Los circuitos cortos son una manera de vincular directamente a los productores con los consumidores. En los últimos años esta relación ha sido cada vez más fuerte y demandada por los consumidores que buscan productos locales, frescos, de temporada, agroecológicos, limpios y a costos razonables.
El plan estratégico del Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas (PMA) en el Ecuador busca sinergias entre su acción y la del gobierno. El plan contribuye a las prioridades de desarrollo del Gobierno de Ecuador y está alineado con la Agenda 2030 para lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible 2 (Hambre cero) y 17 (Alianzas para alcanzar los objetivos), mediante la implementación de actividades orientadas a reducir y prevenir la malnutrición y la inseguridad alimentaria de la población más vulnerable.
Las actividades que el PMA desarrolla promueven la transferencia de conocimientos centrándose en cuatro efectos estratégicos: a) las personas vulnerables que se encuentran en situación de movilidad humana (OIM, 2012) pueden acceder a alimentos para satisfacer sus necesidades nutricionales básicas; b) los pequeños productores, en especial las mujeres, aumentan sus ingresos de forma duradera y mejoran su productividad; c) las comunidades y las personas con inseguridad alimentaria que viven en zonas muy vulnerables al cambio climático, así como las instituciones gubernamentales, cuentan con una capacidad fortalecida de adaptación al cambio climático, y d) las instituciones y los programas nacionales en el Ecuador, entre ellos los programas de protección social, reciben apoyo para reducir la inseguridad alimentaria y la malnutrición.
En este marco, el PMA basa su experiencia en el diseño de programas, estudios, investigaciones operativas y evaluaciones a fin de contribuir con los países para enfrentar el reto de reducir la desnutrición.
A finales de 2016 e inicios de 2017, el PMA, conjuntamente con el Ministerio Coordinador de Desarrollo Social (MCDS), desarrolló su estrategia de intervención en nutrición, focalizándose en grupos vulnerables como familias con mujeres embarazadas, madres en periodo de lactancia y niñas y niños menores de un año, mediante un modelo integral enfocado en procesos dinámicos de nutrición, higiene y género, y que asegura la corresponsabilidad de los participantes. En este proceso se identificaron asociaciones de pequeños productores (APP) –tanto mujeres como varones– para vincularlos al proyecto como proveedores de “canastas de alimentos”.
Esta iniciativa articula los esfuerzos de instituciones como el Gobierno Provincial de Imbabura (GPI), Direcciones Provinciales de Salud, Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES), Ministerio de Agricultura (MAG), juntas parroquiales a través de sus dirigentes comunitarios y APP.
La capacitación y el asesoramiento técnico se convierten en un aspecto importante para el fortalecimiento de las capacidades de las APP (figura 1). El proceso parte del reconocimiento de las habilidades locales, el apoyo tecnológico (“no son grandes inversiones”) que se combina con un proceso de aprendizaje y alianzas estratégicas para mejorar la producción y el consumo de las familias productoras y consumidoras.
El fortalecimiento organizacional de las APP es el pilar para la vinculación con nuevos mercados. En el caso estudiado se vinculó a cerca de 100 pequeños agricultores pertenecientes a tres asociaciones, como proveedores de canastas de alimentos para la población vulnerable, focalizada en las localidades de intervención de la actividad “1000 días” y proveedores de productos como frutas, verduras, granos y cereales a instituciones educativas para la preparación del almuerzo escolar.
Agricultor en su jornada diaria, Imbabura, Ecuador. Patricia Natividad
El estudio considera dos puntos: análisis del contexto local a través de la teoría del cambio y seguimiento formativo “reflexión-acción” (Scriven, 1967) para entender “qué ha sucedido, cómo mejorar y qué hacer en el futuro”. El análisis incorpora una evaluación del proceso en todo su desarrollo.
Las preguntas de investigación se enmarcan en validar si la vinculación de las APP con mercados alternativos logra: a) incrementar los ingresos económicos; b) los ingresos se destinan al bienestar familiar; c) la capacitación y el apoyo técnico recibido fortalecen a las APP, y d) las capacitaciones en seguridad alimentaria y nutrición mejoran el consumo y la diversidad de la dieta de los pequeños productores. Al mismo tiempo, se incorpora el enfoque de género a través de preguntas concretas sobre el empoderamiento económico de la mujer y su participación en la toma de las decisiones familiares o de la APP.
Características de las Asociaciones de Pequeños Productores
La mayoría de los hogares de las APP están encabezadas por varones de 35 a 64 años de edad, con educación primaria y autoidentificados como mestizos. De los miembros de las tres asociaciones que participan (en el segundo levantamiento de información cuantitativa se supo de una tercera asociación de pequeños productores, Tierra del Sol, como referencia en la evaluación de proceso desarrollada), la mayoría tiene hogares nucleares (padres e hijos). La estructura etaria refleja una población mayoritariamente joven (menor de 35 años). Se presentan casos de migración de las personas jóvenes, vinculados a la educación y a la capacidad económica: “salen a educarse y pueden no regresar”, lo que se reflejará en el envejecimiento de la población.
Como se esperaría en grupos que se han asociado entre sí pero que no comparten una misma comunidad de origen, las APP son diferentes en su estructura demográfica. La asociación Yo Prefiero tiene una membresía de varones y mujeres por igual; Frutos de la Pachamama está constituida principalmente por mujeres.
En el caso de las APP, ocho de cada 10 socios pertenecen al sexo femenino. En la APP, Yo Prefiero, las mujeres son casi la mitad (45%). La mayoría de los socios de las tres asociaciones tienen entre 35 a 49 años de edad.
La distribución de hogares según la capacidad socioeconómica es también diferente entre las asociaciones. Yo Prefiero es claramente el grupo con mayor disponibilidad de recursos. La mayoría tiene ingresos por debajo del promedio nacional rural (USD 599 por hogar por mes en marzo de 2017). La media de las familias de los socios indica que necesitan USD 640 mensuales en Yo Prefiero y USD 388 en Frutos de la Pachamama para mantener a sus familias (el salario básico unificado en Ecuador asciende a USD 386).
La educación formal es un objetivo de las familias. La gran mayoría de quienes tienen más de cinco años de edad estudia en el nivel que le corresponde (educación básica y bachillerato). En Frutos de la Pachamama y en la asociación Tierra del Sol –esta última es un referente del proceso de vinculación a mercados alternativos y trabajó con el PMA La mayoría de los hogares de las APP están encabezadas por varones de 35 a 64 años de edad, con educación primaria y autoidentificados como mestizos. De los miembros de las tres asociaciones que participan (en el segundo levantamiento de información cuantitativa se supo de una tercera asociación de pequeños productores, Tierra del Sol, como referencia en la evaluación de proceso desarrollada), la mayoría tiene hogares nucleares (padres e hijos). La estructura etaria refleja una población mayoritariamente joven (menor de 35 años). Se presentan casos de migración de las personas jóvenes, vinculados a la educación y a la capacidad económica: “salen a educarse y pueden no regresar”, lo que se reflejará en el envejecimiento de la población.
Como se esperaría en grupos que se han asociado entre sí pero que no comparten una misma comunidad de origen, las APP son diferentes en su estructura demográfica. La asociación Yo Prefiero tiene una membresía de varones y mujeres por igual; Frutos de la Pachamama está constituida principalmente por mujeres.
En el caso de las APP, ocho de cada 10 socios pertenecen al sexo femenino. En la APP, Yo Prefiero, las mujeres son casi la mitad (45%). La mayoría de los socios de las tres asociaciones tienen entre 35 a 49 años de edad.
La distribución de hogares según la capacidad socioeconómica es también diferente entre las asociaciones. Yo Prefiero es claramente el grupo con mayor disponibilidad de recursos. La mayoría tiene ingresos por debajo del promedio nacional rural (USD 599 por hogar por mes en marzo de 2017). La media de las familias de los socios indica que necesitan USD 640 mensuales en Yo Prefiero y USD 388 en Frutos de la Pachamama para mantener a sus familias (el salario básico unificado en Ecuador asciende a USD 386).
La educación formal es un objetivo de las familias. La gran mayoría de quienes tienen más de cinco años de edad estudia en el nivel que le corresponde (educación básica y bachillerato). En Frutos de la Pachamama y en la asociación Tierra del Sol –esta última es un referente del proceso de vinculación a mercados alternativos y trabajó con el PMA en 2015– encontramos casos de niños y niñas de cinco a 14 años, y adolescentes de 15 a 17 años que trabajan y no estudian. Esto puede explicarse por la situación socioeconómica de los hogares y la prioridad que asignan a la generación de ingresos. Las familias de los socios de Yo Prefiero tienen una media de 4,4 miembros, de los cuales 1,6 son perceptores de ingresos, mientras que en Frutos de la Pachamama la composición familiar es de 4,7 miembros; en este caso, el número de perceptores de ingresos es solo de 1,5 personas.
Si consideramos el número de personas del hogar que participa en actividades de la finca, este es elevado y se aproxima al total de integrantes de cada hogar (Yo Prefiero: 2,3; Frutos de la Pachamama: 3,5). En Frutos de la Pachamama se aprecia que los miembros del hogar tienen una alta tasa de colaboración en el desarrollo de las actividades agrícolas, lo que limita el uso del tiempo para otras actividades. Yo Prefiero cuenta con socios que tienen estudios superiores; sin embargo, este nivel educativo preocupa a los hogares porque puede desencadenar la emigración de los jóvenes hacia localidades con mayor población y presencia de centros educativos de niveles superiores. Se abre una brecha entre los jóvenes que se quedan en las comunidades sin dar continuidad a sus estudios y aquellos que, gracias al incremento de los ingresos familiares, salen a estudiar.
Los niños y adolescentes ayudan en el trabajo agropecuario. Una proporción importante (del 25 al 100%) de los integrantes del hogar de cinco a 17 años participa en las tareas agropecuarias. Esta participación no supone un abandono escolar a temprana edad, sino una participación en las labores productivas familiares.
Los productos entregados por las APP permiten la elaboración de canastas nutricionales de alimentos frescos que aportan 2100 kilocalorías. Durante 15 meses se entregó un promedio de 350 canastas mensuales, (cuadro 1), lo que equivale a la inserción de USD 210 000 en la economía local durante el periodo citado.
Según el Reporte de Economía Laboral del INEC (2017), la tasa de participación global (TPG) a nivel nacional fue de 68,9%, siendo más elevada en el ámbito rural con un 75,4%. La tasa de desempleo en ese mes a nivel nacional para las mujeres fue de un 5,4% de la PEA (3,2% para hombres). La tasa a nivel nacional de empleo bruto se ubicó en 66%, siendo en el ámbito rural de un 74,1%.
El involucramiento en negocios familiares es igual entre mujeres y varones. Además es notable que una proporción igual de mujeres y de varones participe en tareas agropecuarias. En el periodo 2016-2017 no se dieron cambios significativos entre mediciones, con una excepción: el descenso del porcentaje de mujeres de Yo Prefiero que ayudan en las tareas de la finca (de 81% a 69%). Sin embargo, los varones indican haber trabajado en mayor proporción a tiempo completo (Yo Prefiero: 75% de varones y 51% de mujeres; Frutos de la Pachamama: 79% de varones y 55% de mujeres). A su vez, el involucramiento de los varones en otros negocios “no agropecuarios” también es mayor que el de las mujeres en Frutos de la Pachamama (18% varones y 9% mujeres). Las mujeres indican carga horaria también para el desarrollo de los “quehaceres del hogar” (13% en ambas APP), mientras que los varones no reportan carga horaria en esta actividad.
Una parte de las mujeres ha cambiado de trabajo productivo a “tiem¬po completo” a “tiempo parcial”. Este cambio sugiere que las mujeres tienen actualmente un papel más activo en la comercialización de los productos de la finca ya que su carga horaria no se ha reducido.
Proceso de evaluación
La evaluación permitió determinar los efectos de la actividad en dos niveles: el estado nutricional y la diversidad de la dieta de las familias con madres embarazadas o niños menores de un año que recibieron las canastas (consumidor), y también los cambios en los ingresos de los pequeños productores locales, en particular de las mujeres, así como la toma de decisiones al interior del hogar y en la asociación.
Durante los 15 meses de operación de la actividad, el PMA, conjuntamente con los socios locales, realizó el levantamiento de información (dos tomas cuantitativas al inicio y al final del proyecto) y varias acciones de monitoreo como: control de la salud de las madres y de los niños, asistencia a las capacitaciones-aprendizajes y verificación de calidad, empaque y presentación de los productos entregados por las APP en las parroquias donde se focalizaron familias (Angochagua, La Esperanza y Lita, del cantón Ibarra, e Imantag y otras parroquias próximas al cantón Cotacachi, provincia de Imbabura, centro-norte de Ecuador).
Los resultados de la investigación
Los resultados de la investigación arrojan que la principal fuente de ingresos de los socios de las APP es la agricultura, que se incrementó en el periodo de estudio (2016-2017). Desde 2016, la finca ha aumentado su importancia en Yo Prefiero, lo que ha disminuido el trabajo de sus socios dedicado a negocios no agropecuarios (los cambios no son estadísticamente significativos).
Considerando el número de socios por APP y las entregas realizadas mensualmente por los productores, el incremento de sus ganancias durante los 15 meses de implementación de la actividad fue de entre USD 115 y 400 mensuales. Este incremento de ingresos se plasma en la capacidad de gasto mensual que muestran las familias (figuras 3 y 4).
La capacidad de gasto de los hogares de Yo Prefiero y Frutos de la Pachamama subió en los últimos 12 meses. Desde 2016, el gasto mensual promedio parecería haber aumentado en Yo Prefiero en un 10%. También se ha producido un crecimiento de la capacidad de gasto en los hogares encabezados por mujeres, pero menos significativo. En cifras de 2016, es destacable que el número de hogares en el tercil más bajo de gasto de los hogares autoidentificados como “indígenas” se redujo a la mitad (de 3 a 1% en Yo Prefiero y de 8 a 4% en Frutos de la Pachamama).
Mediante los nuevos espacios de comercialización se logra la vinculación directa del productor rural con el mercado local y con el consumidor urbano (figura 5).
Destaca la mejora de los ingresos de los productores al relacionarse con mercados estables. El mercado, las ferias y los consumidores se convierten en los principales canales de comercialización de las APP. Se ha apoyado la generación de espacios de comercialización o ferias de las APP y su vinculación con el mercado local del PMA, que se ha convertido en el primer espacio de comercialización de sus productos.
La frecuencia con la que entregan alimentos para vender a través de la APP es mensual o semanal. El acceso a los espacios de las ferias es semanal.
Las asociaciones, a pesar de su corta trayectoria, muestran un creciente papel en la comercialización de productos aunque parte de la producción la siguen vendiendo sin el apoyo de la APP. La asistencia brindada por la APP a Yo Prefiero para la comercialización de productos agrícolas subió de 24 a 30%. En el caso de Frutos de la Pachamama, de 30 a 47%. La percepción de mejoras en distintos aspectos de la producción de alimentos es generalizada entre los socios de las APP. Al menos el 50% de ellos reconoce mejoras desarrolladas a lo largo del proceso de vinculación al mercado del PMA en los siguientes aspectos: volumen de venta, selección y empacado de alimentos, manipulación de alimentos y conocimiento sobre procesos productivos (figura 6).
El PMA trabajó con sus socios locales en el fortalecimiento de capacidades “en cascada” en seguridad alimentaria y nutrición, temas administrativos-financieros y género. El apoyo del MAG –en el anterior gobierno llamado Ministerio de Agricultura, Ganadería, Acuacultura y Pesca– destaca como la principal asistencia técnica recibida en todas las asociaciones. En Yo Prefiero llega incluso al 76% en 2016, disminuyendo al 70% en 2017. Este apoyo en el caso de Frutos de la Pachamama, llegó al 38% y se mantuvo inalterable en el siguiente año.
A pesar del contexto macroeconómico desfavorable por la recesión económica del país, el nivel de vida de los hogares de las APP del estudio se mantuvo estable o mejoró desde 2016.
En cuanto al equipamiento de los hogares, los socios de las APP invirtieron parte de los ingresos en mejorar la producción y sus hogares. En Yo Prefiero aumentó el número de hogares que tienen computador (uno de cada 10 socios), teléfono celular (cuatro de cada 10 socios) y vehículos (dos de cada 10 socios); en Frutos de la Pachamama, más hogares tienen cocina con horno (actualmente el 45%) y motocicletas. Además, los hogares han logrado mantener su nivel de vida a pesar de haber dejado de recibir subsidios gubernamentales.
El acceso al crédito también creció desde 2016. La pro¬porción de hogares con préstamos vigentes para consumo o producción (sin incluir crédito para vivienda) subió; en Yo Prefiero pasó de 52 a 80% de los hogares asociados; en Frutos de la Pachamama el crecimiento fue menor (de 34 a 48%). Los montos de los préstamos adquiridos también crecieron.
Existe una alta participación de los hogares de la muestra en la administración de las asociaciones: el 55% de Yo Prefiero y el 45% de Frutos de la Pachamama tiene miembros que ocupan cargos en sus agrupaciones.
Las APP, tras el proceso de capacitación, manejan el proceso de comercialización con criterio técnico, administrativo y financiero. En la asociación Yo Prefiero, 20 de 27 socios entregan productos mensualmente, mientras que en Frutos de la Pachamama, 22 de 58 socios lo hacen semanalmente de forma rotativa. Las entregas requieren facturación, un proceso que los socios actualmente manejan como resultado del fortalecimiento administrativo.
Las decisiones productivas son tomadas por la pareja, como se puede apreciar en la figura 7. Es importante destacar que el 90% de los informantes de las APP participa en las decisiones productivas de la finca.
Diversidad de la dieta
En promedio los hogares de los socios de las APP tienen un consumo alimentario semanal aceptable según la tipología de consumo del PMA, que considera el consumo semanal de una familia con base en 15 grupos de alimentos. Los pocos hogares que tenían un consumo alimentario al límite de la deficiencia han mejorado su dieta desde 2016.
Por los datos obtenidos se aprecia que desde 2016 la tendencia, tanto en Yo Prefiero como en Frutos de la Pachamama, es la reducción del número de hogares que consume azúcar y bebidas azucaradas y la disminución de la frecuencia semanal (número de días) de consumo de azúcar. La disminución en el consumo de bebidas solo se aprecia en Yo Prefiero.
Conclusiones
La vinculación directa del productor y el consumidor dinamiza la economía local, incrementa los ingresos de los pequeños productores y productoras, y constituye una puerta de acceso a otros mercados locales institucionales. Asimismo, empodera a las mujeres para la toma de decisiones.
El trabajo coordinado intersectorial e integralmente (MAG, GPI, APP y PMA) propicia la generación y el fortalecimiento de espacios directos de comercialización. Se espera que estos espacios, “ferias solidarias”, “ferias locales” o “mercados alternativos”, puedan generar relaciones y vínculos permanentes de confianza entre productores y consumidores que trasciendan el acceso a mercados institucionales, lo que obliga a trabajar en una mayor coordinación y capacitación.
Las articulaciones y vínculos rural-urbano y rural-rural permiten presentar relaciones bajo las cuales operan los circuitos cortos de comercialización y otras formas innovadoras en las que los consumidores y los productores se relacionan sin intermediarios en espacios establecidos, reconocidos y con capacidad de permanecer en el tiempo. Los alimentos se convierten en la forma de entender el territorio, su cultura y sus limitantes: nutrición, salud, convivencia, economía, ambiente y sostenibilidad de los recursos, entre otros.
El esfuerzo del PMA por trabajar con asociaciones de pequeños productores bajo la idea de construir un espacio de “compras para el progreso”, en el que sean capaces de convertirse en proveedores que respondan a las exigencias del consumo saludable, así como la asunción de la responsabilidad de las instituciones locales de esta población vulnerable, es el marco de trabajo que se viene desarrollando con los gobiernos locales. Otra de las iniciativas llevadas a cabo es la articulación de las instituciones locales en pos de alcanzar una producción rural más sostenible.
La suma de esfuerzos ha sido y es importante para garantizar los objetivos del proyecto. El trabajo conjunto en educación alimentaria y nutricional, seguimiento, monitoreo, apoyo presupuestario y toma de decisiones son los factores que deben ser considerados antes, durante y después de cada intervención.
Este tipo de proyectos o estudios ha sido elaborado y coordinado desde y hacia el territorio con el enfoque de la práctica. Se ha incidido en las actividades y políticas de los gobiernos locales, las cuales requieren ser replicadas y apoyadas a través de políticas innovadoras que se enmarquen en las necesidades o los requerimientos de las instituciones, pero sin perder de vista el contexto y la cultura local.
Los resultados que se han presentado sirven como punto de referencia para los tomadores de decisiones y para la generación de nueva evidencia.
Productora, Otavalo. Patricia Natividad
Luis Fernández
Responsable de la Unidad de Monitoreo y Evaluación del Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas en el Ecuador.
luis.fernandez@wfp.org
Patricia Natividad
Monitora de campo y asistente de investigación, Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas en Ecuador, Suboficina Imbabura.
patricia.natividad@wfp.org
Este documento es una recopilación de los resultados del estudio de caso “Vinculación de Pequeños Productores como Proveedores de Alimentos a Mercados Alternativos”. La investigación se realizó con el apoyo del equipo de consultores de la región andina de McKnight, un consultor de apoyo, Pablo Vidueira (Universidad Politécnica de Madrid, España) y una empresa privada (Observatorio Social, responsable del levantamiento de datos cuantitativos y análisis de datos).
Referencias
- Banco Central de Ecuador (2017). Cifras económicas de Ecuador. https://contenido.bce.fin.ec/documentos/Estadisti¬cas/SectorReal/Previsiones/IndCoyuntura/CifrasEcono-micas/cie201712.pdf
- CEPAL (2013). Agricultura familiar y circuitos cortos. Nuevos esquemas de producción, comercialización y nutrición. Memoria del seminario sobre circuitos cortos, 2 y 3 de septiembre de 2013. Santiago de Chile 2014.
- INEC (2017). Reporte de economía laboral. Septiembre de 2017. http://www.ecuadorencifras.gob.ec/wp-content/uploads/downloads/2017/10/Informe_Economia_laboral-sep17.pdf
- Organización Internacional para las Migraciones (2012). Movilidad humana. Gestión fronteriza integral en la subregión andina (Módulo II). Lima: OIM.
- PMA (2017). Informe de vinculación de pequeños productores a circuitos de comercialización. Programa Mundial de Alimentos.
- PMA (s. f.). P4P Compras para el Progreso. Programa Mundial de Alimentos, Oficina Regional para América Latina y El Caribe. wfp.org/purchase-progress
- Scriven, M. (1967). The Methodology of Evaluation. En Stake, R. E., Curriculum Evaluation. Chicago: Rand McNally. American Educational Research Association.