marzo 1998, Volumen 13, Número 3
Reconstruyendo la perdida fertilidad del suelo

Suelos pobres requieren materia orgánica

ALBRECHT BENZING | Página
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El autor, quien tiene una gran experiencia en agricultura orgánica y está construyendo su propia finca de hortalizas orgánicas, describe los principales sistemas agrícolas en los valles de los Andes ecuatorianos. Con ejemplos prácticos da sugerencias sobre cómo pueden ser mejorados estos sistemas agrícolas usando un enfoque orgánico. Sin embargo todavía hay muchas preguntas que agricultores e investigadores deben contestar.

En los valles de los Andes ecuatorianos, la mayor parte de los suelos que cultivan los agricultores se originan de las cenizas volcánicas eyectadas durante la era cuaternaria. Lo que los geólogos y especialistas en suelo llaman ceniza volcánica para los agricultores no es otra cosa que arena infértil. El tiempo que debe transcurrir para que esta arena se vuelva fértil dependerá de la precipitación. En las regiones montañosas lluviosas los suelos sufren desgaste atmosférico, un proceso que está acompañado por la acumulación de materia orgánica. En estos páramos el suelo tiene entre 5% y más de 30 % de materia orgánica. Sin embargo, en los valles situados en el lado lluvioso de las cordilleras andinas ha habido muy poco desgaste atmosférico. Este suelo consta principalmente de arena y sedimento grueso y a menudo tiene menos de 1% de materia orgánica. Una precipitación escasa coincide generalmente con una capacidad de retención del agua del suelo extremadamente pobre. Además, hay muy poco nitrógeno en este suelo y aunque la ceniza volcánica tiene cantidades relativamente grandes de fósforo, éste no está disponible para las plantas.

Los suelos arenosos de la parte anterior están constituidos de ceniza volcánica reciente originada del «padre» Chimborazo que se ve en el fono.

Principales sistemas agrícolas

En estos valles hay muchos sistemas agrícolas y yo he analizado los efectos que algunos de ellos tienen sobre la fertilidad del suelo a largo plazo.

Sistema bajo lluvia. Cuando no hay facilidades para el riego o el agua es escasa, los campesinos siembran maíz y en algunas regiones esto es parte de un complejo sistema de cultivo mixto. Se compran muy pocos insumos de origen externo. El suelo se fertiliza dejando a los animales en el campo la noche anterior a la siembra. Esto produce cierta transferencia de nutrientes de los pastos naturales y de los lados de los caminos donde el ganado ha estado pastando durante el día, pero los insumos externos son menores y también es menor en energía intensiva que los sistemas bajo riego, por ejemplo. Con frecuencia, los residuos del maíz y de las legumbres asociadas se guardan cuidadosamente y se regresan a los campos para alimentar al ganado durante la estación seca. Nadie ha estudiado todavía si este sistema produce un incremento en el contenido de materia orgánica de los suelos. Ya que la mezcla de cultivos está suficientemente diversificada y los agricultores cuidan el reciclaje de los nutrientes, parece que este sistema ha sido estable por muchos siglos.

Sistema bajo riego. Cuando el riego está disponible, los pequeños agricultores a menudo se dedican al cultivo intensivo de hortalizas y siguen una estrategia alta en insumos. Además de gran cantidad de agua, usan considerables cantidades de estiércol de pollo, biocidas y cada vez más fertilizantes químicos. El estiércol de pollo proviene de las «fábricas» de pollos y huevos que se encuentran principalmente en la costa del Pacífico. Muchas encuestas han demostrado que este estiércol incrementa la producción. Sin embargo, siempre hay un riesgo de residuos de antibióticos, hormonas e insecticidas, por lo tanto, no puede considerarse un fertilizante orgánico. En los suelos arenosos de los valles andinos donde hay buena ventilación, la mineralización de este estiércol con una proporción muy similar de C/N es tan rápida que su efecto es casi igual al de los fertilizantes químicos. La labranza excesivamente intensiva y la desyerba mecánica empleada en la producción de las hortalizas acelera este proceso. Uno de los elementos más positivos en este sistema es la alfalfa, que se usa como componente en muchas rotaciones de cultivo. La alfalfa permanece en los campos hasta por 5 años.

Agricultura orgánica orientada al mercado. Esta fincas dan un paso hacia la agricultura orgánica porque preparan un compost de materiales orgánicos antes de aplicarlo en el suelo. Esto puede llevar a complejos orgánicos más estables, aunque no hay una clara evidencia científica para ello. Algunas personas preparan compost a partir de lombrices de tierra (lombricultura) que es todavía mejor. Pero incluso quienes producen hortalizas orgánicas con frecuencia compran cantidades de estiércol de pollo y ganado, en algunos casos de lugares muy alejados. De este modo no tiene lugar un reciclaje real porque la materia orgánica se transfiere de un sistema a otro. En términos orgánicos estrictos, la finca en sí se ve como un organismo y un alto porcentaje de nutrientes debería ser reciclado dentro de ella. Los intentos de los agricultores para resolver el problema del fósforo usando fósforo crudo o huesos molidos no parecen muy promisorios ya que esta forma de fósforo puede ser fijada fácilmente en forma de fosfato de calcio en suelos neutrales.

Trashumancia. Los dueños de tierras de los valles andinos con frecuencia crían ganado bajo sistemas extensivos. Los insumos externo más importantes son el agua y el nitrógeno, con una tendencia creciente a usar herbicidas. Hay una considerable acumulación de materia orgánica bajo la cobertura de pastos que puede ser beneficiosa para otros cultivos.

Agricultura periurbana. En la vecindad de los pueblos más grandes, los campesinos han encontrado su propia forma de reciclar los nutrientes: pagan una pequeña propina a los colectores municipales quienes, en retorno arrojan los desperdicios de la ciudad en sus campos. Después que han abonado sus propiedades de esta forma un par de veces es difícil distinguir los campos de maíz de los rellenos sanitarios. Es común el concepto equivocado que los desechos de las zonas urbano marginales de los países pobres son menos tóxicos que los producidos por comunidades más industrializadas. Probablemente lo opuesto sea lo más cercano a la verdad: baterías, medicinas y jeringas son sólo algunas de las cosas que regularmente se encuentran en este tipo de «abono». Transferencia de nutrientes de pobres a ricos

El principal reto para desarrollar sistemas sostenibles en el tipo de suelos aquí descritos se basa en aumentar el contenido orgánico del suelo, manteniendo al mínimo la importación de nutrientes. El abono es escaso y su precio se incrementa continuamente. Los agricultores de buena posición compran abono de los más pobres. Es cuestionable si este tipo de fertilidad del suelo es sostenible. Enfoques orgánicos promisorios

Una col que crece junto con la arveja Vicia vinosa en una finca orgánica en Riobamba, Ecuador

La integración de los elementos de los sistemas agrícolas antes descritos, combinados con nuevas percepciones, podrían ofrecer una solución al problema de la sostenibilidad. Se está aprovechando muy poco este potencial y debe ser explorado. Primero, la integración de la agricultura y la crianza de animales es parte de los sistemas campesinos en la región. Esto puede intensificarse en forma considerable reduciendo el pastoreo en pastos naturales plantando arbustos para forraje y sembrando hortalizas forrajeras bajo los cultivos principales.

Segundo, en sistemas de riego intensivo una combinación de alfalfa-pasto podría ayudar a levantar el nivel de materia orgánica en el suelo en una forma más efectiva que el sistema tradicional de sembrar alfalfa como un cultivo y podarla después de cada cosecha. Esto permitiría el desarrollo de humus en el suelo. Sin embargo, debe tenerse cuidado de que el `kikuyu’ (Pennisetum clandestinum) no invada los campos. Dos años parecen ser un tiempo razonable. Tercero, el cultivo mixto practicado por muchos pequeños productores de maíz, sobre todo en sistemas de tierras secas parece ser una buena forma de conservar la fertilidad del suelo, especialmente cuando se incluyen una o más hortalizas. Deben ser experimentadas las maneras de cubrir el suelo inmediatamente después de la siembra y manteniéndolo cubierto durante el período en que no crecen los cultivos principales. Uno de los enfoques más promisorios puede ser cubrir con mulch. Los materiales para esta cobertura pueden crecer en los márgenes de los campos usando para ellos pastos de bajos insumos o arbustos.

Hay muchas formas simples para reducir la pérdida de los nutrientes de los fertilizantes orgánicos. El compost de lombrices de tierra puede ser una de estas pero todavía requiere investigación. Los montículos de abono pueden ser cubiertos de forma muy simple y de esta manera reducir la filtración de nitrógeno y cationes básicos. Cuando se deja al ganado en los campos durante la noche para fertilizar la tierra, el estiércol que produce debe incorporarse al suelo tan pronto como sea posible. Algunos folletos escritos para los agricultores recomiendan añadir limo al compost. Sin embargo, esto se debe evitar porque aumenta la pérdida de nitrógeno, y el pH de muchos suelos volcánicos recientes es con frecuencia muy alto.

El reciclaje de nutrientes a partir de desperdicios urbanos es deseable pero involucra muchas dificultades. Se ha intentado recolectar desperdicios orgánicos de las casas en forma separada pero sin éxito, porque no hay conciencia en el público en general de por qué esto es necesario.

Preguntas básicas no resueltas

Aunque muchos proyectos están orientados a mejorar la fertilidad del suelo un gran número de preguntas básicas permanecen aún sin resolver.

¿Cuál es la mejor forma de incluirlos dentro de los sistemas actuales de modo que no representen una fuerte competencia para el agua y los nutrientes disponibles?, ¿qué legumbres resistentes a la sequía y pastos de bajo costo se pueden usar para incrementar la cantidad de pastos y cobertura de suelo disponible durante el año?, ¿qué cobertura y forraje son más apropiados para las fincas bajo riego?, ¿qué se puede hacer para aumentar la cantidad de fósforo disponible para las plantas?, ¿cómo puede optimizarse la fijación biológica del nitrógeno?, ¿cómo se puede usar mejor el abono para varios cultivos y sistemas?

Hay muchas soluciones que se pueden obtener de la experiencia de los agricultores. Algunas de estas experiencias necesitan ser desarrolladas y complementadas con investigación. La solución a los problemas de lograr y mantener una cantidad óptima de materia orgánica en los suelos pobres es una tarea para agricultores e investigadores trabajando en conjunto.

Albretch Benzing. Sudetenstrasse 13, 37213, Witzenhausen, Alemania

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