tradicional de madera se puede utilizar tan sólo para arar, el arado Herrandina se puede utilizar también para el mantenimiento de los cultivos y para cosechar papas (véase la figura 2). El principio de funcionamiento del arado Herrandina es el mismo que el de su predecesor tradicional y su uso no requiere habilidades adicionales. En el cuadro 1 se comparan las características de ambos arados.
Cuadro 2: Total de ventas dé herramientas, implementos y equipos
1989
1990
1991
1992
1993
herramientas manuales
implementos
equipos
3535
366
152
1484
831
106
2686
674
185
10156
2733
861
4300
1100
750
Las ventas en 1992 fueron altas debido a una orden de $500,000 de Caritas Perú
Difusión de apoyo
Luego de mejorar las herramientas y los implementos en la región del Cusco, se consideró que los diseños creados serían útiles también en todas las demás regiones andinas. Así, Herrandina abrió sus oficinas en Cajamarca (ubicada en el norte) y en Lima. El Proyecto seleccionó a empresarios del sector metalmecánico para fabricar los equipos en la mayoría de las ciudades andinas. Esto fue estratégicamente importante, ya que, de esta manera, se pudo llegar a difundir ampliamente las herramientas, implementos y equipos sin perder el diálogo entre los fabricantes de dichas herramientas y los usuarios. En los años que siguieron a la expansión del Proyecto por todo el país, se lograron algunos cambios y refinamientos gracias a las sugerencias de los agricultores. Los empresarios también se mostraron muy inventivos, mejorando no sólo los diseños sino también los métodos de producción.
El Proyecto Herrandina muestra que diseños desarrollados localmente con una fuerte participación de los agricultores se pueden producir en grandes cantidades y así beneficiar a agricultores que se encuentran más allá de la región en donde se diseñaron originalmente. El cuadro 2 ilustra dicha situación mediante las cifras de las ventas totales en un período de cinco años.
Para lograr un impacto de tal envergadura, el contacto entre los usuarios y los fabricantes resulta esencial. Los empresarios del sector metalmecánico se convirtieron en los fabricantes, innovadores y, finalmente, promotores de las herramientas e implementos mejorados. Diferentes proyectos u ONG pueden servir de intermediarios o de meros facilitadores del contacto entre los fabricantes y los usuarios. Al culminar un proyecto con financiamiento externo como éste, se deben obtener resultados comercialmente factibles, para que la difusión del uso pueda llevarse a cabo. Por lo tanto, se debe llegar a un equilibrio entre la utilidad de los equipos para los usuarios y los intereses comerciales de los fabricantes.
Kor Voorzee, consultor técnico de Herrandina en el periodo 1990-1995, trabaja actualmente en TOOL Consult, Sarphatistraat 650, 1018 AV Amsterdam, Paises Bajos.
Si desea obtener mayor información en el Perú, póngase en contacto con: Herrandina, atención: Raúl Hermoza, Jr. Marte 581, Urb. La Luz. Lima 1, Perú (Fax: +51 1 3375415).