junio 2007, Volumen 23, Número 1
Cómo se organizan los agricultores

Mantener a la gente en el campo

ANNETTE AURÉLIE DESMARAIS | Página 5-6
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«A través de Vía Campesina aprendimos que no somos los únicos que estamos luchando. La globalización ha causado el empobrecimiento de la mayoría de las comunidades, [pero] necesitamos globalizar esta lucha por la justicia, por la supervivencia de las comunidades, por el desarrollo de las comunidades. Necesitamos globalizar esta lucha en las comunidades más pobres de todas partes.» – Servando Olivarria Saavedra

Estas palabras, pronunciadas por un líder campesino de México, permiten vislumbrar de qué se trata Vía Campesina, un movimiento campesino internacional que reúne a 149 organizaciones de campesinos, mujeres rurales, comunidades agrarias nativas, agricultores de pequeña y mediana escala, y trabajadores agrícolas de 56 países en Asia, América, África y Europa. Es el movimiento rural más grande y más significativo que haya emergido en tiempos recientes. Desde 1993, Vía Campesina ha trabajado duro para implementar un modelo radicalmente diferente de desarrollo rural, que mantiene a las familias de agricultores en sus tierras, construye comunidades rurales vibrantes que producen alimentos sanos, respeta la diversidad y está basado en la justicia social.

Vía Campesina trabaja a nivel local, nacional e internacional para cambiar las políticas agrarias con el fin de contribuir a mejorar el bienestar de las personas que viven en el campo, centrándose en ocho temas de mucha importancia para las familias agricultoras en todas partes del mundo: la soberanía alimentaria y el comercio agrícola; la biodiversidad y los recursos genéticos: los derechos de los trabajadores agrícolas migrantes; la agricultura campesina sostenible; la igualdad de género; la reforma agraria; los derechos humanos en las áreas rurales, y la agricultura sostenible basada en el trabajo campesino.

El alimento es un derecho humano fundamental, por lo que la soberanía alimentaria está en el centro mismo del modelo de desarrollo conducido por campesinos que promueve Vía Campesina, el cual considera que la soberanía alimentaria sólo es posible a partir de una genuina reforma agraria que garantice a los campesinos, pequeños agricultores, pueblos nativos y mujeres rurales, un mayor acceso y control sobre los recursos productivos. La soberanía alimentaria no es contraria al comercio agrícola, pero da prioridad a la producción para el consumo local.

La UNORCA en México
La Unión Nacional de Organizaciones Regionales Campesinas Autónomas (UNORCA) es una federación nacional que reúne a 2.700 organizaciones de 23 estados de México. Estas organizaciones rurales representan a más de 400.000 familias de agricultores. El objetivo principal de la UNORCA es representar las demandas de su gran cantidad de integrantes a nivel nacional, para ayudar a garantizar que las políticas nacionales propicien la permanencia en sus tierras y el bienestar de todas aquellas personas que viven en el campo mexicano. Esta es una lucha difícil y desesperada, especialmente a la luz de los dramáticos cambios que se han dado en la agricultura mexicana desde la formación de la UNORCA en 1985.

Desde la década de 1980, el gobierno mexicano ha dado pasos importantes buscando integrar el país al mercado global. En la actualidad, México puede ufanarse de haber firmado ocho tratados de libre comercio que incluyen a 24 países en tres continentes; el más famoso de los cuales es el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), con Estados Unidos y Canadá. Este tratado, vigente desde 1994, prometió la creación de oportunidades de empleo y la reducción de la pobreza rural, pero los agricultores y otros habitantes de las zonas rurales han visto pocos beneficios. La “liberalización” de la agricultura abrió las fronteras a la importación de alimentos, y fue acompañada por el desmantelamiento de los precios de garantía para los productores y de una reducción sustancial de los insumos subvencionados.

Al verse enfrentada a esta situación, la UNORCA comenzó a participar en intercambios con organizaciones agrícolas de América Central, Estados Unidos y América del Sur, para averiguar qué estaba sucediendo en las zonas rurales de otros países. Al encontrar situaciones similares en otras partes, la UNORCA reconoció rápidamente la necesidad de unir fuerzas con otras organizaciones rurales que se oponían a la globalización de la agricultura. La UNORCA se unió a Vía Campesina cuando le tocó ser anfitriona de su segunda Conferencia Internacional, realizada en Tlaxcala, México, en abril de 1996. Desde entonces ha cumplido un liderazgo importante, siendo responsable de la Comisión Internacional sobre Biodiversidad y Recursos Genéticos, y también una de las coordinadoras regionales para América del Norte. Sin embargo, su trabajo se centra principalmente en ejercer presión sobre el gobierno mexicano en relación con sus temas de trabajo y en proporcionar servicios a las organizaciones que la integran, tal como ha sido expresado por uno de sus líderes: “la UNORCA nos sirve de muchas maneras: nos mantiene informados, proporciona capacitación, aprendemos sobre otras experiencias de todo el país y nos da representación a nivel nacional”.

Estrategias eficaces
La UNORCA representa a una gran diversidad de organizaciones de todo el país y, para poder trabajar eficazmente, debe balancear los diversos intereses de sus miembros. Para lograrlo, ha desarrollado una estructura democrática que distribuye el poder de toma de decisiones equitativamente entre sus miembros. También ha adoptado numerosas estrategias para apoyar a sus miembros, dependiendo de la región y de las organizaciones involucradas. En Chiapas, por ejemplo, las organizaciones están trabajando principalmente temas relacionados a la reforma agraria, autogobierno nativo, manejo de recursos naturales y derechos humanos. Otro caso es Michoacán, donde la organización local ha creado una empresa comercial que reúne fruta para ser exportada a los Estados Unidos. La UNORCA enfatiza la formación de nuevos líderes a través del fortalecimiento de las capacidades de liderazgo en los niveles local y regional. Capacita a sus jóvenes en el análisis de la actualidad mundial y para que sean líderes comunitarios, promoviendo la rotación constante de los puestos de liderazgo.

Los líderes de la UNORCA están convencidos de que la movilización es una de las estrategias más importantes para lograr cambios en el campo. Según uno de ellos, “la resistencia debe ser transformada en una movilización constante. Necesitamos todo tipo de presión política y la movilización pública de personas”. En otras palabras, la movilización debe ser masiva e incluir la participación de diferentes sectores de la sociedad. Por ello, en 2003, al ratificarse por otros diez años el TLCAN, la UNORCA organizó importantes manifestaciones durante dos meses, obligando al gobierno mexicano a iniciar negociaciones con los líderes agrarios. Actualmente se llevan a cabo manifestaciones similares para protestar por el súbito encarecimiento de los precios de los alimentos.

La UNORCA, al igual que otros miembros de Vía Campesina, sostiene que la crisis de la agricultura es intolerable y que se necesita desesperadamente un nuevo modelo de desarrollo rural. Cree que el cambio sólo será posible a través de la organización autónoma para la acción.

Annette Aurélie Desmarais
Profesora asistente, Departamento de Estudios de Justicia. Universidad de Regina. Regina, Saskatchewan, Canadá
Correo electrónico: annette.desmarais@uregina.ca

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