junio 1998, Volumen 13, Número 4
Contraatacando con MIP

Un modelo africano para la capacitación efectiva en MIP

BRIGITTE NYAMBO (DR.) , MARTIN KIMANI , STEPHANIE WILLIAMSON | Página
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Hay una preocupación creciente en África acerca del dramático aumento del uso de pesticidas por agricultores de pequeña escala. Los casos de intoxicación aguda y problemas con los residuos de pesticidas en los productos locales y de exportación atraen una atención cada vez mayor.

Los pequeños propietarios en las tierras altas de África Oriental siembran cultivos para la venta, como café, bajo un sistSema mixto con hortalizas. Los pesticidas se usan cada vez más dentro del calendario establecido. El costo de los agroquímicos produce una fuerte merma en los ingresos de los agricultores y en algunos casos los pesticidas para café se usan en las hortalizas y otros cultivos comestibles. Esto significa un alto riesgo para los humanos. Aunque se dispone de alternativas para el control de plagas y enfermedades, hay poca información sobre MIP y manejo integrado del cultivo (MIC) al alcance de este grupo. Las ONG que promueven los sistemas de agricultura orgánica se dedican más a los huertos caseros y a los cultivos de subsistencia.

Para tratar estos temas, se inició un proyecto piloto en Kenia a finales de 1995. Su objetivo fue desarrollar y difundir opciones de manejo apropiado del cultivo. El enfoque de las Escuelas de Campo para Agricultores-ECA (Farmers Field Schools, FFS) para implementar el MIP se ha usado con gran éxito en muchos países asiáticos, en sistemas de cultivo de arroz y hortalizas. Este enfoque combina la capacitación con la investigación en el campo, en localidades específicas, para proporcionar a los agricultores destreza, conocimiento y confianza para tomar decisiones sólidas desde el punto de vista ecológico y con costos adecuados con respecto a la sanidad del cultivo.

 

El proyecto piloto de Kenia permitió descubrir que los métodos de capacitación de las ECA, desarrollados principalmente para el monocultivo en arroz y la producción comercial en pequeña escala de hortalizas, dentro del contexto asiático, podían funcionar en África. El equipo del proyecto adaptó la currícula de las ECA para desarrollar un programa de capacitación hecho a la medida de las necesidades agroecológicas y socioculturales de los pequeños propietarios que siembran una mezcla variable de cultivos anuales y perennes para consumo doméstico y para venta. Particularmente, el equipo del proyecto necesitó desarrollar ejercicios de aprendizaje para ayudar a los agricultores a explorar las opciones del manejo integrado del cultivo en los campos de café.

Desarrollo del proyecto

Muchos proyectos del MIP han fallado en reunir a agricultores, investigadores y extensionistas, y los lazos débiles entre estos grupos han sido el mayor obstáculo que han enfrentado los agricultores al tratar de implementar técnicas de MIP. Para evitar tales vacíos, el proyecto ha buscado desarrollar colaboración interinstitucional entre la investigación, la extensión y una ONG, para construir puentes entre los participantes clave y dar mejor apoyo a los agricultores listos a experimentar con el MIP. La estación de Kenia del Instituto Internacional para el Control Biológico

(International Institute of Biological Control, IIBC), la Fundación para la Investigación en Café, el Instituto de Investigación Agrícola de Kenia, la División de Extensión del Ministerio de Agricultura de Kenia, Desarrollo y Mercadeo de Ganado, y la ONG Instituto de Cultivos Orgánicos de Kenia (Kenya Institute of Organic Farming, KIOF) colaboraron en este proyecto. El equipo del proyecto realizó una Evaluación Rural Participativa entre los agricultores del área de Klambu para identificar problemas de plagas y enfermedades en la producción de café y hortalizas y discutir las principales dificultades de sus sistemas agrícolas. Muchos agricultores de pequeña escala en esta área virtualmente han abandonado sus campos de café por el bajo precio del producto y el alto costo de los pesticidas. Quienes cultivan tomate para el mercado local han encontrado que los insecticidas y pesticidas constituyen una gran proporción de los gastos de producción. Los agricultores tienden a aplicar estos pesticidas como una medida de seguridad contra plagas y enfermedades, sin prestar mucha atención a la necesidad de un esquema; como resultado, no logran altos rendimientos ni productos de mejor calidad.

El proyecto de las Escuelas de Campo para Agricultores decidió enfocar las opciones de desarrollo más baratas, sostenibles y basadas en los principios económicos. Los agricultores deberían darse cuenta de los beneficios de estas opciones durante la temporada de cultivo.

Establecimiento de las Escuelas de Campo para Agricultores

El equipo del proyecto unió el borrador del curriculum de capacitación e investigación de un Curso de capacitación para capacitadotes CCC (Training of Trainers, TOT) y el de las Escuelas de Campo para Agricultores, que combinan ejercicios de descubrimientos por experiencia en plagas, malezas, enemigos naturales y transmisión de enfermedades con experimentos en métodos orgánicos como estiércol líquido y plantas repelentes de insectos. Once miembros del personal de extensión del ministerio y del KIOF fueron capacitados como facilitadores de los ECA y ellos a su vez organizaron grupos de ECA en cuatro zonas agroecológicas. Unos 65 agricultores participaron en el proyecto. Los cultivos que ellos siembran son café, «kale», col y tomate.

Dos de los grupos ya habían recibido capacitación en KIOF y no querían usar agroquímicos. Sin embargo, tenían problemas con enfermedades de hortalizas y bajos rendimientos del café. Los otros grupos estaban comprometidos a tratar sus tomates con pesticidas.

Las sesiones de la ECA tomaban medio día una o dos veces por semana en el campo de uno de los agricultores. Las sesiones duraron seis meses. Cada grupo hizo observaciones semanales en pequeñas parcelas de sus campos para comparar sus prácticas usuales de cultivo con las prácticas de control de plagas usando las opciones MIC/MIP desarrolladas por el proyecto. También condujeron experimentos con métodos alternativos de manejo de cultivos, como los métodos tradicionales libre de químicos. Los grupos se visitaron entre sí para discutir sus experimentos y hallazgos.

Resultados preliminares

Elaborando un cartel del análisis del agrosistema del cafeto


Foto: Nyambo

Las Escuelas de Campo para Agricultores generaron gran entusiasmo entre los agricultores que asistieron a ellas. Uno de los factores que contribuyó fue que las sesiones se realizaron en los idiomas locales, inglés y kiswahili, y los nombres científicos se usaron al mínimo. No había nombre local para algunas enfermedades e insectos, por lo cual los agricultores inventaron sus propios nombres basándose en una cuidadosa observación de estos organismos. Por ejemplo, observaron que la larva «hoverfly» era un depredador común de los áfidos en hortalizas y llamaron a estos nuevos amigos «insectos helicóptero» por los patrones de vuelo del insecto adulto. Estas actividades ayudaron a los agricultores a sentir que tenían el control del proceso de aprendizaje y esto les dio la confianza que necesitaban para experimentar.

 

Los agricultores que practican agricultura orgánica y no orgánica pudieron aprender nuevos métodos para mejorar la sanidad de sus cultivos y sus ganancias. La interacción entre los extensionistas de KIOF y del ministerio dio lugar a mucha discusión en el TOT sobre manejo integrado del cultivo y señalaron la necesidad de hacer observaciones críticas a todas las recomendaciones ya sea para compuestos orgánicos o sintéticos. Los productores de tomate, sobre todo, descubrieron los beneficios de preparar compost y usar estiércol líquido y tónicos vegetales para dar origen a plantas más robustas.

Todos los grupos apreciaron el valor de los depredadores y parásitos en el control de plagas y desarrollaron un entendimiento de las consecuencias de la aplicación de pesticidas y otras prácticas de manejo para los enemigos naturales. Por ejemplo, los productores de café orgánico pudieron observar mayor cantidad de escarabajos parasitados del género Antestia (una plaga que chupa y daña las bayas de café en desarrollo) en las parcelas que se podaban según el MIP. Ellos compararon este hecho con las condiciones de las parcelas donde las plantas de café no se podaban. Todos los grupos aprendieron el valor de tomar decisiones de manejo basadas en el monitoreo regular de la ecología del cultivo, costos de insumos y mano de obra.

El proceso de las ECA demostró claramente la necesidad de los agricultores de experimentar con las opciones para encontrar las mejores soluciones para su situación y problema particular. Para conservar la humedad y reducir la diseminación de las enfermedades por la lluvia es muy recomendable la práctica de «mulching», pero durante las observaciones semanales los grupos descubrieron que muchos grillos y gusanos se escondían en la paja cobertora y que destruían las plantas jóvenes. Los agricultores concluyeron que es mejor no aplicar mulch hasta que los trasplantes se establezcan bien.

Los agricultores escogieron probar diversos métodos locales para controlar plagas del suelo y enfermedades en las camas de almácigos. Estos eran métodos de los cuales habían oído, pero que nunca habían aplicado. Muchos simplemente sembraron en la superficie del suelo enriquecida con compost y la incidencia de enfermedades entre las plántulas era alta. En la ECA se establecieron parcelas comparativas para investigar los efectos de los diferentes tratamientos. Tres de los grupos encontraron que quemar los restos vegetales del suelo antes de sembrar era una medida más efectiva en términos de porcentaje de germinación, vigor de las plántulas y lograron reducir la incidencia de nemátodo del nudo de la raíz.

Luego de los resultados inmediatos y visibles de las parcelas de hortalizas, las ECA persuadieron a los participantes de que seria muy provechoso invertir más tiempo y esfuerzos en sus plantaciones de café y probar las opciones de MIP y MIC. En los grupos en los cuales se habían descuidado los cafetos, los agricultores observaron una marcada diferencia en tan sólo un par de semanas. La salud de las plantas y el rendimiento potencial mejoraron como resultado de la poda, mulching y la aplicación de materia orgánica. Donde usaron pesticidas, los experimentos de MIP demostraron que un buen manejo del café y tomar decisiones sobre la base del análisis del ecosistema podía reducir a la mitad el número de aplicaciones sin causar reducción del rendimiento potencial.

La larga interacción durante la temporada en la ECA también permitió a los investigadores en café discutir sobre su manejo. El tratamiento informal hizo posible tratar algunos temas difíciles de abordar por los canales oficiales, tales como el grado en el cual la investigación actual era relevante al sistema de la pequeña propiedad.

Una preocupación grande para los pequeños propietarios es la falta de orientación sobre qué cultivos se pueden alternar sin producir efectos negativos en el rendimiento del café. Investigaciones preliminares de la Fundación de la Investigación en Café mostró que el maíz, la batata (camote) y la yuca compiten fuertemente con el café, pero la papa y las hortalizas, sí se pueden plantar ya que ellas no se plantan directamente bajo la mata de café. El equipo del proyecto discutió estos hallazgos en la ECA y los relacionó en forma práctica a las actividades de aprendizaje, mostrando la posición de las raíces de café y dónde se deben aplicar mulch y estiércol para obtener el máximo beneficio. La interacción generó respuestas informativas a las preguntas de agricultores y extensionistas. La información proporcionada fue inmediata y más directa que las comunicaciones que emergieron de las recomendaciones que van desde investigadores a extensionistas.

Las ECA propiciaron un foro en el cual agricultores e investigadores podían estudiar temas que no estaban en la agenda formal y pudieron complementarlos con los experimentos de cada uno. Por ejemplo, un interesante método de manejo de enfermedades sugerido por un agricultor -y luego comprobado por otros grupos-consistía en diluir leche descremada en agua y rociarla en plantas de tomate pata retrasar el establecimiento del tizón. Con la leche, un grupo pudo reducir a la mitad el número de aplicaciones normales del costoso fungicida Ridomil (metalaxyl). Otro grupo encontró que el efecto protector no era suficiente para prevenir la enfermedad en clima frío y húmedo. Como resultado, los investigadores ahora están estudiando la utilidad de las soluciones de leche y otros controles químicos y no químicos de plagas y enfermedades, que se mostraron promisorios en las parcelas de ECA.

La siguiente etapa

Este proyecto de ECA brindó muchos resultados interesantes y alentadores. Fue el primer intento para desarrollar un modelo africano de MIP en cultivos de pequeños propietarios para venta. La mayor parte de los agricultores estuvieron muy dispuestos a continuar las sesiones de la ECA y muchos ya están compartiendo sus nuevas experiencias con los miembros de su familia y vecinos. Otros grupos preguntaron cuándo se organizarían ECA en su área. Ambos grupos, agricultores y extensionistas, ganaron habilidad y conocimientos, pero también confianza para tomar decisiones y llevar adelante pequeños experimentos. Los investigadores involucrados en el proyecto fueron muy positivos bajo esta forma de colaboración y sintieron que habían aprendido mucho acerca de prácticas de manejo de cultivos libres de químicos y también ganaron visión en cuanto a la forma en que los agricultores enfocaban sus problemas. El proyecto piloto de las ECA tuvo éxito en estimular a los agricultores a llevar a cabo experimentos en sus comunidades. Para ello recibieron el apoyo de un conjunto de actividades de aprendizaje guiado, que era lo suficientemente flexible para acomodar las diferentes ideas e intereses particulares de los grupos involucrados.

Este enfoque tiene mucho que ofrecer en sistemas de cultivo donde el mal uso de los pesticidas no es un tema importante, como lo ha confirmado la experiencia de los agricultores orgánicos y de aquéllos con plantaciones de café muy descuidadas. Este pequeño proyecto piloto, a pesar de haber sido corto y con recursos limitados, de todas maneras generó algunas interrogantes. IIBC y las organizaciones colaboradoras están planificando una evaluación del impacto total del proyecto piloto de las ECA para evaluar las lecciones que se pueden derivar para la investigación y capacitación en el manejo participativo integrado de plagas y cultivos en los sistemas de cultivos perennes. La evaluación analizará los resultados técnicos y los resultados de los experimentos de la ECA así como la relación costo/beneficio de las opciones de MIP y MIC y ver si los principios ecológicos aprendidos en el contexto del cultivo anual pueden ser transferidos fácilmente a los perennes. También incidirá en los indicadores de este proceso, como la sostenibilidad del impacto de la ECA a nivel de finca y de la comunidad y la probabilidad de la continuidad de la colaboración entre los socios del proyecto. En café, la toma de decisiones fue un área importante porque emergieron diferencias de género en los grupos de ECA y esto tiene que tomarse en cuenta en los futuros programas. Otros temas que deben ser explorados son la mejor forma de desarrollar métodos de participación de agricultores en el sistema de extensión estatal y la relevancia de las experiencias de este proyecto de ECA para que los pequeños propietarios puedan operar en sistemas de cultivo mixtos. El proyecto piloto de las ECA en Kenia generó mucho entusiasmo entre agricultores, extensionistas e investigadores y creó una demanda para posterior capacitación. Como dijera uno de los participantes durante la sesión de evaluación: «Nosotros también somos investigadores y estamos orgullosos de nuestros hallazgos».

Brigitte Nyambo, Estación IIBC de Kenia, PO Box 76520, Nairobi, Kenia;
e-mail: B.NYAMBO@cgent.com
Martin Kimani, (anteriormente) Kenya Institute of Organic Farming (KIOF),
PO Box 34972, Nairobi, Kenia.
Stephanie Williamson, International Institue of Biological Control (IIBC),
Silwood Park, Buckhurst Road, Ascot, Berks, Reino Unido.

 

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