julio 1996, Volumen 12, Número 1
Montañas en equilibrio

El agua significa vida

JUAN CARLOS MAITA , MICHIEL J. VERWEIJ | Página
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«Antes de que tuviéramos estas represas, sólo podíamos cultivar durante las temporadas húmedas y todos migraban con el fin de ganar dinero para poder sobrevivir. Ahora, con estas represas podemos trabajar en nuestra propia tierra durante todo el año y producimos un excedente para venderlo en el mercado. Estas lagunas dan una esperanza a nuestra comunidad y nuestros niños», afirma Máximo Gonzales de Oloy, Bolivia. Este es uno de los muchos comentarios que se repiten por toda la comunidad, alabando a la vida por darles lagunas o represas.


Las represas de agua han convertido este paisaje semiárido en un lugar más verde y agradable para vivir / Foto: Michiel Verweij

Hace cinco años un proyecto de una ONG comenzó en la comunidad de Oloy, que subsiste gracias a 25 embalses de captación que han transformado los campos de cultivo secos en un nuevo sistema agroecológico con una amplia variedad de cultivos. La diversificación de los cultivos ha mejorado la dieta nutritiva de los agricultores y su situación económica. Antes de este proyecto, las personas tenían que trabajar fuera de la región para sobrevivir. Muchos de ellos migraban a Argentina o Chapare, un área de Bolivia donde cultivan coca destinada en gran parte a la producción de cocaína. Actualmente, el 70% de la población tiene acceso durante todo el año a las represas que sirven para muchos propósitos, tales como uso doméstico, abrevadero para el ganado y riego.

Oloy es una comunidad quechuahablante que se encuentra en un valle andino en el departamento de Cochabamba, Bolivia. La población y el área cultivada se concentran en las áreas más bajas, en las «pampas» ligeramente onduladas; a una altura de aproximadamente 2,100 m.s.n.m. El suelo es limo-arcilloso y el cultivo principal es el maíz. El área circundante es montañosa, con laderas que alcanzan los 2,700 metros y que están cubiertas con Prosopisjuliflora (algarrobo) y Dodonea viscosa (chacatea). El clima es semiárido con una precipitación anual promedio de 450 mm, que se concentra entre los meses de noviembre y marzo. Las heladas se presentan entre mayo y agosto. El paisaje degradado se encuentra cada vez más expuesto a las fuerzas erosivas del agua, debido principalmente al sobrepastoreo de las cabras. De octubre a mayo, el ganado come el forraje de las montañas y luego desciende a las pampas para alimentarse de los restos de la cosecha (rastrojos).

Construyendo represas
Hace cinco años, el Programa para el Desarrollo Altemativo Regional (PDAR) investigó diferentes oportunidades de proyecto en Oloy. Los agricultores querían construir pequeños diques basándose en el éxito que tuvieron sus abuelos con las pequeñas represas construidas con tierra. Los técnicos del PDAR se convencieron y se firmó un acuerdo de trabajo entre los agricultores y el proyecto. El PDAR construyó, en suelos con gran contenido de arcilla, 23 pequeñas represas familiares con una capacidad entre 500-300 m3 y dos lagunas comunales de más de 10,000 m3 (80x50x2.5m) utilizando grandes tractores para mover la tierra. De acuerdo con el contrato, los agricultores formaron un comité de trabajo para completar las obras. Cada familia contribuyó con 40 días de mano de obra para la construcción del dique y los canales. Asimismo, los agricultores construyeron canales de rebalse para evitar que las lagunas se inundaran y rompieran. El trabajo de los agricultores (es decir, mano de obra y materiales locales) ascendió al 60% del costo total del proyecto (Montaño, 1992). Recientemente, se han construido tanques para sedimentos en la desembocadura de cada reservorio. Las tanques de cemento (2 x 3 x 1 m) son cruciales para evitar que las represas se vuelvan a llenar con sedimentos. Por ejemplo, las grandes represas han perdido ya un 15% de su capacidad debido a los depósitos de sedimentos. El material que se infiltra contiene altos niveles de materia orgánica y se utiliza en las camas de siembra. Las riberas y laderas que se encuentran por encima de las represas han sido protegidas contra la erosión mediante acequias de drenaje, pastos y la vegetación natural.

Captación y distribución del agua
El área de captación que drena en la pampa de Oloy tiene una superficie de aproximadamente 10 km’. Se utilizan dos sistemas para captar el agua. La toma principal proviene de dos canales que nacen de un dique en el río. Además, muchos de los agricultores tienen acequias que captan el flujo proveniente de las laderas y desvían el agua a las represas. Se construyó un dique con cemento y piedras sobre una base de roca en el río Yuraj Yuraj. Desde el dique hay dos canales que van a lo largo de ambos lados del río y desembocan en las diversas lagunas. Los canales de tierra tienen una capacidad hasta de 150 I/s y no tienen más de 5 km de largo. El río es la principal fuente de agua. Sólo tiene agua durante unos pocos días del año. Por lo tanto, en dicho período, aún si es de noche, los agricultores se dirigen a la toma para conservarla libre de sedimentos y ramas a fin de mantener un flujo estable. Sólo durante las grandes tormentas, cuando el río arrastra enormes piedras, los usuarios esperan que el volumen disminuya antes de llevar a cabo este trabajo.

Existen algunos criterios simples para la distribución. En caso de que el agua llegue durante la noche, los agricultores llenan las represas comunes ya que la distribución individual es muy difícil. El juez de aguas, una posición de honor no remunerada, tiene a su cargo la organización de la limpieza, el mantenimiento y las reparaciones de los canales. Durante el día, el juez de aguas decide si se llena la laguna comunal o las lagunas familiares teniendo en cuenta las necesidades. Cuando las lagunas familiares tienen un bajo nivel de agua, los agricultores utilizan el agua de los reservorios comunes. El juez de aguas mantiene un registro de la cantidad de agua que se extrae de las lagunas comunes, que se mide en horas, y se asegura de que todos reciban cantidades iguales. Durante los tres años de funcionamiento del sistema, siempre ha sido posible llenar los reservorios; incluso en años de sequía, donde existen por lo menos de 3 a 5 crecidas. Los agricultores utilizan sus propios embalses durante las estaciones de lluvias para irrigar sus cosechas durante las temporadas de sequía, y con suerte ellos pueden aprovechar de las últimas crecidas durante el mes de marzo y llenar los embalses antes de que se inicie la temporada de sequía. De esta manera, las lagunas siempre se vuelven a llenar durante las temporadas húmedas. Así la cantidad de agua que se utiliza en todas las parcelas es mayor al volumen de todas las represas. La irrigación total varía de año a año.

El agua se distribuye a los cultivos a través de surcos que atraviesan de las parcelas. Durante la temporada de lluvias, se riegan los campos de maíz, mientras que en la temporada de sequías se riegan las pequeñas parcelas con cultivos comerciales.
Foto: Michel Verweij

La irrigación fomenta la producción
Las represas se encuentran en las laderas un poco más arriba de los campos de manera que se puedan regar por gravedad. Algunas lagunas tienen tuberías de PVC de dos pulgadas enterradas en la «pared» del embalse, el agua sale a través de una válvula o grifo de desagüe. Otras formas de riego incluyen el uso de una manguera para sifonar y bombas de agua a gasolina. El agua se distribuye a los cultivos mediante surcos que van a través de las parcelas. En el período octubre-noviembre muchas represas se encuentran secas o con poca cantidad de agua.

Inicialmente, mediante el uso de las represas, se pusieron aptas 50 hectáreas de cultivo para la producción de maíz, que continúa siendo el cultivo principal en la región. Durante la época de sequía, las lagunas irrigan las pequeñas parcelas (2,500m2) para que crezca una variedad de cultivos comerciales tales como ajos, cebollas, papas, frijoles, tomates, otros vegetales y árboles de duraznos. Los excedentes de estos cultivos comerciales han cambiado de manera significativa a Oloy. El valle exhibe orgullosamente campos verdes durante todo el año. Los camiones transportan el excedente para ser vendido en el mercado. Debido a las represas, el ganado, las ovejas, los cerdos y las cabras están más gordos que nunca. La producción agrícola ha aumentado, absorbiendo la mano de obra y produciendo un excedente para el mercado. Incluso, la influencia del agua va más allá de la producción, los cambios en el ciclo del agua de este paisaje semiárido han convertido a la comunidad en un lugar más verde y agradable para vivir.

El futuro

Cinco años de funcionamiento no son suficientes para sacar conclusiones. Aún quedan elementos bajo experimentación y problemas por resolver. Por ejemplo, actualmente los agricultores están tratando el problema de la sedimentación: las pequeñas represas se pueden limpiar utilizando pequeñas carretillas, pero esto no se puede hacer en las dos más grandes. Tanto los sistemas como la comunidad se encuentran todavía en el proceso dé desarrollo de la nueva experiencia. Los agricultores siembran un poco más cada año, expandiendo el área que se encuentra bajo riego con prudencia y estando conscientes de los riesgos. Algunos muestran interés en tener peces en las represas para diversificar la producción (pejerrey, carpas y tilapia). Sin embargo, esto no puede llevarse a cabo hasta que los campesinos encuentren la manera de almacenar el agua de manera efectiva, puesto que al final de la temporada de sequía casi no queda agua en las represas. El almacenamiento de agua en un sistema de lagos basado en las lluvias también ha tenido un impacto positivo en todo el ecosistema. El caudal máximo en los ríos durante la temporada de lluvias ya no erosiona los campos que están a lo largo de los bancales del río. Alrededor de las represas se está dando la forestación sin ningún tipo de intervención y los árboles están creciendo de manera espontánea.

La población de Oloy está atravesando un período de cambios significativos, evolucionando de un sistema de agricultura de secano migratoria a una «nueva cultura de agua», ingresando al sistema de mercado con nuevos excedentes agrícolas. Los cambios en la vida de los agricultores van desde su forma de trabajo, a sus cultivos y hábitos alimenticios. Este es un largo proceso de aprendizaje y ellos lo están haciendo con un mínimo de asistencia técnica, bajo la consigna de «bailando se aprende el baile». Los agricultores están felices de trabajar en sus tierras y están llenos de esperanza para el futuro. En realidad, ellos están bailando.

Juan Carlos Malta
PEIRAV
Facultad de Agronomía
Av. Petrolera Km 4 1/2
Casilla 4926
Cochabamba, Bolivia
Fax: +591 42 50329

Michel J. Verwell
Coraca Aquile, c/o SNV Sucre,
Casilla 245,
Sucre, Bolivia.
Fax: + 591 411 5037.

Los autores quisieran agradecer a Jeffrey Galusha por su ayuda en la traducción del artículo.

Referencias

  • Stephes, T. 1991. Handbook on Small Earth Dams and Weirs. (Manual sobre diques de tierra pequeños y vertederos). Reino Unido, Cromfield Press.
  • Witter, JV. 1988. Kleine aarden dammen. Wageningen, Universidad de Agricultura de Wageningen.
  • Montaño, CG, Escalante A y Richards, IB. 1992. Estrategia del PDAR para el aprovechamiento de recursos hídricos en las provincias Campero y Mizque del departamento de Cochabamba. Seminario Recursos hídricos y medio ambiente, Cochabamba, Bolivia. pp. 523-531.

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