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La crianza de animales siempre ha tenido un lugar preponderante en la agricultura campesina. La producción de tipo mixto, en la que se combina la producción pecuaria con la siembra de cultivos variados, es una práctica común en países de América Latina, Asia y África. Dentro de esta estrategia de diversidad manejada por productores campesinos, los animales sirven múltiples propósitos. Son fuerza de tracción para el trabajo de campo, el estiércol que producen se utiliza como fertilizante o, en algunos casos, como insumo para su transformación en biogás para la generación de energía utilizada en iluminación o en labores tan esenciales como cocinar con estufas a gas. La leche se transforma en quesos u otros productos lácteos que sirven tanto para complementar la dieta de la familia como para la venta. La lana y la carne, a su vez, también son productos para el consumo familiar y para la venta. Adicionalmente, los animales son más resistentes que los cultivos a las variaciones o cambios del clima y, por lo tanto, en condiciones donde el clima puede llegar a arrasar con los cultivos, es a través de la venta de los animales que las familias campesinas logran sobreponerse a los problemas. De esta manera, la ganadería en pequeña escala es un componente central de las estrategias de subsistencia de las familias campesinas.

Este número de la revista, “Producción de ganado en la agricultura campesina”, trata sobre experiencias de este tipo de crianza, su relevancia y estrategias para sacar aún más provecho de este activo dentro del contexto de una agricultura diversa y sostenible. Hemos dividido este número en diferentes secciones: la primera, GANADERÍA: ENFOQUES GLOBALES, nos presenta entre otros tópicos el debate sobre el papel que puede tener la ganadería en el cambio climático, con un interesante artículo de Katrien van’t Hooft sobre el papel que juega la ganadería de tipo pastoril integrada dentro de otras prácticas agrícolas en comparación con la ganadería intensiva, fuertemente ligada con las emisiones de gases de invernadero y, por tanto, con el cambio climático. Pero, a pesar de la evidencia cada vez mayor de las ventajas de la producción agropecuaria campesina, esta actividad agropecuaria sostenible no es debidamente atendida en los planes de desarrollo de los países, pues se prefieren los monocultivos de cereales forrajeros, los granos transgénicos para la exportación y la importación de carnes y otros productos subsidiados que llegan a los países pobres con fuertes ventajas comparativas en desmedro de la producción local (Funes). En esta sección contamos también con las experiencias de Jiménez y otros en Chiapas, México, donde las comunidades indígenas criadoras de ganado están desarrollando estrategias para adaptarse al cambio climático. Esta primera sección también presenta cómo se ha logrado establecer un proyecto de ganadería y agricultura sostenible en medio de una hidroeléctrica en Colombia (Nubia Ciro).

En la sección INTEGRACIÓN DE GANADERÍA Y AGRICULTURA, presentamos dos experiencias: la primera (Galvão Freire y otros), narra cómo los pequeños productores han logrado desarrollar estrategias en Brasil para producir y generar ingresos todo el año, sacando provecho del verano para la producción agrícola y del invierno para la producción ganadera. Por otro lado, la experiencia presentada por Velázquez Bedoya nos describe la formación de una red láctea en Boyacá, Colombia. Uno de los ejemplos de las ventajas de la integración entre ganadería y agricultura es también la crianza de animales menores. Su manejo es adecuado para la producción de pequeña escala y, gracias al estiércol, se convierten en indispensables para la fertilización orgánica a partir de los recursos de la propia finca (entrevista a Gomero).

La sección SEGURIDAD ALIMENTARIA Y ECONOMÍA FAMILIAR nos trae dos experiencias: la crianza familiar de ganado bovino y comercialización a pequeña escala en Cusco, Perú (Fernández Luna); y la crianza de ovinos criollos en Cochabamba, Bolivia (Stemmer y otros), donde el conocimiento local, combinado en algunos casos con conocimientos y tecnologías externas, refuerza la capacidad de las familias campesinas para producir más alimentos de mejor calidad, posibilitando la generación de ingresos a través de la comercialización de sus productos.

En la sección MANEJO DE FAUNA SILVESTRE, el artículo sobre el chaccu o captura de vicuñas para su marcado y esquila expresa el valor y vigencia del conocimiento tradicional en el manejo cuidadoso y sostenible de la vicuña, un recurso natural muy valioso del territorio andino (Vilcanqui y otros).

El reto para avanzar en la propuesta de una producción agropecuaria campesina capaz de insertarse en el mercado local en condiciones que le permitan competir con la ganadería industrial, sigue dependiendo de la organización de los productores. Felizmente, esta avanza en la región y el interés por la producción agroecológica se ve fortalecido por los frecuentes intercambios de experiencias entre productores campesinos, investigadores, estudiantes y consumidores, como se evidencia en las entrevistas a líderes de las organizaciones de agricultores que venimos publicando desde 2009.

Finalmente, las páginas sobre BIODIVERSIDAD –que publicamos por primera vez– nos introducen al concepto de diversidad biológica y presentan una explicación del enfoque que utilizaremos en la difusión de este aspecto clave para la sostenibilidad de la producción agraria en la Tierra.

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