marzo 2014, Volumen 30, Número 1
Biodiversidad y agricultura campesina

La semilla evoluciona en la agricultura familiar: el caso del arroz con pato

JAVIER CARRERA | Página 24-25
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Los patos saliendo de su casa en el borde del arrozal Red Guardianes de Semillas

En estos tiempos de uniformizadas semillas de almacén tendemos a olvidar que la semilla evoluciona, que su lenta transformación de mano en mano, generación tras generación, ha sido el aspecto más esencial del cultivo desde los inicios de la agricultura. Queremos en este artículo analizar algunos aspectos de esta evolución, en base a un ejemplo concreto. El ejemplo elegido es el de un proyecto llevado a cabo por la Red de Guardianes de Semillas de Ecuador en el cantón Calceta de la Provincia de Manabí, donde se intentó adaptar una técnica ancestral de cultivo de arroz con variedades propias del país. El proyecto fue implementado por Servio Pachard, guardián de semillas local y técnico agroecólogo, junto con sus compañeros de la Asociación de Productores Agroecológicos San Francisco de Sarampión, en base al diseño de Servio y de quien escribe este artículo.

La Asociación San Francisco de Sarampión está recorriendo un arduo pero emocionante camino hacia el cultivo agroecológico. En 2010, la asociación instaló su propia piladora  arroz de rodillos regulables para poder vender arroz integral de semilla criolla. Para 2011 la producción ya había logrado eliminar los pesticidas y herbicidas, pasando al deshierbe manual y el control de plagas con preparados de plantas medicinales. Pero se mantenía el uso de urea, pues los socios encontraban imposible producir sin este fertilizante sintético. Y es en este momento que nos preguntamos, ¿cómo produjeron arroz los campesinos asiáticos, por miles de años, sin necesidad de fertilizantes artificiales? La investigación bibliográfica reveló varios métodos, pero el que más llamó la atención fue el modelo ancestral que incorporaba el pequeño pato chino y la lamprea (Hyperoartia, una clase de agnatos o peces sin mandíbulas con forma de anguila no muy grande). Este modelo está siendo rescatado y promovido por el permacultor japonés Takao Furuno.

Quedaba la duda de si se podría adaptar esta forma de cultivo a las especies de patos y peces del Ecuador. Nuestra red decidió implementar un proyecto experimental que consistió en la siembra de arroz criollo variedad Lira, con patos nativos (Cairina moschata, bastante más grandes que los asiáticos), el helecho azolla y chame (Dormitator latifrons), un pez de poza muy apreciado en la culinaria local. Para dar más validez al experimento se sembró una parcela testigo con cultivo convencional químico.

El principal efecto que causan los patos es el de enturbiar el agua, por lo que su nivel debe controlarse de manera que los pies de los patos rocen el fondo de la poza, sin llegar a asentarse. Esto crea condiciones muy similares a la de los pantanos donde evolucionó el arroz, y al ser el agua muy oscura, reduce al mínimo la germinación de malezas. El suelo así aflojado pone a disposición del arroz una cantidad mayor de nutrientes. Adicionalmente, los patos depositan grandes cantidades de estiércol rico en nitrógeno, fósforo y potasio. Otro aspecto importante es que el chapoteo de los patos oxigena el agua, al tiempo que disemina el estiércol.

Servio Pachard, coautor y director del estudio del arroz con patos, procesando carbón de cascarilla de arroz para usarlo como fijador de abonos en la huerta Red Guardianes de SemillasLos patos se alimentan de las malezas y de los insectos, así como de larvas, lombrices, algas y otros seres vivos que se reproducen en gran cantidad en la poza ecológica. Es decir, cumplen la doble función de controladores de plagas y de malezas. La siembra de la azolla contribuyó a su desarrollo, así como los alevines de chame. Además, los patos   necesitaron poco alimento adicional: un suplemento alimenticio al 18% durante 30 días y, a partir de entonces, un poco de maíz y restos de cocina. Esto puede mejorar a futuro, cuando se diversifique y mejore la fauna y flora de la poza, y se siembren policultivos al borde de la misma.

Los resultados que Servio presentó a la asamblea anual de la Red de Guardianes de Semillas, reunida en julio de 2012, causaron alegría y asombro: la parcela de los patos logró una cosecha récord para variedades criollas y superó ligeramente en productividad al testigo convencional. No se usó ningún tipo de fertilizante. En pleno ataque de caracol manzano, que destruyó el 30% de los arrozales en el país, esta parcela no recibió ningún tipo de control de plagas y no sufrió en absoluto por ello, pues los patos y peces protegieron perfectamente el cultivo. El deshierbe manual se redujo a una fracción. Y las ganancias económicas triplicaron lo obtenido por la parcela testigo, pues al arroz orgánico se sumó la venta de patos y peces. Además, se obtuvo una dieta casi completa en lugar de un monocultivo.

Un aspecto muy interesante fue que, de acuerdo a la bibliografía consultada, Furuno recomienda sacar a los patos del sistema cuando el arroz forma su semilla para evitar que se la coman. Pero Furuno utiliza semillas híbridas modernas, que producen plantas de tallos cortos, fácilmente accesibles para los patos. La variedad criolla Lira utilizada en el experimento de Calceta es de tallo largo y resultó imposible para los patos alcanzar la semilla, por lo que se los pudo mantener en la poza hasta la cosecha del arroz. Esto facilita el manejo del sistema y extiende el beneficio de los patos.

El sistema “arroz + patos + peces” se convierte básicamente en un ecosistema completo, donde los insectos y hierbas cumplen el papel de alimentar a los animales en lugar de convertirse en plagas y malezas; donde se produce carbohidrato y proteínas en grandes cantidades con poco esfuerzo, y de forma sostenible, pues la fertilidad de la poza aumentará con los años. Este fue sin duda uno de los sistemas de cultivo más populares en Asia hasta la llegada de la Revolución Verde. Y nos parece lógico suponer que una de las razones por las que los antiguos agricultores asiáticos no trataron de crear variedades de arroz de tallo corto, fue precisamente la necesidad de mantener a los patos en el sistema. Este tipo de producción no puede realizarse con plantas de tallo corto, excesiva uniformidad genética o acostumbradas a alimentarse solo con nutrientes sintéticos. Un ejemplo claro de por qué la agroecología requiere semillas campesinas, pues son estas las que evolucionaron en sistemas de tipo agroecológico.

La semilla evolucionó a lo largo de la historia de la agricultura en este contexto:

  • Agricultura de tipo familiar en unidades productivas controladas por familias que dependían directamente de la calidad de su semilla para su supervivencia.
  • Agricultura de tipo sostenible, sin insumos externos, adaptada a las condiciones locales: climáticas, de suelo, ecológicas.
  • Sistemas de cultivo que producen dietas completas, es decir, policultivos que incluyen animales en el sistema.
  • Selección realizada a nivel familiar, a lo largo de generaciones, donde cada persona que realiza el proceso de selección va imprimiendo su propia huella, de acuerdo a sus gustos y necesidades. La semilla no es un ente pasivo en esta relación, al contrario: lo que se da es una especie de diálogo simbiótico entre las familias de agricultores y sus semillas.
  • Intercambio y circulación libre de las semillas entre las familias productoras. Las semillas viajan de mano en mano entre las familias y a través de circuitos tradicionales de comercio.

Estos son los aspectos fundamentales que permitieron la creación del enorme patrimonio genético que heredó la humanidad. La creación de las variedades de cultivo no fue labor de entidades estatales o grandes empresas privadas hasta el advenimiento de la agricultura industrial y la Revolución Verde.

Es hora de cambiar ese paradigma. La destrucción de los suelos, el cambio climático, la declinación en el abastecimiento de los combustibles fósiles nos obligan a orientarnos hacia modelos sostenibles de producción. La agricultura familiar de tipo agroecológico, de bajo costo y alta producción de alimentos, representa la mejor opción para nuestro futuro. Pero ese futuro solo será posible si las familias de productores recuperan su evolución simbiótica con las semillas.

Javier Carrera
Red de Guardianes de Semillas, Ecuador
info@redsemillas.org – www.redsemillas.org

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