abril 2001, Volumen 16, Número 4
Hacia la sostenibilidad de los monocultivos

Algodón orgánico La experiencia de familias de agricultores de Tauá, Brasil

PEDRO JORGE B.F. LIMA Y TEÓGENES SENNA OLIVEIRA | Página
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Desde hace más de dos décadas, la llamada «crisis del algodón» golpea a la región semiárida del noreste de Brasil. Esta crisis ha tocado varios sectores de la economía de la región, pero la mayor carga es para los pequeños agricultores que, generalmente, plantan algodón como principal cultivo para el mercado. Desde 1986 la crisis empeoró, cuando el gorgojo del algodón (Anthonomus grandis Boheman) se propagó por toda la región.

El gorgojo del algodón no fue el único ni el principal causante de la crisis, pero hizo casi imposible cultivar el algodón perenne tradicional ‘mocó’ (Gossypium hirsutum L. r. marie galante Hutch).

En 1990, una ONG local, ESPLAR, comenzó a investigar y a desarrollar alternativas agroecológicas para el cultivo de algodón en la región semiárida. Esto fue antes que aparecieran las primeras demandas de algodón orgánico en Brasil. La iniciativa se produjo como respuesta a un pedido de las familias agricultoras de dos municipios del interior de Ceará, en el noreste del Brasil.

Los primeros pasos

Entre 1990 y 1996, ESPLAR llevó a cabo un proyecto de investigación y desarrollo denominado «Manejo ecológico de algodón perenne». Familias de agricultores de diferentes municipios de Ceará tomaron parte en las discusiones sobre qué estrategias adoptar para el manejo agroecológico y cómo llevar a cabo los experimentos. Las alternativas de manejo consistieron en hacer cultivos intercalados del algodón perenne, plantando una variedad de maduración temprana, retirando los capullos afectados y tomando medidas para la conservación del suelo.

Durante la experimentación hubo muchos impedimentos para las alternativas elegidas. Los agricultores no adoptaron todas las tecnologías recomendadas, especialmente la remoción de los capullos, lo cual es crucial para el control del gorgojo del algodón. La larga tradición de algodón perenne en campos relativamente extensos hizo difícil el lograr toda la mano de obra adicional necesaria.

Sin embargo, en 1994, basándose en los primeros resultados, se difundieron las tecnologías propuestas. Esto se hizo con el apoyo de un préstamo de 150 US dólares por hectárea. Ciento treinta agricultores cultivaron cerca de 250 hectáreas. Aunque no alcanzaron los niveles de producción esperados, en muchos casos el sistema de manejo alternativo dio como resultado la restauración de la fertilidad del suelo, y se continuó asociando cultivos de maíz y frijol. Además, se obtuvo un incremento sustancial de cultivos asociados con Leucaena (Leucaena leucocephala) y se hicieron surcos en contorno (Sousa, 1999). Fue el inicio de un cambio gradual de mentalidad y un cambio en la lógica predominante de muchos agricultores investigadores.

A pesar de las limitaciones en la producción, el mérito de esta iniciativa fue la aparición de ESPLAR y de la organización de agricultores de Tauá (ADEC) en el mercado de algodón orgánico, que recién surgía. Así, en 1993 y 1994 ADEC vendió 10,5 toneladas de fibra de algodón producido sin ningún insumo químico, para la fabricación de camisetas de algodón orgánico para Greenpeace de Brasil.

Un nuevo proyecto de investigación y desarrollo

En 1997, ESPLAR comenzó un nuevo proyecto para el desarrollo de sistemas de cultivo de algodón perenne ‘mocó’ y herbáceo, siguiendo pautas agroecológicas. En ese momento había un gran desaliento entre los agricultores para continuar cultivando algodón, debido a las sucesivas pérdidas de los cultivos.


Las nuevas prácticas que tenían que ensayarse incluían plantar algodón herbáceo anual en el inicio de la temporada de lluvias, siempre en asociación con maíz, frijol y/o sésamo, además de leguminosas, tales como Leucaena y/o Cajanus cajan. Se plantó el algodón en franjas de 5 o 6 surcos, alternadas por franjas de otros cultivos. Cuando fue necesario, se hicieron surcos de contorno y se adoptaron otras prácticas de conservación de suelo. Se fertilizó con estiércol de corral, dependiendo de la cantidad que cada agricultor tenía disponible, y también se usaron métodos de biofertilización con hojas fermentadas con estiércol fresco mezcladas con otros componentes minerales, vegetales y animales que se encontraban localmente. El manejo de plagas se hizo retirando los capullos afectados por el gorgojo del algodón, controlando la población de gorgojos por medio de trampas de feromonas. Es más, los agricultores usaron Trichogramma spp. para el control biológico de la Alabama argilacea y otros insectos dañinos. También se fumigó con extracto de hojas de nim (Azadirachta indica) para controlar gusanos y para repeler la mosca blanca. Después de la cosecha, el ganado pastoreó en los campos, alimentándose de los residuos del cultivo. Durante la temporada lluviosa, se recomendó podar la Leucaena para usar los cortes como ‘mulch’.

Para estimular a que los agricultores investigadores aplicasen la mayoría de las prácticas, ESPLAR estableció un «contrato de riesgos», por medio del cual se entregó a cada uno de ellos R$150 (real, moneda nacional de Brasil), como préstamo. Después de la cosecha, el algodón se llevó a ADEC para ser desmotado y arreglar las cuentas. A los agricultores se le paga el excedente, pero cuando el valor de la producción es menor que la deuda, ESPLAR asume la pérdida.
Investigación y extensión participativas: resultados

A pesar de tres años consecutivos de sequías, de 1997 a 1999, la cantidad de agricultores que utilizaron prácticas de conservación del suelo, cultivos asociados y manejo ecológico de las plagas para la producción de algodón, ha aumentado considerablemente, de 4 a 154 en el año 2000. Algunos de ellos ya cuentan con la certificación que los acredita como cultivadores de algodón orgánico. Todos recibieron apoyo técnico de ESPLAR. En el mismo período, el área cultivada se incrementó de 2 hasta casi 180 hectáreas, tal como se muestra en la Tabla 1. Esto indica el éxito que tuvo la estrategia de investigación que consistió en asociar la experimentación participativa con la extensión de las prácticas agroecológicas.

Los resultados obtenidos por los cuatro primeros agricultores investigadores en 1997 influyó positivamente en decenas de agricultores, quienes decidieron comenzar a cultivar algodón nuevamente y, en la mayoría de los casos, en campos que habían estado abandonados. Un incentivo extraordinario fue el precio del algodón orgánico certificado, que alcanzó una sobretasa de 30% por encima del precio del algodón convencional. Casi el 70% de los agricultores manifestó que la influencia de los cuatro primeros investigadores había sido decisiva para ellos.

Los rendimientos promedio del algodón cultivado ecológicamente en las áreas experimentales durante el período 1997 – 1999 fueron siempre mayores que los rendimientos promedio obtenido en Tauá con monocultivos convencionales de algodón (Figura 1). Al compararse con los rendimientos en el estado de Ceará, los campos experimentales de Tauá mostraron rendimientos mayores en 1997, mientras que el promedio de Ceará superó al de los campos experimentales en los dos siguientes años. Se debe observar que con los cultivos asociados, fue posible cosechar también otros productos, tales como maíz, frijol, sésamo y Cajanus cajan. A pesar de obtenerse poca cantidad de ellos, son contribuciones importantes para la alimentación de las familias campesinas.

En este sistema de producción de algodón orgánico, el control del gorgojo del algodón sigue siendo el punto crucial, ya que no hay técnicas específicas de cómo enfrentar el problema de las plagas en el cultivo del algodón. Así, en los años de sequía, de 1997 a 1999, las prácticas recomendadas mostraron un control relativamente fácil del insecto. En un año lluvioso como el 2000, donde hubo mayor incidencia, el control se hizo más difícil.

Hasta ahora, el volumen de algodón orgánico cosechado ha sido relativamente pequeño, pero tiene buenas perspectivas de mercado en las fábricas nacionales e internacionales de textiles orgánicos. Varias compañías textiles de Brasil y del extranjero han contactado a ESPLAR para comprar algodón orgánico. Sin embargo, la producción actual en Tauá no es suficiente como para satisfacer la demanda. Aún considerando el potencial de incremento de la producción en Tauá, difícilmente superaría algunas toneladas de fibras por año. Pero Tauá se está convirtiendo, gradualmente, en un punto de referencia para la producción de algodón orgánico en la región semiárida de Ceará y en el noreste de Brasil. En 1999, ADEC dio un paso adelante al darle valor agregado al algodón orgánico, cuando contrató el hilado de 3 toneladas de fibra orgánica.

Otro resultado relevante de la investigación se relaciona con el control ecológico de la mosca blanca (Bemisia spp.). Se pide a los agricultores investigadores que observen cuidadosamente la interacción entre insectos y plantas espontáneas y cultivadas. En 1998, se observó que la mosca blanca tiene una fuerte preferencia por el sésamo (Sesamum indicum). En siete asociaciones de cultivos sistemáticamente controlados, los niveles de infestación en sésamo fueron 6 a 20 veces mayores que en el algodón. También se verificó que dos plantas espontáneas, de ramas y hojas frisadas, conocida como ‘gervão’ o ‘cola de zorro’ (Stachytarphetta cayenensis) y ‘pega-pega’ o ‘amor seco’ (Mentzelia fragili), atraen y matan moscas blancas adultas. Se abren posibilidades para controlar efectivamente esta plaga del algodón, incorporando esas plantas en asociaciones de cultivos.

Tabla 1: Evolución del número de familias agricultoras que adoptaron un manejo agroecológico con el consorcio algodonero, según los resultados de certificación, Tauá – CE, 1997 – 2000

Año

Número de agricultores
Área (ha)

Total

Orgánico
En conversión
Total

Orgánico

En Conversión

1997

1998

1999

2000

 

4

69

104

154

4

18

42

*

0

51

62

*

2

103

144

182

2

27

57

*

0

76

87

*

* Todavía no se tienen cifras disponibles, hasta la certificación del Instituto Biodinâmico (IBD), de Botu-catu, São Paulo
Progresos, limitaciones y prospectos

Han habido serias dificultades en la investigación para diseñar, probar y difundir alternativas agroecológicas para el cultivo de algodón orgánico con la participación directa de los pequeños agricultores en la región semiárida de Ceará. Estos problemas son inherentes a las condiciones del medio ambiente de la región, a la situación de pobreza que excluye a la mayor parte de la población de los créditos formales, y a la práctica insostenible de la producción tradicional de algodón.

Diez años después, se observa que, poco a poco, un número cada vez mayor de agricultores está adoptando prácticas agroecológicas. Lo hacen por la necesidad de conservar los pocos recursos naturales y porque se ven estimulados ante las posibilidades de un mercado emergente orgánico que ofrece mejores precios.

La presentación de los resultados a través de los medios de comunicación y en varios eventos técnicos y científicos, dentro y fuera de Ceará, hizo que muchos técnicos, productores de algodón, municipios, ONGs y hasta la banca regional, se interesaran en la experiencia de algodón orgánico. Esto abrió nuevas perspectivas de expansión a otros estados en el nordeste de Brasil. Es más, se establecieron lazos con las instituciones oficiales de educación y con los institutos de investigación y desarrollo.

 

Pedro Jorge B.F. Lima y Teógenes Senna Oliveira

Pedro Jorge B.F. Lima, agrónomo de ESPLAR,
Rua Princesa Isabel 1968, CEP: 60.015-161, Fortaleza – CE, Brasil. Teléfono: 55-85-252-2410; Fax: 55-85-221-1324;
E-mail: esplarcp@brhs.com.br
Teógenes Senna Oliveira, Profesor de Ciencias del Suelo, Universidade Federal do Ceará, CEP: 60.455 760, Fortaleza – CE, Brasil. Teléfono: 55-85-288-9693;
E-mail: teogenes@ufc.br

Referencias
– Lima, P.J.B.F. Algodâo orgânico: bases técnicas da produçâo, certificaçâo, industralizaçâo e mercado. En: Reuniâo Nacional do Algodâo, 8. Londrina. 1995. 19pp.
– Myers, D. y S. Stolton (editores). Organic cotton: from field to final product. Intermediate Technology Publications, Gran Bretaña. 1999. 267pp.
– Sousa, I. S. Manejo agroecológico do solo e do algodoeiro mocó por agricultores familiares do municipio de Tauá, Ceará. Fortaleza, UFC, 1999. 104 pp. Tesis de Maestría.

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