junio 2003, Volumen 19, Número 1
Aprendiendo con las ECAs

Agricultores de ECAs manejan exitosamente al tizón de la papa

JULIO GABRIEL, EDSON GANDARILLAS, RUDY TORREZ, RICARDO VERA, ANTONIO GANDARILLAS | Página 57-59
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Las Escuelas de Campo de Agricultores (ECAs) fueron introducidas a Bolivia en 1997 por la Fundación PROINPA cuando, con el apoyo del Centro Internacional de la Papa, se empezó un proceso de capacitación participativa incorporando algunos elementos del enfoque de las ECAs.

Más adelante, entre 1999 y el año 2002, la Fundación PROINPA y la ONG Asociación de Servicios Artesanales y Rurales (ASAR), en coordinación con el CIP y con financiamiento del FIDA, ejecutaron un proyecto multinacional centrado específicamente en las ECAs. Así, en el curso de varios años, esta metodología ha sido validada y ajustada a las condiciones agroecológicas, socioeconómicas y culturales de la agricultura andina boliviana.

El presente documento describe la experiencia de la implementación de más de 40 ECAs con el cultivo de papa en el municipio de Morochata en Cochabamba, Bolivia, y del éxito logrado por los agricultores de las ECAs en el manejo del tizón (Phytophtora infestans), que es una de las principales enfermedades que afectan este cultivo. El municipio de Morochata agrupa a 154 comunidades, de las cuales 25 fueron beneficiarias del proyecto. Las mismas se encuentran ubicadas en diferentes pisos ecológicos, los que van desde los 2.600 hasta los 4.500 m.s.n.m.

Características de las ECAs

Las ECAs son una metodología que ofrece la oportunidad de «aprender haciendo», basándose en los principios de educación no formal para adultos. En las comunidades de Morochata, las ECAs han sido implementadas de manera participativa y han sido facilitadas por técnicos o por promotores-agricultores, estimulando a los agricultores a descubrir por sí mismos principios agroecológicos claves, y a desarrollar habilidades para un manejo integrado del cultivo a través del descubrimiento basado en el campo.

Las ECAs han sido diseñadas para 20 a 25 participantes de cada comunidad, con sesiones que se realizan de manera regular cada semana o cada dos semanas durante todo el ciclo del cultivo. Para descubrir principios agroecológicos claves, cada ECA estableció una parcela de estudio, donde comparó las prácticas locales de manejo del cultivo con prácticas «mejoradas». Esto siguió al desarrollo de un Análisis Agroecológico (AAE), como análisis detallado de la situación actual del cultivo en estudio. La información obtenida determina la toma de decisiones y la implementación de prácticas en la parcela.

Al igual que en muchos otros casos (Torrez et al. 1999), también en este caso fue el AAE el corazón de la metodología. Para ello, cada semana, grupos de cuatro a cinco personas realizaron observaciones cuidadosas del campo, entendiendo de mejor manera la relación que existe entre el cultivo y su entorno (el suelo, clima, los insectos, enfermedades y las otras plantas). En una plenaria, cada grupo presenta su análisis y las acciones que propone realizar, y luego, siguen las preguntas y discusiones. Finalmente, los participantes llegan a un consenso sobre las prácticas de manejo que implementarán durante la siguiente semana. En la cosecha se comparan los rendimientos y la rentabilidad de las dos opciones de manejo.

Este análisis fue parte fundamental de cada una de las sesiones programadas y desarrolladas en las ECAs (ver cuadro). Estas sesiones fueron elaboradas de manera sistemática por los facilitadores y validadas participativamente por los agricultores de las ECAs. El orden de cada sesión implementada fue para ayudarlos en el momento preciso del manejo de sus cultivos en campo. Fue necesario innovar y adecuar la metodología a las condiciones locales, indicando esto que la metodología de ECA es flexible y fácil de adecuar a sus propias condiciones y necesidades. Sin embargo, fue necesario también implementar sesiones nuevas que proporcionaran a los agricultores mejores habilidades para el manejo de su cultivo y, particularmente, para el control del tizón de la papa.

Considerando las necesidades de tener habilidades de los agricultores en temas que ellos consideraban fundamentales para el manejo de sus cultivos y que deberían ser atendidas según el desarrollo del cultivo, se programaron las siguientes sesiones:

Sesión 1: Concepto y principios de Escuela de Campo
Sesión 2: Prueba de la caja
Sesión 3: Calidad de semilla, fertilizantes y densidad de siembra, en el cultivo de la papa
Sesión 4: Qué es el manejo integrado de plagas
Sesión 5: El agroecosistema y sus componentes
Sesión 6: Uso y manejo seguro de pesticidas
Sesión 7: Análisis del agroecosistema
Sesión.8: Formas de acción de los plaguicidas
Sesión.9: Estrategias para controlar el tizón de la papa en cultivares susceptibles
Sesión 10. Cómo reconocer los síntomas del tizón en el cultivo de la papa
Sesión 11: Estrategias para controlar el tizón de la papa en cultivares resistentes
Sesión 12: Ciclo de vida del tizón
Sesión 13: Grado de daño del tizón
Sesión 14: Calibración de equipos de aspersión y dosis correctas
Sesión 15: Almacenamiento de la papa
Sesión 16: Selección y clasificación de la papa
Sesión 17: Análisis de costos de producción

Cuadro 1 Currículo
De este modo, se dio un especial énfasis al desarrollo de las habilidades del agricultor para el control del tizón, tales como: el reconocimiento de sus síntomas frente a los de otras enfermedades (como las manchas foliares) detectar sus primeras manifestaciones, reconocer si una lesión continúa esporulando o si el progreso de la enfermedad se ha detenido, conocer las diferencias entre los fungicidas de contacto y los sistémicos; conocer conceptos de resistencia a fungicidas sistémicos, y evaluar las ventajas de las variedades de papa resistentes al tizón. De esta manera, el agricultor entiende los fundamentos biológicos y los principios básicos de las tecnologías.
Conocimientos, actitudes y prácticas (KAPs) de los agricultores para el control del tizón

Antes del inicio del proyecto se elaboró una línea de base (Guamán et al., 1999). Posteriormente, al finalizar el proyecto se realizó un estudio de adopción e impacto de las tecnologías de manejo integrado del tizón (Villarroel, 2001; Gabriel et al., 2002), las mismas que fueron determinadas en términos de conocimientos, actitudes y prácticas, a través de encuestas formales e informales (según la metodología KAP, orientada a usar los resultados en la planeación y como línea de base para propósitos de reevaluación sumativa). Los principales resultados fueron los siguientes:

El control del tizón se realiza generalmente sobre la base de fungicidas, sin discriminar si estos son sistémicos (90 % de los agricultores) o de contacto (5% de agricultores). Otra práctica común en la zona es el corte de follaje, lo que realiza el 58 % de los agricultores, para evitar que el patógeno ataque al tubérculo. Prácticamente todos los agricultores conocen la relación entre las condiciones climáticas y el desarrollo de la enfermedad, por esta razón es que las variedades susceptibles son cultivadas en épocas de menor precipitación pluvial y, por tanto, menor incidencia de la enfermedad. Muchos agricultores creen que los síntomas del tizón en las hojas, tallos y tubérculos corresponden a diferentes enfermedades (80 % de los agricultores), por lo cual aplican diferentes productos para cada síntoma (Villarroel, 2001; Guamán et al., 1999 ; Gabriel et al., 2002).

Adopción e impacto

En función a la línea de base y a la encuesta KAP, se hizo un estudio de adopción e impacto de los componentes del manejo integrado del tizón en seis comunidades del municipio de Morochata. El estudio contempló el análisis de los grupos de agricultores capacitados mediante ECAs y grupos de agricultores de las mismas comunidades que no recibieron capacitación.

Los agricultores capacitados mediante ECAs implementadas por PROINPA y ASAR mostraron un incremento del conocimiento sobre la enfermedad mayor a 75%, con respecto a los no capacitados. Entre las formas de manejo del tizón, los agricultores capacitados señalaron al control químico, el uso de aporques altos, la eliminación de plantas voluntarias y la utilización de variedades resistentes. En comparación, entre el 96 y el 100% de los agricultores no capacitados indicaron al control químico como la única forma para combatir la enfermedad. La siguiente Tabla muestra las formas de manejo del tizón y el porcentaje de agricultores que conocen y hacen las prácticas durante el ciclo del cultivo.

Aunque la gran mayoría sigue utilizando químicos, se observó que el 25% de los agricultores capacitados utilizan variedades resistentes, 55% hacen aporques altos, 48% eliminan las k’ipas, 98% hacen control químico, 17% hacen distancia entre plantas, 22% cortan el follaje y 15% utiliza semilla sana. De 96 a 100% de los agricultores no capacitados y vecinos no realizan estas prácticas (Villarroel, 2001).

Todos los agricultores (capacitados y no capacitados) señalaron al tizón como el principal problema en el cultivo de papa, mostrando que conocen las fuentes de inóculo de la enfermedad, las condiciones medioambientales favorables para la infección, y los lugares en la planta donde infecta el hongo. Lo mencionado muestra que existe una importante transferencia de conocimiento de agricultor a agricultor ya que al levantar la línea de base sobre el tizón, en 1997 (Guamán et al., 1999), los agricultores no capacitados desconocían estos aspectos sobre la enfermedad. De igual manera, en términos de prácticas, el 100% de los agricultores capacitados alternan productos para evitar la resistencia a fungicidas, mientras que el 70% de los agricultores no capacitados no realizan alternancia de productos. Se observó, así, que el 30% restante alterna productos, hecho que demuestra que ya existe un proceso de transferencia agricultor – agricultor.

De otro lado, los agricultores capacitados conocen los mecanismos de funcionamiento de los fungicidas. Mientras que los agricultores no capacitados no diferencian entre la acción de los fungicidas sistémicos y de contacto.

El análisis de rentabilidad de la estrategia para el control químico del tizón en cultivares susceptibles, mostró que el costo promedio fue de $US 100, más por hectárea que la práctica del agricultor. Las ganancias adicionales son de aproximadamente $US 1.400/ha. Si la estrategia fuera adoptada por las 600 familias del municipio de Morochata (3.000 ha), los beneficios directos podrían alcanzar a $US 1.680.000 por año en la zona (Thiele et al., 1997).

En la mayoría de los casos analizados, los costos que varían aumentan con el número de aplicaciones, pero los beneficios parciales aumentan más, haciendo que la tasa de retorno marginal de incremento del uso de fungicidas sea alta (Tabla 2). Estos resultados mostraron que pese a no tener un buen conocimiento acerca del tizón y su manejo, los agricultores, cuanto más aplicaciones de fungicidas realizan, mayores beneficios netos obtienen (Guamán et al.,1999; Torrez et al., 1999). Un ejemplo de estos análisis se muestra en la Tabla 2.

Por otra parte, más de 100 familias de agricultores en Morochata cultivan unas 64 ha de las variedades mejoradas resistentes: Runa Toralapa (27 ha), Robusta (24 ha) e India (12 ha), con un rendimiento promedio de 10 t/ha, superior al promedio nacional (6 t/ha) y superior al promedio de la zona (6 a 9 t/ha) (Gabriel et al., 2002).

Con el uso de la estrategia del control químico para variedades resistentes se logró reducir entre 50% a 70% el número de aplicaciones de fungicidas y hasta un 50% el costo de las mismas, además del beneficio indirecto de contribuir a la disminución de la contaminación ambiental y la protección de la salud de los agricultores.

Para estimar el impacto económico de las inversiones realizadas, tanto en la investigación como en la capacitación del manejo integrado del tizón, se tomaron los datos de los costos de investigación del ex Programa de Investigación de la Papa, desde 1989 hasta 1997, y los costos de transferencia entre 1998 y 2001. Los beneficios fueron calculados multiplicando los beneficios netos adicionales que obtienen los agricultores por el número de agricultores que adoptan la tecnología. Esta proyección genera un flujo de caja a partir del cual se pudieron calcular los indicadores de rentabilidad económica (como la Tasa Interna de Retorno, TIR, o el Valor Actual Neto, VAN). Los resultados mostraron que si el 50% (3.000 ha) de la superficie afectada por tizón en Morochata (6.000 ha) es manejada bajo los principios del manejo integrado, el retorno económico (TIR) estaría en alrededor del 47% (Gabriel et al., 2002).

Consideramos que la información presentada en este artículo muestra de manera contundente los beneficios del uso de la metodología de ECAs con los agricultores de la zona andina de Bolivia. Esta metodología incrementa significativamente la capacidad de los agricultores de tomar decisiones, lo que hace que los agricultores se encuentren mejor preparados para lograr mejores cultivos, algo que además incrementa sustancialmente la autoestima de los agricultores. Además, de manera indiscutible, esto resulta en un impacto económico potencial.

Lecciones aprendidas

No todo, sin embargo, es positivo. Por el lado operativo, la experiencia ha mostrado que en las ECAs participa apenas un reducido número de agricultores, y el proceso es lento para alcanzar un gran número de agricultores en un período corto de tiempo. En todo caso, la calidad de la capacitación es notoria, observándose que los agricultores ponen mucho entusiasmo en la evaluación de nuevos genotipos. Esta participación y entusiasmo ayuda a identificar agricultores con capacidades de ser futuros facilitadores de ECAs. Para alcanzar estos resultados positivos, los facilitadores deben invertir al menos un día de trabajo para diseñar una sesión de escuela de campo en promedio.

En cuanto a los aspectos institucionales, hemos visto que varias herramientas de las ECAs requieren adaptación al cultivo principal de la zona, y con esta adaptación es que las ECAs ayudan a los agricultores a aprender los principios del manejo integrado de plagas, difundir variedades y mejorar el manejo de fungicidas de manera práctica. Las ONGs y otras instituciones de desarrollo son socias valiosas e importantes, por lo que es importante establecer relaciones armoniosas de trabajo conjunto. Junto a ello, las ECAs necesitan de un gran flujo de tecnología para funcionar, haciendo falta reflexionar mucho más para incluir el conocimiento local en el proceso de las ECAs.

Proyecciones

Mirando hacia adelante, creemos que para que las ECAs sean de mayor alcance para los agricultores es importante aprovechar de mejor manera las alianzas estratégicas, trabajando mancomunadamente con más instituciones y organizaciones de agricultores. Los municipios podrían ser aliados importantes para la sostenibilidad de esta metodología.

Agradecimientos

Queremos agradecer de manera muy especial a todos los agricultores y agricultoras que han participado en las ECAs de las comunidades de Morochata, al Dr. Graham Thiele por sus aportes en la implementación de la metodologías de ECAs y a los Ing. Adhemar Trujillo y Magaly Salazar por la implementación de varias ECAs en la zona de Morochata y en otros sitios de Cochabamba. También agradecer a todos los colegas de la Fundación PROINPA, al CIP-Perú, ASAR y a todos los que han contribuido de una u otra manera en la implementación de esta metodología.

 

Julio Gabriel, Edson Gandarillas, Rudy Torrez, Ricardo Vera, Antonio Gandarillas

Julio Gabriel, Edson Gandarilla, Antonio Gandarillas
Fundación PROINPA, Casilla 4285, Cochabamba, Bolivia
Email: egandari@proinpa.org

Ricardo Vera
Asociación de Servicios Artesanales y Rurales (ASAR), Casilla 1174, Cochabamba, Bolivia.

Rudy Torrez
Develop Agriculture National (DAI) /SITSA, Casilla 1327, Cochabamba, Bolivia.

Referencias
– Gabriel J., Torrez R., Almanza J., Gandarillas E. 2002. Estudio de impacto del manejo integrado del tizon de la papa en Morochata, Fundación PROINPA (En Edición)
– Guamán S., Torrez R., Quiroga J., Thiele G. 1999. Estudio de linea de base del manejo del tizón de la papa en Cochabamba. Documento de trabajo No. 13. ITG, Fundación PROINPA. Cochabamba, Bolivia.
– IFAD. 2000. Informe Final de actividades del Proyecto IFAD 1999-2000. Centro Internacional de la Papa, Lima, Perú.
– Thiele G.; Navia O. y Fernández-Northcote E. N. 1997. Análisis económico de la estrategia de control químico del tizón tardío (Phytophthora infestans) para cultivares de papa susceptibles en Cochabamba, Bolivia. Fitopatología 33 (3):176-181.
– Torrez R., Veizaga A., Macías E., Salazar M., Blajos J., Gandarillas A., Navia O., Gabriel J., Thiele G. 1999. Capacitación a agricultores en el manejo integrado del tizón de la papa en Cochabamba. Documento de trabajo No. 12. Fundación PROINPA, Cochabamba, Bolivia. 30 p.
– Villarroel L. 2001. Estudio de adopción del manejo integrado del tizón (Phytophthora infestans) en el área Piloto y de Impacto de Morochata en Informe de Consultoría para la Fundación PROINPA, Cochabamba, Bolivia.

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