A través del tiempo el manejo de gorgojos en graneros rústicos se ha efectuado de diversas maneras en diferentes regiones; sin embargo estas técnicas no han sido sistematizadas, lo que ha impedido destacar su importancia como alternativas al uso de los insecticidas organosintéticos que permitan su combinación en forma secuencial o simultánea, para lograr un manejo integrado y racionalmente ecológico de esta plaga.
Al principio los agricultores aplicaron observaciones de campo combinadas con su propia interpretación del problema. Luego este combate se fue perfeccionando mediante la experimentación y comparación con lo realizado por otros agricultores que tenían el mismo problema. De manera que en la actualidad existen muchas técnicas que se han conformado como recetas prácticas. Sin embargo, varias de estas deben implementarse en forma preventiva para evitar que el grano sea almacenado junto con los gorgojos, pues cuando están dentro del grano es difícil matar sus larvas y pupas. Otras se deben aplicar durante el almacenamiento.
Algunas de estas alternativas son más efectivas que otras y por lo tanto más comunes y usadas. Otras deben combinarse por su afinidad y compatibilidad, pero es necesario que se integren en forma simultánea y secuenciada considerando los materiales disponibles en la región y las habilidades y capacidades del productor.
Alternativas contra los gorgojos
Desde la madurez fisiológica del grano hasta su almacenamiento deben aplicarse varias medidas para evitar que el gorgojo encuentre el grano, la hembra oviposite, se desarrollen larvas y pupas, y emerja el adulto. Es importante considerar la posición de la luna, evitar que se desnude el grano en campo, secarlo al sol, tratarlo con agua caliente y limpiar el granero. En el granero no hay que dejar espacios entre las mazorcas, se deben intercalar hojas y ramas, incorporar polvos vegetales, aplicar humo, mezclar con materiales abrasivos, y usar los enemigos naturales.
Medidas importantes
Cosechar con luna llena
Anteriormente la cosecha del grano se realizaba en luna llena, “vieja” o “maciza” (figura 1 ver PDF) en Chiapas, Puebla y Oaxaca para que el grano fuera más resistente a los gorgojos durante el almacenamiento. En contraste se evitaba cosechar el maíz en luna tierna.
Hacer monas o toros
Después de cortar la planta de maíz se acostumbra hacer manojos y guardarlos en posición vertical (monas o toros) (figura 2 ver PDF) para su completo secado y evitar el daño de gorgojos por conservar aún el totomoxtle; denominación que recibe en ciertas zonas de México el conjunto de hojas, brácteas o espatas que cubre las mazorcas.
Evitar dehiscencia en campo
El frijol cultivado en zonas templadas, donde predomina el gorgojo pardo del frijol Acanthoscelides obtectus (Coleoptera: Bruchidae) no se deja mucho tiempo en el campo, pues las vainas pueden abrirse y dejar los granos expuestos a la infestación de campo, como se practica en la Mixteca Oaxaqueña.
Colgar mazorcas y plantas de frijol
En la agricultura de subsistencia del Norte de Puebla, se dejan las mazorcas con cuatro a seis hojas, luego se desnudan sin despegar las hojas y se exponen al sol por varios días. En seguida se amarran con sus puntas y se cuelgan en un cordel, en el que pueden acomodarse hasta 300 mazorcas. Posteriormente se cuelgan en los corredores, pasillos o algún tejado, y también pueden colgarse por pares (amarradas en sus puntas) en las vigas de los tejados (figura 3 ver PDF). Esto favorece la ventilación, evita el calentamiento del grano y limita el desarrollo de gorgojos.
En esta misma zona se arrancan las plantas de frijol en luna llena durante el periodo de inicio de la maduración del grano hasta poco antes de que la planta pierda el color verde, para que las vainas no se abran durante su manejo posterior. Luego se hacen manojos de siete a ocho plantas y se cuelgan en las marquesinas, corredores o debajo de un tejado para su secado y protección de la lluvia. De esta manera el frijol puede conservarse hasta por dos años.
Almacenar frijol en vaina
En algunas zonas agrícolas de clima tropical húmedo se recomienda almacenar el frijol en vaina para evitar el daño del gorgojo mexicano del frijol Zabrotes subfasciatus (Coleoptera: Bruchidae) por un periodo de hasta tres meses.
Almacenar maíz con totomoxtle
En la Región Chatina de Oaxaca se guarda el maíz en mazorca con totomoxtle para evitar el daño de plagas.
Limpiar el grano de frijol
Después de la cosecha del frijol se debe limpiar el grano para eliminar huevos y adultos del gorgojo pardo, presentes en los residuos de las vainas.
Exponer el grano al sol
En la Región Chatina de Oaxaca se asolea el grano por dos días para eliminar insectos plaga, y en Michoacán se traspalean las mazorcas durante su exposición al sol para secar más el grano y exponer los insectos al sol (figura 4 ver PDF).
Tratar el grano con agua caliente
Se sumerge el grano de frijol en agua hirviendo (figura 5 ver PDF), de 30 a 60 segundos por tres o cuatro veces, hasta que la semilla comienza a arrugarse. Luego de secarla al sol se almacena sin otro tratamiento para conservarla sin daño de insectos hasta por 26 meses; este tratamiento conserva al frijol en buenas condiciones y no se endurece.
Limpiar del granero
Antes de almacenar el grano es necesario hacer una limpieza general del granero (figura 6 ver PDF), pues el grano existente puede estar infestado, por lo que debe separarse para tratarse aparte con otras estrategias. En seguida deben limpiarse las paredes, en particular las grietas donde se esconden los adultos.
Evitar espacios entre mazorcas
En Cuetzálan, Puebla, se acomodan organizadamente las mazorcas con totomoxtle para no dejar espacios libres donde entren o circulen insectos y roedores plaga. Previamente a esta práctica, se exponen las mazorcas al sol y durante el arreglo en el almacén se le agrega cal en capas.
Usar polvos, humo o colocar hojas o ramas de plantas
En Ixtapan de la Sal se intercalaban plantas secas de estafiate (Artemisia ludoviciana) entre los costales de maíz (en mazorca o desgranado) para evitar el daño de gorgojos; esta medida resultaba más eficiente cuando el grano no venía infestado desde el campo.
En varias zonas de Oaxaca se tuesta fruto seco de chile (Capsicum spp.) abajo del granero y el humo resultante se hace pasar a través de las mazorcas almacenadas con totomoxtle en los almacenes rústicos, localmente conocidos como “tapescos”, para repeler insectos.
El polvo de hoja y semilla de cedro (Cedrela spp.) se mezcla con frijol para evitar el daño de insectos plaga en Santiago Yancuitlalpan, Cuetzálan, Puebla, y en Chicontepec, Veracruz.
Al quemar las semillas de colorín (Erytrina americana) debajo del granero, el humo irritante que se desprende repele a los insectos plaga.
En Martínez de la Torre, Veracruz, el polvo de la hoja de paraíso (Melia azedarach) se mezcla con el maíz como una práctica efectiva para evitar el daño de insectos.
En Santa Lucía Teotepec, Oaxaca, se incorporan las hojas secas o frescas, pulverizadas o despedazadas, de hierba santa (Piper auritum) en frijol almacenado para evitar el daño de plagas por más de un año.
En Cuetzálan, Santiago Yancuitlalpan y San Miguel Zinecapan, Puebla, los agricultores usan el homeoquelite (Piper sanctum) para controlar plagas en granos almacenados. Primeramente se cubre el suelo o el piso con una delgada capa de hojas parcialmente deshidratadas, luego se coloca una capa de 30 a 40 cm de mazorcas con totomoxtle, en seguida otra de hojas y otra de maíz y así sucesivamente hasta acomodar toda la cosecha. Estas hojas se van desintegrando con el tiempo y van liberando sustancias que actúan contra las plagas.
En Santos Reyes Nopala, Oaxaca, se usan las hojas secas o frescas, pulverizadas o despedazadas, de saúco (Sambucus mexicana) para controlar las plagas del maíz o frijol almacenados. Otra de las formas consiste en deshidratar parcialmente al sol las hojas y luego se colocan alternadamente en capas con el maíz; primeramente se cubre el suelo o el piso con una delgada capa, luego se coloca una capa de 30 a 40 cm de mazorcas con totomoxtle, en seguida otra de hojas y otra de maíz y así sucesivamente hasta acomodar toda la cosecha.
En Tuzamapan de Galeana, Puebla, se muelen hojas y frutos de xopiltetl (Trichilia havanensis) y se mezclan con el frijol para evitar el daño de insectos plaga durante su almacenamiento.
Incorporar materiales abrasivos
Diversos materiales como arena, cal, cenizas, polvo de ladrillo y tezontle (piedra volcánica) se han utilizado para proteger la cosecha en el almacén.
En algunas comunidades de Jalisco se entierra el maíz en arena (en mazorca con espata o en grano) dentro de una estructura cerrada de concreto, la cual permite lograr un microclima con poca humedad, baja temperatura y reducida oxigenación que evita la proliferación de insectos; por cada 100 kg de grano almacenado se utiliza una cubeta de 10 litros de arena.
En México, desde la época prehispánica, se ha utilizado la cal para la conservación de granos y semillas. En el Norte de Puebla, se aplica una capa muy delgada de cal viva u óxido de calcio (CaO), alternada con una capa de 30 cm de maíz desgranado o en mazorca (figura 7 ver PDF). En Oaxaca, es la medida más utilizada para conservar el maíz y el frijol sin insectos plaga. Respecto a las dosis se ha observado que la incorporación de 4 kg de cal por cada tonelada de grano almacenado evita el daño del gorgojo del maíz por un periodo de seis meses.
La ceniza obtenida de la quema de estiércol así como la ceniza emitida por los volcanes se mezcla con el grano para evitar el daño de plagas. En Oaxaca la ceniza generada de la quema de estiércol de bovino protege muy bien al frijol y al maíz del daño de plagas en almacén. La ceniza del volcán Chichonal se usó de 1982 a 1985 en Chiapas para evitar el daño de insectos en el grano almacenado.
Algunos campesinos de Huehuetlán el Chico, Puebla, muelen ladrillo rojo o tezontle, y el polvo lo mezclan con el maíz para controlar las plagas de almacén.
Ahumar el grano
Se fumiga el grano con el humo emanado de la quema de semilla de colorín o del fruto seco de chile. Los agricultores del sureste almacenan el grano en el “tapanco” o techo de la cocina para ahuyentar a los insectos con el humo de la chimenea.
Ataque de enemigos naturales
En Hidalgo, se guardan las mazorcas, con hoja o sin ella, en una troje pequeña hecha con carrizo. Luego se cuelga o se acomoda arriba del tronco, entre las ramas de un mezquite (Prosopis juliflora), para que las hormigas que viven en estos árboles eliminen a los insectos plaga, principalmente a sus estados inmaduros.
Cesáreo Rodríguez Hernández
Entomología y Acarología del Colegio de Postgraduados y Red de Acción sobre Plaguicidas y Alternativas en México. 56230 Montecillo, Texcoco, Estado de México, México.
Correo electrónico: crhernan@colpos.mx
Referencias
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– Becerra, L. A., 1997. Tareas del curso de Plagas agrícolas. Quinto año, cuarto grupo. Instructor C. Rodríguez H. Depto. de Fitotecnia, Universidad Autónoma Chapingo. Noviembre de 1997. Chapingo, México.
– Lagunes, T. A., C. Arenas L. y C. Rodríguez H., 1984. Extractos acuosos y polvos vegetales con propiedades insecticidas. Colegio de Postgraduados. Chapingo, México.
– López T., M. 1995. Comunicación personal. 29 de noviembre. Entomología y Acarología, IFIT, Colegio de Postgraduados. Montecillo, Texcoco, México.
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– Rodríguez H., C. 2007. Cal contra plagas. En: Rodríguez- Hernández, C., M.L.I. de Bauer, C.G.S. Valdés-Lozano y S. Sánchez-Preciado (ed.). Agricultura Sostenible, vol. 1. Sociedad Mexicana de Agricultura Sostenible, CP e ITA Tlaxcala. Montecillo, Texcoco, México. p. 81-101.