Entrevista: Teobaldo Pinzás
¿Cómo marcha la utilización de energías renovables para la generación de electricidad en el Perú?
El gobierno peruano ha llevado a cabo dos subastas dirigidas a la producción de electricidad, utilizando energías renovables –eólica, solar, biomasa e hidroeléctricas pequeñas–. Para ello se definió la meta de generación de electricidad con tarifas máximas para cada tipo de energía. Como resultado de las subastas ya hay cuatro parques de energía solar en el sur del Perú.
La organización de las subastas está a cargo del Organismo Supervisor de la Inversión en Energía y Minería (OSINERGMIN), una institución pública encargada de regular y supervisar que las empresas del sector eléctrico, hidrocarburos y minero cumplan las disposiciones legales de las actividades que desarrollan.
¿Dónde se encuentran estos parques solares y qué características tienen?
Dos de los parques solares están en Arequipa (La Joya y Majes) y hay uno en Moquegua y otro en Tacna. Cada uno ocupa una hectárea de terreno y genera 20 MW; son los parques solares más grandes de América Latina. Están a cargo de empresas españolas por un periodo de quince años. Las empresas venden la electricidad generada a la red, al precio de 22 centavos de dólar por kWh.
¿Qué resultados se ha tenido con las otras fuentes de energías renovables? Por ejemplo, se sabe que en el Perú no hay condiciones adecuadas para la utilización de la energía eólica.
Efectivamente, eso es lo que se pensaba. Pero se ha encontrado que a una altura de 100 metros los vientos son ideales para su utilización en la generación de energía, especialmente en la costa norte del país, en Talara, y en Marcona en la costa sur.
De hecho, como resultado de las subastas está en marcha la instalación de más de cuarenta torres, cuyas aspas tienen un diámetro de 100 metros. Cada una de estas torres tiene una capacidad de 1.8 MW, totalizando 116 MW de generación, lo que hace a esta experiencia el mayor parque eólico de América Latina.
Esta energía también será vendida a la red al precio de 6 centavos de dólar por kWh. En cuanto a la energía con base en la biomasa, hay proyectos en marcha utilizando el bagazo de la caña, una fuente ya en uso desde hace años en los ingenios azucareros.
¿No se ha considerado en estas subastas a la población que vive en zonas que no están conectadas a la red del sistema integrado de electricidad, básicamente familias dedicadas a la agricultura?
Justamente está en marcha una tercera subasta, para la provisión de 500.000 sistemas solares domiciliares y comunales. Con esto se espera llegar a una población de cuatro a cinco millones de personas que viven en zonas remotas no conectadas a la red eléctrica, población rural de ingresos bajos, con sistemas de pequeña capacidad, de 50, 80, máximo 120 vatios.
Algo que se ha mencionado en experiencias anteriores de electrificación rural es la reducida capacidad de pago de esta población, que tiene ingresos muy bajos. ¿En promedio, cuánto se espera que paguen los usuarios por su consumo en estos sistemas domiciliarios?
En promedio, cada usuario debe pagar cuarenta soles al mes (aproximadamente catorce dólares, al cambio actual). Lo interesante en el diseño de esta subasta es que, de este monto, treinta soles serán cubiertos por el Fondo de Compensación Social Eléctrica (FOSE), y los usuarios pagarán diez soles al mes. Incluso en el caso que los usuarios no pudiesen pagar ese monto las empresas proveedoras recibirán un pago adecuado del FOSE.
El FOSE es un sistema de subsidios cruzados, por el cual los usuarios que consumen hasta 100 kWh al mes se benefician de una reducción en la tarifa, compensada por un recargo pequeño al pago que hacen quienes consumen más de 100 kWh. Al mismo tiempo, debo decir que en el XX Simposio Peruano de Energía Solar realizado en noviembre último, la Asociación Peruana de Energía Solar (APES) aprobó un manifiesto a la opinión pública con cuestionamientos al diseño de la subasta. El manifiesto indica que la subasta no requiere de parte de las empresas que resulten ganadoras las cuales serán, en la práctica, necesariamente extranjeras por la escala y requisitos del proyecto, una transferencia de tecnología a las universidades y otras instituciones nacionales, ni tampoco una adecuada capacitación de los usuarios, omisiones que también se encuentran en los proyectos de parques solares y eólicos conectados a la red. Este manifiesto se puede leer en la página web de la Asociación Peruana de Energía Solar (APES) http://www.perusolar.org/
Además de estos programas gubernamentales, ¿hay otras experiencias de uso de energías renovables?
Si las hay y algunas muy anteriores. Por ejemplo, hace más de veinte años el CER-UNI instaló paneles solares en unas 500 casas de la isla Taquile del lago Titicaca. Los sistemas que instalamos siguen estando operativos y más aún, han sido ampliados para su uso en riego tecnificado. También, ha habido experiencias importantes de sistemas fotovoltaicos domiciliarios ejecutadas por la GTZ (hoy GIZ) y otras en zonas aisladas de la amazonía, a cargo del Ministerio de Energía y Minas. Más recientemente, en Cajamarca ACCIONA Microenergía ha instalado sistemas fotovoltaicos domiciliarios en más de tres mil hogares rurales.
Actualmente GIZ está ejecutando el proyecto ELDEV (Energía, Desarrollo y Vida) que promueve el uso de sistemas pico fotovoltaicos, que con una inversión accesible para una familia campesina permite iluminar el hogar con focos LED, que tienen un consumo de energía eléctrica bajísimo, o también recargar una radio o un teléfono celular.
¿Existen también experiencias de aplicación de la tecnología de paneles fotovoltaicos a la producción agrícola?
Ahora hay proyectos de riego tecnificado que utilizan bombas de agua solares. En el fundo orgánico Samaca, ubicado en el desierto de Ocucaje, en Ica, se está instalando un sistema de paneles fotovoltaicos de más de 100 kW que se utilizará para el riego. En los medios de comunicación se pudo ver hace poco la entrevista a una campesina de Huarmey que irriga de dos a tres hectáreas de espárragos bombeando el agua con energía solar. Esta aplicación se ve facilitada por la gran reducción que se ha dado en los precios de los sistemas fotovoltaicos, que hacen 10 años eran muy costosos. Actualmente una instalación pequeña, de unos 85 W, puede costar quinientos dólares.
Y en cuanto al procesamiento de los productos agrícolas, ¿existen también aplicaciones de la energía solar en uso?
El CER tuvo una experiencia con secadores solares de granos, en la segunda mitad de los ochenta, pero esa no fue una época apropiada, no se pagaba la calidad. Actualmente hay experiencias empresariales en marcha: secado de café en Chanchamayo, de orégano en Tacna, de páprika en la costa norte. Estos negocios están aumentando, porque ahora la calidad si se reconoce en el precio.