septiembre 2014, Volumen 30, Número 3
El paisaje y la agricultura familiar campesina

El paisaje cultural cafetero de Colombia

JUAN DAVID SOLANO MENDOZA | Página 15-17
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La Asociación de Empresarial de Caficultores Filandia Especial (ASEMCAFE) nació en 2009, a partir de la necesidad de construir un modelo asociativo de agricultura familiar empresarial en el municipio de Filandia (Quindío, Colombia), para la producción y comercialización de cafés especiales sostenibles. Por más de 100 años los caficultores colombianos se han caracterizado por producir un café diferenciado por su sabor y por las tecnologías empleadas para su producción. La cultura cafetera está representada por el talento humano, el esfuerzo y la dedicación de las familias caficultoras que día a día hacen posible obtener un grano de café de calidad superior.

El café de alta montaña producido y comercializado por la ASEMCAFE se cultiva en los municipios de Filandia, Armenia, Calarcá y Salento, entre los 1.200 y los 1.700 msnm. La asociación la conformamos actualmente diez familias; desde 2011 nuestras fincas cafeteras forman parte del Paisaje Cultural Cafetero de Colombia (PCCC). El Comité de Patrimonio Mundial de la UNESCO inscribió en la Lista de Patrimonio Mundial el Paisaje Cultural Cafetero el 25 de junio de 2011. Este reconocimiento compromete al estado colombiano y a la comunidad internacional, nacional y local a su protección.

El PCCC está conformado por zonas cafeteras de los departamentos de Caldas, Quindío, Risaralda y Valle del Cauca, ubicadas en las estribaciones Central y Occidental de la cordillera de los Andes, región tradicionalmente conocida como el Eje Cafetero y como la Ruta del Café (Ramírez, 2002). En la región se puede apreciar una gran diversidad de especies de fauna y flora así como las viviendas rurales que se integran al paisaje, construidas con tapia, bahareque (palos o cañas entretejidos y barro) y tejas de barro, con puertas y ventanas de fuertes maderas de la región adornadas con calados, tallas y apliques.

Zaguanes, patios y corredores decorados con flores, pájaros y aromas silvestres caracterizan a los pueblos de la colonización antioqueña (Sarmiento, 1995) que hoy integran el PCCC. Los primeros años de la ASEMCAFE, antes de que la UNESCO declarara el PCCC como patrimonio mundial, fueron de un esfuerzo casi obsesivo, aun sabiendo que los asociados no tendríamos abundancia de grano de café para recolectar debido a que los cafetales eran viejos y a que el producto de la venta de la cosecha tendría que ser invertido en su totalidad para renovar los cultivos y levantar siembras nuevas. Por esa misma razón decidimos unirnos y organizarnos con el objetivo de obtener un grano de café de excelente calidad, cultivado con sentido social y producido bajo los más altos estándares, al tiempo que preservábamos el paisaje y el entorno de la región. Iniciamos el trabajo rescatando y adoptando prácticas culturales y tecnologías simples que los caficultores tradicionales de la región descubrieron décadas atrás pero que, que por una u otra razón se fueron olvidando. Algunas de estas prácticas, como la selección de cerezas maduras de café para su recolección, el beneficio húmedo y la fermentación natural del grano, y el secado al sol, son importantes ya que permiten resaltar los atributos del café en la taza. Las características sensoriales y el perfil de taza de los cafés de la ASEMCAFE están representados en las características de fragancia y aroma vainilla-floral, acidez media-alta cítrica, cuerpo cremoso y sabor vainilla-caramelo con residual limpio a chocolate.

Al iniciarse la participación de la ASEMCAFE en el PCCC se asumieron compromisos y se emprendieron acciones para mantenernos como parte del reconocimiento de la UNESCO, ya que cada año se realizan auditorías para el mejoramiento continuo.

Producción sostenible de alimentos

Nuestro plan de actividades comprende varios proyectos a nivel de finca para el fortalecimiento de la producción sostenible de alimentos provenientes de la agricultura familiar, así como estudios sobre la biodiversidad de los agroecosistemas que integran el PCCC. En algunas fincas se está llevando a cabo la identificación de las principales familias de insectos benéficos y aves del paisaje cafetero y de los árboles nativos con la finalidad de multiplicarlos en viveros para la construcción de corredores biológicos que sirvan de refugio, hábitat y tránsito de especies en peligro, y la conservación del paisaje. Además de café especial sostenible para exportación, en las fincas se cultivan otros productos de la agricultura familiar como maíz, frijol, yuca, plátano, aguacate, mandarina, mora y pitaya, los cuales son comercializados en mercados y ferias locales. En cada finca tenemos una huerta casera para la producción agroecológica de hortalizas, plantas usadas en la medicina tradicional y plantas aromáticas como condimento en la preparación de platos típicos.

Otra forma de participación en el PCCC se ve reflejada en la vinculación, desde 2010, con el Programa de Cafés Especiales Sostenibles de la Federación Nacional de Cafeteros de Colombia, obteniendo los sellos de Certificación Rainforest Alliance de la Red de Agricultura Sostenible, (RAS) y UTZ Certified Grupo Quindío. Estas certificaciones han permitido a la asociación participar en varios concursos nacionales. Un ejemplo es la finca El Edencito de Hugo Solano, que participó en el concurso de Café de Conservación de la RAS en 2011 y fue seleccionado entre los 16 finalistas de cafés de conservación, los cuales representaron ese año a Colombia en la Feria de Cafés especiales de América en los Estados Unidos. Experiencias como esta demuestran que la ASEMCAFE contribuye al fortalecimiento del tejido social e impide el deterioro del componente humano del PCCC. Estos elementos también le han permitido a la asociación llevar su café a mercados tan exigentes como el de Corea del Sur, a donde exportamos desde 2013.

La ASEMCAFE cuenta además con aliados estratégicos como el Comité de Cafeteros del Quindío, las alcaldías municipales y el Servicio Nacional de Aprendizaje (SENA), los cuales nos brindan cursos y capacitación en temas como soberanía y seguridad alimentaria en la agricultura familiar, nutrición y salud, conservación y restauración del patrimonio arquitectónico, preservación del entorno y paisajismo, educación ambiental administración de fincas agropecuarias, buenas prácticas agrícolas, cooperativismo y modelos asociativos.

Para la divulgación de estos y otros programas la ASEMCAFE realiza días de campo y reuniones a nivel de finca una vez al mes. En estos eventos se difunde entre los asociados la importancia del PCCC como mecanismo de preservación del tejido social. Aquí hay que tener en cuenta algo muy importante: durante muchos años los campesinos de Colombia han tenido que vivir y soportar los flagelos de la violencia por fenómenos sociales como el narcotráfico y el conflicto interno armado que lleva más de 50 años; de aquí la importancia de motivarnos unos a otros con frecuencia, con el objetivo de lograr que nuestros jóvenes no abandonen el campo pues ellos son los que deberán continuar con la labor de preservar y conservar el patrimonio cultural de nuestros pueblos cafeteros. En estos espacios de encuentro entre los miembros de la asociación y diferentes instituciones se plantean propuestas, se crean nuevos lazos, se fortalece la unión entre los asociados y se adquieren responsabilidades y deberes por parte de cada uno de los miembros con el fin de implementar y ejecutar las tareas, además de ejercer un control sobre el plan de actividades.

Creación de tejido social

La organización, la dedicación, el esfuerzo humano y el trabajo colectivo de cada familia son elementos que hacen parte de la cultura cafetera exaltada por el PCCC. Hoy la asociación es ejemplo sobresaliente de la creación de tejido social, económico y cultural alrededor de la agricultura familiar y del cultivo del grano de café. Para lograrlo se integran los componentes ambiental, económico, social y productivo. Un ejemplo de sostenibilidad social y económica es el incentivo y el reconocimiento que la asociación da a la labor de mujeres y hombres que nos ayudan en la ejecución de prácticas culturales como la recolección de la cereza madura, una tarea muy delicada y especializada ya que se debe escoger grano por grano. Asimismo, el equipo de trabajo recibe una alimentación balanceada con alimentos en su mayoría producidos en la misma finca y se les brinda capacitación y asistencia social y médica. Sus hijos son incentivados para que estudien en la escuela de la zona y se les inculca el compromiso y amor con los cuales deberán enfrentar el reto de seguir conservando la cultura cafetera, el paisaje y biodiversidad de su región.

El PCCC es un ejemplo de construcción del tejido social para otras naciones del mundo. Permite la creación de espacios de discusión para el planteamiento y desarrollo de proyectos y políticas alrededor de temas tan importantes como la conservación de la biodiversidad, el fortalecimiento de la producción sostenible de alimentos de la agricultura familiar, la soberanía alimentaria, la participación ciudadana y el rescate de las tradiciones y la cultura de nuestros pueblos. El PCCC representa también la posibilidad de iniciar alianzas estratégicas con los gobiernos de otros países, haciendo posible que las personas que habitan el PCCC y las que visitan y quieren conocer el paisaje cultural cafetero valoricen y contribuyan a su preservación.

Juan David Solano Mendoza

UNESP – FCA Botucatu SP

juan.solanomendoza@gmail.com

Referencias

  • Ministerio de Cultura de Colombia, 2011a. Paisaje Cultural Cafetero, Excepcional físico entre naturaleza, cultura y trabajo colectivo. Bogotá: Dirección de Patrimonio.
  • Ministerio de Cultura de Colombia, 2011b. Paisaje Cultural Cafetero, Un paisaje cultural productivo en permanente desarrollo. Bogotá: Dirección de Patrimonio.
  • Quintero, G. I., 2003. Especificación de origen y buena calidad del café en Colombia. Avance técnico 316. Chinchiná: CENICAFE. Octubre de 2003.
  • Rainforest Alliance, 2011. II Concurso Nacional de Café Rainforest Alliance Certified, “Con sabor a conservación”. Bogotá.
  • Ramírez, Jorge, 2002. Agroturismo como alternativa de diversificación del ingreso en el Eje Cafetero Colombiano. Harvard Review of Latin America. Tourism in the Americas. Development, Culture and Identity. Invierno.
  • Sarmiento, Juan Manuel, 1995. De tapias, chambranas, aleros y balcones: patrimonio arquitectónico. Patrimonio y memoria cultural de Caldas. Manizales: Gobernación de Caldas.

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