septiembre 2008, Volumen 24, Número 2
Suelos vivos

Mejoramiento del suelo en la milpa intercalada con árboles frutales (MIAF)

DIONICIO JUÁREZ RAMÓN, CARLOS FRAGOSO G., ANTONIO TURRENT F., JUVENTINO OCAMPO M., ENGELBERTO SANDOVAL C., IGNACIO OCAMPO F., RONALD FERRERA C., ERNESTO HERNÁNDEZ R. | Página 30-31
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En la región central de México, al oriente de los volcanes Popocatepetl e Iztaccihuatl, en Puebla, los agricultores de origen nahua han evolucionado un sistema de cultivo agroforestal que les permite cosechar diferentes tipos de alimentos y forrajes a lo largo del año.

Sistema de cultivo milpa intercalada con árboles frutales (MIAF) en terrenos planos de Chiautzingo, Puebla / Foto: Dionicio Juárez R.

Para convertir el sistema existente, a uno de milpa intercalada con árboles frutales (MIAF) los agricultores contaron con el asesoramiento de los investigadores del Colegio de Postgraduados en Ciencias Agrícolas (CP) y del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP), como parte del Proyecto Plan Puebla.

El sistema de cultivo MIAF
El MIAF contiene árboles de durazno (Prunus persica) plantados a cada dos metros, sobre surcos que ocupan una franja de terreno de 4,8 metros de ancho, intercalados con franjas dedicadas a cultivos anuales de 9,6 metros de ancho, donde caben 12 surcos de 80 centímetros, cultivados, según el interés de cada productor, con maíz (Zea maiz), frijol (Phaseolus vulgaris), haba (Vicia faba), chile poblano (Capsicum annun) y flores como la gladiola (Gladiolus sp.) o con alfalfa (Medicago sativa) para forraje, todos bajo sistema de riego o de temporal (secano).

En el sistema MIAF, que ha sido muy bien aceptado por los productores, se calcula que la producción puede ser, en promedio, 1,45% más que la de cualquiera de las especies producidas en forma de monocultivo. Además, si alguno de los cultivos MIAF fallara por cuestiones climatológicas, se tienen las otras especies en cultivo para satisfacer las necesidades de las familias campesinas. En estos casos, el durazno es el cultivo que, al poder venderse directamente en el mercado, proporciona dinero a las familias.

Estas bondades han permitido la difusión del sistema MIAF en las regiones montañosas de México, como la Mazateca y Mixe en Oaxaca, a través del proyecto Manejo Sustentable de Laderas, y también a otras áreas como son Veracruz y el Estado de México, donde se cultivan otras especies que son propias de esas regiones. Actualmente los investigadores hacen ensayos con una gran diversidad de especies perennes y anuales, para definir otras estrategias y técnicas que permitan, dentro del enfoque MIAF, el mejor aprovechamiento de la radiación solar, la sombra, la humedad y los nutrientes del suelo.

En manejo del suelo, las experiencias MIAF están orientadas a la integración de las actividades que contribuyen al incremento de la fertilidad y al control de la erosión en terrenos de ladera.

Fertilidad del suelo
Para el incremento de la fertilidad del suelo se han implementado acolchados orgánicos (mulch), usando paja de frijol y rastrojos de maíz sobre la franja de suelo que ocupan las especies perennes, a razón de 10 cm de espesor por año, de modo que después de seis años se logró incrementar el contenido de la materia orgánica en el suelo de 0,71 a 1,74% en los primeros 30 cm del suelo. Este incremento es muy importante debido a que los suelos de Puebla han sufrido extracción constante de nutrientes a través de las cosechas de grano y forraje, provenientes de una agricultura practicada desde épocas prehispánicas (más de 500 años). Actualmente, los suelos agrícolas de Puebla tienen un pobre contenido de materia orgánica, pero en sus áreas de bosque los suelos tienen de 5 a 7,3%, algo importante a tomar en cuenta.

En Oaxaca, el contenido de materia orgánica registrado en la base de los árboles frutales oscila entre 5,3 y 12,6%, similar al contenido en los suelos de sus áreas de bosque, que es de 6,3 a 14,6%, mayor que el registrado en Puebla.

Control de la erosión
En Oaxaca, el control de la erosión del suelo se realiza en la parte alta de los terrenos en ladera mediante la colocación, junto al tronco de los árboles frutales y a lo largo de los surcos, de rastrojos de cosecha y otros residuos vegetales de modo que se forme un filtro de escurrimiento perpendicular a la pendiente.

La colocación de estos materiales se hace de manera entrelazada para que efectivamente se detenga al suelo, que con el agua de las lluvias tiende a escurrirse hacia la parte baja de la ladera después de la remoción del suelo y otras labores que los productores realizan para preparar la siembra. Con estos filtros de escurrimiento se reduce la erosión por lo menos en 75% y, paulatinamente, se van formando terrazas donde los árboles frutales se convierten en muros vivos con una base enriquecida de materiales orgánicos mezclados con el suelo, algo muy apropiado para incrementar las actividades biológicas de esos terrenos.

Actividades de los insectos y otros animales que viven dentro suelo
El manejo de los materiales orgánicos, ya sea en forma de acolchados o como filtros de escurrimiento, ayuda mucho a incrementar los contenidos de materia orgánica en el suelo. Si se comparan los suelos planos de Puebla con los de ladera en Oaxaca, puede observarse que en Puebla contienen hasta seis veces menos materia orgánica. Esto es porque en donde hay materiales orgánicos depositados se incrementa el movimiento de varios organismos que podemos distinguir a simple vista y de otros, que sin poder ser vistos, comen y viven de esos materiales, enriqueciendo al suelo.

Cuando hay materia orgánica, hay alimento para que se incrementen las poblaciones de organismos que son descomponedores y a la vez se incrementan los que se comen a los descomponedores, de modo que entre todos ellos se forman cadenas alimenticias con efectos de una liberación masiva de nutrientes que las plantas absorben con facilidad. Reproducir los fenómenos que suceden en el suelo de los bosques permitirá una agricultura sostenible.

Perspectivas
En Puebla, se está investigando la relación de la actividad biológica del suelo con las prácticas de manejo de los materiales orgánicos, a fin de conocer cuál es la intensidad de actividad biológica necesaria para mantener o incrementar la fertilidad del suelo que permita la reducción del uso de fertilizantes, y las condiciones ambientales que favorezcan el uso y la conservación de la diversidad de organismos del suelo, considerando que el territorio de México es una de las áreas del mundo con mayor diversidad biológica (Olivares Alonso, 2008).

Se espera que en los próximos años se tengan mejores resultados de estas transformaciones en el suelo del MIAF, ya que como sistema de cultivo ha venido demostrando que es capaz de producir en bien del hombre, por lo que ha logrado respuestas positivas de parte no solo de organizaciones gubernamentales y otras instituciones que lo están difundiendo en el centro de México, sino también de particulares de la región Mazateca, que vinculan a otros productores de pueblos vecinos con el MIAF.

 

Dionicio Juárez Ramón, Carlos Fragoso G., Antonio Turrent F., Juventino Ocampo M., Engelberto Sandoval C., Ignacio Ocampo F., Ronald Ferrera C., Ernesto Hernández R.

Dionicio Juárez Ramón
Programa EDAR, Colegio de Postgraduados (CP)-Campus Puebla, Km. 125.5 Carretera México-Puebla, Colonia La Libertad, Cholula, Puebla, México.
Correo electrónico: dijuarez@colpos.mx

Carlos Fragoso G.
Departamento de Biología de suelos, Instituto de Ecología, A.C., Km. 2.5 Carretera Antigua a Coatepec 351, Congregación El Haya, Xalapa 91070, Veracruz, México

Antonio Turrent F.
INIFAP, El Horno, Chapingo, Estado de México, México.

Juventino Ocampo M., Engelberto Sandoval C., Ignacio Ocampo F.
CP- Campus Puebla, Km. 125.5 Carretera México-Puebla, Colonia La libertad, Cholula, Puebla, México

Ronald Ferrera C., Ernesto Hernández R.
CP- Campus Montecillo, Km. 36.5 Carretera México-
Texcoco, Montecillo, Estado de México, México

Referencias
– Barros, C. y M. Buenrostro, 2007. Un buen trío. Itacate. Periódico La Jornada, martes 6 de marzo de 2007.
– Cortés F., J. I., R. Mendoza R., E. Hernández R., E. Aceves R., A. Turrent F. y N. Estrella C., 2004. El sistema agrícola “Milpa intercalada en árboles frutales (MIAF)” en terrenos planos. Colegio de Postgraduados, Puebla, México.
– Cortés F., J. I., A. Turrent F., P. Díaz V., E. Hernández R., R. Mendoza R., E. Aceves R., 2005. Manual para el establecimiento y manejo del sistema milpa intercalada con árboles frutales (MIAF) en laderas. Colegio de Postgraduados, México.
– Fragoso, C., G. G. Brown, J.C. Patrón, E. Blanchart, P. Lavelle, B. Pashanasi, B. Senapati y T. Kumar, 1997. Agriculture intensification, soil biodiversity and agroecosystem function in the tropics: the role of earthworms. En: C.A. Edwards (ed.). Applied Soil Ecology: A section of agriculture, ecosystems & environment. Países Bajos.
– Lavelle, P., I. Barois, E. Blanchart, G. Brown, L. Brussaard, T. Decaëns, C. Fragoso, J.J. Jiménez, K. Kajondo, M.A. Martínez, A. Moreno, B. Pashanasi, B. Senapati, C. Villenave, 1998. Las lombrices como recurso en los agroecosistemas tropicales. Naturaleza y recursos 1 (34): 28-44.

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