LEISA: ¿Qué avances ha podido realizar el MINAM en la aplicación de la Ley de Moratoria a los OVM?
JAA: En el tiempo transcurrido desde la aprobación del reglamento de la ley el MINAM ha realizado avances en varios temas muy importantes. Por ejemplo, en lo referente al mandato de la realización de una línea de base que abarca temas como dónde se distribuyen las variedades o razas, en qué estado están actualmente, las culturas asociadas, los conocimientos, las prácticas tradicionales; hasta los organismos del suelo y del aire y las plagas se están investigando para ver dónde se distribuyen. A fines de este año vamos a tener la línea de base para los tres cultivos principales –maíz, papa y algodón– y estamos avanzando significativamente en otros, como tomate, quinua, kiwicha y ajíes.
LEISA: ¿Cómo han sido seleccionados estos cultivos?
JAA: Han sido priorizados en talleres nacionales en los que se ha convocado a los mejores expertos. El primero en ser seleccionado fue la papa, luego el maíz; somos centro de origen de ambos. También el algodón nativo, del cual somos centro de origen, y otros cultivos de los que, aunque no tengan actualmente en el mercado OVM desarrollados, somos centro de origen y a futuro podrían ser afectados, como son los ajíes, la quinua y la kiwicha. Esto se está tratando con una visión estratégica y anualmente reunimos a los expertos para que reevalúen esas prioridades.
LEISA: ¿Quién lleva a cabo los estudios?
JAA: Consultores nacionales seleccionados por concurso de acuerdo a planes de estudio y términos de referencia aprobados por los mejores expertos del país. Los problemas que encontramos en este proceso se deben a que no son muchos los consultores que hay en el Perú y a que son estudios muy costosos que implican mucho trabajo de campo, revisión de bases de datos, entrevistas con campesinos… Cada estudio de campo, en solo una zona, tiene un costo de 200 a 300 mil soles. Y los procesos de selección son largos porque se trata de inversión pública, que tiene una serie de requisitos.
LEISA: En cuanto al control y vigilancia, el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) tiene que aprobar la propuesta del listado de partidas que se van a controlar. ¿Por qué se considera esto necesario?
JAA: De acuerdo con el reglamento de la Ley de Moratoria debe publicarse la lista de partidas que están sujetas a control, que son productos de la biodiversidad y que tienen eventos OVM. La ley establece que ese listado requiere refrendo del MEF y del Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (MINCETUR) porque es un tema de comercio. La obtención de este refrendo nos ha retrasado; de hecho, hasta hoy no lo tenemos. Enviamos el listado de partidas al MEF y tuvimos que esperar seis meses hasta que nos diesen su opinión, y la que nos dieron fue que le faltaba sustento técnico. Entonces el MEF nos recomendó que concertásemos con el Instituto Nacional de Innovación Agraria (INIA), que es la autoridad nacional en semillas, y ese listado inicial, que tenía 97 partidas sujetas a control, lo hemos reducido a 41 partidas, que son aquellas que efectivamente tienen eventos OVM listos para el mercado, para evitar posibles complicaciones a los importadores. Entonces, estamos enviando esa lista al MEF para ver si nos dan el refrendo, y con eso estaría ya todo listo para hacer el control efectivo.
LEISA: ¿Y cuáles son los puntos de ingreso donde hay que controlar?
JAA: Las aduanas, principalmente El Callao, pero también se está capacitando personal en Puno, en Tacna y en Tumbes porque eventualmente los OVM podrían ingresar por allí. Actualmente solo están ingresando productos por El Callao, pero podría ser que en cualquier momento soliciten un ingreso de maíz para semilla por alguna de las otras aduanas. En todos estos lugares estamos capacitando a los funcionarios que tienen competencia en control. La vigilancia en campo es con el INIA y el Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA). Se están capacitando en qué son los OVM, cómo se detectan, cómo se usan las tiras reactivas, cómo se hace todo el sistema de control. Hemos sacado una modificatoria con decreto supremo, aprobado hace unos meses, del reglamento de la Ley de Moratoria para precisar el mecanismo de control en puntos de ingreso, que no estaba muy claro.
LEISA: ¿El proceso de control resulta complicado debido a la participación de varias entidades públicas?
JAA: Es bien complicado porque la legislación peruana para el tema de comercio internacional es delicada. Hemos conversado con los importadores, que reclamaban umbrales de detección que la ley no contempla. Lo dicho es que vamos a aplicar el método de detección cualitativa con tiras reactivas de flujo lateral, que agiliza mucho el proceso. Si un importador trae un embarque de semillas de maíz, por ejemplo, se hace el muestreo y se hace el análisis con tiras reactivas de flujo lateral, que es rapidísimo. Esto se hace en lo que se llama punto primario de ingreso, la semilla no ingresa todavía oficialmente al territorio nacional. La ley permite que eso todavía no esté formalmente ingresado y si se detectase que una parte de un lote da positivo, ellos pueden reexportar sin sufrir sanción o devolverlo a su país de origen porque no han violado la norma. Había bastante reticencia al control, pero no se ha producido ningún tipo de reducción en la importación de semillas de maíz, que es el volumen más grande, casi el 95% de los ingresos son de maíz amarillo de Norteamérica, más bien se ha incrementado con respecto a años anteriores. Y, es más, hemos podido comprobar que los mismos importadores de semillas las están trayendo de países como México, que no cultivan OVM de maíz, con lo cual tienen mucho menos riesgo que si importan un maíz que podría estar contaminado con OVM.
LEISA: Pero se importan transgénicos para su uso en la alimentación animal.
JAA: Mayormente soya de Brasil y maíz de Estados Unidos y Canadá. Y hemos encontrado contaminación con transgénicos en algunos campos en el norte del Perú, pero no porque se haya importado semilla transgénica, sino porque algunos malos comerciantes han vendido como semilla eventos transgénicos que son importados para grano, como ha detectado el OEFA. No es que hayamos encontrado campos transgénicos, hemos encontrado trazas de transgénicos en algunos campos. En este tema requerimos de la ayuda de la prensa para difundir que hay un problema muy serio en estos commodities, especialmente soya y maíz, porque se está sembrando grano, que en algunos casos es transgénico y además baja muchísimo la productividad. Este es un problema de la informalidad en la cadena de comercialización de semilla.
LEISA: Para poder implementar la Ley de Moratoria debidamente es necesario capacitar a los funcionarios que tendrán esa tarea a su cargo.
JAA: Absolutamente, y no solo a los funcionarios en las tareas de control y vigilancia, sino a los mismos campesinos para que conozcan los riegos de usar semilla de mala calidad que no tiene garantía de certificación, tanto porque podrían ser sancionados por usar transgénicos y violar la norma como porque pierden significativamente productividad. Estamos
haciendo capacitaciones en varias zonas, lo que implica también difusión, que estamos realizando a través de medios impresos y por radio. Felizmente hay muy buena acogida porque la preocupación del público por una alimentación sana es increíble. La gente inmediatamente muestra satisfacción de que se les informe, están muy preocupados y muy confundidos por la pésima información que se difunde sobre esto. Y es un tema que cada vez preocupa más a la gente.
LEISA: Ciertamente el desarrollo de capacidades para la implementación de la moratoria es un esfuerzo de gran envergadura.
JAA: Tremendo, y además tenemos que hacerlo sin contar con toda la información que se requiere. Estamos desarrollando un programa presupuestal para la implementación de la moratoria y la Oficina de Planificación y Presupuesto nos pide las zonas de interés donde tenemos que poner énfasis prioritariamente. El problema es que todavía no las tenemos, hasta que acabemos la línea de base. Tenemos una idea de dónde están las zonas de mayor riesgo, dónde hay más emigración, donde hay más cultivos comerciales que están amenazando nuestra agrobiodiversidad,
que es el mayor y más rico patrimonio que tiene el Perú. Todavía no lo sabemos bien porque, además, cambian. Por ejemplo, si se compara el mapa de distribución del maíz de hace 20 ó 30 años con el que tenemos ahora, ya cambió, porque cambian las costumbres, la gente migra, etcétera. El proceso de migración del campo a la ciudad es irreversible y hay regiones que se están despoblando de forma increíble. Frente a eso, los campesinos que mantienen la agrobiodiversidad están cumpliendo un servicio. Se habla de servicios ecosistémicos, y ese es el más importante quizás: conservar el patrimonio que han recibido de los antepasados. Pero un servicio ecosistémico requiere ser retribuido y no los estamos retribuyendo, sino que son los campesinos en extrema pobreza quienes están cargando con el costo de conservar el patrimonio genético heredado de generación en generación. Y hoy día están en la situación de pensar “a ver, me han venido con este cultivo que es más rentable, pero yo tengo 40 variedades de papa, ¿qué hago?”. La tentación de pasarse al cultivo comercial es muy alta y algunos lo han hecho, especialmente en zonas donde hay más agricultura industrial o moderna. Entonces, el dilema ahora es cómo contribuir al desarrollo de estos agricultores sin que pierdan ese patrimonio, porque la agrobiodiversidad se conserva con la mano del hombre, es la única biodiversidad que requiere que el hombre la mantenga porque es cultivada, es manejada, y no se puede conservar solo en bancos genéticos.
LEISA: ¿Cuál es el avance en el establecimiento de los laboratorios para la detección de la entrada de OVM?
JAA: Esa es otra de las fortalezas que necesitamos desarrollar. Hay tres laboratorios en proceso de acreditación pero es un proceso costoso, tienen que comprar equipos, desarrollar los procedimientos, es algo complejo. No hay ningún laboratorio acreditado en el Perú para la de detección de OVM. Si nosotros estuviésemos haciendo control efectivo en ingreso, como esperamos hacerlo en las próximas semanas, dado que ya concertamos con el INIA el listado de partidas que mencioné, los laboratorios tendrían un movimiento económico que les permitiría recuperar la inversión hecha para la acreditación. Estamos esperando que el MEF nos dé el visto bueno pronto y que saquen el decreto supremo con el listado de partidas restringidas e inmediatamente comenzaremos a hacer control efectivo.
LEISA: Con eso podemos entrar al tema de los recursos para todas estas líneas de actividad. Nos comentó que se ha culminado un programa presupuestal por resultados.
JAA: Sí, tenemos diseñado un programa presupuestal por resultados y estamos en la fase de aprobación. Este programa presupuestal garantizaría el desembolso oportuno de suficientes recursos, situación que en la actualidad todavía no se da, lo que limita el logro de mayores avances en la implementación de las disposiciones de la Ley de Moratoria. Entonces, ese programa presupuestal facilitaría tremendamente el proceso y avanzaríamos no solo en la evaluación de la línea de base, sino que podríamos hacer un fortalecimiento de capacidades mayor y apoyar la conservación, que es uno de los mandatos de la ley. El programa presupuestal se denomina “Conocimiento y conservación de los recursos genéticos” y contamos con que el MEF lo apruebe. Con el MEF felizmente hemos tenido mucho acercamiento en los lineamientos de la política de inversión en diversidad biológica, hemos aprobado dos herramientas y hoy en día el sistema de inversión pública ya tiene los elementos para que se pueda invertir recursos públicos en conservación. Entonces, están los lineamientos aprobados, tanto el que le corresponde al MEF como el del MINAM, y eso podría permitir a mediano plazo una mayor inversión, facilitando la implementación de la Ley de Moratoria de OVM.