junio 2015, Volumen 31, Número 2
Agricultores y consumidores comparten intereses

El Ecomercado de Granada. Organizaciones, productores y consumidores construyendo un proceso agroecológico

CÉSAR DE LA CRUZ ABARCA, ÁNGEL CALLE COLLADO | Página 7-9
DESCARGAR REVISTA COMPLETA
TIPOGRAFÍA
SMALL
MODO LECTURA
COMPARTIR

Productores y consumidores dependen cada vez más de un sistema agroalimentario globalizado que controla corporativamente la producción y el consumo, lo que Van der Ploeg (2010) define como un imperio agroalimentario más pendiente de su conexiones económicas y financieras internacionales que de estrategias de desarrollo endógeno.

Un día del Ecomercado en plena actividad. AutoresEste sistema genera numerosos impactos negativos sociales y ambientales que van desde la pérdida de diversidad cultural, vegetal, animal, etc., hasta el cambio climático debido al transporte kilométrico o al uso de insumos dependientes del petróleo, pasando por el exceso de producción y la falta de alimentos para una gran parte de la población pobre (Cuéllar y otros, 2013). Todo ello es causa de sucesivas crisis alimentarias que provocan rebeliones alimentarias: resistencias públicas o estrategias alternativas basadas en sistemas agroalimentarios agroecológicos (Holt-Gimenez, y otros, 2010).

En el caso de los consumidores, los sucesivos escándalos alimentarios (“vacas locas”, dioxinas, uso excesivo de antibióticos y hormonas, transgénicos, etc.) generan una gran preocupación o desafección alimentaria. Ante esta situación los consumidores generan respuestas o reacciones que pueden ser individuales o colectivas. Al buscar productos con atributos de calidad y seguridad –naturales, locales, artesanales, ecológicos, sanos– se generan nuevos hábitos de compra y consumo que tienen poca influencia en el cambio del sistema agroalimentario dominante, por lo que estos consumidores se vuelven clientes de los nichos de mercado del “capitalismo verde”. Mientras, otro sector de consumidores ha optado por acciones colectivas que se presentan como vías alternativas, sea en la forma de producir, distribuir o comercializar. Se generan redes que rediseñan parcial o totalmente las formas de relación entre producción y consumo y construyen nuevos criterios de calidad y confianza. Así tenemos las cooperativas integrales, las asociaciones de productores y consumidores, los grupos de producción-consumo, los sistemas participativos de garantía (SGP), etc.

En el caso de los productores, agricultores y ganaderos, el sistema agroalimentario vigente ejerce un doble estrangulamiento a través de precios de compra cada vez más bajos y una tecnología cara y dependiente del petróleo. Ante esta situación los productores reaccionan de manera individual o colectiva. La resistencia de carácter individual se basa en la multifuncionalidad agraria (Van der Ploeg, 2008) con estrategias que les permitan seguir viviendo del campo, como son la pluriactividad, los sistemas de bajos insumos, la diferenciación de sus productos (locales, orgánicos y artesanales), y la venta directa o en canales cortos, entre otras. La respuesta de carácter colectivo pasa generalmente por aliarse con otros productores o consumidores y, por tanto, redefinir parcial o totalmente los mecanismos de relación e intercambio del sistema agroalimentario (Soler y Calle, 2010). El Ecomercado de Granada, por las características que describimos, se puede ubicar como una respuesta de carácter colectivo.

La experiencia

El Ecomercado de Granada surge de un proceso participativo entre varias personas y organizaciones vinculadas a la agroecología. Pequeños agricultores, consumidores, organizaciones de productores, asociaciones de producción y consumo, ecotiendas con tradición agroecológica, técnicos y artesanos se decidieron colectivamente por un mercado al aire libre porque permitía superar las dificultades planteadas en el proceso de facilitación: a) coordinación entre productores, b) visibilidad y posibilidad de informar y sensibilizar a los consumidores, y c) suministro variado de productos. Es importante señalar que en la facilitación el SPG quedó al mismo nivel que el mercado al aire libre.

En el Ecomercado de Granada. Autores

En el Ecomercado de Granada. Autores

Frente a las reacciones individuales ante el sistema agroalimentario, la apuesta ha sido por un trabajo colectivo, participativo y altamente organizado. Como producto de las primeras reuniones se decidió constituir la Red Agroecológica de Granada (RAG) como entidad que aglutine, facilite y represente a las personas y organizaciones que confluyen en esta experiencia. En la fase de organización y preparación previa al desarrollo del Ecomercado, compartimos y aprendimos de varias experiencias: la Bioferia de Miraflores en Perú, los mercados de campesinos en Cataluña y los mercadillos de Guadalhorce Ecológico en Málaga. Se elaboró conjuntamente un reglamento interno del Ecomercado que se ha seguido adaptando y mejorando con el desarrollo del proyecto.

La participación es fundamental en la experiencia y para ello se han constituido instancias, estructuras y prácticas que la permiten. Se debe asistir como mínimo al 50% de las asambleas mensuales que se realizan alternadamente en la mañana y en la tarde para que, por cuestiones de horario o tipo de trabajo, todos puedan cumplir con ese requisito. Además hay una o dos jornadas obligatorias al año. También se han creado dos comisiones permanentes: de seguimiento (constituida por cinco representantes, vela porque los acuerdos se cumplan) y de actividades y admisión (constituida por tres representantes, gestiona y organiza las actividades formativas y de difusión, y evalúa y propone nuevos participantes a la asamblea). El día del Ecomercado dos participantes, que rotan en cada edición, se encargan de ver puesto por puesto diferentes puntos operativos (correspondencia entre productos anunciados y ofrecidos, precios de acuerdo a la lista de referencia y lo señalado por cada organización, etc.) y de cobrar la cuota de participación. Es importante señalar, que todo el proceso es autofinanciado y no se han recibido ayudas económicas. El Ecomercado demanda mucha dedicación y compromiso, es por ello que se prefiere trabajar con organizaciones y no con productores individuales. Al momento de redactar este artículo hay 28 puestos de participantes de toda la provincia de Granada, desde la costa hasta el altiplano o zonas de montaña.

Los productos que se ofrecen en el Ecomercado son un tema central. Uno de los grandes riesgos de experiencias de este tipo es que se conviertan en mercadillos de intermediarios y desvirtúen los objetivos (Mauleon, 2010). Por ello solo se permite a las organizaciones de productores de hortalizas y frutas participantes traer un 10% de productos de terceros. Las listas se envían una semana antes del día de Ecomercado; se consolidan en una hoja de cálculo y luego, si faltaran productos, las ecotiendas pueden complementar esa oferta de productos frescos. El productor siempre tiene la prioridad, tanto en frescos como en transformados. Respecto a los productos transformados que pueden llevar las Ecotiendas hay dos criterios básicos: procedencia y fabricante. El producto debe venir de la provincia de Granada, si no hubiera, de Andalucía y si no hubiera, del estado español. Ese criterio se cruza con el del fabricante: debe provenir de un pequeño elaborador o una organización de pequeños productores (asociaciones, cooperativas, etc.). No se aceptan productos ecológicos de grandes empresas ni multinacionales, pues su modelo de empresa y desarrollo es diferente al que propone la RAG.

La normativa española de transformación no promueve ni es favorable a los pequeños productores ecológicos y artesanales. Las exigencias implican trámites y costes altos que no se justifican para microelaboraciones, pero que sí son un complemento a la economía de una agricultura familiar (Binimelis y otros, 2012). Por ese motivo, internamente se han creado unas pautas para los Elaborados de Baja Escala (EBE), las que se tienen que describir y documentar los procesos de transformación que, por otro lado, están sujetos a visitas o análisis por socios de la RAG.

El precio en el sistema agroalimentario de mercados competitivos es un factor crítico para los pequeños productores. En el Ecomercado de Granada, por acuerdo de todos, está totalmente prohibida la guerra de precios entre los participantes. Para cada producto se trabaja con un rango de precios de referencia que ha sido elaborado con los productores y está sujeto a revisión periódica a demanda de los propios participantes. En general hay una estabilidad en los precios muy distante de la especulación y la competencia que empobrece a los pequeños productores; esto es entendido y valorado por los consumidores. Los participantes vienen desde diferentes zonas de la provincia de Granada, algunas bastante alejadas del Ecomercado, lo cual influye en sus costes y es una desventaja con respecto a otros productores que están mucho más cerca. A través de la coordinación, la colaboración y el rango de precios de referencia, este factor se minimiza.

Un punto importante es el funcionamiento bajo los principios de una economía social-solidaria, en lugar de la adaptación a las lógicas del mercado convencional; la rentabilidad económica es un medio y no un fin, existiendo criterios de desarrollo endógeno y cooperación social como estrategia de funcionamiento del proyecto (Askunze, 2014). Se rechaza, por tanto, competir agresivamente entre diferentes entidades que comercializan. La RAG trabaja para no afectar por precios a ninguna de las estrategias de comercialización que tienen sus socios, que van desde grupos de producción-consumo, asociaciones de consumidores y productores con tienda, asociaciones de productores, hasta reparto de cestas y ecotiendas con visión agroecológica. Es más, en su trabajo difunde y promociona estas estrategias de comercialización y a través de su labor ha facilitado una mayor interacción del sector agroecológico en Granada, tejiendo redes.

Si bien es cierto que la mayor participación en el Ecomercado y la RAG corresponde a los productores, también hay presencia importante de consumidores, que participan intensamente en las organizaciones socias (asociaciones de productores consumidores como El Encinar u organizaciones de producción- consumo como el Como de Graná y a través de ellas hacen llegar sus puntos de vista en las asambleas de la RAG. Asimismo intervienen en los SGP de organizaciones como Ecovalle, Como de Graná, Como del Norte, EcoRed Norte y El Encinar. En otras palabras, son coautores de esta experiencia.

Mientras que la Unión Europea solo reconoce como ecológicos los productos certificados por tercera parte, los SPG son altamente valorados por las organizaciones andaluzas de productores y consumidores. Varias de las organizaciones socias de la RAG se organizan a través de los SPG y otras aceptan estos productos en sus sistemas de comercialización, por ejemplo: El Vergel de la Vega en sus cestas o la Ecotienda Consumo Cuidado, que responden a una necesidad de los pequeños productores y al interés de los consumidores por participar y conocer el origen de sus alimentos, cuestionando así la certificación por tercera parte como la única vía de garantizar un producto ecológico. Al hacer visibles los productos con SPG, los consumidores los valoran igual o más que los productos ecológicos certificados y se entablan nuevas relaciones entre la producción y el consumo que, entre otras cosas, rompen con el distanciamiento y la despersonalización de los vínculos entre producción y consumo.

Una visión parcial y economicista se centraría en la redistribución del valor a lo largo de la cadena o la red (Dicken, 2007), que de hecho se da en el Ecomercado pero es insuficiente, ya que, como se ha descrito, hay un conjunto y entramado de valores, relaciones y acciones que configuran su carácter alternativo ante el sistema agroalimentario dominante.

Los retos

La experiencia presenta aún varias debilidades y amenazas. Por citar algunas, todavía se depende de la autorización de la municipalidad para el uso del suelo público; contar solo con autofinanciación para cubrir lo básico nos impide tener personal pagado que se centre en promover el fortalecimiento y crecimiento del Ecomercado y la Red Agroecológica de Granada. Asimismo, hoy surgen empresas que se presentan a las municipalidades para hacer “ferias verdes”, con nula participación de los productores en su desarrollo –la cual se limita a tener un puesto de venta–, y con poco control de los productos. Lo más negativo es que sin generar procesos de organización social son solamente una oportunidad de negocio para sus promotores.

Tanto el Ecomercado como los SPG son proyectos orientados a una transición social agroecológica en la que los consumidores y los productores, implícita o explícitamente, aportan a la construcción de una nueva sociedad. Es fundamental un trabajo en red que recoja las necesidades –materiales y afectivas– y articule las experiencias y proyectos de pequeños productores, consumidores, organizaciones y entidades que apuestan y luchan por ofrecer alternativas al sistema agroalimentario imperante. Es necesario tejer redes multinivel donde los acuerdos y la cooperación estén por encima de la competencia que enfrenta, aleja, divide y debilita.

César de la Cruz Abarca
Red Agroecológica de Granada
cdecruza@yahoo.com
Ángel Calle Collado
Universidad de Córdoba
 
Referencias  
  • Askunze, C., 2013. Más allá del capitalismo. Alternativas desde la Economía solidaria. Documentación Social No. 138. Revista de Estudios Sociales y de Sociología Aplicada. Madrid.
  • Binimelis, R., Escurriol, V. y Rivera-Ferre, M., 2012. Soberanía Alimentria, Transformación Artesanal y Equidad de Género. Bilbao: Mundubat.
  • Cuéllar, M., Calle, A. y Gallar, D., 2013. Procesos hacia la soberanía alimentaria. Perspectivas y prácticas desde la agroecología política. Barcelona: Icaria.
  • Dicken, P., 2007. Global Shift: mapping the changing contours of the world economy. Londres: Sage Publications.
  • Holt-Gimenez y otros, 2010. Rebeliones alimentarias. Crisis y hambre de justicia. Madrid: El Viejo Topo.
  • Mauleon, J. R., 2010. Mercados de agricultores en España: diagnóstico y propuesta de actuación. En: Documentos de trabajo del Centro de Estudios sobre la Despoblación y Desarrollo de Áreas Rurales (CEDDAR), 23.
  • Van der Ploeg, J. D., 2008. The New Peasantries. Struggles for Autonomy and Sustainability in an Era of Empire and Globalization. Londres: Earthscan.
  • Soler, M. y Calle, A., 2010. Rearticulando desde la alimentación: Canales cortos de comercialización en Andalucía. En: Patrimonio cultural en la nueva ruralidad Andaluza. Serie PH Cuadernos del Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico, No. 27.

Ediciones Anteriores

LEISA es una revista trimestral que busca difundir experiencias de agricultores familiares campesinos.
Por ello puedes revisar las ediciones anteriores.

Suscribete para recibir la versión digital y todas las comunicaciones que enviamos periodicamente con noticias y eventos

SUSCRIBIRSE AHORA