septiembre 1997, Volumen 13, Número 1
Forjando asociaciones

Modelos a escala para disminuir la brecha comunicacional

STEVEN SCHEER | Página
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El autor investigó los procesos de comunicación entre los ingenieros de riego y los agricultores en el Norte de Senegal, para identificar las oportunidades de aprendizaje conjunto destinado a mejorar el proceso de diseño de programas de riego a pequeña escala. Se comprobó que los modelos a escala y los mapas son instrumentos útiles para facilitar el diálogo.

Los proyectos de riego casi nunca funcionan de manera satisfactoria. Los problemas técnicos pueden ser múltiples y a menudo tienen una dimensión humana importante. Los problemas son a menudo demasiado complejos para ser solucionados fácilmente por los ingenieros de diseño. Puesto que varios actores están involucrados, con intereses y puntos de vista diferentes, no se puede aplicar criterios de diseño «inflexibles». Crece la convicción según la cual, para solucionar estos problemas complejos, el diseño de programas de riego debería realizarse como un «proceso de aprendizaje» que involucre a todos los actores pertinentes. Para que se pueda realizar tal proceso de aprendizaje común, la confianza mutua y la comunicación entre los diferentes actores son esenciales. Sin embargo, la comunicación entre los ingenieros de irrigación y los agricultores es a menudo muy problemática. Para saber cómo intensificar un «proceso de aprendizaje», durante mi investigación en el Norte de Senegal, he tratado de encontrar respuestas a las siguientes preguntas:

  • ¿Cuál es la diferencia entre los conocimientos técnicos de los ingenieros de diseño y los de los agricultores?
  • ¿Hasta qué punto los ingenieros y los agricultores pueden aprender los unos de los otros a través del intercambio de conocimientos técnicos?
  • ¿Cómo se puede optimizar el intercambio de conocimientos técnicos?

La situación en el Norte de Senegal
El clima del Norte del Senegal hace difícil, para los agricultores del Haalpulaar, ganarse la vida con los recursos naturales. La agricultura de secano y del llano inundado no provee por sí sola una subsistencia segura y, en consecuencia, la migración para trabajar es una fuente importante de ingresos adicionales. A principios de los años setenta, los agricultores aceptaron ansiosamente programas sencillos de riego a nivel de aldea (aproximadamente 20 hectáreas) para aumentar la producción y disminuir los riesgos (Diemer & Huibers 1991). A pesar de que los agricultores dependen del gobierno para la construcción de sus programas de riego y la reparación de sus bombas, administran sus propios programas y han desarrollado sus propios conocimientos técnicos.

El potencial de riego del río Senegal y la política del gobierno y de los donantes para estimular la producción de arroz, significa que muchos ingenieros de riego senegaleses y extranjeros se encuentren en el valle. En mi investigación resultó claro que, por lo general, los ingenieros de riego actúan como aliados naturales del gobierno y de los donantes (Scheer, 1996).

La comunicación entre los ingenieros de diseño y los agricultores es muy limitada. Respecto a las pocas situaciones en las que la comunicación ocurre más allá de un nivel superficial, los temas técnicos son objeto de poca atención y el ingeniero sigue controlando la información técnica que recoge. En el mejor de los casos, un o una ingeniero de diseño piensa «para’ los agricultores y el programa de riego mismo termina por ser su único «mensaje». Una de las explicaciones es que los empleados rara vez estimulan y muy a menudo desalientan la comunicación con los agricultores. Por este motivo, los agricultores no se inclinan a comunicar más allá de un nivel superficial. Prefieren no hacer preguntas porque piensan que si las hacen, pueden perder el proyecto en su totalidad. Muy a menudo los agricultores del Valle del Senegal han obtenido beneficios al adoptar una conducta estratégica dependiente. En los proyectos que he podido observar, los desacuerdos entre los ingenieros de diseño y los agricultores acerca de temas técnicos eran muy frecuentes. Los ingenieros de diseño y los agricultores no aprenden los unos de los otros, peor aún, cada uno llega a la conclusión de que los conocimientos técnicos del otro no se deberían tomar en serio.

 

Perspectivas diferentes

Figura 1. Canal sedimentado

Figura 2. Canal bien mantenido

El mensaje que un ingeniero de riego comunica a menudo a los agricultores es mantener sus canales mejor, con el propósito de tomar en cuenta la distribución de agua planeada. Sin embargo, los agricultores pueden preferir adaptar su sistema de distribución del agua al cambio de estado del canal (cf. figuras 1 y 2).

El riego de una parcela alta a lo largo de un canal sedimental (figura 1) sólo requiere un dique de contención pequeño. Si el canal se limpiara (figura 2), el dique tendría que ser más alto y resistente, requiriendo mucha más atención por parte de su propietario. Ésta es una de las razones técnicas por las cuales los agricultores pueden preferir canales sedimentados en vez de canales con mantenimiento. Un agricultor que se encuentra en la situación 1 podría contestarle al ingeniero que no limpia el canal debido a que es «demasiado bajo», la bomba es «demasiado potente» o la parcela está demasiado alta. Para el ingeniero, esta observación «confusa» o hasta «descabellada» parece esconder fallas de organización o sólo es un pretexto para evitar el trabajo fuerte.

Perspectivas diferentes sobre el riego
Mi investigación reveló claramente que los agricultores y los ingenieros de diseño perciben el riego de manera muy diferente. A los elementos de diseño se les da otras prioridades, son descritos diferentemente y ordenados de otras maneras. Los diferentes niveles de abstracción y de detalle aumentan aún más los malos entendidos. Los conocimientos técnicos de los ingenieros de diseño se basan en una lógica científica.

Las reglas generales aplicables a fenómenos tales como las corrientes de agua y la topografía, se utilizan para elaborar diseños en diferentes localidades. A menudo los ingenieros de diseño trabajan con mapas o planes abstractos. Muchos elementos técnicos de diseño se toman en cuenta separadamente de las características físicas.

Por este motivo pueden perder de vista las interrelación entre los elementos. Los conocimientos técnicos de los agricultores se concentran en los fenómenos físicos tales como las calidades específicas del medio ambiente, de los suelos y de la topografía. Los conocimientos de los agricultores se concentran en su propia parcela, y la mayoría de ellos no tienen una visión general de un sistema de riego completo.

Los agricultores consideran que los fenómenos físicos y los elementos están estrechamente relacionados, lo que a menudo les permite enfrentarse acertadamente a situaciones problemáticas tales como la rajadura de un canal o la escasez de agua. En el recuadro se presenta un ejemplo de las diferentes perspectivas de agricultores e ingenieros.

Obstáculos para la comunicación
Tales diferencias en los conocimientos técnicos no aparecieron claramente durante el proceso de diseño del sistema de riego. En consecuencia, la sostenibilidad de los programas de riego se encontró negativamente afectada. La falta de aprendizaje se puede explicar, de manera general, por las condiciones verticales del proceso de diseño. Pero se encontraron otras explicaciones a nivel de la comunicación entre ingenieros y agricultores.

El primer motivo fue que, aun en las situaciones en que existían intenciones positivas y bastante espacio para la comunicación, a menudo el diálogo entre ingenieros de riego y agricultores se limitó a temas que no se relacionaban directamente con la competencia profesional del ingeniero. Algunos de estos temas de discusión fueron, por ejemplo, los requisitos laborales, los aspectos relativos a la organización y los derechos sobre las tierras. El o la ingeniero se desviaba del tema específico de su profesión para hablar de un área que simplemente no caía dentro de su competencia, como si su área profesional fuera demasiado evidente para ser discutida.

Uno de los factores que dificultaban la comunicación era que las observaciones de los agricultores, consideradas por los ingenieros como totalmente insignificantes, resultaron ser las claves importantes de nociones fundamentales. Desde el punto de vista del ingeniero, las nociones que el agricultor tenía sobre los temas relativos al riego se caracterizaban por «conceptos confusos», que no se utilizaban consistentemente desde el punto de vista «científico». Por ejemplo, los agricultores indicaron que el agua que se encontraba en los canales abiertos era impulsada (incluso cuesta arriba) por la bomba, la cual extraía el agua del río. Para los ingenieros de diseño, que pensaban en términos de declives hidráulicos causados por la fuerza de gravedad, era ilógico. Resultaba difícil para los agricultores discernir lo que se estaba tratando ya que a menudo varios temas técnicos se discutían simultáneamente. Además, los ingenieros tienden a proponer soluciones a ciertos problemas. Y aun cuando se contienen al tratar de no corregir a los agricultores o de no decirles lo que deben hacer, esta orientación incluso puede hacerlos menos susceptibles a las observaciones sin importancia».

Aun en condiciones favorables, los factores mencionados anteriormente pueden impedir que el investigador involucrado o el especialista aprendan. Lo mismo ocurre con los agricultores quienes tienen casi la misma responsabilidad en los malentendidos. En Senegal, al final, los ingenieros y los agricultores se culpaban unos a otros por los proyectos que fracasaban, lo que resultó desastroso desde el punto de vista del aprendizaje: les hizo abandonar el deseo de comunicarse.

Modelos a escala para el diálogo
Con el propósito de fomentar la comunicación y el aprendizaje entre ingenieros y agricultores, el ingeniero de diseño puede mantenerse fiel a sus planes orientados hacia una solución, no diciéndoles a los agricultores lo que tienen que hacer, sino presentando explícitamente sus ideas sobre la realidad y las situaciones deseadas para el futuro.

Se pueden utilizar varios modelos de sistemas de riego. Sería preferible partir del dominio del conocimiento profesional e incluir aquellas ideas que parezcan «demasiado evidentes» desde el punto de vista del ingeniero. En Senegal por ejemplo, las situaciones de riego fueron diseñadas realizando planos adaptados, una serie de dibujos y un modelo tridimensional a escala del proyecto de riego (Véase la foto p.2) que permitieron simular las prácticas de riego. Algunos proyectos de riego cuidadosamente seleccionados en la región podrían también utilizarse como «modelos». Esto fue sugerido para las visitas entre agricultores. En general, estos modelos no deberían ser demasiado complejos y sobre todo no deberían sugerir que ya todo se ha resuelto, porque se supone que deben estimular y estructurar un debate acerca de los cambios pertinentes.

Cuando se enseñan estos modelos a los agricultores o a categorías de agricultores, e.g. hombres o mujeres, deberían ser presentados sólo como tentativas de solución. Durante la discusión que siempre sigue a una presentación, el ingeniero debería adoptar una actitud humilde y receptiva. En estas circunstancias, los agricultores se animan a expresar sus conocimientos: se pueden corregir las afirmaciones equivocadas del ingeniero, volver a definir los problemas subyacentes, otras soluciones y perspectivas sobre la realidad pueden ser propuestas por los agricultores -por ejemplo al cambiar activamente el modelo. De la misma manera, las discusiones entre agricultores pueden tener resultados, aportando quizás más información interesante.

Expresión por la acción
En realidad, al utilizar el modelo, el ingeniero cuestiona la realidad de los (grupos de) agricultores e, indirectamente, comprueba la validez de su propio «evidente» conocimiento técnico.

En los modelos, se utilizan símbolos que resultan a menudo más adecuados para los fenómenos observados que las palabras. Por este motivo, las «observaciones insignificantes» pueden repentinamente ser significativas una vez que los agricultores las combinan con el lenguaje+del modelo. En Senegal, el modelo a escala me permitió descubrir muchos aspectos de los conocimientos técnicos de los agricultores porque podían expresarse actuando, pasando así por alto los problemas de lenguaje. Los modelos también ayudaron para singularizar cada noción técnica.

De acuerdo con lo que se ha observado en muchas situaciones en las que se han utilizado diagramas, dibujos, planos, fotografías aéreas, etc. (Chambers 1992), los modelos tridimensionales estimularon también relaciones más fáciles entre investigadores y agricultores. También es importante subrayar que los agricultores en Senegal estuvieron sumamente interesados por un «encuentro» directo con el ingeniero de riego, de igual a igual, en el área que él o ella conociese mejor. Parece que esto también contribuyó al desarrollo de un ambiente de confianza crucial, probablemente porque el ingeniero lo veía como un tema legítimo. No siempre es así cuando los especialistas investigan los antecedentes socioeconómicos «relevantes» que se encuentran fuera de su competencia profesional.

Hacia un enfoque sistémico
Evidentemente, cuando la discusión se enfoca en el área de competencia del ingeniero, un prejuicio profesional puede fácilmente inmiscuirse en el proceso. Entonces, tal enfoque debería adecuarse a una perspectiva más amplia de los sistemas, como lo propusieron Checkland y Scholes (1990) en su Soft Systems Methodology (Metodología de los sistemas blandos). Aun cuando el modelo se basa en una disciplina específica, puede servir de entrada para la aproximación desde otras disciplinas. Por ejemplo, un modelo que explica los «aspectos técnicos» de la distribución del agua, también puede revelar aspectos de la organización social.

Ciclos continuos de aprendizaje
Se requiere una fase de reflexión después de discutir el modelo. Las respuestas de los agricultores deberán ser analizadas, prestando particular atención a las observaciones «confusas» o «sin importancia». Para esto es preciso a la vez razonar lógicamente, tener intuición y ponerse en la situación del agricultor. Normalmente, resultará en nuevas perspectivas con respecto a los conocimientos técnicos de los agricultores (y sus consideraciones socioeconómicas). Automáticamente, nuevas situaciones para el futuro surgen en la mente del ingeniero cuya orientación es buscar una solución. Se puede diseñar un nuevo modelo, organizar una nueva discusión, aproximarse a nuevos grupos, etc. Varios de estos «ciclos de aprendizaje» pueden ser construidos dentro del proceso participativo de diseño-acción. En una etapa ulterior, cuando se haya alcanzado el entendimiento mutuo sobre la implementación, el programa de riego verdadero, moldeándose lentamente en concreto, desempeña el papel de «modelo» en el ciclo de aprendizaje. Después de todo, cuando uno trata de cambiar el mundo es cuando más se aprende sobre éste.

Steven Scheer
E. van Reijdtstraat 8, 7412 EA Deventer. Países Bajos

Referencias

  • Chambers R. 1992. Rural Appraisal: Rapid, Relaxed and Participatory (Evaluación rural: rápida, relajada y participativa). IDS discussion paper 311. Brighton, Institute of Development Studies, University of Sussex, Reino Unido.
  • Checkland PB & Scholes J. 1990. Soft Systems Methodologies in Action (Metodologías de Sistemas Suaves en acción). Chichester, John Wiley & Sons Limited.
  • Diemer G. & Hui bers FP. 1991. Farmer Managed Irrigation in the Senegal Valley: Implications for the Current Design Method (Riego controlado por los agricultores en el Valle del Senegal: implicaciones para el método de diseño vigente) Wageningen Agricultural University, Water Management Project. St Louis, Senegal: WARDA, Water Management Project.
  • Scheer SH. 1996. Communication Between Irrigation Engineers and Farmers: The Case of Project Design in North Senegal. (Comunicación entre ingenieros de irrigación y agricultores: el caso del diseño de proyecto en el Norte de Senegal) Tesis de doctorado. Wageningen Agricultural University, Países Bajos.

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