diciembre 1996, Volumen 12, Número 2
Además de arroz

Diversificando los sistemas de arrozales en Bangladesh

KEVIN KAMP , FAHMIDA BEGUM | Página
TIPOGRAFÍA
SMALL
MODO LECTURA
COMPARTIR

Debido a la alta presión poblacional y a los limitados recursos de tierra, los arrozales en Bangladesh son pequeños. Mientras más pequeños son los campos, más es la tierra ocupada por los diques. Además, la paja de arroz y el estiércol animal son las principales fuentes de forraje para los animales y de combustible para el hogar y por lo tanto no pueden ser utilizados para fertilizar los campos.

Estas son dos razones importantes por las que el suelo se degrada y la producción disminuye. Para detener este desarrollo negativo, se necesita diversificar el cultivo de arroz. Los diques pueden utilizarse para el crecimiento de especies para leña, y se puede ampliar la seguridad alimentaria introduciendo, por ejemplo, el cultivo de peces. Kevin Kamp y Fahmida Begum informan sobre recientes progresos al respecto.

Bangladesh se encuentra ubicada en la confluencia de los ríos Jamuna, Ganges y Meghna que drenan el subcontinente índico. Se caracteriza por extensas llanuras inundadas en las que se cultiva arroz. La estación de invierno que va de noviembre a febrero puede ser bastante fría, llegando a temperaturas por debajo de los 10°C, mientras que el resto del año hace calor y el clima es húmedo con temperaturas generalmente superiores a los 35°C y con una humedad de más del 80%. Los tipos de suelo pueden variar de arenosos a fangosos o arcillosos, dependiendo del área. La intensidad de los cultivos es alta. En una parte considerable del país existen tres estaciones de producción (de arroz): un cultivo de secano y uno o dos bajo riego. El riego depende principalmente de los recursos de agua subterránea a la que se accede a través de pozos tubulares. La baja topografía en combinación con una fuerte precipitación pluvial ocasiona a menudo que una gran parte del país se inunde durante la estación del monzón.

Con una población de aproximadamente 115 millones, que va en aumento, Bangladesh es uno de los países más densamente poblados en el mundo. La mayor parte de los agricultores en el país son pobres, poseen y cultivan menos de 0.4 de hectárea, con las que se deben satisfacer la mayor parte de las necesidades familiares. Todo ello, además de las escasas oportunidades de empleo fuera de las fincas origina que la seguridad alimentaria sea de mucha importancia.

Los niveles actuales de producción de arroz se ven amenazados por la demanda de combustible doméstico para cocinar en los hogares y de forraje para animales. Los residuos de arroz y otros cultivos se utilizan como combustible para cocinar y para forraje de animales, usándose el estiércol de animales para satisfacer las necesidades de combustible que aumentan. Algo más que se añade al problema es que, al no tener casi recursos de rocas, Bangladesh cuenta en gran medida con ladrillos y ladrillos partidos para todas las actividades de construcciones de concreto y de carreteras. La producción de ladrillos depende casi en su totalidad de los recursos madereros para calentar los hornos. Según los agricultores y los expertos agrícolas del país, el retorno a los campos de desechos agrícolas y pecuarios es insuficiente, lo que ocasiona la disminución de la fertilidad del suelo y, en consecuencia, la disminución de los rendimientos en la producción de arroz.

El tamaño de los campos de arroz en Bangladesh está disminuyendo como resultado de la división de la tierra que es una respuesta al incremento de población. Los agricultores encuentran difícil producir suficiente alimento e ingresos para mantener a sus familias, lo que los obliga a encontrar maneras de intensificar e integrar sus sistemas de producción. En Bangladesh, esta presión es más intensa en los arrozales donde existe una necesidad crítica de producir no sólo más arroz sino también otros productos agrícolas con los que las familias cuentan para su seguridad alimentaria: leña, madera para construcción, forraje, frutas, hortalizas, pescado y otros organismos acuáticos.

Sistemas de intensificación de arroz

Varias organizaciones están ayudando a los agricultores a lograrlo. La Corporación de Desarrollo Suiza (SDC, por sus siglas en inglés) apoya a un número significativo de ONG locales de todo el país en un programa altamente exitoso para incorporar una mayor cantidad de árboles en el terreno de las fincas. Proshika, otra gran ONG nacional también está comprometida en la agricultura biointensiva. Otro enfoque integrado, y el punto central de este artículo, está siendo promovido por la Administración Británica de Desarrollo Extranjero y la Unión Europea a través de CAR E Internacional en Bangladesh. Este programa, que empezó actividades piloto en 1991, trabaja actualmente con más de 20,000 agricultores por año para integrar los cultivos de peces, hortalizas y árboles en sus arrozales. El programa también se centra en estrategias para el control integrado de pestes que buscan reducir los costos e incrementar la rentabilidad del cultivo de arroz.

No se puede subestimar la importancia de la integración de otras actividades en los arrozales en Bangladesh. Con el fin de reducir el flujo neto de los residuos de los cultivos provenientes de los arrozales a un nivel sostenible, la leña y los sustitutos de forraje deben ser accesibles. Dados los limitados recursos de tierra del agricultor promedio en Bangladesh, existen pocas alternativas. Las granjas son excesivamente pequeñas y adicionalmente la sombra de los árboles sólo reduciría más las posibilidades para la producción de hortalizas, una actividad importante realizada principalmente por las mujeres.

Indonesia: árboles en los diques
Parece que los arrozales tienen el potencial más grande para poder realizar mayores esfuerzos de integración e intensificación. El tamaño promedio de una parcela de arroz en Bangladesh es de menos de 0.08 de hectárea. Esto significa que una considerable proporción del área de tierras para el cultivo de arroz se ve realmente reducida por los diques. Mientras más pequeña sea la parcela, esta proporción será más grande. Dada la cantidad de tierra utilizada en los diques y el hecho que generalmente estén abandonados y subutilizados, y que tiendan a ser más altos que los niveles de agua normales en los arrozales, los diques constituyen áreas adecuadas para plantar árboles y otros cultivos si se manejan apropiadamente. Uno de los mejores ejemplos de ello puede encontrarse en la isla de Lombok en Indonesia. Ahí, una significativa proporción de diques están plantados con árboles perennes de Sesbania grandiflora, a una distancia de aproximadamente 40 cm entre árboles, los cuales se plantan de la semilla y crecen por un período de tres años antes de la cosecha final. Durante este período, los agricultores recogen flores y hojas para consumo humano y para forraje de animales, ramas para leña y para el control de sombra que estos árboles proporcionan que, mientras no afecte la producción de los cultivares, es considerada importante tanto para los agricultores como para el ganado que trabaja en el campo.

Los agricultores también creen que estos árboles proporcionan estabilidad estructural a los diques durante las fuertes lluvias. Después de tres años, se talan los árboles para leña de uso doméstico, construcción o se venden y se plantan nuevos árboles. El valor de un árbol Sesbania grandiflora de tres años en Lombok en donde la leña es relativamente abundante es de aproximadamente $ 0.40. Sin embargo, en Bangladesh este mismo árbol de tres años (que se encuentra sólo en las casas) vale aproximadamente $ 2.50. A este precio, los árboles plantados en cien metros de dique (una parcela de 0.06 de hectárea) cada 40 cm tendrían un valor de hasta $ 625 después de tres años. ¡Esto es considerablemente más que el arroz que se cultiva dentro de los diques durante el mismo período! En Indonesia, los árboles también sirven como soporte para cultivar varias especies de frijoles para consumo y venta.

Mientras no se planta Sesbania grandiflora en los diques de los arrozales como una práctica regular en Bangladesh, otros árboles son plantados en cantidades limitadas en los diques y arrozales, siendo los más notables las palmeras datileras (Phoenix sylvestris) y la Acacia arabica. Estas palmeras pueden ser alquiladas a personas que les extraen la savia por aproximadamente $ 2.50 al año, recibiendo así los agricultores el beneficio adicional de leña y material para cercas proveniente de las ramas. En muchas zonas, los agricultores practican la siembra al voleo de semillas de Sesbania sesban en los diques, justo antes de la estación de los vientos monzones con propósitos de leña.

 

 


Un dique cultivado con calabazas en Bangladesh Foto: Kevin kamp

 

Opciones locales
Basándose en las experiencias de los agricultores locales y de otros países, el programa promueve la intensificación de la plantación de árboles en los diques así como de un número limitado en los arrozales. Además de los árboles antes mencionados, los agricultores en el programa también han experimentado con la siembra de Eucalyotus camaldulensis, Swietenia macrophylla y Dalbergi sissoo en los diques, con resultados prometedores. La demanda de biomasa para combustible de uso doméstico y de la industria de ladrillos es tan alta que los agricultores pueden vender fácilmente cualquier cantidad de árboles que produzcan, con pocas probabilidades de cambios extremos en los precios.

 

Uno de los cultivos de hortalizas más emocionante que los agricultores siembran en los diques de los arrozales, en algunas áreas limitadas de Bangladesh, es el frijol de campo, Dolichas lablab. Los agricultores ganan más con este cultivo de lo que podrían hacerlo con el arroz de la misma parcela pues el valor de frijol cosechado es de $ 5 por metro sembrado de dique. Desafortunadamente, todavía es necesario dar a los agricultores la oportunidad de aprender sobre el potencial total: económico, nutritivo y de producción de biomasa del Dolichas Iablab y del Sesbania grandiflora cuando son sembrados juntos en el mismo dique. El programa CARE, además, promueve el cultivo de otras hortalizas que tienen valor económico y nutritivo para las familias tales como tomate, vulneraria, amaranto, taro y muchas variedades de cucurbitáceas.

Finalmente, el programa trabaja con los agricultores para sembrar peces tanto en arrozales bajo riego como de secano. La mayoría de los agricultores eligen invertir una limitada cantidad de dinero y esfuerzo en el cultivo de peces mientras que otros invierten tanto en el acopio de cantidades significativas de truchas como en elevar los diques de los arrozales para proteger sus inversiones contra pérdidas debidas a inundaciones. Mientras que la ganancia promedio por hectárea puede ser alrededor de $ 50, una cantidad considerable de agricultores también tienen ganancias que sobrepasan los $ 400. El cultivo de peces en arrozales contribuye sustancialmente tanto a las necesidades nutricionales como de ingresos para las familias pobres. El estudio de caso de la señora Hafisa Khatun ilustra sus esfuerzos para diversificar su arrozal en Bangladesh.

 

 

Hafisa Khatun, su esposo y tres niños cuentan con la agricultura como su principal fuente de subsistencia. Poseen un total de 0.40 hectárea. Hafisa se interesó en sembrar hortalizas y sembró peces en una parcela de 0.06 hectárea de arroz bajo riego en 1996, como resultado de su participación en el programa CARE. Aumentó el ancho de los diques a 70 cm y decidió plantar vulneraria (Hibiscus esculentus), calabaza (Luffa acutangula), calabaza ceniza (Benincasa cerifera) y papaya (Carica papaya). Además, sembró 3,500 pececillos de carpas comunes y 500 de carpas plateadas en el mismo arrozal. Su inversión total para el dique, las semillas y los pececillos fue de aproximadamente $ 20 que obtuvo de los recursos familiares. Espera una cosecha total de hortalizas de 150 kilogramos, de los que ya ha cosechado 50 kilogramos, y de los cuales vendió una cantidad por el valor de $10 y su familia ha consumido 10 kilogramos. Hafisa también espera que las truchas que ha cultivado y cosechado tengan un valor de casi $100, que venderá y volverá a cultivar en la próxima estación de arroz. Si sus expectativas se cumplen, el ingreso total por su inversión de $ 20 será de aproximadamente $ 130 más 30 kilogramos de hortalizas para el consumo de su familia. Hafisa también informó que su esposo ha dejado de usar pesticidas en sus arrozales como resultado de su participación en la promoción del proyecto de IPM, lo que ha llevado a un ligero aumento de la producción con respecto a la del año anterior. El valor de los 300 kilogramos de arroz cosechado de la parcela de 0.06 de hectárea es de aproximadamente $ 50. Ella informa que la comunidad ha estado observando sus diques y que ahora están interesados en conocer los detalles de lo que hizo. Planea expandir su cultivo en los diques en la próxima temporada.

 

Limitaciones
Aunque las presiones para diversificar los sistemas de arroz son reales y los beneficios potenciales grandes, la promoción de nuevas ideas no ha sido fácil. Existen varias razones para ello.

 

 

  • En áreas y países en los que se practica el cultivo intensivo de cultivos adicionales en las áreas de los diques, se han establecido normas con respecto a la propiedad de los diques, el cultivo y las prácticas de distribución y protección. Actualmente, en Bangladesh no existen normas para el cultivo de diques y éstas necesitan establecerse con una plena participación de la comunidad. Esta es un área a la cual el programa necesita poner atención de inmediato.
  • Al no entender los beneficios potenciales, naturalmente los agricultores no invierten en nuevas ideas. Dicha ausencia de inversión se refleja a menudo en semillas de calidad inferior, deficiente preparación del suelo y manejo inadecuado. Esto es causado por sistemas de extensión pobres y lleva al fracaso aún a las mejores tecnologías e ideas.
  • Frecuentemente, los agricultores están preocupados por los impactos negajivos potenciales de la sombra y de la competencia por nutrientes de los cultivos que se encuentran en los diques sobre las plantaciones de arroz. Al facilitar pruebas de varios cultivos y árboles en las cuales los agricultores participen desde el diseño hasta la evaluación, los agricultores tendrán la información necesaria para hacer mejores decisiones para el manejo de la finca. Mientras que los mecanismos de aprendizaje de arroz-peces e I PM están bien establecidos y son efectivos, ésta es un área donde los mecanismos para un servicio de extensión efectivo están muy poco desarrollados. Las actividades de extensión que brindan a los agricultores la oportunidad de aprender conceptos agronómicos básicos en sus propios campos y en las que pueden participar plenamente en el desarrollo de prácticas apropiadas son potenciadoras y se deben promover.
  • Aunque las mujeres son las principales usuarias y recolectoras de leña, en Bangladesh, su acceso a los arrozales es muy limitado debido a las normas sociales locales. Simplemente, sus familiares varones no comprenden la crisis de abastecimiento de leña que deben enfrentar las mujeres cada día y no están tan interesados en atender problemas sobre la leña como las mujeres. La producción de hortalizas en diques, otra área de involucración tradicional de la mujer tiene similares restricciones. CARE utiliza personal de extensión exclusivamente femenino para trabajar con campesinas, habiéndose logrado un considerable progreso. Nuevamente, la clave para el éxito es un trabajo concurrente con las estructuras de poder de la comunidad para mejorar el índice de cambio en las normas sociales.

 

Conclusión
La capacidad productiva de los arrozales en las tierras bajas húmedas de Bangladesh se está viendo comprometida por las necesidades agrícolas domésticas y de leña fuera de la finca a corto plazo así como por las prácticas agrícolas corrientes. El potencial productivo de las pequeñas parcelas de tierra todavía no ha sido completamente explotado por los agricultores, pues las áreas limítrofes de los arrozales les brindan oportunidades para aumentar significativamente al ingreso y necesidades nutricionales de las familias campesinas. Más importante aún, un mayor cultivo de estas áreas circundantes puede contribuir considerablemente a reducir la dependencia y la salida de los residuos de cultivos de los arrozales con respecto a las necesidades domésticas de combustible. Los arrozales también ofrecen oportunidades para integrar la producción de peces para beneficios nutricionales y de ingresos. Sólo se puede llegar a cerrar la brecha entre los niveles de productividad potenciales y reales de los arrozales mediante sistemas de extensión participativos que incluyan a los agricultores y sus comunidades en todas las etapas del proceso de aprendizaje y de cambio.

Kevin Kamp y Fahmida Begum
CARE Bangladesh, GPO Box 226
Dhaka-1209, Bangladesh
Fax: +81 4183
E-mail: carebangla@drik.bgd.toolnet.org

Ediciones Anteriores

LEISA es una revista trimestral que busca difundir experiencias de agricultores familiares campesinos.
Por ello puedes revisar las ediciones anteriores.

Suscribete para recibir la versión digital y todas las comunicaciones que enviamos periodicamente con noticias y eventos

SUSCRIBIRSE AHORA