junio 2011, Volumen 27, Número 2
Árboles y agricultura

Forestería análoga y su rol en la recuperación de ecosistemas y el cambio climático

LORENA GAMBOA Y MARÍA CRISTINA CRIOLLO | Página 8-12
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En los últimos años la preocupación por los impactos que está generando el acelerado cambio del clima a nivel global, ha significado una movilización mundial de esfuerzos de todo tipo por enfrentarlos.

Ingreso al bosque análogo en Nuevo Mundo / Foto: C. Altamirano
En este momento las discusiones sobre el clima se centran en el tema forestal. Según el IPCC, la deforestación representa del 18 al 20% de las emisiones de CO2 en el planeta y necesita ser controlada. Se plantean mecanismos como la Reducción de Emisiones por Deforestación y Degradación de los bosques (REDD), que se encuentra actualmente en discusión en la Convención Marco de las Naciones Unidas para el Cambio Climático (CMNUCC), que buscan reducir emisiones por deforestación y degradación. Sin embargo, en la práctica podrían afectar no solo a los ecosistemas sino también a las comunidades que dependen de los bosques e incluso a la soberanía de los países.

La Forestería Análoga (FA), probada en varios países a nivel mundial, surge como una alternativa viable para los bosques y las comunidades rurales. Este es el caso de la comunidad de Nuevo Mundo en Ecuador, donde se aplicó este sistema por más de 10 años.

La forestería análoga
La FA surge como una respuesta frente a la rápida destrucción y degradación de los ecosistemas boscosos y a la falta de acciones efectivas para recuperar el capital natural perdido.

En 1987, en Sri Lanka, el Dr. Ranil Senanayake empezó a experimentar técnicas y metodologías forestales sostenibles para la restauración de ecosistemas, como alternativa a la rápida expansión de monocultivos de especies de crecimiento rápido adoptada y establecida a nivel global, como la ‘técnica óptima de reforestación’.

La FA se basa en una síntesis entre los conocimientos y prácticas tradicionales y la aplicación de principios, metodologías, y técnicas científicas para lograr el restablecimiento de las principales funciones del ecosistema, buscando satisfacer las necesidades de los agricultores y las poblaciones locales. Toma como modelo los ‘Jardines Forestales’ o ‘Huertos Domésticos’, que se encuentran tanto en Sri Lanka, como en Indonesia.

Los Jardines Forestales o Huertos Caseros de Sri Lanka, son pequeñas parcelas de terreno altamente productivas, ubicadas cerca del hogar en comunidades rurales tradicionales. Con limitados recursos de tierra y una creciente población humana en la isla, los Huertos Caseros son una parte importante de la tradición rural y generadores de ingresos económicos importantes. Estas parcelas son el producto de experimentos de generaciones de agricultores, creencias culturales y espirituales y necesidades económicas. (Senanayake y Beehler, 2001).


Figura 1. Nuevo Mundo: Estado actual del uso de suelo del corredor biológico

La FA se define como: “Un sistema de silvicultura que busca establecer ecosistemas dominados por árboles, que sean análogos (similares) en estructura y funciones ecológicas a la vegetación original clímax o sub-clímax. Busca fortalecer a las comunidades rurales, tanto social como económicamente, mediante el uso de especies que proveen productos comerciales”. (Senanayake, 1992).

El ecosistema recreado en base a estos dos principios de estructura y funciones ecológicas, permite a muchas especies del bosque original extender su rango de dispersión y flujo. Muchos aspectos del ecosistema natural pueden ser reproducidos en un sistema cultivado, donde se toman en cuenta e incluyen aspectos económicos y sociales.

La FA se fundamenta en los siguientes doce principios (información completa en: www.analogforestrynetwork.org):

1. observar y registrar
2. comprender y evaluar
3. conocer el terreno
4. identificar los niveles de rendimiento
5. mapear los sistemas de flujo y reservorios (existentes y potenciales)
6. reducir el índice de energía externa en la producción
7. guiarse por el paisaje y las necesidades de los habitantes
8. seguir la sucesión ecológica
9. utilizar los procesos ecológicos
10. valorar la biodiversidad
11. respetar la madurez
12. responder creativamente

Por otro lado, la regeneración natural de un bosque a su estado original puede tomar entre 40 a 60 años, con un retorno de biodiversidad entre el 60% a 70%. La FA es una herramienta que ayuda a reducir este período de tiempo, acelerando la sucesión ecológica para recuperar un bosque.

La FA rebasa las prácticas agroforestales ya que se enfoca explícitamente en la identificación e incorporación de la diversidad biológica, lo que implica una retribución económica para los pequeños productores.

Experiencia de forestería en la comunidad de Nuevo Mundo
La Comunidad de Nuevo Mundo, se ubica al noroccidente de la provincia de Pichincha en Ecuador, y está integrada por agricultores-colonos provenientes del sur del país.

En 1998, cuando se inició la implementación de la FA en esta comunidad, la situación social era precaria y la única organización existente era “el grupo de padres de familia de la escuela”. Por otro lado, no contaba con camino carrozable, ni servicios públicos (energía eléctrica, agua potable) y los ingresos familiares provenían sobre todo de la venta de leche y ocasionalmente madera. El único cultivo era el arroz, sembrado al voleo.

La participación efectiva de la comunidad permitió que Nuevo Mundo sea un punto de referencia regional de manejo local sostenible de los recursos naturales.

Después de 10 años de aplicación de FA, en el año 2010, mediante una evaluación ambiental y social basada en la metodología de la Red Internacional de Forestería Análoga (RIFA), se lograron los siguientes resultados:

Situación ambiental
Para describir la situación ambiental, se analizaron comparativamente tres usos del suelo, dentro del corredor biológico donde se aplicó la FA: pastizal, parcela agroforestal y parcela de FA/arboreto, con el fin de demostrar que la FA ha permitido el mantenimiento y aumento de las funciones ecológicas del ecosistema de bosque húmedo tropical.

El arboreto obtuvo la mayor valoración (6,7). Es decir, se encuentra sobre el umbral de la sostenibilidad ecológica.

Indicadores de suelo:
a) el horizonte A del suelo del arboreto tiene un espesor de 8 cm, mientras que el bosque tiene 11 cm
b) el número actual de lombrices es similar al de un bosque maduro con condiciones ambientales similares (100 lombrices/m²).

Se están cumpliendo los principios de sucesión ecológica, utilización de procesos ecológicos y respeto de la madurez.

Indicadores de cobertura vegetal:
a) hay presencia de vegetación en todos los estratos. El ecosistema está en proceso de recuperación pues hay formas de crecimiento como líquenes, helechos, palmas y epifitas que son producto de la regeneración natural.

Se cumple el objetivo de estructura y funciones ecológicas análogas y se siguen los principios 11, de respetar la madurez; y 10, valorar la biodiversidad.

Indicadores de diversidad y biomasa:
a) En 2006 se registraron en el arboreto: 99 especies de árboles con 386 individuos, de los cuales 131 correspondían a árboles de especies exóticas y 255 a especies nativas, con igual número de individuos en el 2010. En un bosque húmedo tropical no disturbado se espera que hayan más de 200 especies en una hectárea. Además, se observan plantas que son producto de la regeneración natural, las cuales también aportan a la biodiversidad del área y mejoran la estructura del bosque.

b) En los últimos 12 años, el arboreto habría acumulado biomasa a una tasa de 8,04 tonelada métrica por hectárea por año (Mg•ha-1•año-1), la cual es casi 20 veces mayor a la ganancia anual de biomasa de un bosque maduro de la amazonía ecuatoriana (0,38 Mg•ha-1•año-1). La biomasa aérea del arboreto es también mucho mayor a la biomasa de una tonelada métrica por hectárea por año (1 Mg•ha-1 año- 1) que puede acumular un pastizal con setaria (Setaria splendida).

Indicadores de cobertura animal:
a) Avifauna, se registraron 45 especies de aves, 29 prefieren el hábitat de bosque, sin observarse preferencias entre el Sistema Agroforestal o el Arboreto.
b) Se encontraron 216 insectos peloteros de siete especies, con una especie dominante, Dichotomius sp. 1, de la cual se obtuvo el 82% de los insectos colectados, es una especie muy común en todo tipo de ecosistemas. La diversidad de especies de peloteros es una muestra de que el ecosistema está madurando.

Situación socioambiental
La evaluación realizada con la participación de 30 familias integrantes de la comunidad de Nuevo Mundo, a nivel grupal y familiar, después de 10 años de experiencia de FA, permitió identificar los siguientes logros:

• Alto nivel de conciencia ambiental y reconocimiento de la importancia de proteger las fuentes de agua.
• Recuperación de suelos, para aprovechamiento en diversos cultivos en la comunidad.
• Mejoramiento del paisaje, contribuye a incrementar el potencial de Nuevo Mundo como atractivo turístico.
• Aumento de especies de flora y fauna, el intercambiar y compartir semillas entre los integrantes de la comunidad permitió la diversificación de los productos para autoconsumo. Las especies de fauna establecidas en el corredor biológico, contribuyen también al mejoramiento de la dieta alimentaria y son un atractivo turístico.


Cuadro 1. Valoración ecológica en Nuevo Mundo
Fuente: Aplicación de la Valoración Ecológica en Nuevo Mundo, 2010
Elaboración: Carolina Altamirano

Situación socioeconómica
La experiencia de FA se inició en 1998, pero para el análisis de la situación socioeconómica se consideró la información archivada desde el año 2000, que muestra resultados visibles a partir del segundo año, especialmente cantidades de producción y otras actividades relacionadas con la FA (turismo, comercialización de orquídeas, otros). La investigación se orientó hacia la revisión de los cambios en cuanto a diversificación de actividades, productos y medición comparativa de ingresos y gastos de la comunidad de Nuevo Mundo antes y después de la aplicación de la FA. Se analizaron los beneficios económicos directos e indirectos de la FA para el segmento de las familias que son parte de la Asociación Nuevo Mundo, pues son ellas quienes instalaron sus parcelas de FA desde el año 98, y que han mantenido en un 80%.

• Salud y nutrición, mejoramiento de las condiciones de salud por la obtención de diversos productos provenientes de las parcelas de FA instaladas en las fincas de las familias.

• Generación de conocimiento, la capacitación y preparación constantes de líderes y técnicos comunitarios ha sido un factor fundamental para la creación de capital social.

• Fortalecimiento organizativo y participación, la creación de una asociación a partir de la llegada de la FA, fortalece la comunidad y mejora la participación de hombres y mujeres en la toma de decisiones.

• Diversificación de productos, permite: a) la reducción del gasto en alimentación y medicina; y, b) obtención de productos potenciales para la generación de ingresos familiares.

• Turismo, se desarrolló como una opción productiva, utilizando la recuperación del bosque, su belleza escénica y el incremento de flora y fauna locales.

• Producción de orquídeas, basada en la recolección y reproducción de orquídeas en invernadero es uno de los potenciales ingresos de la organización.

La forestería análoga y el cambio climático
La FA como una alternativa frente al cambio climático posee grandes potenciales de mitigación y adaptación. Se comprobó que la biomasa aérea del arboreto de la comunidad de Nuevo Mundo, es mucho mayor a aquella que puede acumular un pastizal con setaria que es de 1 Mg•ha (Marino, 2001). La diversidad de especies, algunas de larga vida en el Arboretum de Bosque Análogo, sugiere que en cuanto a mitigación de los efectos del cambio climático, este sistema va a permitir la captura de carbono por un posible horizonte de tiempo mayor.

En cuanto a adaptación, la FA integra elementos fundamentales como: recuperación de los suelos y de la biodiversidad, la protección de fuentes de agua y creación de opciones productivas locales. Es decir, la FA permite monitorear la adaptación de las especies a los cambios en el clima, contribuyendo a su propagación en condiciones especiales, y reduciendo el riesgo de depender de un solo cultivo.

En Ecuador, la contribución de la FA en políticas públicas relacionadas al cambio climático, podrían enmarcarse en dos grandes temas: la conservación de bosques y la reducción de la deforestación. Lo que significa que los bosques no se consideran solo como sumideros de carbono, por lo que es importante exigir a nivel nacional e internacional que la definición de bosques no incluya plantaciones u otro tipo de monocultivos que promuevan la pérdida de ecosistemas. (Según datos del Ministerio del Ambiente la deforestación en el Ecuador por el cambio en el uso del suelo, tiene un índice del 1,6% a más del 2% anual que corresponde a 160.000 a 200.000 hectáreas – GEO, 2008).

La FA por sus características y potenciales, tanto en mitigación como adaptación al cambio climático, es una alternativa efectiva para las comunidades locales que posean bosques y áreas degradadas, transformándolos en bosques análogos y recibiendo beneficios tanto ambientales como sociales y económicos.

Lorena Gamboa
Forest Garden Products Certification Miembro de la Red Internacional de Foresteria Análoga
Correo-e: lorenagamboa8@gmail.com

Maria Cristina Criollo
Corporación ClimAmbiente Miembro de la Red Internacional de Foresteria Análoga
Correo-e: info@climambiente.org

Referencias
— ClimAmbiente. 2010. Sistematización 10 años de experiencia de la FA en Ecuador, caso: Nuevo Mundo. ClimAmbiente. Quito – Ecuador.
— Senanayake, Ranil. 1992. Analog Forestry an Introduction. Monash University. Melborne, Australia.
— Senanayake, Ranil y Bruce Beehler. 2001. Forest Gardens-Sustaining Rural Communities around the World through Holistic Agro-forestry. En: Jones, Christopher. Analog Forestry as a convervation and Development Approach: Lessons Learned from the International Analogue Forestry Network, University of California, Davis.
— Brown, S. y A. E. Lugo. 1992. Above ground biomass estimates for tropical moist forests of the Brazilian Amazon. Interciencia 17: 8-18.
— Marino, G. 2001. Potencial de introducción de forrajeras subtropicales en el bosque chaqueño húmedo. Revista FAVE 15 (2): 57-70.
— GEO Ecuador. 2008. Informe sobre el estado del medio ambiente. PNUMA, Flacso, Ministerio del Ambiente del Ecuador, BID, ECORAE, PMRC y ESPOL. Quito – Ecuador.

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