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En los bosques Miombo (ecorregión característica de la planicie central africana), que se encuentran en la provincia Norte de Zambia, muchos agricultores de pequeña escala practican la agricultura itinerante, localmente conocida como chitemene. Con este sistema los agricultores pueden realizar tres cultivos sucesivos en un año, pero la fertilidad de la tierra y los rendimientos disminuyen al tercero, por lo que se ven obligados a abrir nuevos campos de cultivo. Hay estudios que demuestran que el sistema chitemene puede ser sostenible siempre y cuando la población no sobrepase de siete habitantes por kilómetro cuadrado. Sin embargo, con las mejoras en la salud y nutrición, la población rural ha ido en aumento. Los agricultores ya no pueden esperar 25 años –el tiempo que tradicionalmente se dejaban los campos en barbecho para que recuperaran su fertilidad natural– para volver a utilizar un campo; ahora esperan 10 años. Esto ha llevado a que el sistema chitemene pierda eficacia. Esta situación se ve también agravada por la tala de árboles, que deja menos biomasa disponible para la restauración de la fertilidad del suelo.

Restaurar y mantener la fertilidad del suelo es, por tanto, un gran desafío para mantener la productividad de los cultivos y del suelo en esta área. La roza y quema es todavía practicada ampliamente porque mejora los suelos, aunque su efecto es sólo de corto plazo. Uno de los problemas de la práctica de la agricultura de roza y quema es que si se tala anualmente para abrir nuevas áreas de cultivo dentro de las áreas boscosas, aumenta la distancia que hay que caminar hasta los campos y conduce, eventualmente, a la desaparición de todos los bosques. Los agricultores han tenido que encontrar métodos alternativos que minimicen el tiempo de caminata hasta los campos; que puedan mantener la productividad del suelo y los cultivos de una a otra generación, y que puedan preservar lo que queda de bosques.

El sistema mambwe de cultivo en montículos
En respuesta a esta situación, se ha desarrollado en la parte noreste del distrito de Mbala, en la Provincia Norte de Zambia, el sistema mambwe de cultivo en montículos. Hace unos cien años, la tribu Mambwe al abandonar el sistema de cultivo chitemene, que cada vez era más destructivo, desarrolló el sistema de montículos como una estrategia para mantener la fertilidad y productividad del suelo

El sistema mambwe de cultivo en montículos es un sistema de producción de compost en el mismo campo, en lugares dejados en barbecho, por ejemplo: la pradera secundaria que se genera y reemplaza al bosque Miombo, cuando ha sufrido talas consecutivas para su habilitación para la agricultura. Al fin de la estación de cultivo se construyen montículos de un metro de altura por un metro de diámetro, aproximadamente. En una superficie de aproximadamente un metro cuadrado, se acumula pasto y otros tipos de vegetación disponible. A un lado se saca el suelo para luego echarlo encima de la vegetación acumulada y formar el montículo. Este se cubre luego con unos diez centrímetros de suelo superficial, sacado con azadón del área circundante. Los montículos se colocan en sentido perpendicular a la ladera, siguiendo las curvas de nivel. Este sistema, conocido localmente también como fundikila y en Tanzania como ntumba, depende de los nutrientes liberados por la descomposición de vegetales enterrados en los montículos. De esta manera, los agricultores pueden aprovechar los pocos recursos disponibles para mejorar sus suelos.

El plantar frejoles brinda beneficios adicionales al sistema y proporciona un cultivo rápido para los agricultores
Foto: Peter Stramgaard

En las unidades domésticas que cuentan con mano de obra masculina, los montículos son construidos por los hombres. En otros casos, son las mujeres quienes los construyen o contratan mano de obra masculina, a la cual retribuyen en dinero o en especies (cerveza y comida), según el sistema tradicional mambwe llamado kulimya. En la siguiente estación de lluvias los montículos son aplanados y el suelo interior esparcido, luego se plantan cultivos de panllevar importantes, como el mijo (Eleusine coracana). En la segunda estación pueden seguir otros cultivos como maíz, boniato, maní y calabazas.

El sistema mambwe de cultivo en montículos es manejado cuidadosamente, poniéndose atención a las necesidades del suelo y a los requerimientos para la sostenibilidad de la productividad de todo el agrosistema, más que a cualquier cultivo en particular. Se pone un gran cuidado al planificar qué se cultivará dentro del sistema. Los cultivos se escogen de acuerdo a sus requerimientos nutricionales: los más exigentes como el maíz y el mijo son plantados primero y aquellos que demandan menos nutrientes, como los frejoles comunes (Phaseolus vulgaris) y la yuca (Manihot esculenta) se siembran después, siguiendo el ciclo de cultivos. Los cultivos son interplantados: por ejemplo, el frejol se siembra entre las plantas de yuca ya que estas permanecen en el campo hasta tres años y se cosecha selectivamente; el maíz y los frejoles nunca se plantan entre los montículos, donde la fertilidad del suelo sería inadecuada para soportar su crecimiento. Por lo general, el ciclo de cultivo abarca un período de cuatro a cinco años.

Mejorando el sistema de montículos
El aumento de la presión demográfica en la provincia Norte llevó a los científicos agrícolas que trabajan en el Centro Regional de Investigación de Misamfu (Regional Research Centre) en Kasama, capital de la provincia, a iniciar la exploración de formas de mantener la productividad del suelo. Los agricultores mambwe tienen ganado pero ahora, luego de la grave interrupción de los programas de control de enfermedades animales, el número de animales ha disminuido debido a una enfermedad originada por la garrapata. Los agricultores que todavía tienen animales usan el estiércol para fertilizar sus campos. No obstante, la mayoría de los agricultores depende en gran medida de otros métodos para manejar la fertilidad del suelo. Esta realidad llevó a los científicos a realizar una investigación basada en las características del sistema de montículos mambwe, con la intención de mejorar la calidad de los montículos a nivel de finca. Este trabajo de investigación fue apoyado por la Agencia Noruega para el Desarrollo Internacional (NORAD) que financió dos estudios sobre la productividad del suelo por un período de 15 años (1981-1996). La investigación mostró que la calidad del material orgánico de los montículos se podría mejorar incorporando residuos de las plantas leguminosas, que son de fácil degradación. Los experimentos en cultivos, llevados a cabo con la colaboración de los agricultores, probaron la aptitud de varias especies leguminosas para el sistema mambwe de cultivo en montículos. Se encontró que las especies de plantas más adecuadas eran las que podían ser plantadas con las primeras lluvias, en noviembre, y ser cortadas e incorporadas en los montículos al final de la estación. Una de las especies útiles fue la Stylosanthes guianensis, leguminosa perenne que puede crecer en suelos poco fértiles, está adaptada a condiciones de aridez y fija bien el nitrógeno de la atmósfera.

La investigación demostró que estas especies tienen el potencial para mejorar la fertilidad y el rendimiento de los cultivos mediante la elevación del pH y del estado de nutrientes del suelo. Otra especie puesta a prueba fue la Crotalaria zansibariaca, considerada en muchos otros países como mala hierba para la agricultura. Esta última también tiene un buen crecimiento, y las dos especies se descomponen rápidamente dentro de los montículos. Los nutrientes liberados permitieron el crecimiento de las plantas en la siguiente estación de cultivo, después de que los montículos fueron nivelados al inicio de las lluvias.

Otra mejora clave fue el plantar frejoles en los montículos después de haberlos preparado al final de la estación de lluvias. Plantar en este tiempo rinde más que plantar más temprano, antes del comienzo de las lluvias. Esto es porque el cultivo se desarrolla mejor en condiciones relativamente más secas y las hojas sufren menos enfermedades bacterianas y fungosas. El cultivo absorbe el agua que necesita de las lluvias anteriores, la humedad residual y el rocío de la mañana. La cosecha se realiza cada año, entre junio y julio, cuando el tiempo suele ser frío y más adecuado para cosechar frejoles, ya que las vainas se destruyen si se calientan demasiado con el sol.

El ciclo del huerto de montículos mambwe


La primera etapa consiste en remover un terreno virgen o en barbecho antes de cultivarlo. La maleza se corta, se apila y se quema durante la estación de lluvias, de noviembre a marzo, cuando el suelo se puede remover, pero aún es demasiado pesado para arar. Los montículos se pueden dejar para que el proceso de descomposición de la materia orgánica continúe durante la estación seca, o bien se plantan frejoles o yuca desde el primer año. Los agricultores que plantan frejoles en estos montículos, pueden cosecharlos en mayo o junio. Al año siguiente los montículos se aplanan y el maíz y el mijo se siembran al voleo entre las plantas de yuca del primer año. Al inicio de la siguiente estación de lluvias, en noviembre, los montículos se rehacen y en ellos pueden crecer frejoles o maní, con mijo y yuca plantados entre los montículos. Alternativamente, si no se han hecho los montículos, el maíz y la yuca pueden crecer en terreno plano. A esto le sigue el mpepe (ver figura), con maíz, yuca y maní cultivados en terreno plano. El agricultor puede decidir si vuelve a hacer los montículos por tercera vez para plantar frejoles o continúa con el mpepe plano, esta vez con maní. Durante todo el ciclo, cualquier arvense o restos de las cosechas anteriores se entierra con cuidado para no afectar las plantas de yuca existentes. Por lo general, el huerto se deja en barbecho cuando se aplana porque localmente se sabe que un huerto abandonado con montículos necesita más tiempo para regenerarse que un huerto abandonado en estado ya plano.

Las capas de hojarasca y desechos vegetales, y otros procesos de descomposición de la materia orgánica tienen efectos considerables en el sistema. Ayudan a conservar la humedad del suelo, mejoran el índice de infiltración, reducen el crecimiento y la competencia de arvenses, disminuyen la temperatura del suelo y mejoran su estructura. Los cambios biológicos incluyen el aumento de actividad de los microorganismos del suelo y de los animales involucrados en el proceso de descomposición, mientras la materia orgánica añadida también estimula la descomposición de la materia orgánica del suelo. El nitrógeno en la materia orgánica enterrada es necesario para el crecimiento de las bacterias responsables de la continuidad del proceso de descomposición.

Adaptado de StrØmgaard, 1989, pp. 427-444.

Los programas de investigación también estudiaron la conveniencia de diversos tratamientos alternativos para el sistema chitemene. Experimentos con mijo y maní demuestran que el sistema mambwe de cultivo en montículos logra niveles de rendimiento similares a los obtenidos bajo el sistema tradicional. Esto demuestra que el cultivo en montículos es una adecuada alternativa al sistema chitemene tradicional. Los resultados de la investigación son un fuerte soporte para la transición de una forma de cultivo itinerante de tala y quema, a un tipo de agricultura más estable para la población local. El sistema de extensión del ministerio de agricultura y las cooperativas han trabajado junto con los científicos y los agricultores para promocionar el sistema mambwe.

Este sistema de cultivo en montículos, que incluye una rotación cereal-leguminosa, alternándola con cultivos en terreno plano, se ha practicado por largo tiempo. Esto indica que el sistema puede soportar una producción intensiva de cultivos para satisfacer los requerimientos de alimentación y seguridad nutricional de la población local. Es un sistema local que ha demostrado ser práctico y sostenible como alternativa al sistema de tala y quema, tan destructivo para el medio ambiente.

John Andrew Siame
Private Bag E 891. Post Net 502, Manda Hill.
Lusaka, Zambia.
Correo electrónico: ajsiame@yahoo.com

Referencias
– Mwambazi, T. N., 1990. Residue effect of management of Stylosanthes guianensis on crop yield and soil properties in the high rainfall areas of Northern Zambia. M.Sc thesis. Agricultural University of Norway, 1432 Aas, Norway.
– Strømgaard, P., 1990. Effects of mound cultivation on concentration of nutrients in a Zambian Miombo woodland soil. Agriculture, Ecosystems & Environment, 32: 295-313.
– Strømgaard, P., 1989. Adaptive strategies in the breakdown of shifting cultivation: The case of Mambwe, Lamba and Lala of Northern Zambia. Human Ecology, 17: 427-444.
– Strømgaard, P., 1988. The grass mound-system of the Aisa-Mambwe. Tools and Tillage, 6 (1): 33-46.

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