septiembre 2008, Volumen 24, Número 2
Suelos vivos

Ana Primavesi: la profesora de todos nosotros

MANOEL BALTASAR BAPTISTA DA COSTA | Página 40
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Al final de los años 70, se constituyó en la Asociación de Ingenieros Agrónomos del Estado de São Paulo – AEASP, el Grupo de Estudios de Agricultura Alternativa – GAA, en el cual participaban agrónomos, físicos, artistas, intelectuales, estudiantes, militantes del movimiento ambientalista y muchos otros simpatizantes.

El grupo se orientaba por la crítica al modelo tecnológico de la revolución verde y por la búsqueda de alternativas capaces de superar los graves problemas que ocasionaba esta tecnología y que ya estaban presentes en esos años, a pesar de que solamente habían pasado dos décadas de su implementación en el Brasil. Existían estudios que comprobaban una elevada proporción de residuos de agrotóxicos (órgano clorados) en la leche materna; que por cada kilo de soya exportada se perdían 10 kilos de suelo debido a la erosión; que los recursos naturales (suelo, flora y agua) estaban siendo destruidos de manera irreversible con la expansión de la frontera agrícola y la mecanización intensiva.

Se constató, de esta manera, que la transferencia de un modelo tecnológico intensivo en capital y desarrollado para atender los intereses del complejo industrial petro-químico-mecánico era una gran equivocación, y que después de la Segunda Guerra Mundial la capacidad instalada de este complejo se había quedado ociosa con la pérdida del mercado de artefactos de guerra.

En ese momento prácticamente no había en Brasil una preocupación por la búsqueda de alternativas al modelo tecnológico de la revolución verde en rápida expansión, alternativas que tendrían como objetivo minimizar o superar los impactos ecológicos y sociales, que hasta ese momento estaban poco diagnosticados. Ante esta situación, el modelo tecnológico de la revolución verde tenía el apoyo del gobierno brasilero, sin presentarse ninguna resistencia organizada por parte de la sociedad civil.

Las informaciones, que inicialmente eran la fuente del GAA, llegaban la mayoría de las veces del exterior, donde los movimientos de agricultura alternativa estaban creciendo: la agricultura biológica en Francia, la agricultura orgánica en Inglaterra y Estados Unidos, la agricultura biodinámica en Alemania y Suiza, la agricultura natural en Japón, sin contar con las comunidades rurales que surgieron dentro de los movimientos contracultura. En este contexto, por intermedio de Ded Bourbonnais, tuvimos contacto con la doctora Ana Maria Primavesi, quien se había mudado a São Paulo después de jubilarse de la Universidad Federal de Santa Maria –RS, donde había sido docente desde que llegó al Brasil procedente de Austria.

Con su sencillez, competencia y participación activa, la doctora Primavesi rápidamente se ganó el respeto y la admiración de todos los que hemos tenido el inmenso privilegio de convivir muchos años con ella. Portadora de conceptos hasta entonces desconocidos en la orientación del manejo y la conservación de los suelos en el Brasil, ella empezó a introducir enfoques innovadores para abordar la edafología a partir de una perspectiva ecológica. Hasta entonces, el manejo de la fertilidad de los suelos era abordado de una forma reduccionista y compartimentada, y estaba centrado básicamente en las prácticas de movilización intensiva del suelo y en el empleo de abonos sintéticos con alta concentración y solubilidad de nutrientes, sobre todo el paquete NPK (nitrógeno, fósforo y potasio). La doctora Primavesi criticaba esa restringida orientación al NPK, considerando la importancia de los microelementos en la eficiencia productiva y en la sanidad vegetal. Señalaba los pros y contras de las diversas formas y fuentes de nutrientes, su eficiencia y aprovechamiento por las plantas, su reciclaje en el ambiente y sus impactos sobre la biología del suelo. Al tratar este asunto, nos alertaba sobre el hecho de que la fertilidad del suelo no puede ser entendida solo por sus características químicas, ya que estas están intrínsicamente relacionadas con los fenómenos físicos y biológicos. En esa época, cuando la importancia de la dinámica biológica de los suelos estaba casi completamente ignorada por la pedología y edafología convencionales, la doctora Primavesi enfatizó la importancia de la biocenosis (el conjunto de organismos de cualquier especie, vegetal y animal, que coexisten en un espacio definido) en la eficiencia productiva de los sistemas agrícolas en los trópicos, basados en el manejo y reciclaje de la biomasa.

Desde el punto de vista de la perspectiva edáfica, ella nos mostraba las complejas relaciones existentes entre el suelo, la planta y el clima, siendo este último el principal determinante de las características distróficas y de la acidez que predomina en los suelos tropicales. Con esto, reclamaba nuestra atención para diferenciar entre las características climáticas de las regiones más frías y las de los trópicos y subtrópicos, estos últimos marcados por lluvias torrenciales con elevada energía cinética y un acelerado intemperismo resultante de la mayor disponibilidad de energía térmica, radiante e hídrica durante buena parte del año. Mediante esta constatación, su principal conclusión es que el manejo de los suelos tropicales debe basarse en los procesos vegetativos y no en las prácticas mecánicas.

Otra contribución conceptual de enorme importancia viene del hecho de que ella nos había alertado que en la naturaleza no existen malas hierbas, pero sí plantas adventicias e invasoras que deben percibirse como indicadores ecológicos de gran utilidad para entender el estado de las calidades físicas, químicas y biológicas de los suelos.

En 1979, el GAA/ AEASP tuvo el honor de promover el lanzamiento del libro Manejo ecológico do solo: a agricultura em regiões tropicais, obra maestra de la edafología brasilera que vendría a revolucionar los conceptos hasta entonces dominantes en Brasil y en América Latina.

Transcurridas más de tres décadas de la expansión del Movimiento de Agricultura Alternativa, que evolucionó hacia el movimiento de la Agroecología, podremos sin duda afirmar que mucho de este avance fue posible gracias a la doctora Ana Maria Primavesi.

Manoel Baltasar Baptista da Costa
Profesor de Agroecología
Universidad Federal de São Carlos, Campus Araras
Correo electrónico: baltasar@uol.com.br

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