En muchos casos los rebaños que pagan las consecuencias son aquellos pertenecientes a sistemas de producción con muy baja implementación tecnológica o a sistemas de producción con limitadas áreas para pastoreo, conocidos como subsistemas de producción “traspatio”, arraigados en muchos grupos étnicos y comunidades rurales. De acuerdo a Zamudio y otros (2004), la ganadería de traspatio es una actividad desarrollada por la unidad doméstica familiar, que se caracteriza por criar animales en el terreno que rodea a las viviendas, emplear pocos insumos externos y utilizar mano de obra familiar. Dadas tales limitaciones, la organización de los productores y sus familias para el manejo del pastoreo representa la balsa de supervivencia de estos sistemas.
El estado Yaracuy, ubicado al noroccidente del país, posee una amplia variedad de zonas ecológicas que favorecen la producción de rumiantes. Los sistemas de producción predominantes en el estado son de doble propósito (leche y carne), muchos manejados por pequeños y medianos productores que viven y dependen exclusivamente de estos rubros para su manutención y la de sus familias. Justamente este tipo de sistema productivo alberga al subsistema de producción traspatio descrito anteriormente, bajo la tutela de productores que carecen de tierras propias para el pastoreo y tienen que recurrir a ciertas estrategias para garantizar la alimentación del rebaño, como la organización del pastoreo individual o comunal.
Experiencias organizativas del pastoreo
En las zonas rurales del estado Yaracuy se han venido observando las conductas pastoriles de los rebaños, entre las que destacan tres por su particularidad, tradición y arraigo regional:
Pastoreo en carreteras
A orillas de carreteras extraurbanas es común observar un exuberante crecimiento de especies nativas y naturalizadas de gramíneas de porte alto como la guinea (Panicum máximum) y la cabezona (Paspalum virgatum), así como el uso de cercas vivas perimetrales de madre cacao (Gliricidia sepium) y la presencia natural de árboles como el samán (Pithecellobium saman) y el carocaro (Enterolobium cyclocarpum) que ofrecen sombra, forraje y frutos proteicos a los animales. Bajo este esquema cada productor o familiar directo traslada el rebaño propio y en algunos casos el de sus vecinos inmediatos –dependiendo del número de animales– a las orillas de las carreteras e incluso a orillas de las vías férreas, donde existe abundancia de forraje. La duración del pastoreo depende de la disponibilidad forrajera del sitio y la época del año. Para cumplir con esta labor durante todo el año, las personas encargadas del pastoreo son rotadas en acuerdos establecidos entre los miembros de la familia o entre familias de productores; es común ver en este rol a niños y jóvenes acompañados de un adulto.
Pastoreo entre cultivos
Esta forma de pastoreo es común en los asentamientos campesinos donde la producción de frutales es prioritaria (cítricos, aguacates), pero igualmente existen pequeñas cantidades de rumiantes de cría en traspatio como alternativa de producción secundaria. En los traspatios los dueños de los animales se asocian con los agricultores mediante un convenio de pago (monetario o de servicio), para permitir el pastoreo dentro las áreas sembradas durante los ciclos de producción o de poscosecha de los frutales, favoreciendo el consumo de gramíneas estoloníferas naturalizadas como los pastos estrella (Cynodon nlemfuensis) y bermuda (C. dactylon), y de diversas leguminosas herbáceas pertenecientes, entre otros, a los géneros Centrosema, Desmodium, Glycine y Macroptilium que aportan proteína y minerales. De esta forma se benefician los animales gracias a la oferta de forraje y las plantaciones por eliminarse la competencia de estas especies que se convierten en arvenses para el sistema productivo, disminuyendo a su vez las frecuentes aplicaciones de herbicidas. Cabe destacar que este pastoreo entre cultivos es mayormente permitido para los bovinos, ya que los carneros y cabras tienden a arremeter contra las plantas cultivadas.
Pastoreo en residuos de cosecha
En comunidades rurales con tradición de cultivos cerealeros es muy común esta forma de pastoreo que aprovecha los excedentes de cosecha que quedan en campo para la alimentación de los rumiantes. El malojo verde de maíz luego de la recolección del jojoto (mazorca de grano lechoso) y la soca posterior a la cosecha del grano seco son los principales residuos con potencial forrajero aprovechables. Este caso en particular fue observado en parcelas comunitarias, donde los ovinos se mantienen encerrados en pequeños corrales ubicados en los patios de las viviendas pertenecientes a los productores, durante los meses de establecimiento y producción del maíz. Una vez cosechadas las mazorcas, todos los animales pastorean libremente y a su vez “limpian” el campo para la siguiente siembra. Durante el encierro, los animales son alimentados con cultivos forrajeros como la leucaena (L. leucocephala), morera (Morus alba) y otros multipropósito como la caña de azúcar, yuca, batata, auyama (zapallo/calabaza), sembrados en los patios o espacios aledaños a las viviendas en pequeños bancos. Con estas actividades sumadas al pastoreo estacional, se compensa el déficit nutricional de los rebaños, permitiéndoles mantener una condición corporal y niveles productivos aceptables para su mestizaje. Esta modalidad de pastoreo favorece los rendimientos del cultivo debido al aporte de nutrientes y materia orgánica al suelo a través del estiércol diseminado por las ovejas.
Vinculación de la familia en los procesos pastoriles
En estos sistemas de producción la mano de obra es netamente familiar, lo cual facilita las relaciones de trabajo entre sus integrantes. La generación conformada por los hijos de productores también se interesa por las actividades cotidianas del sistema: se inician como pastores desde temprana edad y, a medida que transcurre el tiempo, les son asignadas otras responsabilidades.
La investigación y la transferencia tecnológica como agentes de cambio
Desde el Instituto Nacional de Investigaciones Agrícolas (INIA), la interacción con los productores en las diferentes fases de investigación ha permitido el abordaje de estos sistemas con el objetivo de mejorar las condiciones alimenticias de los rebaños. Para ello se han establecido pequeños bancos forrajeros en los patios de los productores, con especies forrajeras propias de la región, bajo el enfoque agroecológico. Para facilitar el acopio de alimentos a los productores se les ha enseñado a aprovechar al máximo los recursos forrajeros existentes en cada zona y época del año, procesan-do los excedentes de forrajes cosechados para transformarlos en silajes mixtos, técnica que además de enriquecer los forrajes permite su almacenamiento por mayor tiempo, para emplearlos durante temporadas de escasez forrajera.
La elaboración de bloques multinutricionales artesanales y su uso como suplemento proteico y mineral en los rebaños ha permitido mejorar la eficiencia digestiva y metabólica de los rumiantes, lo que favorece el aprovechamiento de forraje de baja calidad y su tasa de conversión, y permite subsanar las deficiencias nutricionales y mantener los niveles productivos de los rebaños.
A manera de conclusión
Estas experiencias enriquecedoras han sido ejemplo de organización comunitaria para llevar a cabo la crianza de rumiantes a pequeña escala para el sustento familiar, con énfasis en los modelos de pastoreo adaptados a la disponibilidad de recursos de cada zona, a la época del año y al trabajo mancomunado de la familia y la comunidad.
Jorge A. Borges, Yannelly Quiróz, Beatriz Becerra, Mariana Barrios, Darwin Sánchez, Lisbeth Dávila
Investigadores en Producción Animal. Instituto Nacional de Investigaciones Agrícolas (INIA), CIAE Yaracuy, Venezuela.
jborges@inia.gob.ve
Referencias
- Becerra, B., Barrios, M., Borges, J., Sánchez, D., Quiróz, L. Dávila. 2015. Aspectos sociales incidentes en el comportamiento productivo de unidades de producción pecuaria de los municipios Veroes y Manuel Monge del estado Yaracuy. Revista de la Facultad de Agronomía (UCV) 41 (Suplemento 1). Maracay, Venezuela: 76.
- Cárdenas, E. 2009. Implicaciones ambientales de la producción bovina. UN Periódico 119: 8-9. Universidad Nacional. Bogotá, Colombia.
- Córcega, E. 2015. Impacto potencial del cambio climático en la agricultura venezolana. XVII Congreso Venezolano de Producción e Industria Animal (Memorias). Revista de la Facultad de Agronomía (UCV) 41 (Suplemento 1). Maracay, Venezuela.
- Zamudio, B. A., Alberti, M. P., Manzo, F., M. T. Sánchez. 2004. La participación de las mujeres en los sistemas de traspatio de producción lechera en la ciudad de México. Cuadernos de Desarrollo Rural 51: 37-60.