junio 2013, Volumen 29, Número 2
Nuevos mercados, nuevos valores

Construcción de mercados: un desafío para la agricultura campesina

PAULO PETERSEN | Página 5-6
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En el contexto de creciente dominio corporativo sobre los sistemas agroalimentarios, el desarrollo de estrategias para mejorar las condiciones de acceso a los mercados y para agregar valor a la producción agrícola es uno de los mayores desafíos enfrentados por la agricultura campesina. Desde esta perspectiva, existe un conjunto importante de experiencias innovadoras exitosas y replicables.

 

En general, se trata de iniciativas que buscan la aproximación entre productores y consumidores, por medio de la revitalización o reorganización de los mercados locales y regionales, espacios propicios para el intercambio económico donde la producción biológicamente diversa y culturalmente contextualizada –típica de la agricultura campesina– es valorizada.

La emergencia de un nuevo régimen alimentario

La articulación coherente entre nuevas tecnologías de información, nuevas estructuras para el transporte de larga distancia y cambios en los marcos institucionales que regulan los mercados nacionales e internacionales pavimentó el camino para que las corporaciones transnacionales –a partir de la década de 1990– conquistasen un poder sin precedentes. Esto se llevó a cabo sobre la configuración de los sistemas agroalimentarios, es decir, sobre los flujos que vinculan la producción, la transformación, la distribución y el consumo de alimentos.

En el lado de la producción, el “régimen alimentario corporativo” (McMichael, 2009) reitera y profundiza el paradigma científico y tecnológico de la Revolución Verde, con la introducción de los organismos genéticamente modificados (OGM) y la rápida y desenfrenada expansión del monocultivo y consecuente uniformización de los paisajes agrarios. La uniformización masiva se ve también en el lado del consumo. Por medio de los poderes económico y político acumulados por las grandes empresas del sector minorista, se viene imponiendo el consumo de comida “chatarra” industrializada, lo que genera la estandarización creciente de los hábitos alimentarios y la destrucción de los mercados locales, espacios donde tradicionalmente se comercializa la producción de la agricultura campesina. La creciente homogenización de las prácticas de producción y consumo es, al mismo tiempo, causa y efecto de la emergencia de los llamados “imperios alimentarios” (Van der Ploeg, 2008). Se trata de mecanismos de gobierno global sobre la agricultura y la alimentación que expanden su control a varios dominios de la vida material y social, con la finalidad de apropiarse de la riqueza social generada en el sector.

Recreando alternativas locales al régimen agroalimentario globalizado

En la actualidad, la rápida masificación de la “comida de ningún lugar” o alimentos cuyo origen difícilmente puede identificarse, generada por la liberalización de los mercados agrícolas, no puede ser encarada como una tendencia única. Paralelamente, como una forma de resistencia a esa tendencia dominante cuyos efectos perversos sobre las sociedades contemporáneas se multiplican en cadena, surgen estrategias creativas para la relocalización y contextualización de los sistemas agroalimentarios. En ese sentido, los mercados deben ser encarados como una arena de lucha en la que coexisten tendencias contrarias

de estructuración del poder, que actúan sobre los mecanismos que intermedian la producción y el consumo alimentario. De un lado están el poder de las corporaciones del agronegocio y su influencia política e ideológica sobre los estados nacionales y las organizaciones multilaterales; del otro, hay procesos sociales emergentes que buscan reconstruir, diversificar o revitalizar circuitos comerciales que promueven una distribución más equitativa de la riqueza generada en la agricultura, alterando al mismo tiempo el metabolismo de los sistemas agroalimentarios hacia la sostenibilidad de los flujos de materia y energía involucrados en este sector económico.

De esta manera, gana importancia la idea de que la relocalización de los mercados agroalimentarios es una construcción social. Esta debe estar orientada activamente a promover grados crecientes de autonomía frente a los mercados globalizados, comandados por las manos muy visibles de las  transnacionales del sector agroalimentario. La dimensión política de esa construcción se expresa cada vez más en la noción de soberanía alimentaria, una propuesta que implica, sobre todo, la defensa de un derecho humano básico.

Revitalización de valores no monetarios: un desafío para la agroecología

En todo el mundo, la conquista de grados crecientes de gobernanza sobre los mercados se presenta como el eje central de las estrategias de los movimientos en defensa de la agroecología. Sin lugar a dudas, el aumento de la escala social y geográfica de las dinámicas de transición agroecológica depende directamente de la construcción y defensa de los canales de comercialización que acercan y estabilizan los vínculos entre producción y consumo, y proporcionan mayor transparencia a las relaciones entre los agentes de esas dos esferas económicas. En lugar de la lógica imperial de estructuración de mercados, caracterizada por la verticalidad y competitividad en las relaciones sociales, el avance de la perspectiva agroecológica para el desarrollo rural depende de mercados regulados por economías que intensifiquen las relaciones horizontales y la cooperación entre los actores sociales. En ese sentido, son mercados que se reproducen y estructuran sobre valores sociales que van más allá de la dimensión estrictamente monetaria.

Cuestiones para el debate

Al poner en evidencia esta temática por las experiencias significativas que están en construcción en diferentes países, la presente edición propone un conjunto articulado de cuestiones para el debate: ¿qué estrategias están siendo puestas en práctica por los agricultores y sus organizaciones para enfrentar los nuevos desafíos impuestos por la dominación de las grandes corporaciones agroindustriales?, ¿cómo articulan los agricultores las estrategias que incrementan su resiliencia para enfrentar las incertidumbres y amenazas originadas en la volatibilidad de los precios agrícolas, las crisis alimentarias y el cambio climático global?, ¿cómo contribuye el desarrollo de mercados locales y cadenas cortas de comercialización a la generación de medios de vida sostenibles para los campesinas?, ¿qué nuevas economías se están construyendo por la innovación de los modelos de organización de la agricultura campesina?, ¿cómo puede ser fortalecida la autonomía de los campesinos en el ámbito del mercado?, ¿cómo interactúan las políticas públicas oficiales con estas realidades emergentes?

Paulo Petersen
Director de AS-PTA, Brasil
paulo@aspta.org.br

Referencias

 

  • McMichael, P. 2009. A Food Regime Genealogy, Journal of Peasant Studies, 36(1), 139-69.
  • Van der Ploeg, J. D. 2008. The new peasantries: struggles for autonomy and sustainability in an era of empire and globalization. London, Earthscan.

 

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