La gente se ha visto motivada para experimentar este enfoque y evaluarlo por sí misma, después de la aparición de diferentes artículos y presentaciones sobre SIA en foros nacionales e internacionales, especialmente los del Dr. Norman Uphoff, Director del Instituto Internacional de la Universidad de Cornell, Estados Unidos, para la Alimentación, Agricultura y Desarrollo, (con la siglas CIIFAD, en ingles).
Más que una «tecnología», el SIA es un «sistema». Se basa en la información interna del potencial que tiene el arroz para producir más brotes, raíces y granos de lo que se observa en la actualidad, y porque se sabe que este potencial se puede lograr al transplantarlo tempranamente y al observar ciertas condiciones para un crecimiento óptimo (espaciamiento, humedad, suelos biológicamente activos y sanos, y condiciones aeróbicas del suelo durante la fase vegetativa). Estos principios se traducen en un conjunto de prácticas «iniciales»: transplante cuidadoso de las plántulas jóvenes colocando una por sitio, sin agua estancada durante la fase de crecimiento vegetativo; aplicación de compost; y, deshierbe temprano y frecuente. Se invita a que los practicantes del SIA mejoren estas prácticas para observar cuáles son más efectivas, en sus situaciones en particulares.
El enfoque del SIA ha sido probado por lo menos en 17 países con una amplia gama de climas y de otras condiciones. Los agricultores han trabajado con muchas variedades diferentes (tradicionales, de alto rendimiento e híbridas) y con diversas prácticas de fertilidad del suelo (orgánicas, químicas y con una combinación de las dos), y han desarrollado numerosas variantes y mejoramientos en las prácticas «básicas».
Figura 1: Rendimientos comparativos de arroz, reportados de casos donde se disponía de información del rendimiento del sistema SIA y
también de las parcelas testigo
Primera Conferencia Internacional
A medida que aparecieron validaciones científicas de la experimentación de los agricultores y de los científicos, llegó el momento de llevar a cabo una conferencia internacional sobre el Sistema de Intensificación del Arroz. Esta conferencia fue organizada por CIIFAD y por el Centro Nacional Chino de Investigación y Desarrollo de Arroz Híbrido, co-auspiciado por ATS y el Instituto Nacional Chino de Investigación del Arroz, y tuvo lugar del 1 al 4 de abril, 2002, en Sanya, China. El objetivo fue comprender mejor las variaciones de las prácticas y los resultados obtenidos, y establecer medios de comunicación que podrían facilitar la evaluación de las diferentes innovaciones y compartir ampliamente esta información, para que agricultores de muchos países pudieran tener a mano un «menú» más amplio de las prácticas del SIA, y así poder elegir las adecuadas.
En la conferencia se presentaron informes de China, Indonesia Filipinas, Camboya, Laos, Tailandia, Myanmar, Bangladesh, Sri Lanka, India, Nepal, Gambia, Madagascar, Sierra Leona, Cuba, Perú y de los Estados Unidos de América. Este artículo presenta una recopilación de los principales hallazgos y comentarios.
Ventajas
En las ponencias de la Conferencia se presentaron varios beneficios asociados con las prácticas del SIA, y los más importantes son un incremento al factor global de productividad. Las ventajas específicas incluyen:
• Mayor rendimiento: lo normal fue del incremento en los rendimiento de 50-200%, con una producción de 4-8 toneladas / ha, aunque fueron frecuentes los informes sobre producciones mayores a 10 toneladas por hectárea (ver Figura 1).
• Mayores ingresos para los trabajadores, con mayor producción por día trabajado.
• Ahorro de agua: hasta 50%, junto con una mayor productividad por unidad de agua usada.
• Menos requerimiento de semillas: se usan 5-10 kg de semillas, lo que representa 5-10 veces menos que la cantidad utilizada en las prácticas regulares; esto abarata los costos de las semillas mejoradas e híbridas para los agricultores.
• Menos requerimientos de insumos comprados (agua, fertilizantes, semillas y plaguicidas), y menores costos de producción, lo cual contribuye a que los agricultores obtengan mayores ingresos.
• Mejor calidad de semillas: los métodos del SIA hacen posible incrementar considerablemente los rendimientos de las variedades tradicionales de arroz cultivadas orgánicamente por las que se pueden obtener mejores precios. Además, la multiplicación de las «semillas de productor» puede ser más rápida ya que se producen más granos de una única semilla.
• Diversificación de la producción: se necesita menos tierra para producir la misma cantidad de arroz, lo cual deja áreas libres para otros sembríos, como plantas para abono verde o cultivos de mayor valor.
• Beneficios para el medio ambiente, que son el resultado de una menor demanda de agua, y del menor uso o no uso de agroquímicos.
Recuadro 1. División de género en el trabajo del SIA
No sabemos cuánto afecta el SIA a la división del trabajo según el género, dentro de las familias; y, por lo tanto, tendrá que ser
evaluado como un tema prioritario. Ya que el SIA requiere más mano de obra por hectárea, por lo menos inicialmente, hay cierta preocupación que esto pueda incrementar la carga laboral de las mujeres, quienes generalmente realizan los transplantes. El ahorro del tiempo de trabajo en la instalación de almácigos y en el manejo del SIA, es por lo general un beneficio para los hombres.
Sin embargo, después de conversar con mujeres que realizan los transplantes SIA en Sri Lanka, se observó que, después del primer año, una vez seguras del manejo de las plántulas muy jóvenes, ellas encontraron métodos SIA más fáciles y más rápidos.
Ya que se transplanta plántulas más livianas y en menor cantidad de plántulas, no informaron que una vez encontrada la técnica más cómoda («que produce menos dolor de espalda») el transplantar las plántulas en el SIA se había convertido en un trabajo más rápido para ellas.
En Madagascar, todavía siguen quejándose del método que les demanda tiempo y esfuerzos adicionales, pero allí se sigue
marcando con sogas el espaciamiento para el transplante y no trazando la superficie de los campos con simples rastrillos de madera. Un mayor rendimiento probablemente incrementa la carga laboral de las mujeres durante la cosecha, pero, una mayor cosecha ayuda a mantener la seguridad alimentaria de las familias, lo cual es responsabilidad y tarea de las mujeres.
Las desventajas reportadas incluyen:
• Necesidad de un buen control del agua, para poder aplicar pequeñas cantidades de agua cuando sea necesario para mantener la humedad del suelo sin saturarlo, y no para inundar continuamente los campos sembrados. Los agricultores que no tienen ese control o que no tienen fuentes confiables de agua logran pocos o ningún beneficio de las prácticas del SIA
• Necesidad de mayor mano de obra, por lo menos durante el primer o los dos primeros años, mientras que se aprenden las destrezas para usar las prácticas del SIA de una manera rápida y con seguridad (Ver recuadro 1). Esto puede constituir un obstáculo para la adopción de las prácticas, aun en familias de escasos recursos económicos, que tienen más exigencias de mano de obra, especialmente si necesitan ingresos inmediatos por su trabajo para satisfacer las necesidades de subsistencia. En esta etapa del desarrollo, el SIA es de particular interés para los pequeños agricultores que tienen suficiente mano de obra en la familia. El reto es desarrollar prácticas adecuadas para un SIA en situaciones donde la mano de obra es más costosa y para una agricultura a mayor escala, mecanizada.
• Cambio drástico de las prácticas agrícolas, lo que no siempre es fácilmente aceptado por los agricultores, por sus comunidades, por los investigadores y/o por los gobiernos.
• Necesidad de mayor habilidad de los agricultores, de quienes se espera puedan adaptar las prácticas del SIA a sus condiciones particulares, después que realicen sus propios ensayos y evaluaciones. Esto, por supuesto, contribuirá al desarrollo de los recursos humanos, lo cual es un beneficio y no solamente un gasto.
Experiencias y observaciones de campo
Uso de plántulas jóvenes. Según los resultados en Madagascar, ésta es probablemente la práctica más importante del SIA, y produce unas 2,5 toneladas más por hectárea, manteniendo iguales las demás condiciones (Tabla 1). Algunos agricultores han hecho ensayos con plántulas de 5 días; otros han preferido plántulas de mayor edad 3 a 4 semanas), por ejemplo, debido al crecimiento más lento en climas más fríos. Dos evaluaciones en Madagascar han demostrado claros beneficios en el uso de plántulas más jóvenes. El consejo de comenzar usando plántulas de 8 a 12 días sigue siendo válido, pero la decisión sobre la edad de las plántulas necesita adecuarse a las diferencias de las variedades y de climas.
Retoños efectivos. Hay una amplia variedad de los retoños obtenidos y también en su efectividad. A veces hasta el 50% de los retoños son improductivos, lo que no se puede explicar muy bien. Con frecuencia los retoños efectivos están en el orden del 60 al 80%, y en algunas parcelas, llegan al 80 o 90%. Un tema importante de investigación es cómo optimizar los retoños efectivos.
Transplantes rápidos y cuidadosos. Los agricultores no tienen dificultad en transplantar plántulas en 30 minutos, o preferiblemente, en 15 minutos, si es que establecen sus almácigos cerca del campo. Han encontrado que el uso de una paleta u otra herramienta ayuda a minimizar el estrés para las plántulas tiernas, al extraerlas del almácigo para transpantarlas. A veces se siembran las pequeñas plántulas en marcos de madera o de bambú que pueden ser mantenidos en la casa o cerca de ella, para protegerlas y después llevarlas al campo. De esta manera, sólo se extraen las plántulas una vez, en el momento del transplante.
Se reduce el trauma durante el transplante prestando atención a las mezclas de suelos que se usan en los almácigos, y aplicando prácticas adecuadas de manejo de agua. En Sri Lanka, por ejemplo, han dado buenos resultados los almácigos con una mezcla que consiste en un tercio de tierra, un tercio de arena y un tercio de abono de aves de corral.
Variedades tradicionales, mejoradas o híbridas. Todas las variedades usadas hasta ahora han dado mayores rendimientos con prácticas de SIA, aunque no sorprende que algunas variedades respondan mejor que otras, es decir, que produzcan más retoños o que den más cantidad de granos. Se observó que las variedades de 120 y 140 días respondieron con mayor productividad, pero aún se requieren más estudios para confirmar esto. Con variedades de alto rendimiento o con híbridos se han obtenidos los mejores rendimientos de SIA (alcanzando 16 toneladas por hectárea o más), aunque las variedades tradicionales, consideradas de bajo rendimiento también han mostrado rendimientos mayores. Ya que estas últimas variedades son preferidas por su sabor y por otras cualidades, obtienen mejores precios en el mercado y pueden volverse populares si se cultivan usando métodos SIA que incrementen su rendimiento a 6-10 toneladas por hectárea.
Número de plántulas por montículo. Se pueden obtener buenos resultados plantando una o dos plántulas por sitio. Cuando los suelos son pobres es mejor usar 2 plántulas por sitio hasta que se mejore la calidad del suelo. Hay suficiente evidencia de que 3 plántulas por sitio o más, retardan el crecimiento debido a la competencia de las plantas debajo y encima de la superficie del suelo, y por eso, no se necesita mayor experimentación. En buenos suelos, los mejores resultados han sido obtenidos con una sola plántula.
Amplio espaciamiento. Algunos de los mayores rendimientos observados con el SIA han sido obtenidos en suelos de excelente calidad, con un espaciamiento muy amplio de 50 x 50 cm. Pero, el espaciamiento es algo que se tiene que optimizar y no maximizar, ya que se desea el mayor número de brotes con grano por metro cuadrado. Este número se veinfluenciado por varios factores (calidad del suelo, variedad) y también por las prácticas del SIA utilizadas, de las cuales una es el espaciamiento. Se aconseja a la mayor parte de los agricultores que comiencen con un espaciamiento de 25 x 25 cm. Con frecuencia, los mejores resultados han sido obtenidos con un espaciamiento de 35 x 35 cm, pero, en suelos muy pobres, podría ser mejor uno de 20 x 20 cm.
Técnicas de espaciamiento. En vez de usar las soguillas para lograr un espaciamiento deseado y exacto, algunos agricultores en Madagascar y en Sri Lanka ahora usan rastrillos de maderas con púas, espaciadas a 25 cm o a intervalos mayores, para marcar un trazado de líneas en un cuadrado, en la superficie fangosa de las camas de arroz cubiertos de lodo. Los agricultores dicen que esto acelera considerablemente el transplante (Ver Recuadro 2).
Manejo del agua. Hay abundante evidencia de que en muchas situaciones, es mejor mantener el suelo húmedo pero no saturado, durante el período de crecimiento vegetativo. La recomendación del SIA es aplicar pequeñas cantidades de agua diariamente en los campos, preferiblemente al final de la tarde o cuando está oscureciendo (a no ser que haya llovido durante el día), y drenar el exceso de agua (agua estancada) en las mañanas. Esto hace que el suelo se airee y se caliente durante el día. Sin embargo, muchos agricultores, buscando reducir la mano de obra, siguen un esquema de irrigación que consiste en inundar y secar sus campos, alternativamente, en vez de regarlos cuidadosamente; pero, durante la fase de crecimiento vegetativo, los campos no son inundados. No está claro si esto produce mayores rendimientos o no, pero con certeza ahorra mano de obra. Se necesitan algunas prácticas distintas para suelos arcillosos, en comparación con suelos de otro tipo. También se necesita más investigación para comprender las implicancias de estos cambios para la distribución de agua y en el medio ambiente, para prácticas a gran escala.
Recuadro 2. Adaptación e innovación de prácticas del SIA en Sri Lanka
Una de las razones de la rápida difusión del SIA en Sri Lanka es el entusiasmo y la creatividad de los agricultores para adaptar e innovar prácticas del SIA para solucionar sus problemas en el campo. Algunos de los aspectos importantes son los siguientes:
• Varias prácticas de enriquecimiento del suelo se han convertido en parte del sistema. Entre ellas se encuentran el uso de abono verde (por ejemplo, ‘sunhemp’), paja de arroz, estiércol de ave de corral y mezclas de ciertos extractos de plantas verdes y estiércol de vaca. De esta manera, los agricultores mejoran suelos degradados por las prácticas convencionales de producción de arroz, sin tener que transportar grandes cantidades de compost a sus campos de arroz.
• Los problemas que se han encontrado al usar el deshierbador giratorio han sido solucionados diseñando uno alternativo que se adecua a las condiciones específicas de los diferentes campos. Varias compañías de agricultores y empresarios del sector privado los están fabricando y vendiéndolos. Dentro de poco en tres lugares se va a ensayar un prototipo de deshierbador motorizado que está siendo diseñado.
• Para facilitar el transplante, se ha producido un rastrillo que marca líneas en el suelo, en una matriz cuadrada. Las plántulas se colocan en las intersecciones de los trazos.
• Se ha desarrollado un transplantador que coloca cuidadosamente una plántula por sitio en seis hileras a la vez, con el espaciamiento requerido.
• También se desarrolló y está siendo usada una herramienta para sembrar, que puede liberar una o dos semillas germinadas, a un espaciamiento adecuado.
• Una bomba de rociado, accionada con un pedal, está siendo experimentada para asegurar la humedad requerida durante el período de crecimiento y después de la aparición de los panículos. Esta bomba es especialmente útil en períodos de sequía, cuando el agua de la superficie es escasa, también es útil para garantizar la producción de arroz orgánico
de alto valor destinado al mercado de exportación.
• Muchos agricultores están usando diferentes combinaciones de extractos de plantas, con o sin «microorganismos efectivos», pare evitar el uso de plaguicidas químicos, y experimentan con diversas plantas que se encuentran en las zonas altas, alrededor de los campos de arroz. Algunos extractos de plantas se están usando no sólo como repelentes contra insectos sino también como fuente de nutrientes.
• Los agricultores ya no enlucen sus muros de contención y dejan que el pasto los cubra con el fin de proteger el hábitat de los predadores de las plagas que atacan el arroz. De esta manera apoyan el control biológico de las plagas y la actividad microbiana en el suelo para mejorar su salud y la biodiversidad en los campos de arroz. Esto ahorra los gastos por enlucido y por plaguicidas, reduciendo los costos de producción.
• Los agricultores SIA están experimentando diferentes espaciamientos y siembras directas. También planifican cuidadosamente los tiempos para evitar el florecimiento durante la fase de luna llena. Se han dado cuenta que esto reduce los daños causados por las plagas de insectos.
Los beneficios que los agricultores obtienen del SIA y de otras prácticas mejoradas son atractivos. Ellos han podido por lo menos duplicar el rendimiento que obtenían con prácticas convencionales, y al mismo tiempo, es frecuente que reduzcan sus costos de producción a la mitad. Se han convertido en productores de arroz de calidad y obtienen ingresos ligeramente mayores por la venta de las semillas. El arroz SIA, libre de biocidas, logra un mejor precio en el mercado y su demanda está creciendo. La producción de arroz orgánico y tradicional para exportación está aumentando y un grupo de agricultores ya ha obtenido la certificación de productores de arroz orgánico. De esta manera, el SIA se está convirtiendo en una alternativa viable para los agricultores que cultivan parcelas pequeñas y que obtienen un rendimiento de 8,5 toneladas por hectárea, logrando ingresos más altos con una reducción de la inversión mientras, por otro lado, se incrementa la productividad de la tierra, del agua, de la mano de obra y del capital. Además, los agricultores del SIA producen arroz limpio y sano, a través de prácticas ecológicas.
En el Recuadro 4 y en las Actas de la Conferencia Internacional sobre el SIA se puede encontrar más información sobre las experiencias en Sri Lanka.
Gamini Batuwitge, Additional Secretary, Ministry of Agriculture and Livestock, Govi Jana Mandiraya, Battaramulla, Sri Lanka. Correo electrónico: batuwita@sltnet.lk
Materiales de capacitación usados en Madagascar, que muestran las etapas comprendidas en la plantación de arroz con el SIA.
Recuadro 3. Adaptación del SIA y diversificación en Camboya
Una vez que los agricultores adquirieron confianza en el SIA, se interesaron en ajustar las maneras de incrementar la producción del arroz y en diversificar los sistemas agrícolas basados en el arroz. Se han observado las siguientes tendencias:
• Los agricultores modifican la manera en la que quieren transplantar, dependiendo de sus condiciones específicas, en particular, la edad de las plántulas y el espaciamiento. Tienen mucho interés en evaluar por sí mismos las prácticas apropiadas del manejo de las plantas, por medio de experimentaciones.
• Es más fácil hablar a los agricultores que usan el SIA sobre el integrar abono verde antes y después del cultivo del arroz, y están más dispuestos a invertir en cultivos para abono verde.
• Algunos agricultores están desarrollando herramientas simples para deshierbar, como por ejemplo pequeños azadones y escarificadores. Ahora, los agricultores comprenden bien el concepto de aeración del suelo a través del retiro de la maleza, y saben que esto contribuye a mejorar el crecimiento de la raíz.
• Este año, dos agricultores comenzaron a practicar labranza cero, y hay más agricultores interesados en esta práctica. Es posible la práctica de labranza cero porque el SIA hace nuevamente atractivo el cultivo de variedades tradicionales de arroz que producen mucha biomasa para usarla como mulch. Hasta ahora, observamos que el arroz cultivado con labranza cero está rindiendo bien, aún mejor que el cultivado con las prácticas normales.
• Cuando los agricultores ven que aumenta el rendimiento de sus campos de arroz, están dispuestos a usar parte de sus campos de arroz para cultivar otros productos y para criar peces. Esto se conoce como un campo de arroz para propósitos múltiples, o el Sistema de Intensificación y Diversificación de la producción de arroz. Antes, ellos no podían considerar la diversificación, ya que no les era posible darse el lujo de cultivar menos arroz, que es el alimento básico.
• Algunos agricultores del SIA han retomado la modalidad de ayuda mutua para el transplante, porque las personas que normalmente contratarían para esta tarea no tienen la habilidad para transplantar de acuerdo con las prácticas del SIA. Encuentran que uniendo esfuerzos, pueden obtener resultados buenos y rápidos.
Según nuestra experiencia, el enfoque del SIA contribuye significativamente a incrementar la capacidad innovadora de los agricultores, y al aprendizaje y la cooperación comunal. Ahora, vemos que la intensificación ecológica de la producción de arroz a través del enfoque de pequeños grupos de agricultores es un buen punto de partida para una agricultura sostenible y para el desarrollo rural de Camboya. En las Actas de la Conferencia sobre SIA se puede encontrar más información sobre las experiencias en Camboya.
Yang Saing Koma, CEDAC. Correo electrónico: cedac@camnet.com.kh
Deshierbe. Cuando no se mantienen los suelos permanentemente inundados para combatir la maleza, los agricultores tienen que usar otras prácticas. En el SIA, también es importante deshierbar temprana y frecuentemente para airear la superficie del suelo. Los agricultores que practican el SIA pueden usar azadones o pueden deshierbar a mano, pero se recomienda usar «azadones rotatorios» o «deshierbadores de cono». El acceso a azadones mecánicos puede convertirse en un «cuello de botella», y el trabajo que se necesita en Madagascar puede llegar a 20 o 25 días para desmalezar una hectárea. Recientemente, los practicantes del SIA en Sri Lanka han desarrollado un diseño nuevo para un deshierbador que funciona empujándolo (ver el Recuadro 2 y el dibujo), que permite desmalezar una hectárea en 3 a 5 días.
Manejo del suelo y de los nutrientes. Con el SIA usando agregados orgánicos se han obtenidos los rendimientos más altos, en particular, con compost. La investigación en Madagascar ha demostrado que el compost incrementa considerablemente el rendimiento, comparado con fertilizantes NPK, en particular para variedades tradicionales (Ver Tabla 1). Sin embargo, también se ha informado que la mayor parte de los agricultores no usa ni compost ni NPK en sus cultivos, pero aún así, se obtienen rendimientos con métodos SIA que son el doble de los obtenidos con métodos estándares. Los participantes se preguntaron cómo era esto posible, y por cuánto tiempo los agricultores pueden continuar usando esas prácticas que agotan los nutrientes. En algún momento pueden ocurrir limitaciones de nutrientes, por ejemplo fósforo, limitaciones que deberán ser subsanadas añadiendo al suelo los agregados necesarios. Frecuentemente no hay suficientes nutrientes orgánicos disponibles, y los fertilizantes químicos son demasiado ineficientes para ser rentables.
Se necesita comprender mejor la vida del suelo y de sus procesos biológicos del suelo, para desarrollar estrategias de manejo de suelos que sean efectivas, eficientes y sostenibles para el SIA. Parece que el ámbito para las prácticas es grande. Manejo Integrado de la Fertilidad del suelo. Algunas de las prácticas orgánicas que tienen muy buen potencial son el abonoverde, paja de arroz en compost, micro nutrientes y rociados de microorganismos del suelo y de extractos de plantas. Podría ser conveniente en el SIA incorporar en los campos abono verde antes del arroz (por ejemplo Sesbania rostrata, fréjol «mung» o fréjol de arbusto) o después del arroz (por ejemplo, fréjol pardo). Los investigadores de la Universidad Agrícola Tamil Nadu en India han tenido una buena experiencia al sembrar abono verde (S. rostrata) dentro de hileras de plantas de arroz e incorporándolo en el suelo, 30 días después, con un deshierbador de cono. Especialmente para esto, han desarrollado un sembrador de tambor.
Con un amplio espaciamiento de las plantas en el SIA, al esparcir el fertilizante es menos eficiente. Una aplicación de gránulos de fertilizantes químicos (usada con gran éxito en Bangladesh) o de compost cerca de las plantas puede ser más eficiente. Las inundaciones y la adición de químicos pueden tener un gran impacto negativo en la vida del suelo y esto puede afectar la producción de los cultivos, pero todavía falta mucho por comprender a cabalidad. Se necesitan más estudios ecológicos para encontrar las mejores prácticas de manejo del suelo. La investigación presentada en la conferencia, proveniente de Madagascar, indica que las respuestas de ese cultivo al compost no son lineales, es decir, podrían no haber mayores beneficios si se aplica 4 o 6 toneladas por hectárea, comparadas con una o 2 toneladas por hectárea, ya que pequeñas cantidades aparentemente son suficiente para «promover» la vida del suelo, y para dar buenos resultados los cultivos.
Preparación de la tierra. Es importante nivelar bien la tierra para obtener mejores resultados con la aplicación de poca cantidad de agua. Al mismo tiempo, se debe establecer un sistema de drenaje adecuado, para que se pueda humedecer y secar el suelo, alternativamente, con efectividad. En el SIA, la preparación de la tierra no difiere de las prácticas estándares. Podría ahorrase considerable mano de obra y energía al combinar cero labranza con prácticas de SIA (ambas prácticas siguen los mismos principios agroecológicos), pero aún se necesita más experimentación y evaluación.
Camas elevadas, labranza cero y siembra directa. Una de las adaptaciones más promisorias en el SIA pareciera ser el uso de camas elevadas, tal como está siendo experimentado con el auspicio del Consorcio de Sistemas de Cultivos de Arroz y Trigo en India y en Pakistán. Estas camas están elevadas de 10 a 15 cm por encima del fondo de los surcos, en los cuales se vierte agua de riego, intermitentemente. Así, se puede ahorrar del 25 al 30% de agua, con efectos positivos en el rendimiento debido a la aireación del suelo.
Algunos agricultores de SIA han comparado una siembra directa de las plántulas con los transplantes tempranos y no han encontrado ninguna diferencia, excepto un ahorro en la mano de obra. En Japón (Fukuoka), Sri Lanka, Nepal y en Camboya (ver Recuadro 2), los agricultores están practicando labranza cero en combinación con el uso de mulch, con resultados muy positivos. El SIA fue desarrollado para la producción en tierras bajas, en campos inundados, pero algunos de sus principios y prácticas pudieron ser extrapolados a tierras de secano. Algunos experimentos de Madagascar, sembrando las plántulas directamente en vez de transplantarlas, y usando cortes de arbustos leguminosos como mulch en vez de deshierbe manual mecanizado, han dado buenos resultados (4 toneladas por hectárea) en cultivos en tierras altas de secano. Esta es una nueva orientación a la que debe dirigirse la investigación del SIA.
Rebrote. Algunos agricultores en Madagascar dejan que su arroz cultivado con el SIA vuelva a crecer después de la cosecha, obteniendo así un segundo cultivo. Los rendimientos no son tan buenos como en la primera cosecha, 60-70%, pero es rentable ya que se ahorra la mano de obra que se requiere para la preparación de la tierra, para la siembra y para el transplante. El Tailandia, algunos agricultores cosechan los segundos rebrotes.
Manejo de plagas. Con el SIA, las plantas de arroz desarrollan bien y son saludables debido al manejo orgánico del suelo, a la alta calidad del suelo y a la profundidad que alcanzan las raíces, lo que hace que sean más resistentes a los ataques de plagas y a las enfermedades, y también a las sequías. Otras prácticas tradicionales, orgánicas y de Manejo Integrado de Plagas (MIP) podrían ayudar a que el arroz producido sea aún más resistente a las plagas y a las enfermedades.
Diversificación, de monocultivos a una agricultura integrada basada en el arroz. Los agricultores del SIA que han descubierto que pueden producir la misma cantidad de arroz en menos tierra, han comenzado a diversificar sus sistemas agrícolas de arroz mediante el cultivo de abono verde o cultivos y árboles alto valor, en la tierra que ya no necesitan para la producción de arroz. Esto les da mayores ingresos y es ventajoso para el control de plagas y malezas y para el manejo de la fertilidad del suelo. El siguiente paso podría ser la integración de forraje y el mejoramiento pecuario. En realidad, el SIA puede constituir un importante punto de partida para desarrollar sistemas integrados basados en arroz, que combinen una alta producción y rentabilidad con una alta capacidad de recuperación y de sostenibilidad ecológica.
Adaptación y difusión
El SIA es un sistema complejo que implica cambios drásticos de las prácticas corrientes de los agricultores. No es tan difícil capacitar a los agricultores en SIA, pero podrían haber varias dificultades en su práctica. No es solamente cuestión de difundir ciertas prácticas estándares, sino más bien de propagar una comprensión más holística de cómo se pueden cultivar las plantas de arroz de manera más efectiva. Ya que se necesita una adaptación a las condiciones locales, en cualquier estrategia de difusión del SIA es esencial la experimentación de los agricultores.
Desde una perspectiva científica, se necesitan comparaciones precisas y bien documentadas, tanto para convencer a los propios científicos como para comprender mejor los potenciales y las limitaciones del SIA. Para la credibilidad científica es necesario tener sistemas estandarizados de evaluación y análisis estadísticos. Ya que no siempre esto combina bien con el proceso de experimentación de un grupo de agricultores, podría ser muy útil tener a mano metodologías participativas para el desarrollo tecnológico y para la evaluación (ver, por ejemplo, LEISA Vol 15, No. 1 / 2).
La adaptación y la difusión del SIA es un proceso muy estratégico. Es importante convencer a funcionarios gubernamentales de primer nivel de la eficiencia de estos nuevos métodos, y si es posible, lograr su promoción a nivel político. Probablemente se logre con mayor rapidez un fuerte respaldo político para el SIA si es que hay agricultores que apoyan estos métodos con entusiasmo, basándose en sus propias experiencias, y que puedan y quieran participar en cabildeo (‘lobby’) para promoverlos. Los agricultores que tienen éxito son por cierto más efectivos que los científicos si de lo que se trata es de hablar con los políticos.
Deberían haber estrategias especiales para convencer a los profesionales de la agricultura, a los que con frecuencia les es difícil aceptar esta nueva metodología. Pocas veces los científicos creen en las cifras de los súper rendimientos con el SIA (es decir, 21 toneladas por hectárea, en Madagascar), aún cuando se les proporciona información de los componentes del rendimiento, por eso, es mejor recalcar los rendimientos promedio, y no aquellos que se pueden lograr con las mejores prácticas del SIA.
Mientras los gobiernos no acepten al SIA, hay necesidad de estrategias alternativas de difusión. Aún con la aceptación del gobierno, hay muchos caminos de la evaluación y de la difusión que son complementarios. Hasta ahora, las ONGs han sido las más activas en aprovechar el potencial del SIA, que es particularmente atractivo debido a sus características a favor de los pobres, y por ser un sistema amistoso para el medio ambiente. Es frecuente que grupos de agricultores estén muy interesados en experimentar con SIA, y en proporcionar una capacitación de agricultor a agricultor a sus colegas.
Se puede combinar SIA con programas de arroz de Manejo Integrado de Plagas de la Comunidad, y con las Escuelas de Campo de los Agricultores, ya que la filosofía de la experimentación y el desarrollo de los recursos humanos son elementos comunes. Podría ser necesario tener facilidades crediticias para comprar herramientas, en particular los desmalezadores. Estos pueden ser muy baratos, pero para agricultores pobres, aún gastos tan pequeños como estos pueden ser barreras infranqueables. Esta, en realidad es la única área donde se necesitaría crédito para el SIA.
Conclusiones aún provisionales, mayor información en Internet
Ya que la mayor parte del conocimiento sobre SIA es bastante reciente, las conclusiones aún deben ser provisionales por ahora, porque se necesitan más años de experiencia y de uso del SIA en una gama más amplia de circunstancias. Todavía se necesita bastante investigación para comprender los procesos ecológicos involucrados y para desarrollar una variedad de buenas prácticas. También se necesita más información interna acerca de la aplicabilidad y de las limitaciones del enfoque y sobre los posibles riesgos que hay. Sin embargo, los resultados iníciales son en su mayoría muy positivos y dan pie a sugerir que más países y más agricultores deben tener la oportunidad de evaluar SIA por si mismos.
Las Actas de la Primera Conferencia Internacional sobre el SIA, y todos los trabajos presentados, direcciones de contactos, materiales de capacitación e ilustraciones están disponibles en una página Web de SIA en Internet: http:// www.ciifad.cornell.edu/sri. También existen copias impresas y CD-ROM, a solicitud. Internet también será el medio para la información de seguimiento y para las futuras discusiones. Por favor, envíe sus experiencias, buenas o malas. Y ¡también sus comentarios!
Norman Uphoff y Erick Fernandes, CIIFAD, 31 Warren Hall, Cornell University,
Ithaca, NY 14853. Correo electrónico: ntu1@cornell.edu
Referencias
– Uphoff, N, E Fernandes, LP Yuan, J Peng, S Rafaralahy y J Rabenandrasana (editores), 2002. Assessment of the System of Rice Intensifications (SRI): Proceedings of an International Conference in Sanya, China. 1-4 de abril del 2002. CIIFAD, 2002, disponible en la página Web.
– Stoop AW, N Uphoff y A Kassam, 2002. A review of agricultural research issues raised by the System of Rice Intensifications (SRI) from Madagascar: Opportunities for improving farming systems for resource-poor farmers. Agricultural Systems, 71, 249-274.
– Uphoff N, 1999. How to help rice plants grow better and produce more: teach yourself and others. (Borradores disponibles CIIFAD en idioma inglés, francés y malgache).
– Uphoff N, 1999. Agroecological implications of the System of Rice Intensification (SRI) from Madagascar. Environment, Development and Sustainability, 1, 297-313.
– Uphoff N, 2002. Opportunities for raising yields by changing management practices: The system of rice intensification in Madagascar. En: Agroecological Innovations, increasing Food Production with Participatory Development, N. Uphoff, editor, 145-161, Londres: Earthscan.
Recuadro 4. Experiencias en la difusión del SIA
Varios participantes informaron sobre cómo se ha llevado a cabo el proceso de difusión en varios países. Las experiencias variaban mucho de un país a otro.
• En Madagascar, el SIA fue introducido por primera vez por una ONG, la Asociación Tefy Saina, a través de capacitación y de una extensión de agricultora a agricultor, complementada por folletos y por programas de radio. Después, también hubo cierta participación de la universidad y del gobierno. Sin embargo, la mayor parte de los agricultores han estado renuentes a ensayar estos nuevos métodos de producción, radicalmente nuevos, y la difusión ha sido lenta. No existen datos estadísticos exactos sobre el número de agricultores que usan métodos SIA. Son por lo menos 20 000 pero el Ministerio de Agricultura estima que el número puede llegar a ser tan alto como 100 000 (lo que representa el 10% de todos los que cultivan arroz). Ahora, su uso se está acelerando porque una ONG de mayor tamaño y mejor equipada, Catholic Relief Services, está participando en la difusión del SIA, con apoyo de donantes.
• En Indonesia está recién comenzando la difusión, después de tres años de evaluación por parte de los investigadores gubernamentales. Los métodos de SIA han sido incorporados en una nueva estrategia oficial para elevar la producción de arroz (Manejo Integrado de Cultivos) que está siendo promovida en el ámbito nacional, y se espera que se puedan lograr adaptaciones locales apropiadas. Este programa de Manejo Integrado de Plagas del país también está comenzando a trabajar con SIA y esto es consistente con el enfoque agro-ecológico y la estrategia de diseminación usada en las Escuelas de Campo de los Agricultores.
• En Sri Lanka se informa que el SIA se está difundiendo rápidamente. La difusión comenzó con un artículo sobre las experiencias del SIA en Madagascar publicado en la revista de extensión del Ministerio de Agricultura en el año 2 000 (con una distribución de 30 000 copias). Un investigador de Madagascar, Joeli Barison, había visitado Sri Lanka para compartir sus conocimientos en SIA en enero de ese año. Los funcionarios del agricultura y los trabajadores de extensión que intentaron SIA por su propia iniciativa obtuvieron buenos resultados. Hubo interés en la televisión y en la radio y se creó un proceso de difusión que ya no pudo ser
detenido. Los deshierbadores giratorios, largamente olvidados, fueron reintroducidos nuevamente, y las instrucciones para su fabricación fueron pasadas a los herreros locales. Un agricultor que producía arroz ecológico, el Sr. H.M. Premaratna, se convirtió en el abanderado del SIA, y fue a la vez capacitador y promotor, transformando su finca en un lugar de entrenamiento (Centro de Agricultura Natural), donde se han capacitado más de 4 000 agricultores. Desafortunadamente, muchos investigadores de Sri Lanka siguen oponiéndose al SIA, y todavía no se ha logrado un auspicio oficial del Ministerio de Agricultura para la difusión. El Vice Ministro anterior apoyó mucho este enfoque y ha usado el SIA con mucho éxito en su propia finca (con un rendimiento de hasta 17 toneladas por hectárea). El Ministro actual ha declarado que el SIA es una importante práctica agrícola, especialmente apropiada para pequeños agricultores. Se espera luz verde por parte del gobierno una vez que se obtengan más resultados de investigación que confirmen los hallazgos existentes. Las oportunidades de exportación para el arroz cultivado orgánicamente con
prácticas del SIA también ha ayudado a promover el interés de los agricultores en el SIA.
• En Camboya, desde 1999, la ONG CEDAC ha estado trabajando con agricultores para difundir e innovar el enfoque del SIA. CEDAC ayuda a que los agricultores comprendan los principios del SIA y que analicen las prácticas que posibiliten que el arroz logre todo su potencial. Ahora hay cerca de 2 000 agricultores experimentando activamente con el SIA.
• En Laos, una ONG, junto con los agricultores han comenzado cierta experimentación y evaluación a pequeña escala. En Laos, el programa del Instituto Internacional de Investigación del Arroz IRRI decidió lanzar una evaluación a nivel nacional, que se inició en junio del 2002. Se pensó poder efectuar ensayos durante tres temporadas antes de hacer recomendaciones, pero algunos agricultores podrían comenzar a aplicar el SIA antes, si es que los primeros resultados eran buenos.
• En Cuba, algunas altas autoridades están convencidas de las bondades del SIA en una primera etapa ya que satisface las necesidades de elevar la producción del arroz en el país, sin depender de insumos petroquímicos. Allí la difusión puede hacerse con bastante rapidez debido al nivel de alfabetización de los agricultores y a su necesidad de elevar la producción sin insumos caros. La primera cooperativa azucarera que ensayó métodos del SIA en una hectárea de tierra, obtuvo un rendimiento de 9,5 toneladas por hectárea, a comparación del rendimiento usual de 6,6 toneladas por hectárea. En la siguiente temporada se obtuvo 11,2 toneladas por hectárea en un campo con métodos SIA, y esto terminó de convencer de los méritos del SIA, aún cuando no se usan todavía plántulas muy jóvenes ni se deshierba para airear el suelo. La diferencia se debió solamente al cambio del régimen del manejo de agua y al mayor espaciamiento entre plantas aisladas. En esta temporada, se han
ensayado plántulas de 12 días en pequeñas parcelas, y su mayor crecimiento después de 40 días ha convencido a los agricultores a comenzar a usar todo el sistema en la próxima temporada.
• En China, se han realizado evaluaciones de SIA en diferentes estaciones de investigación de arroz. Los científicos chinos especializados en arroz están muy interesados en los métodos del SIA ya que pueden incrementar los rendimientos, que ya son muy altos, de sus súper variedades híbridas. Han llegado a la conclusión de que el SIA es una buena manera de mejorar la producción de arroz en China, especialmente dada la necesidad de reducir la demanda de agua. Pero se necesitan ciertas adaptaciones para adecuarse a las condiciones de este país, donde los costos de mano de obra son altos y donde el material orgánico fertilizante es escaso. Un siguiente paso sería alentar a los agricultores a que ensayen métodos SIA por sí mismos. En la provincia de Sichuan, los investigadores han llevado el SIA a seis diferentes sitios (zonas agroecológicas). También podrían ser útiles en China las innovaciones que se están haciendo para la producción de arroz, por ejemplo, sistemas triangulares para las plantaciones, inoculación de semillas, marcos de papel para el transplante, cultivos intercalados con variedades glutinosas para el control de plagas.