julio 1996, Volumen 12, Número 1
Montañas en equilibrio

Lameo, un método indígena de conservación de suelos

BERT BOER, RAMÓN CASTELLÓN | Página
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Los agricultores en los Andes tienen muchas maneras tradicionales de enriquecer y conservar sus suelos. Por ejemplo, una tecnología se denomina may\’kas en Oruro, Bolivia (San Martín, 1988 y Rengifo, 1994) y otra de ellas bajo machaco (labranza mínima) en la costa del Perú (Antúnez de Mayolo, 1990).

El término may’kas se refiere al proceso de enriquecimiento del suelo utilizando los medíos de la naturaleza para el transporte de materiales minerales y orgánicos, como es común en las regiones de alta montaña. May’kas se realiza con la ayuda del agua que fluye cuando se produce la crecida del río y con el polvo filtrado del viento. Las cenizas volcánicas también se utilizan. Zimmerer (1995) estudió la geomorfología y los sedimentos en el Valle Alto, Cochabamba, Bolivia. Una vez que analizó el terreno con el método del carbono 14, estimó que el uso del lameo (la técnica del entrampado de sedimentos) se remonta a 1500 A.C.

En algunos valles del departamento de Cochabamba, en la zona central de Bolivia, los agricultores aún practican la técnica del lameo. Para retener el sedimento que el río lleva consigo, el agua que fluye es capturada desviando el curso del río y permitiéndole inundar los campos. De esta manera, los agricultores crean su propio suelo. En los campos ubicados lejos de las orillas, enriquecen los suelos mezclando los sedimentos que el río lleva consigo, con el suelo existente.

La técnica del lameo representa la relación entre el hombre y el río. De la misma manera en que la inundación del río ayuda a preparar el suelo, también puede ocasionar su destrucción. Para desviar el curso del río, de manera que pueda inundar la tierra, se construyen bocatomas. Cada vez que el río inunda, los agricultores deben reconstruirlas.

Capinota: un pueblo que practica el lameo

Rengifo (1994) describe la manera en que los agricultores practican la técnica del lameo en el Valle de Capinota, uno de los valles del departamento de Cochabamba, utilizando el agua del río Arque. Está técnica aún se sigue utilizando a pesar de que una agricultura muy intensiva y orientada a lo comercial se ha desarrollado en esta región. En la cuenca del río Arque (2224 km2), que es la parte más alta de la cuenca del río Amazonas, pueden encontrarse tanto áreas cultivadas como áreas no cultivadas. La altitud varía entre 2380 y 4820 m.s.n.m. El caudal base del río Arque varía entre 2 y 2.5 m3/s. Cuando el río crece durante la estación de lluvia (de noviembre a abril), el caudal se calcula en 908 m3/s una vez cada cien años. Durante esta estación, el río transporta sedimentos (hasta 120 gil) en suspensión. El color de los sedimentos va desde rojo hasta amarillo y marrón oscuro, dependiendo del área en la que tiene origen el agua. Capinota es un pueblo ubicado a 2380 m.s.n.m., en el punto en que los ríos Arque y Rocha forman el río Caine. El clima es semiárido con una precipitación promedio anual de 509 mm. La estación que precede a las lluvias es relativamente fría, mientras que la estación de lluvia es más cálida. La temperatura promedio anual es de 18°c. No se llega al grado de congelamiento durante la estación seca. Las condiciones para la agricultura son buenas durante todo el año. Las cosechas más importantes son las papas, zanahorias, betarraga, cebollas, camotes, maíz y alfalfa. También existen viñedos y árboles frutales, como durazneros y manzanos. No hay períodos inactivos y los campos de los agricultores son pequeños (el tamaño promedio es 3500 m2 y varían entre 600 y 6000 m2). Además de los propietarios de tierras, que producen para sí mismos, es común organizar la producción de diferentes maneras, tales como alquilar la tierra y producir en base a un sistema de repartición de cosechas entre propietario y trabajador. La familia normalmente es empleada en las labores. La preparación y el arado de la tierra se hacen manualmente y con bueyes. Rara vez se utiliza el tractor.

El tamaño del área del riego con lameo es 228 hectáreas y 210 agricultores participan en dicha labor. Organizan el lameo dividiendo la tierra en secciones. El mantenimiento de los canales y de las bocatomas es la actividad más importante que debe ser coordinada entre las diferentes secciones.

Esquema del sistema lameo. Los campos pueden ser prequeños e irregulares. El canal que conduce el aguna del río se ramifica en subcanales antes de llegar a los campos. El riego no sigue ningún orden en particular

Cómo se lleva a cabo

Los agricultores utilizan un canal principal con una capacidad de 1500 1/s. Este canal es utilizado aproximadamente por 15 agricultores simultáneamente, quienes riegan sus tierras con 60 a 120 lis cada uno. Se puede retener una capa promedio de sedimento de 10 cm en cada campo. Este proceso toma desde pocos días hasta un mes, dependiendo de la descarga del río, la presión del agua y la distancia desde la bocatoma hasta cada campo. Después de algunas semanas de drenado, la tierra es arada de manera que los agricultores puedan plantar papas –mayormente holandesas– cultivadas para el mercado. Así, las diversas actividades incluyen: la preparación de la tierra, permitir el ingreso del agua que contiene los sedimentos y el drenado del exceso de humedad.

Durante el mes de diciembre un dique de 30 cm de alto se construye alrededor del campo. Si los agricultores desean obtener una capa de sedimento de más de 10 cm de grosor, este dique puede elevarse hasta un metro de alto con barro o bloques de turba. La construcción de los diques toma desde medio día a un día, dependiendo del tamaño del campo. La construcción de los diques más altos toma dos o tres días. En el campo, entre los diques, se construyen pequeños canales que tienen 80 cm de ancho y 35 cm de profundidad, con el fin de que el agua pueda ser distribuida en la tierra de la manera más equitativa posible. Normalmente toma uno o dos días construir estos pequeños canales.

El agua del río, llena de sedimentos, fluye en los campos a un promedio de 60 y 120 l/s y con una velocidad de 0.7 a 1 m/s. Para asegurar su distribución equitativa, los agricultores supervisan de muy cerca los canales de riego y los reparan con barro cuando es necesario. Algunas veces, la velocidad del agua debe reducirse y se colocan plantas y ramas en los canales para lograrlo. En la parte final del campo (cerca al río) los agricultores hacen surcos de unos 30 cm de ancho cada 5 m para drenar el agua excedente, dejando así la tierra a unos 12 ó 15 cm bajo el agua.

En la etapa final del lameo, las entradas de agua se cierran para que el exceso de humedad pueda ser drenado, permitiendo a los agricultores preparar la tierra para plantar y sembrar. El drenaje dura aproximadamente un mes.

Las bocatomas o entradas del río están siendo reconstruidas en Capinota. Foto: Bert Boer

¿Por qué utilizar el lameo?

Debido a que la técnica del lameo es utilizada en ciclos de 1 a 3 años, es parte esencial del sistema agrícola. Durante el período de investigación pudimos verificar que los agricultores utilizaban la técnica de retención de sedimentos en el 30% de todas las tierras cultivables del área (véase mapa). De hecho, esta es la tierra donde cultivan papas, la cosecha más importante. El suelo es preparado mezclando la capa de barro (el sedimento), el suelo existente y añadiendo estiércol de pollo. La profundidad del arado es aproximadamente de 20 cm. Una vez que las papas han sido plantadas, se añaden fertilizantes químicos.

Existen varias razones por las que los agricultores utilizan esta técnica de retención de sedimentos. En entrevistas realizadas, mencionaron que cuando el suelo se ha vuelto «duro» (Ilink’i- una expresión en quechua que significa arcilla o tierra densa) y las sales minerales han salido a la superficie, los cultivos pueden deteriorarse. Otra razón que mencionaron es que tienen que mantener sus suelos a una altura adecuada en relación con el nivel del río. En algunos años, cuando hay poca lluvia el río no crece tanto como de costumbre, se acumulan piedras y rocas en el lecho, elevándose el nivel del río y el peligro de inundación aumenta en la siguiente estación de lluvia.

Evaluando el conocimiento local

La técnica de retención de sedimentos, lameo, es una tecnología de bajo costo que sólo necesita trabajo y material local, y evita la inversión en insumos, que es la mayor. En general, los agricultores consideran que su suelo es mejorado por ella. No existe duda de que esta técnica tiene influencia sobre la altura, fertilidad, contenido de humedad y de sales minerales del suelo. Otro aspecto importante es que el lameo ayuda a mejorar la salud de la planta de papa, disminuyendo la cantidad de nemátodos.

No es fácil evaluar científicamente una tecnología particular utilizada por los agricultores. ¿Qué quieren decir cuando mencionan que «el suelo se pone duro»? Las texturas estudiadas varían desde franco arenosas hasta limo-arcillosas (fangosas). El drenaje interno de la tierra es bueno pues descansa en el lecho rocoso del río. Se mostró la presencia de sales minerales como caldo y magnesio. Existe la posibilidad de que estas sales actúen como una sustancia endurecedora que impide la ventilación del suelo.

Los estimados de erosión causados por el agua y el viento en Bolivia son alarmantes. Se estima que el 64% de la superficie del departamento de Cochabamba está por lo menos moderadamente erosionada (CORDECO, 1980). La erosión es causada por factores naturales pero en realidad el sedimento en los lechos del río proviene de los campos de los agricultores río arriba. Cuando tomamos la cuenca hidrográfica como la unidad de análisis, comprendemos por qué los agricultores utilizan estas técnicas como una manera de preservar y mejorar sus suelos. En áreas que se localizan en la parte más baja de la cuenca, los agricultores hacen uso de los sedimentos que se liberan por el impacto de las lluvias en las partes más altas.

A pesar de los enormes esfuerzos de los agricultores en tratar de mejorar el suelo mediante la retención de sedimentos, el peligro que el río invada la tierra recuperada aún persiste. Esta es la razón por la que los agricultores han empezado a construir muros de cemento para proteger sus tierras y sus casas, para defenderse mejor de los caprichos del río.

Bert Boer y Ramón Castellón
PEIRAV. Casilla 4926, Cochabamba, Bolivia

PEIRAV es un proyecto para la mejora de la educación y la investigación sobre la agricultura bajo riego en los Andes y está asociado con la Facultad de Agronomía de la Universidad de San Simón, Cochabamba.

Referencias

  • Antúnez de Mayolo, SE. 1990. «Hidráulica costera prehispánica». Allpanchis 11-37. Lima.
  • CORDECO, 1980. Análisis de problemas y potenciales en el desarrollo regional de Cochabamba: CORDECO.
  • Rengifo, G. 1994. El suelo agropecuario en las culturas andinas y en occidente moderno. PRATEC, Lima.
  • San Martín, J. 1988. «Manejo de may’kas». En: Tecnologías campesinas de los Andes. Primer seminario taller altiplánico de revaloración del conocimiento andino: 106-114. Oruro.
  • Zmmerer, K. 1995. «The Origin of Andean Irrigation». In Nature, Vol. 378: 481-483

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