octubre 2019, volumen 35, Número 3
Agricultura urbana en América Latina

Agricultura urbana en Rosario, Argentina

ANTONIO LATTUCA | Página 22-24
DESCARGAR REVISTA COMPLETA
TIPOGRAFÍA
SMALL
MODO LECTURA
COMPARTIR

A partir de una experiencia de producción de alimentos por personas desocupadas en una villa-miseria, en 1987, y su consolidación durante la crisis económica por la que atravesó Argentina en 2001-2002, el Programa de Agricultura Urbana de Rosario se ha desarrollado hasta convertirse en una sólida política pública. Hoy, con el Centro Agroecológico Rosario, el programa promueve la producción sostenible de alimentos y otros productos agrícolas en el entorno urbano, junto con estrategias de participación social, paisajismo, educación y valoración de la actividad agrícola con una mirada al futuro.

Hortalizas en la ciudad. Agricultura Urbana RosarioLa agricultura urbana rosarina se fue construyendo en el territorio, a partir de fines de los años 80, con aportes de los campesinos migrantes procedentes del campo, del activismo ecológico y de inmigrantes italianos y españoles. El primer modelo de huerta grupal “comunitaria”, con parcelas individuales para cada familia huertera y con técnicas ecológicas de cultivo, se instaló en un barrio marginal de la zona sur. Este modelo fue el antecedente de los parques-huertas, de las huertas grupales y de los Corredores Verdes en las actuales vías.

En 1990 se dio una primera institucionalización de estas prácticas como política pública con el surgimiento del Programa Nacional Prohuerta del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) y del Programa Municipal Huertas, gracias a los cuales se instaló una gran cantidad de huertas familiares y escolares.

Pero fue durante la crisis argentina de 2002 cuando la agricultura urbana se consolidó como política pública con la implementación de las ferias de verduras libres de agroquímicos. Posteriormente se desarrollaron los mencionados parqueshuertas, los corredores verdes y las huertas grupales.

Los huerteros y huerteras –personas desocupadas de los barrios más pobres– se transformaron en agricultores urbanos, llegando al centro de la ciudad con sus verduras de muy buena calidad y generando una nueva cultura de diálogo entre la periferia y el centro. Por primera vez, los rosarinos acceden a verduras de alta calidad cultivadas sin agroquímicos, y los huerteros y huerteras de los barrios son reconocidos como constructores de una ciudad verde.

Los parques-huertas, los corredores verdes y las huertas grupales son nuevos espacios públicos permanentes para la agricultura ecológica; son patrimonio de la ciudad y en ellos se combina lo socioproductivo con lo ambiental y con lo paisajístico. Algo para destacar es que, gracias a la transformación de estas prácticas en políticas públicas, los huerteros y huerteras pueden acceder a la tenencia segura de la tierra. En la actualidad, los jóvenes se están capacitando y entrenando como huerteras y huerteros, y como jardineras y jardineros ecológicos, para proveer de servicios a domicilio a personas interesadas en tener sus propias huertas y jardines ecológicos. Otras estrategias vinculadas con estos procesos han sido las de instalación de jardines de plantas medicinales en hospitales, huertas jardín en plazas públicas y huertas educativas en escuelas y centros comunitarios.

El Centro Agroecológico Rosario

El Centro Agroecológico Rosario (CAR) es un espacio público que se implementó en 2017 para buscar respuestas innovadoras frente a las demandas de los nuevos actores interesados en la agricultura urbana. Se necesitaba construir un centro de referencia que visibilizara y pusiera en valor el conocimiento y las técnicas inclusivas y sostenibles construidas en forma conjunta en el territorio durante los últimos 30 años.

Así, el CAR se ha constituido efectivamente en punto de referencia para estos procesos. Brinda capacitación y entrenamiento en agricultura ecológica urbana y representa una síntesis de todo lo construido en el territorio con la participación de huerteros, técnicos y activistas. Su organización cuenta con espacios especializados en elaboración de biopreparados, producción de abonos compuestos, jardín de plantas madres de aromáticas y medicinales, canteros demostrativos de cultivos de hortalizas de estación, producción de plantines de verduras, aromáticas y medicinales; túneles bajos para la producción de plantines, y espacios para la selección de semillas de libre polinización. Todos estos conocimientos y los productos derivados de ellos están disponibles y accesibles para las huerteras y huerteros, técnicos, docentes y público en general.

Entre las actividades alrededor de los proyectos de agricultura urbana están los concursos de espantapájaros. Agricultura Urbana Rosario

En el CAR del Programa de Agricultura Urbana de la Secretaria de Economía Social de la Municipalidad de Rosario, trabajamos de forma conjunta con institutos de investigación, instituciones educativas, organizaciones de huerteros y organizaciones no gubernamentales y asociados con la Secretaría de Extensión de la Universidad Nacional de Rosario, el Instituto Politécnico, los ministerios de la Producción y de Salud de la provincia y otras dependencias municipales, el Instituto de Física Rosario y la Asociación para la Agricultura Biológico-Dinámica de Argentina.

Investigación para la agroecología urbana

Junto a diversos institutos de investigación, nuestra ciudad participa en un Proyecto de Urbanismo Agroecológico con tres ciudades europeas –Londres, Bruselas y Vigo– cuyo objetivo es explorar cómo las prácticas agrícolas y alimentarias en la periferia metropolitana, amenazadas por una urbanización cada vez más extendida, pueden reimaginarse y reconfigurarse dentro de lo que llamamos “urbanismo agroecológico”: un modelo de urbanización que sitúa en su núcleo a la alimentación, a los ciclos metabólicos urbanos, a la ética de la administración de la tierra, a la igualdad y a la solidaridad.

Imaginamos un futuro en que la agricultura urbana de base agroecológica sea una política pública transversal, y que esté incluida en los planes de estudios de las escuelas primarias y secundarias, y que sea una carrera de grado en la universidad. De este modo buscamos que se hagan visibles y se pongan en valor todas las contribuciones que se hacen desde la agroecología urbana para la mitigación del cambio climático, así como sus aportes a la cultura, a la salud y al buen vivir, y que el oficio del agricultor urbano agroecológico sea el oficio del futuro.

Retos hacia el futuro

Entre las tareas alrededor de las cuales debemos trabajar con vista al futuro, están las siguientes:

  • Es necesario seguir construyendo y creando condiciones para ampliar la superficie productiva, con tierra apta e infraestructura necesaria para la producción.
  • Desarrollar tecnologías prácticas y sencillas que permitan a los huerteros trabajar de manera digna, mejorando las condiciones del trabajo de la tierra.
  • Valorizar el trabajo de la tierra que nos proporciona todo lo que necesitamos para alimentarnos, para cuidarnos con plantas medicinales, para nuestro hábitat, y paisaje cotidiano. Esto es de gran importancia en el contexto de una sociedad que lo considera un trabajo menor y una actividad del pasado.
  • Construir la imagen del trabajador de la tierra estableciendo el oficio de cuidador de la tierra y constructor del paisaje como un trabajo de excelencia y de innegable trascendencia para el futuro; un trabajo que mejora el entorno en que vivimos. Asimismo, contagiar a los jóvenes este entusiasmo por el innovador oficio.
  • Producir semillas libres adaptadas a las condiciones locales y a los gustos del consumidor.
  • Crear parques tecnológicos de agroecología urbana para acciones de demostración y entrenamiento. En estos espacios, se combinará la producción con técnicas ecológicas con el diseño del paisaje y el hábitat, y con el uso de energías alternativas.
  • Demostrar los beneficios intangibles del trabajo de la tierra (para la salud, el ambiente y la cultura; para prevenir la violencia, para el cuidado de la comunidad, para la rehabilitación de personas con adicciones); valorizarlo y trabajar en su reconocimiento económico para que los trabajadores de la tierra puedan incrementar sus ingresos.
  • Generar puentes entre lo público, lo privado y la sociedad civil; los consumidores y los agricultores; lo rural y lo urbano.

Antonio Lattuca
Coordinador del Programa de Agricultura Urbana de Rosario, Argentina.
antoniolattuca@gmail.com – www.agriurbanarosario.com.ar

Ediciones Anteriores

LEISA es una revista trimestral que busca difundir experiencias de agricultores familiares campesinos.
Por ello puedes revisar las ediciones anteriores.

Suscribete para recibir la versión digital y todas las comunicaciones que enviamos periodicamente con noticias y eventos

SUSCRIBIRSE AHORA