diciembre 2008, Volumen 24, Número 3
Agroecología para la inclusión

Las poblaciones se unen para combatir la degradación de la tierra

SANJAY JOSHIE | Página 11-12
DESCARGAR REVISTA COMPLETA
SMALL
CERRAR MODO LECTURA
COMPARTIR

Las tribus de la India utilizaron sus bosques hasta 1878, cuando el estado colonial las despojó de sus derechos legales. La protección tradicional se perdió y la cobertura boscosa de la India se redujo de 32% en 1900 a 11% en 1990. Chitravas, en el sur de la cadena de montañas de Aravalli, es una de las millones de aldeas afectadas.

Chitravas significa “hogar del leopardo”, y tiene una rica historia y un denso bosque. Antes de la década de 1990, los forasteros se llevaban valiosos productos del bosque de la zona que, según el gobierno, pertenecía a Chitravas. Cuando en 1988 nuevas políticas estatales permitieron la participación de la población en la protección del bosque, Chitravas formó rápidamente un comité para la protección del bosque. Tres comunidades cercanas protestaron. Habían estado utilizando esta parcela desde que tenían memoria.

El comité para la protección del bosque
La Fundación para la Seguridad Ecológica (FES) comenzó su trabajo con la aldea de Chitravas en 2001. El equipo de FES siguió los consejos de la División Forestal Regional y organizó una reunión general del pueblo, en la que todas las comunidades expresaron sus inquietudes. FES organizó luego nuevas reuniones para entender los patrones de uso del bosque, tradicionales en la zona, de manera que los usuarios reales pudiesen ser incluidos.

Apoyándose en la evidencia recogida, las comunidades en conjunto prepararon una lista de derechos tradicionales de uso, lo que ayudó a definir los derechos de votación para el comité del bosque de la comunidad.

Dos tercios de las familias de Chitavras y los tres asentamientos vecinos comenzaron a usar el bosque activamente. Estos 325 usuarios del bosque acordaron proteger y manejar la parcela forestal a través de la administración conjunta del bosque. Esto condujo a un comité integrado por 18 miembros en total. Este grupo amplio e inclusivo garantizó el que los representantes de todas las comunidades apoyasen las decisiones tomadas y no boicotearan las actividades.

Implementando planes conjuntos
El nuevo comité preparó un plan de acción que el departamento forestal aprobó. Como paso inicial, las comunidades reconstruyeron un muro de piedra para proteger el bosque. Plantar Jatropha curcas a lo largo del muro de piedra proporcionó una barrera vegetal adicional. La construcción de diques de piedra para el control de la erosión y la contención de las cárcavas, así como de surcos de contorno y gaviones garantizó la conservación in situ del suelo y la humedad. Además se sembraron 50.000 arbolitos y pastos de diferentes especies. Los grupos de mujeres empezaron a dedicarse a actividades para el sustento, tales como el cuidado del huerto familiar y de los pastizales, lo que proporcionó agua y alimentos saludables a las familias más pobres. De esta manera, las mujeres tomaron parte en los procesos de toma de decisiones de las comunidades.

Problemas por resolver
No todo fue fácil. En el proceso de llegar a tener un plan compartido para el uso del bosque, el comité se encontró con muchos problemas. Por ejemplo, los agricultores invadían el bosque; un poblador plantó un cultivo de casi media hectárea dentro del bosque. Los pobladores esperarían hasta después de la cosecha para que se retire, si aceptaba cerrar el cerco. Pero luego de la cosecha empezó a preparar el campo para otro cultivo, desafiando las órdenes del comité. En las reuniones convocadas para tratar este problema, el agricultor en cuestión no se presentó, y los pobladores organizaron las reuniones frente a su casa. El asunto fue llevado al gobierno local. Finalmente la presión de la comunidad fue tan intensa que tuvo que abandonar el área. A partir de entonces comenzó a participar en el proceso de conservación de la tierra.

Este mapa muestra que el área controlada por la comunidad se volvió más verde luego de que las poblaciones decidieron unirse para cuidar la tierra conjuntamente / Fuente: FES

El comité contrató guardias para que protegieran la tierra. Esto no funcionó, así que la comunidad ideó el “sistema de palos”. Tres personas de diferentes familias llevan palos como señal de que es su deber vigilar la parcela. Si encuentran cualquier animal dentro de la parcela, informan de esto al comité, el cual impone sanciones siguiendo las reglas del pueblo. Como los habitantes de Chitravas no podían participar en el sistema de palos, debían pagar más por los productos cosechados. En la situación anterior, una concesión de ese tipo hubiera sido inconcebible, dado que antes los habitantes de Chitravas no permitían que familias de otras comunidades formasen parte del comité.

Subsisten aún problemas ocasionales, como que el guardia de turno no sea sincero o no cumpla con su labor; que el ganado se encuentre dentro de la parcela o que las familias no acudan a brindar su cuota de trabajo. En la actualidad, estos asuntos se resuelven de manera interna. El comité discute los problemas, consulta los estatutos y luego penaliza a quienes no cumplen con multas o trabajo.

Las tribus participan en la conservación del bosque
La Administración Conjunta de Bosques ha procurado cierto grado de seguridad en cuanto a la tenencia y un incentivo a las comunidades locales para que participen en las actividades de protección y restauración del bosque.

Los pobladores de Chitravas, al igual que en otras comunidades, se entusiasmaron con los beneficios del proyecto tales como recibir pagos por la construcción de muros y otras obras. Pero a medida que los agricultores vieron que sus bosques se regeneraban, el forraje crecía y los arroyos fluían por períodos más largos, empezaron a apreciar los beneficios que el bosque brindará aun después de que el proyecto cierre. Los agricultores pueden expresar en palabras claras qué beneficios futuros ya pueden apreciar, cómo garantizarían una participación equitativa más adelante, y cómo garantizarían la protección de sus bosques para siempre.

Sanjay Joshie
Foundation for Environmental Security (FES).
Bhilwara, 119, Subhash Nagar Extension, Near Subhash Nagar Community Hall, Bhilwara – 311 001, Rajastán, India.

Ediciones Anteriores

LEISA es una revista trimestral que busca difundir experiencias de agricultores familiares campesinos.
Por ello puedes revisar las ediciones anteriores.

Suscribete para recibir la versión digital y todas las comunicaciones que enviamos periodicamente con noticias y eventos

SUSCRIBIRSE AHORA