septiembre 2014, Volumen 30, Número 3
El paisaje y la agricultura familiar campesina

Regeneración de los paisajes bioculturales en la amazonía alta del Perú

RIDER PANDURO MELÉNDEZ | Página 22-23
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El paisaje, desde la percepción holística de los campesinos, es visto como un todo en el que nadie está desligado de nada, todos somos importantes, todos vivimos en simbiosis y de modo comunitario. Por ello, la salud del paisaje depende de la salud de todos y a su vez la salud de todos depende de la salud del paisaje.

Nuestra integración con la biodiversidad en la amazonía andina se da con el agua, la chacra y el bosque, en una relación ritual con los cerros protectores. AutorLas vertientes nororiental y occidental de los Andes amazónicos, en los Andes centrales del Perú, son de mucha importancia para la región altoamazónica porque permiten ampliar nuestros accesos a diferentes zonas de vida, en altitudes que van desde los 100 msnm en la llanura amazónica y desde el nivel del mar en la costa del Pacífico, hasta los 4.300 msnm en la zona altoandina. Estos diferentes pisos altitudinales hacen posible la existencia de una gran diversidad biológica, densidad y variación de climas, determinando una gran variedad de regiones naturales. Los Andes centrales son considerados uno de los ocho principales centros de megadiversidad del mundo y centros de origen de algunos de los más importantes cultivos alimentarios básicos para la humanidad. Desde hace 10.000 años los pueblos altoamazónicos tienen en común ser culturas agrocéntricas, criadoras itinerantes de mucha diversidad de cultivos nativos como imitación de lo que acontece en los ecosistemas naturales. Por ello los Andes centrales son considerados como uno de los principales centros de origen de la agricultura y de domesticación de plantas en el mundo. El modo ritual de ver y vivir los paisajes que constituyen el microcosmos local está constituido por la conjunción del “Ayllu” y el “Pacha”, en la que Ayllu son las “otras” personas, como los cerros, los ríos, los humanos, las deidades, los animales, el sol, la luna, el granizo, la lluvia, etc., que viven en un espacio-tiempo conocido como Pacha.

Comunidad natural megadiversa

La comunidad natural de la región, con una gran diversidad ecológica, se encuentra en un área de 51.350,85 km2, cruzada por dos grandes ríos, el Mayo y el Huallaga, y una numerosa cantidad de ríos menores, afluentes del gran río Amazonas, y con tierras que están distribuidas según su mayor capacidad de uso: 13% de aptitud agropecuaria, 11% de aptitud forestal y 76% de protección, como se indica en el Plan de Evaluación de los Recursos Naturales y Plan de Protección Ambiental de la región San Martín (ONERN 1984).

La verticalidad de los pisos ecológicos, que va desde los 100 msnm hasta altitudes superiores a los 2.500 msnm incrementa la diversidad de la comunidad natural que forma parte de los paisajes de terrazas, colinas, mesetas y montañas, como se ha podido registrar en el Parque Nacional Cordillera Azul (Plan Maestro, 2006, p. 50). Esta diversidad natural fue conocida por la comunidad humana precolombina y lo es todavía por la actual población campesina.

En el recorrido por esta vertiente se encuentra una enorme interrelación de caminos muy antiguos que actualmente están en uso y mediante los cuales los pueblos andinos y amazónicos se han relacionado desde siempre en redes de interculturalidad y de intercambios de semillas como procesos de adaptación, diseminación e incremento de la diversidad. Estas sendas se conocen como “caminos de las semillas”.

Encuentro de cosmovisiones para la “crianza” del paisaje biocultural

En el paisaje altoamazónico existe la convergencia milenaria de tres cosmovisiones correspondientes a tres grandes ecosistemas: la amazónica, la andina y la de la costa del Pacífico; una más ligada al bosque y al agua, otra a la tierra y la chacra, y la tercera al agua y la chacra, pero por su relación intercultural ancestral tienen aspectos comunes que se expresan en la forma de vivir en armonía con el paisaje natural y el cultivado. Actualmente están relacionadas con una cuarta cosmovisión: la occidental moderna.

Entre los aspectos comunes que tienen las cosmovisiones milenarias resalta el sentido de equivalencia que los humanos tienen con todo lo que en su entorno existe, por lo que aquí se habla de crianza más que de manejo, lo que se evidencia en la relaciones de cariño, afecto y amparo que se dan entre las personas humanas y las personas no humanas. Es común escuchar en las familias campesinas decir “yo les crío, para que también me críen”.

Desencuentros con las propuestas oficiales de desarrollo y conservación

Las sabidurías campesinas sobre los ecosistemas de montañas con equilibrios frágiles no están en las bases de datos de las instituciones ni en nuestros centros de formación profesional, espacios que, más bien, están contribuyendo a su desmedro y olvido por la abrumadora importancia que brindan a la cuantificación y a la rentabilidad.

Hoy, a 50 años de implementación de los programas de desarrollo, los logros obtenidos son muy efímeros, las promesas de mejorar la calidad de nuestras vidas y conservar la naturaleza se cumplen parcialmente. Por el contrario, se han acentuado las causas del deterioro de los recursos naturales, como la deforestación para la ampliación de la frontera agrícola comercial, la extracción comercial-industrial de madera, la promoción de los monocultivos y, en décadas anteriores, la masificación del cultivo ilícito de la coca. Esto ha causado pérdida de biodiversidad, desaparición de fuentes de agua, crisis climáticas e incremento de los índices de desnutrición en las poblaciones rurales. Hoy se estima que una tercera parte de los aproximadamente cinco millones de hectáreas de bosque que tiene la región ha sido deforestada y se calcula que anualmente se deforestan 50.000 hectáreas. En gran parte del territorio regional existen bosques secundarios empobrecidos en su biodiversidad y estructura forestal, y donde se notan grandes extensiones de áreas cubiertas de gramíneas conocidas localmente como cashucsha (Imperata sp.), yaragua (Melinis minutiflora) y arrocillo (Digitaria ciliaris), y helechos como la shapumba (Pteridium aquilium), especies indicadoras de erosión de los suelos en último grado. De igual modo, durante los últimos 50 años, la lluvia, de la cual depende el 80% de agricultura tradicional, ha disminuido en volumen e intensidad de precipitación. Ambas manifestaciones son signos de desertificación de estas grandes áreas depredadas. Para revertir estas tendencias desde la institucionalidad se ha generado una serie de propuestas de reforestación y de conservación de bosques, todas ellas con resultados poco alentadores para la inversión. Estas alternativas parecen no atraer mucho a los agricultores nativos y no nativos debido a la tendencia monoforestal por su orientación prioritaria hacia el mercado. Estas dos tendencias no “conversan” con el modo de ser y vivir de las familias campesinas que pueblan actualmente estos lugares. Por todo ello, un aspecto importante para que las propuestas oficiales sean más fructíferas para la regeneración productiva de la salud de nuestros paisajes bioculturales es generar el diálogo intercultural desde nuestras propias cosmovisiones y con equidad y respeto entre el modo de ser oficial y el modo de ser de nuestras comunidades con culturas originarias como las andinas amazónicas.

Nuestra integración con la biodiversidad en la amazonía andina se da con el agua, la chacra y el bosque, en una relación ritual con los cerros protectores. Autor

Rider Panduro Meléndez

ARAA/CHOBA-CHOBA
riderpm@hotmail.com

Referencias

  • ARAA/CHOBA-CHOBA; PNCAZ/Parque Nacional Cordillera Azul, 2010. Proyecto. Promoción de la diversidad agrosilvícola nativa para la estabilización de las familias campesinas en las comunidades de la zona de amortiguamiento (ZA) del Parque Nacional Cordillera Azul (PNCAZ). Tarapoto.
  • Arévalo, Mario; Panduro, Rider; Quinteros, Alfredo; Rengifo, Grimaldo, 1999. “Hacer Brillar la Chacra”. Agricultura Campesina Alto Amazónica. San Martín. Lima: Fauno Editores.
  • CIMA/Parque Nacional Cordillera Azul., 2006. PLAN MAESTRO. USAID Perú, República del Perú, Ministerio de Agricultura, INRENA/Instituto Nacional de Recursos Naturales. Lima: Alpigraf System.
  • ONERN/Oficina Nacional de Evaluación de Recursos Naturales; PEHCVM/Proyecto Huallaga Central y Bajo Mayo, 1984. Evaluación de recursos naturales, departamento de San Martín. En: Estudio de evaluación de recursos naturales y plan de protección ambiental. Volumen I, Parte I. Informe y Anexos.
  • Panduro, Rider; Rengifo, Grimaldo, 2001. Montes y Montaraces. PRATEC/Proyecto Andino de Tecnologías Campesinas. Lima: Gráfica Bellido, SRL.
  • Valladolid, Julio, 2005. Kawsay Mama. Madre Semilla. Importancia de la conservación in situ de la diversidad y variabilidad de las plantas nativas cultivadas y sus parientes silvestres y culturales en la región andinoamazónica del Perú. PRATEC/Proyecto Andino de Tecnologías Campesinas. Lima: Bellido Ediciones EIRL. Serie 9.

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