diciembre 2008, Volumen 24, Número 3
Agroecología para la inclusión

Agricultores ecológicos asumen su propio desarrollo

DIETER F. KLAUER GARCÍA | Página 17-19
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Durante varias décadas el anexo de Cari Cari, del distrito de Chiguata en Arequipa (Perú), fue un poblado prácticamente olvidado por el gobierno municipal local, y cuya existencia era casi ignorada por los ciudadanos arequipeños.

Las pocas familias que quedaban en esta localidad se dedicaban a una agricultura de subsistencia en la que los principales cultivos, como el maíz, haba y oca (Oxalis tuberosa), solo servían para el consumo y el único producto que podían ofrecer al mercado era un tipo de orégano denominado “zambito”, el que ofertaban a muy bajo precio a los acopiadores locales, quienes lo compraban en fresco para el mercado local. La escasez de agua en esta zona no permitía desarrollar una agricultura con mejores perspectivas.

Este panorama, que por mucho tiempo fue la rutina diaria, propició la migración de las familias de estas localidades a la ciudad en busca de mejores ingresos, abandonando áreas de cultivo y viviendas. Las pocas familias que quedaban estaban conformadas principalmente por mujeres y ancianos.

Actualmente, después de 12 años, las familias de este anexo están organizadas e integradas a una cadena productiva de hierbas aromáticas cultivadas y deshidratadas según normas ecológicas, lo cual les permite exportar orégano, tomillo, salvia, estragón y romero a un precio competitivo y con contratos de mediano plazo, logrando una mejora sustancial de sus ingresos familiares. Al mismo tiempo, han logrado dinamizar la economía local, lo que ha permitido el retorno de las familias a estos anexos, la ampliación de la frontera agrícola, la valoración del costo de sus predios por la certificación ecológica y, sobre todo, han aprendido a gestionar su propio desarrollo logrando proyectos con el gobierno municipal, con entidades estatales y privadas. Todo ello está permitiendo que estos anexos ya cuenten con servicios básicos, posicionamiento comercial en torno a una agricultura ecológica (productos ecológicos), proyectos de desarrollo agrícola, mejoramiento de la infraestructura de riego, etc.

¿Cómo lograron integrarse al mercado?
A mediados de la década pasada, un grupo de agricultores del anexo de Cari Cari de Chiguata (Arequipa), se presentó a las oficinas de El Taller Asociación de Promoción y Desarrollo en busca de una propuesta que les permitiera mejorar las condiciones de vida de sus familias y de su comunidad. Estos agricultores propusieron a El Taller visitar su localidad e identificar, junto con ellos, la potencialidad de sus cultivos, así como otras que se pudieran ejecutar para mejorar su economía familiar.

Mujeres arequipeñas trabajando la tierra / Foto: autor

• Un estudio etnobotánico y un cambio de cultivo
En 1996, junto con las mujeres campesinas del distrito de Chiguata, El Taller realizó un estudio etnobotánico de plantas con propiedades aromáticas y medicinales. Dicho estudio identificó algunas hierbas con potencial de desarrollo a una escala comercial que responda a la demanda del mercado, así como a sus propiedades en cuanto a productividad y calidad. Este estudio permitió a estas campesinas definir un cultivo alternativo de fácil adaptación en sus zonas, como fue el orégano de tallo rojo, denominado “nigra”, muy parecido al que sembraban tradicionalmente pero con mayor aroma y rendimiento. Es más, este cultivo se podía colocar en el mercado local como orégano deshidratado.

Las primeras cosechas de orégano “nigra” generaron muchas expectativas, más aún cuando empezaron a ver un ingreso económico mayor al que podrían obtener con sus cultivos tradicionales.

• El manejo de los recursos naturales y la agricultura orgánica
Paralelamente se desarrollaron acciones de mejoramiento y recuperación de los recursos naturales. Así, la población, con el apoyo de El Taller, gestionó ante el Estado la construcción de un reservorio para agua de riego en el anexo de Cari Cari, lo que permitió riegos más frecuentes y la ampliación de la frontera agrícola.

Se inició un programa de recuperación de los suelos agrícolas, basada en una apuesta de agricultura ecológica. Poco a poco esta apuesta empezó a dar resultados, ya que los rendimientos de sus cultivos empezaron a incrementarse campaña tras campaña lo que indicaba el mejoramiento de la fertilidad de sus suelos.

• Inconvenientes en el proceso
En el año 2000 ya se habían incrementado las áreas de cultivo en el anexo, gracias a una frecuencia de riego más corta (por el reservorio que se construyó cuatro años antes). Uno de los cultivos que se sembró con mucho entusiasmo fue el orégano, por la rentabilidad que les generaba. Sin embargo, el canal del mercado de orégano orgánico no estaba consolidado y el precio dependía de la oferta y demanda local. En este año, el precio del orégano desciende bruscamente a niveles en los cuales este cultivo ya no resultaba rentable, obligando a algunos agricultores a retirarlo de sus campos. El bajo precio se mantuvo durante todo el año 2000; a partir del 2001 el precio del orégano deshidratado empieza a subir nuevamente. A pesar de este inconveniente, la organización se mantuvo sólida y en ningún momento consideraron esto como “un fracaso”, sino que entre ellos se motivaban a seguir adelante, si no era con el orégano podía ser con los otros cultivos aromáticos que proponía El Taller.

• Diversificación de las hierbas aromáticas y asistencia técnica
Con la asesoría técnica de El Taller se empezaron a desarrollar experiencias piloto con otros cultivos aromáticos como melisa o toronjil (Melissa officinalis), tomillo, menta, mejorana, romero y salvia, con resultados más que alentadores. Al mismo tiempo, se logró el incremento de la productividad de los cultivos mediante la mejora de las técnicas de cosecha y poscosecha.

Con el tiempo, se desarrollaron innovaciones tecnológicas que fueron propuestas por el Centro de Innovación Tecnológica Agroindustrial (CITE). La acreditación fue otorgada a El Taller por el Estado peruano.

• La cadena productiva consolidada y el acceso al mercado
Mediante la empresa ECOLIFE S.A. que promueve El Taller, en el año 2002 estos productores se articularon comercialmente con una empresa europea, líder en la distribución de hierbas aromáticas ecológicas en Europa. Esta empresa se ha comprometido a comprarles la producción de hierbas aromáticas ecológicas con certificación, para lo cual han negociado y firmado un contrato de tres años, lo cual les da estabilidad en los precios y, sobre todo, garantiza el mercado.

En 2008, este contrato ha sido renovado por tres años más, con una mejora sustancial de precios que favorece a los productores.

El control de la producción ecológica como eje de organización
Con el mejoramiento del proceso productivo y de los ingresos, nuevas familias decidieron integrarse y acogerse a los beneficios del cultivo de hierbas aromáticas orgánicas. Ello, a su vez, exigió nuevas formas colectivas de organización que garanticen los volúmenes, la calidad y los precios de una demanda en crecimiento. Así, se creó la asociación de productores “El Tahuantinsuyo Ecológico”, que no solamente congrega agricultores del anexo de Cari Cari sino también otros anexos, como Arenales y Miraflores.

Vista del poblado de Cari Cari en Arequipa / Foto: autor

Los agricultores de Cari Cari, mediante su organización, han fortalecido el sistema de agricultura ecológica, convirtiéndolo en el valor más apreciado de su producción agrícola porque ha permitido el inicio del proceso de certificación colectiva a inicios de esta década. Esto les obliga a fortalecer aún más su organización, principalmente en torno a un sistema de vigilancia de la producción ecológica denominado Sistema Interno de Control (SIC), para lo cual nombraron a un inspector interno encargado del SIC y fortalecieron las capacidades de los promotores rurales. Tanto el inspector como los promotores se convirtieron en los impulsores del desarrollo de su comunidad, y lograron que todos los agricultores no solo cumplan con las normas de producción ecológica y que sean responsables con sus predios, familias y organización, sino que, organizadamente, planteen propuestas de desarrollo ante el gobierno local, así como ante entidades privadas y públicas.

La producción agroecológica y el desarrollo local
El anexo de Cari Cari ocupa hoy un lugar importante en el distrito de Chiguata, como comunidad pionera que asume su propio desarrollo. Han fortalecido su organización, inscribiéndola en registros públicos. Cari Cari cuenta actualmente con una infraestructura de riego mejorada, carretera de acceso (trochas carrozables) y centros de acopio de hierbas aromáticas. También, antes de finalizar el año 2008, debe contar con luz eléctrica y agua potable, gestión hecha por los propios agricultores ante el gobierno local y entidades privadas. Así mismo, la organización ha concursado con éxito para la obtención de fondos públicos para la financiación de proyectos de mejoramiento de sus recursos naturales, lo que ha significado mejoras no solo económicas para el grupo, sino también en su calidad de vida.

La Asociación “El Tahuantinsuyo Ecológico” es partícipe de su propio desarrollo y está articulada ventajosamente a un mercado ecológico de hierbas aromáticas con cada día mayor importancia.

Los aspectos clave que han determinado su experiencia radican en dos ejes fundamentales: la organización (participativa) basada en objetivos comunes, con visión de sostenibilidad económica, social y ecológica; y la inclusión social y comercial, quizá como consecuencia de la primera, y cuyo resultado ha generado la mejora de su calidad de vida.

Mirando el futuro
Los agricultores organizados del anexo de Cari Cari son conscientes de que lo logrado les permite mirar hacia un futuro más ambicioso, como es convertir su anexo en un destino ecoturístico, aprovechando no solo el paisaje (que es muy bello) y la condición de “ecológico” de sus predios, sino el tránsito obligado de turistas que ascienden al volcán Misti (5.852 m.s.n.m.). Ellos estiman brindar al turista servicios de hospedaje (turismo vivencial), y guías especializados para el ascenso al volcán. Estos guías serían los mismos pobladores, porque conocen el camino de ascenso. Esto implica gestiones ante las autoridades municipales y regionales, así como ante entidades privadas. Conocedores de lo que han logrado hasta la fecha, en tan corto tiempo, no dudamos de que muy pronto este “futuro” será una realidad.

Dieter F. Klauer García
El Taller Asociación de Promoción y Desarrollo

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