junio 2007, Volumen 23, Número 1
Cómo se organizan los agricultores

Aprendiendo juntos para lograr una agricultura orgánica

HANS PETER REINDERS | Página 23-26
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En Holanda, durante la década de 1930, se construyó un dique de 30 kilómetros de largo para cercar la expansión de agua conocida como el Zuyder Zee, iniciándose así el proceso de ganarle tierras al mar. El dique transformó al Zuyder Zee en un mar interior que gradualmente se convirtió en un lago de agua dulce conocido como el IJsselmeer. Cuatro enormes extensiones de terrenos bajos (polders) en el IJsselmeer fueron drenadas, lo que produjo 165.000 hectáreas de nuevas tierras, que se convirtieron en una nueva provincia, Flevoland. Dos de aquellos polders son en la actualidad utilizados principalmente para la agricultura.

Luego de que los polders se secaron, tuvieron que pasar muchos años de drenaje para que la tierra se asentara y fuese adecuada para el cultivo. La oficina responsable de desarrollar los polders de IJsselmeer promovió la maduración de los suelos sembrando junco, y luego cereales, legumbres y linaza. Lo que siguió fue un programa de migración interna que llevó a agricultores, principalmente jóvenes y progresistas de otras regiones de Holanda, a los polders. Ellos iniciaron nuevas fincas agrícolas en tierras que están entre cuatro y seis metros por debajo del nivel del mar. Muchos de estos agricultores habían recibido una buena educación y, durante su tiempo en el instituto o la universidad, varios de ellos habían aprendido sobre conceptos agrícolas alternativos tales como la agricultura biodinámica y la agricultura orgánica.

La búsqueda de conocimiento
En la década de 1980, las propuestas de agricultura orgánica estaban todavía en su “infancia” en Holanda. Los agricultores interesados en la producción orgánica o biodinámica buscaban activamente la información necesaria para hacer funcionar una finca orgánica a gran escala. Este enfoque era atractivo por ser positivo para el medioambiente, pero también por la demanda creciente, en Holanda y en toda Europa, de alimentos producidos orgánicamente. Sin embargo, los agricultores todavía no contaban con los conocimientos o la experiencia necesarios para manejar con éxito un sistema de ese tipo. Rodeados de sistemas agrícolas convencionales, estaban aislados y simplemente experimentaban por sí mismos. En 1989, frustrados por la falta de conocimiento sobre prácticas orgánicas, varios de esos agricultores se unieron. Lo que crearon inicialmente fue un grupo local de estudio que se reunía e intercambiaba ideas y experiencias informalmente, alrededor de la mesa de la cocina en la finca de uno de los participantes. Luego de algún tiempo, cuando fue necesario abrir una cuenta de banco a nombre del grupo de estudio, decidieron nombrarse a sí mismos Organización para Agricultores Orgánicos y Biodinámicos, Flevoland, BDEKO.

Discutiendo sobre los abonos obtenidos de un biodigestor / Foto: autor

BDEKO se convirtió en el motor para el desarrollo y la difusión de nuevos conocimientos sobre agricultura orgánica en los polders. En esos días, los socios estaban ávidos de cualquier información que pudiese ayudarlos a desarrollar un plan agrícola eficaz y productivo para sus fincas individuales. Al igual que otros agricultores de muchas partes del mundo, sus principales preocupaciones relacionadas con la producción incluían los métodos eficaces para preservar la fertilidad de los suelos, así como combatir malezas, plagas y enfermedades. La elección de los cultivos fue dictada en gran medida por la demanda del mercado por productos orgánicos, e incluyó zanahorias, coliflor y diferentes tipos de col, cebollas y arvejas. Los agricultores experimentaron con diferentes modelos de cultivo, tanto en el espacio como en el tiempo, probando diferentes alternativas en sus propias tierras. Esto, como todo experimento, no siempre fue exitoso, pero los fracasos también fueron fuente de mucho aprendizaje. Uno de los defectos de las investigaciones de los agricultores fue que sus resultados se basaron más que nada en observaciones personales, y casi no se registraban datos.

Un gran paso adelante fue el que la organización empezara a colaborar con la estación gubernamental de investigación agrícola (OBS por sus siglas en holandés) en el cercano pueblo de Nagele. El mandato de esta estación era asistir el desarrollo de sistemas agrícolas en el polder, y estaba por lo tanto, en mucho mejor posición que los agricultores para hacer experimentos más largos y riesgosos. Las actividades de investigación incluyeron probar tres sistemas agrícolas diferentes, en una escala realista y a lo largo de un periodo extenso: en una finca se implementó un modelo de agricultura convencional de altos insumos; en otra se experimentó con el uso reducido de insumos sintéticos, y en la tercera las prácticas se basaron completamente en principios orgánicos. Cada año se publicaron y presentaron a los agricultores los resultados de los diferentes sistemas agrícolas, incluyendo a los socios de BDEKO. Adicionalmente, los agricultores fueron siempre bienvenidos en las fincas experimentales, donde podían hacer sus propias observaciones durante la temporada agrícola y conversar sobre ellas con el personal de la estación experimental.

En una etapa posterior, en parte de las tierras de los socios de la organización, se iniciaron algunos experimentos más específicos con la colaboración de la estación de investigación. Un tema importante fue, por ejemplo, el desyerbe mecanizado. La mano de obra es cara en Holanda y el requerimiento de horas/hombre para el desyerbe es siempre uno de los mayores costos de producción para los agricultores orgánicos con fincas de entre 60 y 80 hectáreas en promedio. Por lo tanto, siempre están buscando tecnología que pueda controlar malezas de manera eficaz y económica. Se desarrollaron diferentes máquinas para desyerbar, aporcar y escarificar que fueron probadas en fincas seleccionadas. Los resultados experimentales de estas fincas fueron complementados con información registrada por otros agricultores en sus propias tierras. En este caso, midieron la cantidad de tiempo utilizado por los agricultores en desyerbar sus campos. De esta manera pudieron ser comparados y evaluados los diferentes métodos de desyerbe y modelos de cultivo con los que experimentaron los socios individuales de la organización.

Gracias a todas estas diferentes actividades de investigación, se fueron desarrollando esquemas y técnicas de cultivo muy eficientes, muchos de los cuales siguen siendo utilizados actualmente en el polder. Ejemplo de ello son las diversas combinaciones y rotaciones de cultivos, tanto durante una misma temporada como durante años consecutivos. Esto también incluye el cultivo regular de algunas leguminosas –que fijan el nitrógeno– como una manera de mantener la fertilidad de la tierra. Las estrategias desarrolladas para manejar plagas y enfermedades incluyen el momento de la siembra –temprana o tardía– de algunos cultivos. Otros ejemplos de las prácticas desarrolladas incluyen técnicas para prevenir el crecimiento de plantas no deseadas en los campos, tanto malezas como brotes de plantas cultivadas previamente en el campo. Estas prácticas “amigables con el suelo” incluyen el escarificado (remoción de la tierra para que se airee) regular de las tierras en barbecho, y el uso de cultivos de cobertura.

Membresía creciente
En la década de 1980, la organización quería fomentar un incremento en la oferta de productos orgánicos, por lo que apoyó a cada vez más agricultores del polder en la transición hacia la agricultura ecológica u orgánica. Un número mayor de productores orgánicos significaría que todos podrían beneficiarse de menores gastos logísticos. Al hacerse socios de BDEKO, recibían mucha información práctica y apoyo, lo que facilitaba a los agricultores tradicionales su proceso de transición. En cinco años, BDEKO alcanzó una membresía de 80 socios, lo que llevó a cambios en la manera en que se administraba la asociación. Las reuniones generales pasaron a ser más formales, menos frecuentes y en locales alquilados. El grupo fue dividido en tres subgrupos que continuaron reuniéndose localmente de manera regular, alrededor de la mesa de la cocina. Los socios continuaron demostrando un alto nivel de compromiso, con una participación no menor que 80 a 90 por ciento de ellos en las reuniones. Todos estaban afrontando las mismas dificultades y aspiraciones; sentían que todos “hablaban el mismo idioma”. Era una gran aventura explorar este nuevo tema y sabían que trabajar estrechamente con otros socios del grupo les ayudaría mucho a desarrollar sus propias fincas ecológicas. En aquellos días se desarrollaron algunas amistades muy estrechas entre los diferentes miembros del grupo.

También vale la pena mencionar que en ese momento no existía un servicio de extensión agrícola que cubriera temas relacionados con la agricultura orgánica, simplemente porque muy poca información práctica estaba entonces disponible. Por lo tanto, aun los agentes de extensión agrícola que trabajaban en el polder asistían a las reuniones de BDEKO o visitaban las granjas de sus socios para aprender de estos agricultores pioneros las prácticas de producción orgánica que estaban desarrollando.

Otras actividades
Desde el inicio se organizaron diferentes actividades para los integrantes del grupo en el verano o en el invierno. En verano, la principal temporada para la producción de cultivos, visitaban las fincas de algunos socios para aprender unos de otros. Esto se hacía cada dos semanas empezando en junio, cuando el desyerbe, que tanto tiempo consume, ya estaba casi terminado. Durante los primeros tiempos, los temas centrales durante estas reuniones solían ser asuntos técnicos tales como la rotación de cultivos y el manejo de la fertilidad del suelo. En la actualidad, durante las visitas de verano, los socios tienen la oportunidad de examinar, por ejemplo, la nueva desyerbadora mecanizada o el sistema de almacenaje poscosecha utilizados por el agricultor anfitrión. Durante estas visitas hay frecuentes discusiones serias entre los agricultores. El hecho de que todos hayan adoptado principios ecológicos en sus prácticas de producción no significa que siempre estén de acuerdo en cuestiones técnicas o ideológicas. A lo largo de los años, la organización también promovió visitas a fincas orgánicas interesantes o a organizaciones dedicadas a la investigación, que estuviesen practicando agricultura orgánica fuera del polder. La participación en este tipo de visitas solía ser menor, ya que algunos de los integrantes del grupo sentían que no podían gastar tiempo, en plena estación principal de cultivo, en visitas de estudio que los llevarían lejos de sus fincas o por un tiempo largo. Estas visitas, sin embargo, eran muy apreciadas por los participantes. Durante el invierno se invitaba a diferentes ponentes a discutir temas técnicos que fueran relevantes para los integrantes del grupo, acerca de las investigaciones en curso o temas económicos, por ejemplo. También se invitaban conferencistas para que expusieran temas relacionados al desarrollo personal de los agricultores, o cuestiones que pudieran inspirar a los socios. Los socios siempre tenían a su cargo la selección de los temas, invitar a los oradores y organizar las veladas según las necesidades o circunstancias particulares. A fines de 1997, un año muy malo para los agricultores de Holanda, algunos socios organizaron un taller sobre la risa como método de relajación. El objetivo de esa reunión invernal fue alegrar a los socios y encontrar nuevas energías de manera grupal, para ser capaces de lidiar con preocupaciones relacionadas a la producción del año siguiente.

Campesinos de BDEKO intercambian opiniones sobre prácticas de cultivo / Foto: autor

A lo largo del tiempo, la organización ha sido anfitriona de una multitud de organizaciones y personas como expositoras durante esas reuniones invernales. Estas reuniones también han sido utilizadas de manera estratégica para establecer contactos más estrechos con ciertas instituciones, como la universidad agraria en Wageningen. La sensación inicial fue que las investigaciones llevadas a cabo en dicha universidad eran de una naturaleza demasiado convencional. Al invitar a científicos de la universidad a las reuniones invernales, pudieron explorar oportunidades para influir en el tipo de investigación que éstos realizan. De esta manera los científicos se vieron más involucrados en la búsqueda de respuestas para las muchas preguntas apremiantes que tenían los agricultores orgánicos.

Condiciones cambiantes
Recién en 1999 BDEKO se convirtió en una organización formal de agricultores. Antes de eso, no había habido razón alguna para registrar oficialmente al grupo. La principal razón para cambiar el estatus de la organización fueron acontecimientos locales que amenazaban directamente la condición de agricultor orgánico de algunos socios. Se habían desarrollado planes para construir una instalación para quemar desperdicios cerca de ahí, y los gases que emanarían de tal instalación contaminarían a las fincas situadas en las inmediaciones de la planta y ya no serían aptas para recibir certificación orgánica.

Para que BDEKO pudiese ejercer presión política en contra de la construcción de esta planta, los agricultores debían organizarse de una manera más formal; sólo así podrían ser reconocidos por el gobierno holandés como parte interesada en el caso. Los agricultores, por lo tanto, formularon estatutos, eligieron un directorio, y la organización fue registrada formalmente. El Centro para la Agricultura Orgánica (CBL), una institución sin fines de lucro con la que BDEKO había estado colaborando desde 1995, se convirtió en el secretariado de la organización. Este estatus formal hizo que los procedimientos fueran mucho más burocráticos, aunque también proporcionó nuevas oportunidades para sus socios. Desde entonces, han sido invitados a participar en diferentes grupos de trabajo sobre el desarrollo de la agricultura en Holanda y se involucran en debates sobre las nuevas políticas agrícolas.

El estatus informal de BDEKO había funcionado bien en el momento en que el desarrollo e intercambio de información técnica era lo más importante. Sin embargo, cuando esto dejó de ser una prioridad, los objetivos de BDEKO cambiaron. Como respuesta a las cambiantes necesidades de los socios, la organización se involucró en el desarrollo de una mayor cantidad de contactos confiables para la comercialización.

Recientemente, un punto central ha sido su representación en organizaciones influyentes en el campo de la agricultura en Holanda, logrando algunos resultados positivos. Un ejemplo fue la presión ejercida para influir sobre un plan agrícola. Holanda cuenta con un complicado sistema legal de regulaciones para mitigar enfermedades causadas por hongos en cultivos tales como papas o cebollas. Para reducir el problema generalizado del tizón tardío de la papa (Phytophtora infestans), un “Plan maestro contra la Phytophthora” fue desarrollado a nivel nacional. Sin embargo, la implementación del plan original hubiera hecho imposible que los agricultores orgánicos cultivaran papas. Gracias a un trabajo eficaz de cabildeo (lobby) y a un intenso diálogo con el sector agrícola convencional de Holanda, el plan fue adaptado y ahora estipula regulaciones que son aceptables para los agricultores orgánicos.

Otro ejemplo exitoso de las actividades de cabildeo de BDEKO estuvo relacionado con el cultivo de maíz genéticamente modificado. Aunque no fueron capaces de impedir terminantemente la autorización al uso de maíz GM en las fincas convencionales, lograron introducir medidas que reducían el riesgo de que este maíz contaminara los cultivos orgánicos.

Perspectivas futuras
Desde la década de 1980, en el polder, los socios pioneros de BDEKO han logrado grandes avances en lo que concierne a la producción orgánica de cultivos. La disponibilidad de suficientes tierras de cultivo, el apoyo de organizaciones dedicadas a la investigación y el establecimiento de canales para la comercialización de productos orgánicos le han dado ventaja a Flevoland en el sector orgánico de Holanda. Aunque BDEKO sólo cuenta con 72 socios en la actualidad, lo que representa alrededor del seis por ciento de los agricultores de cultivos arables y horticultura en Flevoland, es considerada frecuentemente como una organización “portavoz” oficial del sector agrícola en esta provincia. Y aunque no es socio oficial de la principal organización agrícola nacional (y puede ser que nunca lo sea, en tanto son agricultores orgánicos que tienen intereses en conflicto con las corrientes convencionales dominantes) varios socios representan a su organización en grupos de trabajo de esta entidad mayor.

En la actualidad, no muchos agricultores de Holanda están haciendo la transición para volverse productores orgánicos, pero esto podría cambiar repentinamente, dependiendo de cambios en los intereses políticos o regulaciones oficiales, de nuevas oportunidades de mercado, o incluso de una presión creciente por parte de movimientos comunitarios. En caso de que exista un renovado interés por la agricultura orgánica, los vastos conocimientos y experiencia que tiene BDEKO serán de gran importancia para otros que aspiran a ser agricultores.

Hans Peter Reinders
Correo electrónico: hpreinders@hotmail.com

BDEKO puede ser contactado a través del Centrum Biologische Landbouw (CBL), Bronsweg 22, 8222 RB Lelystad, Holanda.
Correo electrónico: info@biologischelandbouw.org

Este artículo es uno de los resultados del ejercicio de sistematización  llevado a cabo en 2006, con la participación de agricultores socios de BDEKO, los editores de ILEIA y el autor. La metodología de sistematización utilizada está disponible en www.leisa.info. Otro resultado de este proceso fue publicado en Ekoland, revista holandesa dedicada a la agricultura orgánica.

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