Este complejo panorama y sus impactos sobre la expansión de la desertificación no son desconocidos; se mencionan en los medios masivos de comunicación y existe abundante información en internet, pero los intereses económicos que están en juego y su poder de cabildeo (lobby) y presión política influyen en que estas informaciones y denuncias no sean materia de avances en políticas públicas para poner fin a esta amenaza.
Para esta edición de LEISA revista de agroecología, hemos recibido artículos que presentan experiencias de agricultura campesina o familiar, y muestran técnicas basadas en el conocimiento acumulado a través de siglos por estos agricultores, que ahora –en interacción con la academia– constituyen alternativas para la lucha contra la desertificación (Benites, p. 7; Camiloaga, p. 11; Contreras y otros, p. 14, Mérega y Ramírez, p. 17; Jacobsen, p. 20).
Es también importante destacar cómo la visión integral de la lucha contra la desertificación sustenta a la agricultura campesina o familiar, como la viabilidad tecnológica para la sostenibilidad de la producción de alimentos (Red AgriCulturas y Groundswell International, p. 5). De otro lado, tenemos en este número importantes opiniones que refuerzan esta propuesta, basadas en criterios políticos y científicos (Holt-Gimenez, p. 30; Gudynas, p. 31). Finalmente, en la sección dedicada a difundir los avances del proyecto AGROECO, publicamos la posición de la Federación Internacional de Movimientos de Agricultura Orgánica (IFOAM, p. 36), institución asociada a este proyecto, con relación a la agroecología y la producción orgánica, y cuyos criterios refuerzan la viabilidad de la agroecología para enfrentar las crisis ambientales, sociales y económicas del momento actual del mundo.