Los editores de LEISA revista de agroecología solicitamos a Francisco Caporal –en su calidad de Presidente de la Asociación Brasileña de Agroecología (ABA) y tras el cierre del VI Congreso ABA y el II Congreso Latinoamericano de Agroecología (SOCLA) celebrados en Curitiba– que nos hable sobre temas relativos al movimiento agroecológico en Brasil. Nuestro interés en la información sobre ABA y en contar con su opinión sobre el futuro de la agroecología se basa en la importancia y dimensión alcanzada por la propuesta de agricultura familiar campesina en Brasil.
Palabras de Francisco Caporal:
La ABA nació tras el proceso de articulación que se produjo a partir de los Seminarios Internacionales de Agroecología realizados en Porto Alegre, estado de Río Grande do Sul, desde 1999, bajo la dirección de la Empresa Estatal de Extensión Rural EMATER-RS/ASCAR. Estos seminarios fueron sin duda una oportunidad de encuentro e intercambio de experiencias entre los profesionales del mundo académico y de la extensión rural, así como entre estudiantes, agricultores y consumidores organizados vinculados al campo de la agroecología. A partir del segundo seminario, en el año 2000, se creyó conveniente incluir como actividad paralela una reunión de investigadores para discutir la investigación en agroecología, sus avances y desafíos. Estos encuentros de investigación plantearon la necesidad de contar con espacios para la presentación de trabajos científicos y reforzaron la importancia de crear formas de articulación más permanentes entre las personas involucradas. Fue así que nació la idea de crear un Congreso de Agroecología, el que se lleva a cabo en paralelo al Seminario Internacional desde el año 2002. El I Congreso, después de la realización de debates entre los diferentes grupos, permitió concluir que era necesaria –para el mejor desenvolvimiento de las actividades de agroecología– la creación de una asociación que pudiera representar los esfuerzos en este campo científico, así como reunir a las personas y grupos interesados. A partir de entonces, durante el II Congreso Brasileño de Agroecología, también llevado a cabo en Porto Alegre, se creó la Asociación Brasileña de Agroecología. Se trata de una sociedad cultural y técnico-científica sin fines de lucro, cuyo principal objetivo es el de promover el desarrollo de acciones basadas en los principios científicos de la agroecología, fomentando y contribuyendo para la construcción de conocimientos científicos y fortaleciendo la sabiduría campesina.
La ABA es una entidad científica que, a diferencia de muchas otras, al enfocarse en los fundamentos epistemológicos de la ciencia agroecológica, no solo congrega a investigadores y académicos. Sus miembros pueden ser agricultores, estudiantes, trabajadores de extensión rural, consumidores ecológicos, en definitiva, todos los que tengan interés y capacidad de contribuir para el avance de la transformación de los modelos no sustentables de desarrollo y agricultura que aún predominan. Por lo tanto, se trata de una entidad pluralista que respeta las diferencias, el conocimiento y la experiencia de cada uno, y por eso abre las puertas a la participación ciudadana. También pueden ser miembros de la ABA las organizaciones gubernamentales y no gubernamentales, las organizaciones de agricultores, estudiantes y consumidores, bajo la condición de que se comprometan con el objetivo común y acepten el concepto de agroecología adoptado por la Asociación. Para la ABA, la agroecología es una ciencia o rama del conocimiento de carácter multidisciplinario cuyas enseñanzas pretenden contribuir a la construcción de estilos de agricultura de base ecológica y elaboración de estrategias de desarrollo rural, teniendo como referencia a los ideales de la sostenibilidad. La asociación adopta al agroecosistema como la unidad de análisis y apoya la transición de los modelos convencionales de agricultura hacia sistemas de agricultura y desarrollo rural sostenible.
Inauguración del VI Congreso Brasileño de Agroecología y II Congreso Latinoamericano de Agroecología, Curitiba, 2009 / Foto: Archivo ABA
Los principales logros de ABA, que es una entidad relativamente nueva con apenas cinco años de existencia, radican en que se ha constituido como una organización de referencia en los debates sobre las cuestiones fundamentales, tanto en el contexto de las estrategias de desarrollo rural, como en sectores específicos, tales como la lucha contra los transgénicos y los plaguicidas. La ABA ya forma parte de importantes foros que debaten temas relacionados con la educación, la salud, el desarrollo, la soberanía y seguridad alimentaria, la construcción de conocimiento, investigación, etc. Además, se está convirtiendo en un referente para sectores como las universidades y movimientos sociales, lo que muestra la extensión del espacio que viene siendo ocupado por esta joven entidad. En la actualidad, la ABA cuenta con unos 500 miembros participantes y posee representaciones a través de los vicepresidentes en todas las regiones del país.
Tras el fracaso medioambiental y económico de la Revolución Verde (RV) y todas las inversiones en educación, investigación y extensión que se hicieron en los últimos 50-60 años, la gente del campo exige respuestas urgentes de los partidarios de la agroecología. Nosotros hemos respondido con una petición: pongan a disposición todos los recursos que se destinaron a la implementación de la RV y nosotros daremos las respuestas en términos de sostenibilidad en menos tiempo que el que la RV necesitó para mostrar consecuencias en términos de destrucción del medio ambiente y exclusión social. Por otra parte, los marcos de las economías capitalistas y sus políticas macroeconómicas siguen estando condenados a seguir las viejas directrices del cartesianismo de la economía neoclásica y, por lo tanto, no logran incorporar las consideraciones ambientales que son sugeridas por la agroecología y la economía ecológica. De esta forma, tenemos de aquí en adelante enormes desafíos que enfrentar, debido a que las políticas públicas responden a regulaciones que no fueron hechas a partir de un pensamiento ecológico, de protección del medio ambiente y responsabilidad frente a las generaciones futuras, sino simplemente guiadas por el crecimiento económico. Por otra parte, es necesario que contribuyamos a los cambios necesarios en investigación, extensión rural y educación formal para que se logren superar las formas, modelos, metodologías y enfoques cartesianos convencionales, y se comprenda que la búsqueda de la sostenibilidad requiere de enfoques sistémicos, abordajes holísticos, y una perspectiva de la complejidad y no de la simplificación, como se ha hecho a lo largo de la historia de la ciencia occidental dominante. Incorporar los conocimientos y las construcciones populares y campesinas en la construcción lógica del conocimiento y desarrollo tecnológico es otro desafío importante para estos sectores. También es responsabilidad de la ABA contribuir a que la sociedad mayor pueda entender mejor el significado y los riesgos que corremos en la medida en que exista un dominio del sector agroalimentario a través del poder, en manos de unas pocas transnacionales, sobre las semillas y otros recursos.