El proceso de liberalización política de los años 1980 en Brasil fortaleció a los movimientos sociales y a las organizaciones que trabajan hacia un modelo de agricultura con un enfoque más ecológico, alternativo al “paquete” de la Revolución Verde. Al mismo tiempo, la lucha por la tierra de los trabajadores rurales también ganó fuerza, culminando con la creación, en 1984, del Movimiento de Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST). Estos grupos pedían una transformación no solo en el campo, sino también en la educación.
En este contexto, en 1989 la Federación Brasilera de Estudiantes de Agronomía y el MST iniciaron en la Municipalidad de Dourados, del Estado de Matto Grosso, el proyecto llamado Pasantía Vivencial (Estágio de Vivência). La idea se originó en la crítica al tecnicismo y la fragmentación del actual sistema educativo en las universidades, y a la distancia entre la educación profesional y la realidad de los agricultores familiares y los movimientos sociales.
Desde entonces, la iniciativa de las llamadas Pasantías Vivenciales empezó a ser conocida y fue adoptada en muchas otras universidades. Esta es organizada por estudiantes de agronomía, pero también participan estudiantes de otras carreras, de allí que se les denomine Pasantías Vivenciales Interdisciplinarias (PVI).
La Pasantía Vivencial Interdisciplinaria de la Zona de Mata
Las PVI se iniciaron en 1996 en la Universidad Federal de Viçosa, localizada en la Zona de Mata, Minas Gerais. La primera PVI fue organizada por estudiantes con los agricultores familiares de la región y, como colaborador principal, el Centro para Tecnologías Alternativas de la Zona de Mata (CTA-ZM). Desde entonces las PVI se han desarrollado como proyecto de extensión de la universidad en cooperación con MST, el Movimiento de Afectados por las Represas (MAB por sus siglas en portugués) y los sindicatos de trabajadores rurales (STR) de varias municipalidades de la región.
Hay un conjunto de principios básicos que guían su metodología y organización en cada ciclo anual:
asociación
Las organizaciones sociales involucradas contribuyen a la elaboración de las actividades del proyecto y también facilitan el contacto con los agricultores familiares. Esto hace posible que se compartan el conocimiento y la información
entre los movimientos sociales y la universidad, en búsqueda de una universidad más cercana a las demandas de los grupos marginados de la sociedad brasilera.
- interdisciplinariedad
La realidad rural y su relación con la sociedad y los movimientos rurales conforman un tema complejo que rebasa los límites de cualquier disciplina. La experiencia puede ser mucho más rica cuando gente de diferentes campos se junta para compartir conocimiento y puntos de vista diversos.
- no intervención
Principio muy importante para reforzar la idea de relación horizontal y no jerárquica entre el conocimiento del estudiante y el conocimiento del agricultor. La PVI consiste en un proceso de desarrollo de conciencia y no es un proceso de intervención técnica. Sin embargo, no significa que no haya intercambio cultural y de conocimientos entre estudiantes y agricultores.
La PVI dura aproximadamente 23 días, pero su organización empieza mucho antes. A lo largo del año se llevan a cabo seminarios estratégicos con participación del equipo organizador y los principales socios en el proyecto. El primero de estos seminarios se denomina “Seminario con los Socios” y reúne a representantes de los movimientos sociales (MST, MAB, STR) y la ONG (CTA-ZM), para hacer la evaluación del año previo y reafirmar los principios, valores y metas para el año en curso. Antes de la pasantía es necesario preparar y seleccionar a los estudiantes, así como a las familias que van a recibir a los pasantes en sus fincas. Usualmente los movimientos sociales seleccionan familias que viven en diferentes contextos para incorporar aspectos de la agricultura familiar en las pasantías. El equipo organizador visita a cada familia para recoger información y explicar el proyecto.
Las labores culminan con las PVI, que abarcan tres etapas: preparación (seis días), experiencia en la finca (13 días) y evaluación colectiva (cuatro días). Usualmente participan 25 internos por año. La primera etapa es un seminario concentrado sobre temas como agroecología, historia y contexto de la agricultura en Brasil y en Zona de Mata, relaciones laborales en la sociedad capitalista, movimientos sociales, reforma agraria, aspectos de género, cultura popular, universidad y sociedad, y extensión y comunicación. Este es también un momento para discutir los principios del proyecto y cómo comunicarse con los agricultores. Durante estos días los estudiantes comen y duermen en el Centro para Tecnologías Alternativas de la Zona de Mata (CTA-ZM) y participan en sus actividades.
Después de este período cada estudiante vive en una finca de pequeña escala durante trece días. Se trata de una oportunidad para profundizar en la realidad, conectando aquello que están viviendo con lo que se discutió en la preparación y con sus estudios formales en la universidad. Terminada la estadía, los estudiantes vuelven al CTA para la etapa de evaluación, que es un proceso de diálogo y discusión sobre los contenidos teóricos sobre la realidad del Brasil rural y su experiencia vital con agricultores familiares en Zona de Mata. Cada estudiante elabora un informe sobre la pasantía.
Los estudiantes también reflexionan sobre la diferencia entre los métodos convencionales y los usados durante el proceso y cómo estos han contribuido a su educación, personal y profesional.
Después de la PVI se organiza un seminario con los pasantes y el equipo organizador para hacer una evaluación conjunta y para traer nuevos estudiantes a la organización del proyecto y reiniciar el ciclo en una nueva edición. Como parte de la evaluación se visita a todas las familias agricultoras, las que comparten sus impresiones de la estadía de los estudiantes y hacen sugerencias para el año siguiente.
Resultados y conclusiones
Muchos estudiantes que han participado en la pasantía están en la actualidad trabajando para fortalecer la agricultura familiar y la transición agroecológica, en organizaciones no gubernamentales, movimientos sociales, organismos de extensión, universidades o dependencias del gobierno federal.
Esto muestra la importancia de las PVI para enriquecer la educación personal y profesional de los estudiantes, acercándolos a la realidad rural del país y a las demandas sociales de los agricultores familiares y trabajadores rurales.
Como dijera un estudiante de agronomía: “La PVI me trajo mucha información que no me estaba llegando en la universidad. Agudizó mi voluntad de conocer, preguntar y discutir. Aprendí mejor cómo trabajar y compartir mis opiniones en grupo. Y, principalmente, pude comprender la conciencia y las necesidades de los trabajadores rurales, con quienes probablemente tendré contacto por el resto de mi vida”.
El proyecto tiene claros resultados para los estudiantes, pero ¿cómo se benefician de él los agricultores familiares? Aunque es más difícil identificar efectos positivos a corto plazo, después de la pasantía muchos estudiantes regresan a las comunidades involucradas a desarrollar proyectos de investigación y de extensión con un enfoque participativo o están trabajando en el desarrollo de políticas públicas apropiadas para la agricultura familiar. Por otro lado, luego de haber participado en experiencias de PVI, los agricultores tienen una mejor relación con la universidad, como es el caso de Joao Donizeti, quien ha participado en cursos de homeopatía, apicultura y plantas medicinales en la Universidad Federal de Viçosa. En su opinión, “Anteriormente teníamos una imagen diferente de la universidad, como un espacio elitista. Las PVI nos han acercado a ella”.
Las PVI están logrando reconocimiento a nivel nacional. Actualmente se hacen cada año convocatorias ofreciendo financiamiento para proyectos de extensión que apliquen PVI, a las que cualquier universidad de Brasil puede postular.
La experiencia de las PVI se está difundiendo también internacionalmente; la Universidad de Wageningen (WUR), en Holanda, está desarrollando un nuevo curso con enfoque y objetivos similares a los de las PVI. Los conductores de las PVI, junto con estudiantes de WUR, están organizando la “Experiencia de Pasantía en Finca” (FEI, por su nombre en inglés).
Las contradicciones
A pesar de los resultados positivos que se han alcanzado, el proceso tiene ciertas contradicciones internas. Aunque uno de los objetivos de la pasantía es hacer la conexión entre el conocimiento teórico y la realidad rural de Brasil, es difícil dejar atrás métodos antiguos para analizar y comprender la sociedad, que no traducen necesariamente las nuevas dinámicas del contexto rural brasileño. En la fase de preparación algunos tópicos importantes como la pluriactividad, las características del nuevo campesinado y las políticas públicas no se discuten adecuadamente (Freitas y otros, 2009). Sin embargo, cada año se renueva el equipo organizador y aunque los principios están bien establecidos, las PVI adquieren un nuevo rostro. Así, el proceso siempre se está reconstruyendo y cambiando para abrir espacios a nuevas ideas y cambios positivos.
De esta manera, la Pasantía Vivencial de la Zona de Mata avanza hacia su decimoséptima edición, con grandes desafíos pero también con una gran acumulación de experiencias y voluntad de transformar realidades.
Heitor Mancini TeixeiraIsabela Fabiana da Silva Ladeira
Lucas Reis Bittencourt
Estudiantes de la Universidad Federal de Viçosa, Brasil
heitortexeira_5@hotmail.com
Referencia
- Freitas, A. L., C. T. Ferrari, M. G. Silva, F. V. Zanelli. 2009. Analise dos Principios e Metodologias no Estagio Interdisciplinar de Vivencia – EIV. Niteroi: V Simposio Nacional de Geografia Agraria.